Pensó que vestido de mujer iba a jugar una broma, pero al que embromaron fue a él cuando le comieron el culo.
A un tipo que le gusta jugar bromas pesadas, lo convencen de que se vista de mujer para jugarle una broma a un chico, pero al final al que le jugaron la broma fue a él cuando le comieron el culo..
Pensó que vestido de mujer iba a jugar una broma, pero al que embromaron fue a él cuando le comieron el culo.
En nuestro barrio hay un tipo al que conozco, y desde joven se destacó por jugarle bromas pesadas a cualquiera incluso a sus parientes, amigos, familiares, conocidos, y en ocasiones a personas que él no conocía.
Cosa que siguió haciendo en infinidad de ocasiones, al grado que, cuando algún amigo, o conocido quería jugarle una pesada broma a alguien, lo buscaban a él para que la hiciera.
Ya habíamos comenzado a estudiar en el colegio universitario, cuando, le dije que deseaba gastarle una buena broma a un pariente mío que no me caía bien.
Persona que él conocía únicamente de vista, pero con el que nunca había tratado cuando le comenté, el pariente era muy tímido con las chicas, le pregunté si él conocía alguna chica que se prestase para jugarle una pesada broma.
Le dije que mi idea era que la chica, lo persiguiera, se le insinuara, o mejor dicho que lo hostigase sexualmente, ya que de seguro él huiría, asustado.
La verdad es que la idea le gustó, y mucho, ya que se lo imaginaba corriendo asustado, sacándole el cuerpo a la chica que lo hostigaba.
Lo malo del plan era que no conocíamos a ninguna chica que, se prestase a ser parte de ese tipo de broma, hasta pensamos en hablar con una puta, para que nos hiciera ese favor.
Pero la verdad es que ninguno de los dos conocíamos a ninguna puta, además no teníamos con que pagarle.
Por otra parte, las chicas que conocíamos en el colegio universitario, sabíamos que ninguna se prestaría para ese tipo de broma.
En ese momento, comencé a recordarle las tantas veces que él se había disfrazado, y actuado, para llevar a cabo alguna de sus pesadas bromas.
Después de reírnos por un buen rato recordando esas bromas, fue cuando me le quedé viendo, y le pregunté. “¿Te atreverías a disfrazarte de chica? Para jugarle esa broma a mi pariente”.
De inmediato su respuesta fue que no, por lo que me quedé callado sin dejar de verlo, hasta que el mismo él se puso a decirme la cara que pondría mi pariente, no tan solo por verse acosado por una chica, sino lo humillado, y avergonzado que se sentiría, nada más de imaginárselo, mi amigo se moría de la risa.
Así que a no me costó mucho esfuerzo, finalmente para convencerle, así que comenzamos a planear todo, ya que próximamente se iba celebrar el fin del semestre, decidimos que el mejor lugar y momento iba a ser ese.
Y aunque me ofrecí para ayudarlo a conseguir lo que hiciera falta para disfrazarse, me dijo que no hacía falta que él se encargaba de disfrazarse.
Lo que si me pidió en cambio fue, que me hiciera cargo de decirle al resto de nuestros compañeros, de que se iba a tratar la broma, y de cómo debían actuar al verlo a él, vestido de mujer.
Lo cierto es que él se esmeró con su disfraz, tan es así que, que se depiló todo su cuerpo, ya que él, iba a usar un sencillo vestido bien corto, además como tiene el cabello abundante, y largo, solo tuvo que peinárselo de manera que una gran parte cayera sobre su rostro.
Para maquillarse, la no paso mucho trabajo, ya que, con solo pintarse los labios, y aplicar un poco de base, y delineador en los ojos le bastó, además consiguió unos zarcillos, o aretes de presión.
Además, la ropa íntima, o sea los pantis, y las medias negras, así como un liguero, se la tomó prestada a su madre, y a su hermana, le robó un pequeño sostén del mismo color, que por lo apretado que le quedaba, daba la falsa impresión de que él tenía tetas.
Y para finalizar hasta le quitó un poco del perfume favorito a su mamá, Chanel # 5.
Según me dijo que lo que le costó un poco de trabajo dominar, fueron los zapatos de tacos de su mamá.
