Pasé de homofóbico a homosexual…
Un chico completamente machista y homofóbico, tras conocer a un gay, lo invita a salir con la idea de aprovecharse de él, pero el gay se lo lleva a su casa, se cambia de ropa y aparece una hermosa mujer, la que le da una buena mamada y se deja dar por el culo, al poco tiempo cambian de papeles….. .
Pasé de homofóbico a homosexual…
Yo odiaba a los maricones, y junto a mis amigos del barrio nos divertíamos haciéndoles pasar malos ratos entre otras cosas.
Pero un buen día conocí a un chico extranjero que era de Turquía, que me hizo cambiar de opinión.
En el barrio donde vivía, la gran mayoría de mis amigos, al igual que yo, disfrutábamos haciéndole pasar malos ratos a los maricones que conocíamos.
Aparte de vivirlos, sacándoles algo de dinero por dejarnos tocar los huevos, o permitir que nos mamasen la verga.
Ya a eso de los 19 la mayoría de los maricones nos tenían pavor, ya que nuestra manera de pasar el rato era divertirnos a costillas de ellos, aparte de burlarnos descaradamente.
Cuando no era yo podía ser cualquier otro de los chicos, que dejábamos que el maricón nos abordase, le decíamos que nos podíamos ver tras la fábrica en un terreno lleno de monte y baldío, y al principio la gran mayoría de ellos gustosamente aceptaba.
Cuando ya nos encontrábamos en el terreno, al pensar que estábamos solos, se quitaban toda la ropa, entonces el grupo de unos cinco amigos entrabamos.
Al verse rodeado, trataban de escapar, pero no lo dejábamos ir hasta que nos mamase la verga a todos, y después de eso le robábamos la ropa dejándolo en ocasiones golpeados y desnudos.
Para nosotros era tremenda gracia, y lo disfrutábamos mucho, pero un buen día, yo me encontraba comprando unos pantalones, en un centro comercial, que me encuentro a un chico de mi edad más o menos que al principio que lo vi pensé que se trataba de una chica.
Accidentalmente tropezamos, y al escucharlo hablar me di cuenta de que era maricón, además la manera en que sus ojos se clavaban en mi verga no me dejó la menor duda.
Al principio estuve a punto de darle un buen empujón, pero se me ocurrió pensar cómo se vería completamente desnudito en medio de aquel terreno.
Fue cuando lo invité, pero él de manera muy fina rechazó mi invitación, pero en lugar de eso me propuso que lo acompañase a su casa.
Pensé en decirle que no, pero por aquello de ganarme su confianza acepté, llegamos a su casa, y tras pasar la puerta se disculpó conmigo pidiéndome que lo esperase a que se pusiera algo más cómodo.
Al tiempo que me sirvió una cerveza, yo mientras me la tomaba comencé a ver varias fotos, que al principio pensé que se trataban de una modelo, pero al observar detenidamente el rostro, me di cuenta de que se trataba del mismo tipo que era dueño de la casa.
Yo estaba por marcharme, cuando salió de su habitación, completamente vestido de mujer, y eso que únicamente estaba usando ropa íntima femenina, pero le quedaba de rechupete, parecía una misma hembra.
No sentamos en el sofá de la sala, y seguimos charlando, fue cuando me confesó que yo le gustaba y que si por él fuera ahí mismo se dedicaba a mamar mi verga y de ser posible, encantado de la vida dejaría que yo le diera por el culo.
La verdad es que parecía toda una verdadera hembrita, por lo que dejé que me diera una buena mamada, aunque sin llegar a venirme, ya que él de cuando en cuando dejaba de mamar, y me ofrecía sus nalgas, hasta que yo finalmente acepté.
Como estaba a solas con él, o mejor dicho con ella, disfruté tremendamente de comerle el culo, y dejar que me mamase la verga un sin número de veces durante varias semanas y meses.
Bueno eso pasó a ser algo habitual, yo prácticamente a diario, pasaba por su casa y de no dejar que me mamase la verga era que salvajemente se lo enterraba por su apretado culito.
