Patrulla Negra
Un grupo de hombres mayores abusa de las necesitadas..
Me llamo Fausto, tengo 72 años y soy el menor en un grupo de amigos del gimnasio. Entrenamos juntos desde hace mas de 40 años y siempre mos apoyamos.
Un día como cualquiera, mientras hacíamos ejercicio, uno de nuestros amigos llega algo agitado.
—»Me robaron el teléfono, vamos antes de que se avive y apague el gps, por ahora podemos seguirlo si alguien lo busca»
Apenas 1 minuto después estabamos en dos auto’s persiguiendo al ladron. El gps nos llevó a un cante, pero íbamos armados y nuestro físico, por mas edad que tuvieramos, era envidiable.
El punto que seguíamos frenó y nos acercamos a él. Era una casa y no dudamos en entrar.
—»¡No me hagan nada! Es mi papá que roba, yo no tengo nada que ver.» Dijo una pendeja que parecía tener entre 15 y 18 años.
—»Devolvé el teléfono y nos vamos.» Dije, esperando que ña cosa terminara rápido.
—»Esperá Fausto, si era por el ladrón, yo no recuperaba nada. Hay que hacer que nunca mas toque lo agenl.» Dijo mi amigo, mientras miraba a la chica y la toraba a la cama. «Todos en bolas, a esta no le dejamos un agujero sin destrozar.»
Yo dudé un poco, pero la mirada y acto de los demás era claro, enloquecían por hacer mierda a esa nena. No puedo decir que fue difícil convencerme.
9 viejos contra una pendeja. La nena no sabía como más pedor ayuda, pero no tardaron mucho en meterle una pija en la boca, así que le solo pudo ceder ante tal situación y dejarse llevar mientras lloraba.
Escupitazos, cachetadas, piñas, insultos, saliva en el ano, pijas por todos lados. Aquello era una salvajada. Nunca vi algo igual ni nada me exitó tanto como eso.
—»Dale negra sucia, arrodillate que ya estamos terminando, vamos a llenarte de lechita.» Le dijó mi amigo, a una chica casi sin conciencia, a punto de desmayarse.
Así fue, uno a uno fuimos llenando de leche el cuerpito de la pendeja. Boca, cara, tetas, cola, pelo, todo.
Salimos del lugar, cuando el auto arrancó vimos al ladrón entrar en la casa, un grito de rabia y salió al patio con un arma en mano, buscandonos sin éxito.
—»Hagámoslo cada mes.» Dije a mis amigos, y así nació la Patrulla Negra.
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