PASEO EN BICICLETA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marinerosado.
Un sábado en la mañana, andábamos mi esposa y yo haciendo una ruta de campo en bicicleta.
Es tradicional en nosotros realizar entrenamientos de este tipo debido a que participamos en grupos de MTB realizando rutas por todo el país.
En esta ocasión nos fuimos por una zona montañosa muy bonita del país.
Nos levantamos bien temprano, nos cambiamos meticulosamente con todo el equipo que lleva este deporte, licras, jersey, tenis, casco, etc.
Mi esposa aunque tiene un poco más de 40 años, como es una gran deportista, se ve muy bien sobre todo con esa ropa extremadamente pegada que resalta todas sus curvas.
7:00 am salimos al recorrido, entre trillos, caminos vecinales, caminos carreteros, árboles frondosos, riachuelos en fin un paisaje maravilloso íbamos pedaleando y disfrutando.
Ella iba delante de mí, que como cortesía siempre yo hacía.
Veía, frente a mí, sus caderas, sus nalgas y su diminuta tanga deportiva que se marcaba debajo de sus pantalones de licra.
Llevábamos una hora y media cuando entramos a un tramo de camino en grava lo que indicaba de seguro un mayor tránsito de vehículos por lo que había que tomar precaución por lo estrecho del mismo.
En un área desolada de ese camino, oí a mis espaldas el ruido de un vehículo venir.
Mire de reojo y vi una furgoneta blanca grande que venía detrás.
Como era muy estrecho le dije a mi esposa que se detuviera a la derecha para dejarla pasar.
Redujeron la velocidad, entendía yo que por cortesía, y fue pasando despacio por nuestro lado.
Inmediatamente pasaron por delante de mi esposase detuvieron cerrando el poco espacio que había.
De la puerta derecha delantera y de la trasera salieron 8 personas, que tomaron por el timón la bicicleta de mi esposa y sin dar oportunidad a pensar ya estábamos ambos rodeados.
De inmediato nos arrastraron hacia la furgoneta con todo y bicicletas.
Nos empujaron hacia adentro, golpeándome a mí por resistirme.
Cerraron la puerta trasera y nos colocaron los brazos en la espalda amarrándonos con cinta plástica “tierap” exageradamente apretados.
Los brazos me dolían de tan estirado que lo tenía hacia atrás.
Mi esposa sollozaba, pedía compasión, les rogaba que no nos hicieran daño.
Pero de esto ellos se burlaban.
La furgoneta arranco con nosotros 2 acostados en el piso sobre cartones.
Parece que ellos eran transportistas de vegetales o algo así porque estaba muy sucio y húmedo.
Debimos caminar una hora más por caminos malos por lo tanto que brincábamos.
Luego se detuvieron y sin sacarnos de la furgoneta a mí me sentaron pegado a los asientos delanteros.
Cortaron el tierack y estiraron mis brazos para colocarme dos nuevos y pegarme a una barra metálica que cruzaba por detrás de los asientos quedando sentado en el piso y los brazos en cruz.
Mi esposa seguía en el piso llorando y atada a su espalda.
Uno de ellos saco una cuchilla grande y afilada y con ella acostada y agarrada por ellos comenzó a cortar su jersey.
Aunque este tipo de ropa tiene un zipper delantero el de la cuchilla prefería cortarlo.
Así lo hizo con mi esposa inmóvil y petrificada del terror que sentía, porque podía verse en su cara.
Inicio el corte por el cuello bajando paralelo al zipper y pasando por entre sus dos senos.
Luego de cortarlo por ahí paso a cortarlo por los hombros y mangas.
Halo con fuerza el jersey y salió fácilmente.
Quedo en sus brassieres deportivos sobre los cuales se marcaban sus pezones.
Continúo con su corte agarrando el pantalón que estaba muy apretado.
Presionando su piel por la parte no filosa corto desde el ombligo hasta su pubis.
Luego les pido a sus amigos abrirla de piernas, les quitaron los tenis y medias, para comenzar a cortar el pantalón desde los pies por la parte interior de sus piernas y muslos.
Se veía perfectamente sus tangas blancas con estos dos cortes.
