PERDIDOS (CAP 28) TOMÁS, MAMÁ ¿Y LOS DEMÁS?
Dominado por el deseo por mamá, Tomy no deja dormir a Judith, quien, frente a su constante persistencia, acabará dándole a su dulce Tomy lo que busca con ella, y cuando están en lo mejor algo inesperado acurre….
CAPITULO28:
TOMÁS, MAMÁ ¿Y LOS DEMÁS?:
Dominado por el deseo por mamá, Tomy no deja dormir a Judith, quien, frente a su constante persistencia, acabará dándole a su dulce Tomy lo que busca con ella, y cuando están en lo mejor algo inesperado acurre…
Ella llegó al manantial, y se desvistió hasta quedar en ropa interior, aquel conjunto blanco de corpiño y bombacha, que había llevado puesto en los últimos dos días, y caminó hacia el manantial, y lentamente fue metiéndose en él, hasta que el agua le cubrió los hombros, y se quedó un ratito quieta hasta que su casi desnudo cuerpo se aclimató a a la temperatura del agua en aquel lugar.
Entonces nadó un buen rato con su mente en blanco, pero con el correr de los minutos, varios pensamientos se apoderaron de su mente.
Y es que empezó a repasar en su memoria, cómo había sido tratada por sus 2 hijos, Jonathan y Ronaldo.
Y sentía que no podía caer más bajo ya. Porque se sentía tratada cómo la más puta ordinaria e inunda en este mundo, y eso por sus propios hijos.
Ella comprendía y aceptaba que en gran parte ella misma era la culpable se todo, por haber caído en tentación con Jonás, y después sentir que, si no se les entregaba a todos por igual, era injusta con casi todos sus pequeñuelos. Pero por ahí sentía cómo que Ronaldo eso no lo valoraba. Y lo sentía más que nada con Ronaldo, porque sabía que el caso de Jonathan, era un caso distinto, y hasta más bien un caso perdido por las alteraciones psiquiátricas que padecía, y que cada vez se agravaban más en aquella isla.
Ella lloró muy angustiada durante varios minutos, pensando en menudo lio que se había metido, que hasta volvía a sentir que ya no era la adorable mamá sino la hembra de la isla.
Pensaba que, por suerte, aun le quedaban Tomás y Jonás, Tomy que era cómo un niño, tierno y amoroso con mami, y casi un inocente travieso en la cama, pensar en él, le sacó una tierna sonrisa entre lágrimas. Y Jonás, que decir de su amado Jonás, para ella él era su “novio” su hombre fuerte, centrado y maduro, en el que podía apoyarse y sostenerse en todo momento, y era el gran amante en la cama.
Estuvo un buen rato con estas cosas en su cabeza, autocompadeciendose de si misma y consolándose, ya sin echarse tanto la culpa de todo. En cuanto se sintió mejor anímicamente, se relajó y se abandonó en las aguas de aquel manantial, y flotó un buen rato bocarriba mirando el cielo azul, hasta casi dormirse. Pero fue en ese momento, que se sobre saltó.
Entonces, nadó un ratito más, se echó un meo, y acto seguido se sacó el corpiño y la bombacha, y enjuagó lo más que pudo estas ropas, junto al resto de ropa que había traído puesta.
Luego salió del agua, y hizo sus ejercicios de Yoga completamente desnuda frente al manantial mientras la brisa secaba su hermoso cuerpo y pelo, que flameaba con la ventisca del momento. Y una vez que finalizó se vistió y se marchó del lugar, ansiosa por llegar al campamento a dormir una buena siesta en paz, ya que con los chicos queriéndosela coger a toda hora y a cada rato, no había podido descansar a gusto.
Ni bien llegó a la carpa, ella entró, se desvistió hasta quedarse en ropa interior, se puso su vestidito blanco que usaba de camisón, se acostó en la cama, se tapón con las sabanas, y casi al instante se quedó profundamente dormida.
Tomy, que la había visto llegar desde el manantial y entrar en la carpa, esperó algo más de una hora mientras realizaba algunas tareas con sus hermanos. Y cómo no la volvió a ver salir de la carpa, sopo que mami estaría solita, y tal vez en la cama.
Entonces, rápidamente mamá se instaló en su cabeza, y poco a poco los deseos hacia ella, fueron ganando terreno en su pensamiento de jovencito calenturiento.
Tomy se apresuró a terminar sus actividades y de inmediato y sin pensarlo se fue a la carpa con mami.
Y efectivamente al entrar en el interior de la carpa encontró a mamá completamente dormida, tan profundamente dormida, que, al acercarse a ella, Judith parecía no respirar.
Tomás ni lo pensó, simplemente se desvistió hasta quedar en calzoncillo y playera, y se metió en la cama junto a ella que dormía de costado ahora de frente a Tomy.
El chico la miraba, la veía tan hermosa durmiendo con una expresión dulcemente angelical en su rostro, cubierto por algo de su cabello castaño claro. Que no pudo resistir la tentación de acercar su rostro al de ella tanto que empezó a respirar el aire de las exhalaciones de la mamá quien dormía profunda e inalterablemente.