Pero tras estar practicando varios días a solas en su cuarto, finalmente lo hizo, lo suficientemente bien, como para salir a la calle.
Además, al verse en el espejo, entendió que su disfraz había quedado perfecto.
Cuando le vi, quedé sorprendido, y hasta le dije que de yo no saber que se trataba de él, hubiera jurado que era toda una chica.
La idea era simple y sencilla, mi pariente asistiría a la celebración, acompañado por mí, que se presentaría a mi amigo, como mi amiga, mientras que él en su papel de chica, supuestamente se iba a emborrachar, y comenzar a hostigar y acosar sexualmente a mi pariente, y de ser posible procuraría estar a solas con él, y tratar de besarlo.
Ya que, le dije que, se asustaría, y se pondría tan nervioso, que hasta era posible que saliera corriendo, y hasta se pusiera a llorar.
Esa fue la idea que le presenté a mi amigo, la realidad fue otra muy distinta, ya que desde que él disfrazado de chica llegó llego, mis compañeros, lo trataban como si realmente fuera una chica, al grado que, en ningún momento, le faltó nada de beber.
Y aunque mi supuesto pariente, y yo no habíamos llegado, al rato más de uno de los chicos sacó a bailar al bromista, con el cuento de que así cuando mi pariente y yo llegásemos, le viera bailando, y no sospechase nada.
Cosa que él, vio eso de lo más lógica, y en todo momento procuró comportarse, y hablar como toda una chica, es más con decirles que hasta cuando fue a orinar se dirigió al baño de damas, y nos dijo que al igual que todas ellas, orinó sentado.
Lo cierto es que ya él se encontraba algo borracho, cuando finalmente llegamos, pero aun, y así mi él se mantuvo en su papel, con la idea de divertirse a costillas de mi supuesto pariente.
Por lo que cuando se lo presenté, en lugar de decirle que era mi amiga, insinué abiertamente que éramos, amigos con beneficios, o sea amantes ocasionales, sin compromiso.
En realidad, mi supuesto pariente, es más alto que yo, y más corpulento, pero el bromista no se dejó intimidar por eso, y continuó con el plan.
Fue mi pariente quien apenas pudo lo sacó a bailar, y se preocupaba por que su pareja siguiera bebe, que bebe, hasta el momento en que, se le ocurrió invitar a mi pariente a tomar algo de aire, fuera del local donde se realizaba la celebración.
Cosa que el chico que se estaba haciendo pasar por mi pariente aceptó de inmediato, por lo que se retiraron de la fiesta, y se dirigieron a una pequeña habitación bastante retirada del salón principal.
Hasta ese momento él tontamente pensó que era el momento adecuado para seguir con su plan, y apenas pudo, le pidió que se sentasen en un sofá.
El chico que hacía el papel de mi pariente aceptó, y apenas se sentaron, sin más ni más, comenzó a besarlo, la verdad es que él no se esperaba eso, y fue él quien no supo que hacer.
Así que mientras le besaba ardientemente, introduciendo su lengua dentro de su boca, él se quedó paralizado, sintiendo como las manos de mi supuesto pariente, acariciaban casi todo su cuerpo, en especial sus muslos y nalgas.
Él se quedó como congelado, es decir ni idea tenía de cómo actuar, por una parte, quería separase, y decirle que todo se trataba de una broma.
Pero, por otra parte, creo que comenzó a sentirse a gusto entre los brazos del tipo que hacía el papel de mi pariente, con sus besos y caricias, que pienso que no se atrevía, o no quería detenerlo.
A medida que lo continuó besando, y acariciando, por todas partes, haciendo que toda la piel de su cuerpo se erizara.
Por una parte, aun quería detenerlo, pero por otra parte deseaba que continuase haciéndole todo eso, sabiendo que en algún momento se daría cuenta de que él realmente no era una chica.
Él sentía las manos de mi pariente, apretando sus pequeños pechos, para luego chuparlos con fuerza, haciendo que él sintiera un placer, hasta entonces totalmente desconocido para él, ya que ni cuenta se dio cuando le bajó la parte superior del vestido.
Mi invitado continuó besando, y acariciando, todo el cuerpo del bromista, hasta que de momento en el sofá en que ambos se encontraban sentados, lo acostó boca abajo, le subió la corta falda del vestido, y apenas le bajó los pantis.