Luego realizo la misma operación en la pierna derecha, en la parte final pegado a su parte intima hizo el último corte quedando suelto el pantalón.
Yo trataba de soltarme pero ese material plástico es muy fuerte y te produce cortaduras.
Mi esposa lloraba y suplicaba para que la dejaran.
Pero no fue así.
El de la chuchilla se acercó más a ella y procedió a cortar las tiras de la espalda de su brassier.
Al ser elásticos desde que los corto cayeron dejando ver más de la mitad de sus senos.
Luego procedió a cortarlo en la mitad del pecho.
Dejando sus tetas al descubierto.
Le indico a los otros dos que le bajaran el panty.
Ya desnuda y acostada sobre los cartones estaba a merced de 8 hombres desconocidos y enmascarados.
El de la cuchilla que ya la había cerrado les ordeno a los otros que la pusieran de rodillas.
Ella tambaleando y con la ayuda de ellos se incorporó sin dejar de llorar.
Hincada con las lágrimas corriendo su cara.
El tipo frente a ella, le dice: que bella perra eres.
La verdad que esa bicicleta te ha conservado bien para nosotros.
Hoy sabrás lo que es coger.
Hoy te vamos a perforar todos tus hoyos y te vamos hacer derrumbarte de orgasmos, para que sientas la prostituta que eres.
Le dijo además: ahora preciosa me vas a mamar lo más ricos que puedas y si me haces venir en tu boca y solo con tu boca te dejamos ir.
Yo no lo podía creer, en esta situación y haciendo esa enfermiza oferta.
La creí pues en esa situación en que nos encontrábamos podrían hacer lo que quisieran con ella.
Decía dentro de mi acepta por favor y así nada más nos pasara.
No dije media palabra pero parecía que mi esposa ollera mis pensamientos y decidió aceptarla.
Frente a 8 hombres y de mi comenzó a mamarlo.
Pero no era solo mamarlo sino que tenía que hacerlo de manera espectacular para lograr que ese tipo se le viniera en su boca.
Mi esposa me lo había hecho y creo que lo hacía muy bien, pero no sabía si también como para hacerlo venir solo tocándolo con su boca y a un tipo con tanta bajeza como este.
Le besaba la cabeza, luego se la lamia.
Lamia con la punta de su lengua el frenillo y ese pene seguía creciendo de tamaño.
Él no la tocaba ni se movía, dejaba todo a ella para que durara más.
Seguía esforzándose y se metía el pene en su boca, lo chupaba con fuerza y lo dejaba salir produciendo un sonido peculiar.
En un momento dado ya se lo tragaba entero, al principio hacia arcadas y pero luego fue insensibilizando su garganta y se lo traba entero.
Con sus labios pegados al pubis sudado del secuestrador trataba de tocar sus pelotas para producirle más placer pero se notaba que el carbón aguantaba demasiado.
Así estuvo ella haciendo con su boca todo lo posible y el tipo no se derramaba.
Pasaron 15 o 20 minutos y no se vino.
Y le dijo: puta eres una tremenda mamadora pero mi oferta se acabó y fracasaste.
Ahora serás de todos.
Terminando estas palabras les dijo a los demás: pónganla en cuatro que yo voy a terminar de penetrar todos sus orificios.
Le soltaron los brazos ella los estiro y se agarró las muñecas donde le dolía de la atadura.
Y la agarraron y la pusieron en cuatro partas.
Quedo de frente a mí.
La bestia de tipo se colocó detrás de ella tomo su mano y dirigió su miembro erecto directo a la vagina de mi esposa.
De un golpe lo entro entero ocasionándole una caída de boca a mi esposa que estaba sujeta por sus brazos a 2 tipos.
El comenzó a bombearla sin compasión y ella lloraba no tanto por el daño que le causaba sino por la rabia de sentirse abusada.
Otra vez el tipo pudo controlar la eyaculación para continuar dándole a ella.
En una de esas se detuvo, se acercó al oído de mi esposa y le pregunto: ¿tú eres virgen por el culo? Y mi esposa rompió a llorar.
Él dijo: se ve que sí, que este mequetrefe de marido no te coge bien.
