Paseando en mi auto con un desconocido….
Un chico después de dejar a su novia en casa, en el camino confunde a un tipo con un amigo, pero una vez aclarado el error el tipo lo invita a darse unos toques de nariz con polvo maravilla, y ambos terminan teniendo sexo. .
Paseando en mi auto con un desconocido….
Yo había ido a visitar a mi novia una semana antes de que nos casáramos, cuando al salir de su casa, nos comenzamos a besar, pero de tal manera, que a ella no se le ocurrió otra cosa, que agarrar mi parada verga, por encima de la tela de mi pantalón.
Que seguramente, de haber salido mi futuro suegro, unos momentos más tarde, nos hubiera encontrado en plena faena.
Así que de inmediato me monté en mi auto, con la intención de dirigirme a mi casa, aunque bastante excitado.
Pero al pasar frente a una cervecería de moda, me pareció ver a un amigo mío, que estaba pidiendo que lo llevase, por lo que me detuve.
Pero cuando la persona se acercó, me di cuenta de que me había equivocado, y él apenas se asomó a la ventana, y me vio, se disculpó diciendo que había confundido mi auto con el de un amigo de él.
Fue cuando le pregunté a donde se dirigía, y me dijo que al Centro Comercial, le dije que se subiera al auto, que yo lo llevaba, ya que estaba en ruta para mi casa.
Ya de camino, comenzamos a charlar, él me estuvo hablando de que hacía un poco rato, había terminado con su novia, por puta.
Y sin que yo se lo pidiera, me contó que él, estaba con su novia en la cervecería, y le presentó a un conocido, quien de inmediato les brindó unos pases de coca.
Y aunque él no los aceptó, porque sabía que no era de buena calidad, su novia en cambió aun después de que él, le había dicho.
Que no lo aceptase, sin perder tiempo los inhaló, al rato dentro de la cervecería, uno de los meseros lo llamó aparte, para pagarle un dinero que el administrador le debía.
Por lo que dejó sola a su novia, por unos pocos minutos, pero al regresar a la mesa, ella no estaba, y uno de los meseros le dijo que ella se encontraba en el baño de hombres.
Donde la encontró mamando la verga al conocido de él, yo me quedé asombrado, por lo que me había contado, fue cuando me preguntó, si me gustaría darme unos pases.
La verdad es que tenía tiempo que no me los daba, así que le dije que sí, y tras detenernos un rato, después de que él se dio par de pases, me entregó el tubo para que yo me diera los mío, y apenas me los di, le fui a entregar el tubo, pero él sacando una gran cantidad de ellos me dijo, que me lo regalaba.
Y así seguí conduciendo, y charlando, cuando al poco rato, ya sin decirme nada sacó otro gramo, y se dio varios pases, pero de inmediato sin que yo se lo pidiera, preparó un billete, para que a medida que yo iba conduciendo me pudiera meter un par de pases, mucho más abundantes que lo que yo mismo me hubiera servido.
Fue después de eso que me preguntó, si me gustaría, que él me mostrase algo, yo la verdad es que por la manera en que me lo dijo, sospeché que se trataba de algo relacionado con sexo.
Quizás pensé en decirle que no, pero me encontraba tan acelerado por la coca, que ni lo pensé, para de inmediato decirle que sí.
Ya estábamos cerca de Centro Comercial, cuando él me indicó, que entrase a una estación de gasolina que estaba cerrada, luego me indicó que le diera la vuelta, y entrase por un pequeño callejón, y al final que doblase a la derecha.
Apenas detuve mi auto, bajándose me dijo. “Vamos al asiento trasero para estar más cómodos los dos.”
Yo apagué el motor, y sin detenerme a pensar donde estaba metido, le hice caso, ya en el asiento trasero, él volvió a sacar otro gramo de coca, y entre los dos comenzamos a aspirarlo.