Así nos seguimos viendo, él dándome el culo, de una manera tan rica y sabrosa, que yo pensaba que más lo disfrutaba él que yo.
Pero yo seguí jodiendo con mis amigos, vacilando a los demás maricones y en ocasiones hasta prácticamente asaltarlos.
Un día mi amiguita y yo habíamos terminado de tener sexo, cuando mientras que nos dábamos una sabrosa ducha juntos, accidentalmente sentí su mustia verga en contacto con mis nalgas.
Cosa que lejos de molestarme, acepto que me excitó, y por curiosidad le pedí a mi amiguita, que me volviera apegar su miembro entre mis nalgas.
Aunque nada más me rosó, sentí algo sumamente excitante, tanto que, en una siguiente ocasión, cuando se lo propuse, él me preguntó si alguna vez me habían penetrado, a lo que bastante turbado le respondí que no, fue cuando él se ofreció a hacerlo, y yo sin que él insistiera mucho, acepté.
Pero de manera muy amorosa, primero me propuso que me acostase boca abajo, al tiempo que él comenzó a acariciar mis nalgas y mi esfínter, con mucha calma.
Además de ir untándome un poco de vaselina, lenta y suavemente me fue penetrando con sus dedos, y así de uno en uno finalmente en cierto momento ya tenía sus cinco dedos y gran parte de su mano, introducidos dentro de mí.
De esa misma manera suave y bien considerada, su mano continuó entrando y saliendo de entre mis nalgas.
Cuando de momento al voltear hacia la izquierda me encontré con su miembro muy cercano a mi rostro, y aunque mustio, algo me provocó introducirlo dentro de mi boca, al tiempo que él continuaba haciéndome todas esas delicias dentro de mi culo.
En cosa de pocos segundos sentí como entre mis labios, su miembro fue ganando cuerpo, y mientras que yo continuaba mama que mama, él no dejaba de meter y sacar su mano prácticamente de mi culo.
Hasta que el mismo extrajo su verga de mi boca y colocándose tras de mí, sin sacar sus dedos de mi culo, me preguntó si estaba listo, a lo que yo resueltamente le respondí que sí.
Casi apenas sacó sus dedos de entre mis nalgas sentí su cálido y erecto miembro, quizás hasta un poco más pequeño o corto que el mío, pero que placer sentí a medida que me fue penetrando.
Yo movía mis caderas disfrutando todos y cada uno de los embates que él la daba a mis nalgas, así desde ese día descubrí el placer de ser penetrado por otro hombre.
Pero eso no se detuvo ahí, mi amante en ciertas ocasiones se parecía más a mí y yo actuaba más como él, al grado que comencé a disfrutar de cosas tan sublimes como el vestirme de mujer, depilar todo mi cuerpo, y hasta maquillarme con su ayuda al principio.
Pero en una ocasión que él y yo salimos al cine, de regreso a casa, pasamos por un lugar algo oscuro, y para desgracia nuestra nos han asaltado.
Nos empujaron hasta un terreno oscuro, nos obligaron a que nos quitásemos casi toda la ropa, quedando en pantis y sostén, luego bajo amenazas hicieron que nosotros dos nos besáramos, para posteriormente ser sodomizados por todos ellos, en infinidad de veces, y ponernos a mamar sus vergas.
Luego no contentos con todo lo que nos hicieron, nos dejaron atados, a mi acostado sobre la tierra y a mi amiga sobre mí, con su verga entre mis nalgas.
Yo me moría de la vergüenza, al ver a los policías, pero a pesar de esa mala y fea experiencia, pudimos hacer una muy buena amistad con uno de los policías, que ocasionalmente nos visita en la casa de mi amiguita.
Así que, por lo general, soy yo la que más disfruta de las dos, ya que mientras nuestro amigo el policía, me entierra toda su macana de pura carne, mi amiguita me tiene mamando su verga por un buen rato.
Wouu que buena historia
Que rico, me da envidia, placer mutuo, saludos