En el estado en que se encontraba comenzó a sentir aquella cosa dura y caliente que estaba punteando su esfínter, fue cuando, finalmente reunió el valor de decirle, que él no era una chica.
En ese momento, mientras que mi invitado comenzó a pasar sus ensalivados dedos por entre las nalgas de sus, le dijo. “Eso ya lo sé”, y sin perder tiempo en explicaciones comenzó a penetrarlo.
Él dio un grito de dolor, como nunca antes lo había dado en su vida, el grito que dio, lo escuchamos en la fiesta, pero aun, y así mi supuesto pariente no se detuvo, continuó penetrándolo sin detenerse.
Mientras que él, a consecuencia de aquel tremendo dolor, por un rato se quedó paralizado, para luego ponerse a llorar.
Pero de manera inconsciente comenzó a mover sus caderas, a medida que el otro continuaba introduciendo su gran pedazo de carne, dentro de su culo.
No fue hasta que sus cuerpos, se unieron, y que sus testículos chocaron, que él comenzó a disfrutar el placer de ser sodomizado.
Mi invitado lo apretaba contra su cuerpo con sus gruesos brazos, le hicieron delirar de alegría, sin detenerse, él vestido de mujer, continuó moviendo sus nalgas, restregándolas contra el cuerpo de mi invitado, a medida que, no paraba de meter, y sacar todo su miembro del culo de nuestra víctima.
Él fue sintiendo como aquella verga lo fue penetrando, también fue sintiendo como le mordisqueaba su nuca, y sus orejas, al tiempo que le decía lo puto, y maricón que él era.
Después el bromista me confesó y me juró que, cuando el tipo ese se vino dentro de él, sintió su caliente, y abundante semen, como inundaba todo su ano.
Él quedo exhausto, con su culo bien abierto, tirado sobre aquel sofá, hasta que mi invitado tras separarse de él, lo tomó por el cabello, y levantado su cara, hizo que se pusiera a mamar su enorme verga.
Lo que estuvo haciendo de manera gustosa, hasta que se dio cuenta de que el resto de nuestros compañeros, y yo lo estábamos observados.
En ese instante, deseó que la tierra se lo tragase, pero a pesar de eso no podía dejar de mamar la enorme verga que tenía dentro de su boca, la que en cosa de varias chupadas que le dio, se volvió a tonificar.
En ese momento le sacó su verga de la boca y agarrándolo por los tobillos separó sus piernas, y nuevamente sin compasión alguna, frente a todos nosotros se la volvió a enterrar, por su abierto culo, sin que él hiciera nada por evitarlo.
Es más, aunque se veía sumamente humillado, no podía parar de mover sus caderas, y de pedirle a su amante que le diera más, y más duro.
Lo que sin dudarlo por un segundo continuó haciendo con fuerza, al tiempo que yo coloqué mi verga, frente a la boca del bromista, por lo que no le quedó más remedio que también ponerse a mamármela, al igual que se la mamó a mi supuesto pariente.
Esa noche, mientras que se realizaba la celebración del fin de curso, finalmente se dio cuenta que todos nosotros nos estábamos vengando de él, por todas las pesadas bromas que en algún momento nos había hecho.
Así que apenas mi invitado terminó con él, yo ocupé su lugar, mientras que otro de los chicos se colocó para que, le mamase también su verga.
Y así sucesivamente, esa noche por lo menos le dieron por el culo unas diez veces, y otras tantas lo pusimos a mamar.
Cuando todos terminamos, lo dejamos tirado en aquel sofá, con su culo bien abierto, y todo su cuerpo bañado de semen, hasta que, en la madrugada, a duras penas logró finalmente ponerse de pie.
Como pudo se arregló el vestido, sin importarle mucho que su culo estuviera extremadamente abierto, y chorreando semen por sus muslos, regresó a su casa.
Apenas pudo, dio de baja, y se cambió de institución, aunque no les quede la menor duda le quedó la fama, y el gusto de maricón.
Ya que después nos enteramos, por el mismo, que apenas pudo volvió a vestirse de chica, y ha comenzado a dejar que gustosamente, sus nuevos compañeros de estudio le den por el culo, y lo pongan a mamar verga….
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