Hasta que en cierto momento nos quedamos ambos viéndonos mutuamente a los ojos, y sin decir nada nos comenzamos a besar intensamente, a medida que mutuamente nos fuimos quitando todas nuestras ropas, hasta que ambos quedamos completamente desnudos.
Yo la verdad es que en esos momentos nada me importaba, lo único que deseaba intensamente era seguir besándonos y acariciándonos como lo estábamos haciendo, hasta esos momentos.
A medida que los dos seguimos besándonos, yo no sé si él fue el primero o lo fui yo, quien se puso a mamar, la cosa es que al poco rato entre los dos disfrutábamos de lo que llaman un 69.
Pero al poco rato, él se recostó sobre el asiento trasero, en el que estábamos sentados, dándome la espalda, por lo que yo colocándome tras él dirigí mí ya parada verga al centro de sus pálidas nalgas.
Y así mientras él las mantuvo separadas con sus manos, yo lo fui penetrando sabrosamente, hasta que mis bolas chocaron una, y otra vez contra sus nalgas, y sin detenerme lo seguí penetrando, a medida que él movía divinamente sus caderas, y gemía de placer.
Hasta esos momentos jamás había ni pensado en penetrar a otro hombre, pero poco me importó eso, lo que realmente quería en esos momentos, era seguir dándole bien duro por su sabroso culo.
Por su parte él no dejaba de mover sus nalgas, restregándolas una y otra vez contra mi cuerpo, al tiempo que él mismo comenzó a masturbarse, hasta venirse casi al mismo tiempo que yo lo hice dentro de su culo.
Por un buen rato permanecimos unidos, hasta que él quiso irse a lavar, y a mí me dieron ganas de orinar, ya fuera del auto fue que me di cuenta que nos encontrábamos en un auto lavado, solo que le habíamos entrado por la parte trasera, ya que al frente se encontraba cerrado con una puerta de metal.
Él abrió un grifo de agua, y con eso se fue limpiando las nalgas, y luego yo me limpié mi verga.
Yo pensaba que nos íbamos a vestir para marcharnos, cuando él nuevamente sacó otro gramo de coca, y tras aspirar varios pases, la compartió conmigo.
Los dos aun seguíamos estando desnudos, fuera del auto, y tras darnos aquellos pases, nos volvimos a besar intensamente, por un buen rato, tras el cual yo sin pensarlo mucho, me agaché y comencé a mamar su verga, la que una vez se le puso dura, y nuevamente sin pensarlo, me la saqué de la boca, y apoyándome en el baúl, separé mis piernas, y le ofrecí mis nalgas.
Las que casi de inmediato él penetró, yo la verdad es que no sé cómo me dejé hacer eso pero, aunque me avergüence decirlo, me gustó.
Así que en esos momentos era yo quien, moviendo sus caderas, las restregaba contra su cuerpo, al tiempo que una y otra vez le decía que me diera más y más duro, por el culo.
Yo estaba de lo más emocionado, y más me emocioné cuando él con una de sus manos agarró mi verga, y al tiempo que no paraba de darme sabrosamente por el culo, se puso a masturbarme, hasta hacerme venir.
Después de eso nos volvimos a besar, y tras lavarnos nos vestimos y nos marchamos de ese lugar.
Ya en el camino, intercambiamos números de teléfono, al siguiente día, después de que llevé a mi novia al cine, en compañía de mi pequeño cuñado, al dejarlos en su casa, me volví a encontrar con mi amigo, pero lo primero que me dijo al verme fue, que no tenía nada de coca.
Cosa que la verdad es que no me importó, así que esa noche en lugar de irnos a la gasolinera, nos fuimos a mi casa, en la que juntos disfrutamos el uno del otro mutuamente, para luego invitarlo a mi boda, a la que asistió gustoso.
UFFFF… QUE RICOOOO NO JODAAAAA!!!
Que rico como pasaron de desconocidos a darse placer sin parar