El comenzó a dar estocadas en su ano, pero mi esposa lograba eludirlos.
El viendo esta acción le soltó una tremenda nalgada que estremeció a todos los que estábamos ahí.
Mi esposa se rajo a dar gritos y el volvió a darle en el otro cachete otra nalgada más fuerte.
Le dijo: si no quieres que te golpe más alinea ese culo y déjalo quieto para poder encularte.
Mi esposa, bajo gritos y petición de que no lo hiciera, se sometió y se quedó inmóvil para que esa barrena de carne dura le rompiera sus anillos del culo.
Parecía resignada a resistir el dolor de lo que venía pero cuando sintió la punta del tipo empujando su esfínter para penetrar comenzó a gritar pidiendo que no lo hiciera.
El agarro con sus dos manos las caderas de ellas y de un solo empujo y con toda su fuerza para causar daño le rompió el culo llenando sus intestinos por esa pieza gigantesca que poseía.
Ella casio se desmaya, pero el sabia producir dolor y con el metido hasta el tope se quedó quieto para que ella tomara el aliento y el comenzar a bombearla con toda su fuerza.
Ella lloraba, decía: me duele, basta por favor, no más, me estás haciendo daño, me vas a matar.
Y a el esto le excitaba más y ella no se daba cuenta.
Hasta que después de bastante rato de darle le dio unos últimos embestiones que culminaron en su derrame de leche dentro del culo de ella.
Se quedó quieto con su pieza adentro recuperando el aliento.
Ella estaba sudada, mojada, temblorosa.
El se lo saco, dejándolo ver semi erecto.
Se paró frente a ella, indicándole a los 2 que la tenían agarrada de los brazos que la pararan en la posición inicial y le dijo: chúpamelo para que me lo limpies perrita.
Ella había perdido la voluntad sabía que nada podía hacer.
Yo observaba amarrado y veía como ella lamia ese pene sucio de sus desechos, de su sangre por las fisuras causadas en la penetración y la leche derramada.
Él le agarro la cabeza y forcejeo para que ella se lo introdujera en su boca hasta limpiarlo.
Acabada la escena él dijo a los demás: es toda suya, esta exquisita la perra esta.
Salió por la puerta y la dejo con los demás buitres.
PASEO EN BICICLETA II
Mi esposa se veía mareada como poco atinada, quizás adormilada.
Tirada sobre los cartones, desnuda, sucia, embarrada de semen, derramándolo de sus orificios.
Segundos después uno de los violadores tomo el mando.
Ordeno que la hincaran nuevamente pero esta vez frente a él.
Ella estaba agarrada por sus brazos casi sostenida de ellos pues parecía que si la soltaban caería al piso de cartón.
El que estaba de frente la abofeteo fuerte para que despertara.
Ella puso atención pero al momento su mente divagaba.
Quien sabe que droga usaron para tenerla a su merced.
Le dijo: puta abre la maldita boca y mámalo.
Ella en su seminconsciencia, abrió su boca e inicio a mamar ese miembro sucio, sin saber que enfermedad o padecimiento podía trasmitirle, continúo mamando hasta que el tipo decidió cambiar de posición y poner a otros a disfrutar.
La pararon él se acostó sobre los cartones, y dijo: bájenla para que ella misma se lo meta en su asquerosa vagina.
Así lo hicieron, ella bajo lentamente y se colocó encima de su miembro y el tomo su mano posiciono el pene y le dio la primera estocada introduciéndoselo hasta el fondo bien agarrado de su cadera para que ella bajara totalmente.
Le dio con todas sus fuerzas en movimientos bruscos de entra y saca.
Ella resistía resignada los movimientos de él.
Se detuvo una vez más la halo hasta su pecho volviendo a darle otra pela de movimientos bestiales por su vagina.
Ella parecía adormilada.
El hizo una seña a uno de los barbaros y este entendió de inmediato, se bajó el pantalón y enfilo hacia el adolorido culo de mi esposa.
Puso su punta entre sus nalgas y de un empujón estaba dentro de ella.
Ella grito de dolor pero la penetración fue mucho más fácil que la primera vez.
Los dos comenzaron un ritmo más pausado pero si parar a darle, en momentos el que estaba por detrás aceleraba gritando: quiero romperte ese culo.
Luego lo hacia el de abajo.
Se acercó otro y comenzó a acariciarle su largo pelo.
Al principio no entendía que hacía con ese gesto, pero fue con su mano fue haciendo una cola del cabello para poder dominar su cabeza.
Le levanto la cabeza, bajo sus pantalones y le puso su miembro a tocar sus labios.
Dijo: abre la boca puta.
Y ella obedeció aceptando ser penetrada por todos sus orificios a la misma vez.
Estos tres no tenían fin, por largo tiempo la estuvieron cogiendo.
El primero en llenarla de leche ahogándola fue el que le fornicaba la boca.
Parece que tenía mucho tiempo sin hacerlo porque el derramamiento de leche fue descomunal.
Mi esposa se ahogó y luchaba por sacar ese miembro de la boca para poder respirar, pero al él eso no le importo.
Luego note el aceleramiento del que estaba barrenando su culo quien con embestidas de animales termino en llenar por segunda vez los intestinos de mi querida esposa.
Así también con tanta excitación se le vino el que estaba abajo.
Los tres quedaron exhausto, pero no la dejaron quieta, sino que se pusieron en fila para que ella le limpiara su pene con la boca.
De nuevo de rodillas agarradas pos las manos fueron pasando de uno en uno para que con su boca y su lengua le limpiara completamente su pene.
Luego la soltaron y ella callo sobre los cartones.
Iban 4, y los demás solo aguardaban.
La escena frente a mí.
Yo amarrado sin poder moverme, ella en el cartón destruida, sin fuerzas ni para abrir los ojos, tumbada, desnuda, sucia, usada y violada.
Entran a la escena 2 más.
La agarran de los brazos, la levantan, ella lleva la cabeza hacia abajo, continúa adormilada.
La paran y la llevan caminando hacia mí.
Son dos paso que ella no puede dar sola.
La sientan pegada a mí del lado derecho.
Queda como si estuviera abraza sobre mi brazo atado al tubo.
Siento el peso de su cabeza, esta tan abatida que ni se preocupa por limpiarse la leche que se derramo en su mejilla y en su boca.
Le agarran el brazo derecho y lo ponen estirado junto al mío.
Le colocan un tipe-rack y queda amarrada al tubo.
Un tercero bien con la jeringa nuevamente, yo le suplico que no lo hagan, que le van a producir una sobre dosis, asumiendo que es droga lo que le inyectaron y se veía muy mal.
Sigue sin hacerme caso directo a nosotros.
Sorpresa, la jeringa es para mí.
Con mi brazo izquierdo atado al tubo nada podía hacer.
Me aprietan el brazo e introducen la aguja a mi vena sobre la parte del codo.
Siento el pinchazo pero no puedo hacer nada.
Lentamente comienza a introducir el líquido.
Se siente frio, me produce miedo no saber que es.
Continúa lentamente entrando el líquido como todo un experto.
Termina y saca la jeringa.
Se queda con ella en la mano.
Sueltan mi mano derecha.
Aprovecho para abrazar a mi esposa.
Uno de ellos me hala el brazo me somete.
Me sueltan el izquierdo, y me someten.
El otro toma el brazo de mi esposa y lo ata de igual forma.
Queda colgada y sentada con su cabeza tumbada hacia bajo.
Se ve que está mal.
Me llevan al centro, donde violaron a mi esposa.
Uno de ellos toma el panty tirado de mi esposa y me dice: póntelo puta que ahora vamos contigo.
Les dije: no soy gay y me respondieron: lo sabemos qué no que lo que eres es una puta transexual.
Me amenazan: mira puta si no lo hacer lo va a sufrir tu esposa.
Aprende de ella se dejó hacer de todo, no tuvimos que torturarte para que ella lo hiciera.
Y él le dijo al que estaba cerca de mi esposa: hazlo.
Y el tipo se puso de lado de mi esposa y con la jeringa en una mano y agarrando uno de sus pezones comenzó a traspasarla con la aguja.
Ella grito de dolor, salía sangre pero el tipo no paro hasta sacarla del otro lado.
La quito de la jeringa y la dejo clavada en su pezón.
Se dirigió a mí y dijo: vas a obedecer y dije que sí.
Me puse los pantys colaless deportivo que traía mi esposa y tuve que modelárselos a ellos.
Luego me agarraron de los brazos y me hicieron hincar frente a uno de ellos.
Mi esposa miraba, estaba en la misma posición que yo tenía antes, viendo lo que me tocaba a hacer a mí que ella ya había padecido.
Comprendí de inmediato lo que quería hacer la bestia que tenía delante.
Hincado bien agarrado por ellos, el saco su pene y lo puso frente a mi cara.
Ordeno diciendo: chúpalo puta, que a ti también te toca.
Quise resistirme pero apenas me permitían mover un poco la cabeza.
El acerco su cabeza a mis labios, era la primera vez que tenía una pieza de esta envergadura en mi boca.
Sentí nauseas por los olores que no son atractivos para los hombres.
Pero nada impidió, ni mi mayor esfuerzo, de que tuviera que mamarlo por largo rato.
Se dio gusto entrándolo y sacándolo de mi boca.
Al poco tiempo me colocan en 4 patas sobre los cartones.
El que tenía en el frente se sentó frente a mí para que yo siguiera chupándoselo.
Uno de los que me agarraba el brazo se colocó detrás mío, retiro el colaless hacia un lado de mi nalga y comenzó a hurgar en mi trasero buscando el hoyo.
Me escupió entre las nalgas y con el dedo coloco su saliva como lubricante.
El efecto de lo que me habían inyectado surtía su efecto.
Estaba en trance como adormilado sin voluntad aceptando todo lo que hacían y pedían.
Se colocó pegado a mí, sentí como su miembro duro rayaba mi nalga dando punsazos en búsqueda de mi orificio.
Me agarro firme de la cintura y cuando sintió que su cabeza había encontrado mi culito, se aferró a mi cintura y de una sola estocada me lo metió hasta el fondo.
Quede ensartado con un dolor terrible inmóvil esperando que él lo sacara y no lo repitiera.
Agarraron mi cabeza y comenzaron a moverla de arriba abajo para que yo se lo mamara.
Y tuve que aceptar no me quedaba de otra bajo esta situación.
Movía la cabeza al compás de los movimientos que me hacían con la cabeza.
En muchas ocasiones me hacía tragarlo entero.
Lo sentía cuando su cabeza tocaba mi garganta y mis labios su pubis sudado.
Seguía mamando con el culo lleno de tremenda pieza sin moverse.
Supongo que lo hacía para dilatarme o para tenerme enculado a su merced.
Inicio el movimiento de vaivén rompiéndome nuevamente mi culito.
El movimiento lo hacía cada vez más rápido, luego se detenía y bajaba la velocidad pero siempre entrándolo y sacándolo.
En algunas ocasiones lo sacaba entero y esperaba me mi culito se cerrara para luego perforarlo nuevamente.
Así me tuvieron un buen tiempo, el que me rompía el culito comenzó movimientos acelerados empujándome todo su pene dentro de mí.
Sentía como sus bolas chocaban contra mí en cada movimiento hasta que con un empujón más fuerte se vino dentro de mí.
A todo esto el que me penetraba la boca seguía tranquilo disfrutando de mi chupada.
El de atrás me lo saco y a los pocos segundos ya tenía a otro penetrándome y dándome con todas sus fuerzas como si quisiera romperme en dos pedazos.
Hasta que al fin el pene que mamaba dio señal de su venida estaba en camino.
Con movimientos convulsos se vino dentro de mi boca obligándome a tragar todo el semen.
Me dijo: ahora límpialo.
No bien acababa de limpiarlo cuando ya estaba otro en posición para que se lo mamara.
Y de igual forma tuve que hacerlo.
Al final me llenaron el culo de leche 3 tipos y recibí por vía oral dos descargas de dos tipos diferentes.
Luego de violarnos nos ataron las manos a la espalda y luego cada brazo al brazo de otro y nos dejaron desnudos en el camino, sucios de toda la leche derramada adentro y fuera de nosotros.
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