El chico la abrazó tiernamente, enfrento su cara a la de ella tan cerca cómo pudo, y sincronizó su respiración junto con la de mami, de forma tal, que cuando ella aspiraba, él exhalaba, y viceversa. De modo que ambos permanecieron en un intercambio de aire continuo.
Entonces con su mano, empezó a acariciarle suavemente el rostro, hasta que su pene reaccionó a todo esto que resultó un eficaz estímulo para lograr una brutal erección.
El chico cerró sus ojos, y se concentró en disfrutar de su propia erección al tiempo que disfrutaba de acariciarla suave y tiernamente, mientras intercambiaban sus respiraciones en total y absoluto silencio.
El tiempo fue pasando y ellos permanecían así. Hasta que él tuvo el impulso ya incontenible de besarla en los labios, a lo que ella ni se inmutó.
Viendo que mamá no reaccionó al primer suave y dulce beso que le estampó en los labios, él volvió a besarla del mismo modo una y otra vez, a lo que ella seguía sin reacción alguna.
Totalmente excitado y fuera de sí volvió a besarla, esta vez con la lengua rosó los labios de mami, sin tener ninguna respuesta de su parte.
Entonces volvió a repetirlo una y otra vez, hasta que, en la quinta vez, ella sin despertarse, se incomodó y se puso bocarriba.
Entonces, Tomy se queda unos instantes quietos y algo confundido, pensó que tal vez se despertaría y se enojaría. Pero nada de esto ocurrió y entonces pensó en volver a la carga, esta vez teniendo que ser desde un nuevo Angulo, por la nueva posición de mamá en la cama.
Entonces entendió que la nueva postura de mamá en la cama le abrían nuevos campos. Y dejando de momento de lado los besos en los labios y caricias en el rostro, esta vez comenzó a acariciarle los pechos, y luego de hacerlo durante un prolongado instante, bajó su mano hasta el vientre casi plano de Judith, y empezó a acariciárselo con gran suavidad, delicadeza y ternura, pudiendo llegar a sentir con su mano algunos movimientos intestinales de la mami.
Entonces se decidió seguir su camino al “sur” con la mano, y continuó bajando suavemente por encima del vestido de Judith, hasta poder sentir el contacto con el elástico de la bombacha, siempre por encima del vestido blanco.
Al notar el contacto con la ropa interior de mamá, no lo pensó y bajó su mano en un solo movimiento casi brusco, hasta llegar al final del vestido, y una vez allí suavemente comenzó a levantárselo hasta lograr contacto otra vez con la bombacha, ya sin la tela del vestido de por medio, lo que cómo venía subiendo le permitió rosar su vagina y sentir claramente los labios vaginales y el montículo de vello púbico que se aplastaba debajo de la bombacha entre su mano y la concha de la hermosa y bella durmiente mamá.
Volvió a cerrar sus ojos, y a concentrarse en las sensaciones que sentía en su mano y en sus dedos al estar acariciándole la almeja a mami apenas solo separada de sus dedos por el fino algodón de la bombacha negra con la que dormía vistiendo Judith en ese momento.
Tomás la acarició y acarició suave y tiernamente disfrutando a pleno del tacto de su vagina cubierta de pelos t tapada con aquella bombacha negra, que en algún momento pareció humedecerse a penas un poquito. Lo que llevó a Tomás a abrir sus ojos inmediatamente, y verla aún dormida, pero con cierta mueca de placer en una leve sonrisa en sus labios.
Aunque todo aquello aumentaba cada vez más la calentura y excitación en Tomás, al verla “excitada” y dormida al mismo tiempo, frustró y hasta enojó a Tomy quien ya quería, y necesitaba verse correspondido o más correspondido por mamá.
Varios pensamientos impulsados por la ansiedad y el enojo lo llevaron a querer incluso echarse sobre ella y violarla dormida o cómo estuviera, pero el problema de cómo despojarla de la bombacha para poder penetrarla. Lo volvió a detener.
Entonces, se incorpora en la cama y busca los labios de mamá con los suyos y comienza a besarla ya sin poder controlar su calentura,
Es ahí, que Judith, abre sus ojos, corresponde dulcemente a los besos de su hijo durante varios instantes.
- MI amor, mami está muy cansadita ahora bebé, pero si la dejás descansar un rato más, hacemos el amor cómo a mi chiquito le gusta…. ¿Bueno? Le propone Judith murmurándole muy somnolienta entre beso y beso.
Ante la suplica de su mamá, Tomás reacciona con resignación y disgusto y se vuelve a acostar al lado de ella, su mamá lo abraza tiernamente en la frente y colocándole la cabeza sobre su pecho, usando sus tetas de almohada.
La mamá se vuelve a dormir casi de inmediato, mientras le acaricia suavemente la cabeza.
Tomás deja pasar unos cuantos minutos sin poder bajar su calentura y entonces decide volver a la carga con su mamá ya completamente dormida otra vez.
Tomy vuelve a acariciarle suavemente los senos, y entonces vuelve a bajar progresivamente su mano, acariciándole suave y dulcemente el vientre sintiendo y disfrutando con su tacto de cada movimiento ventral producto de la respiración.
El pene del chico estaba duro cómo una piedra produciéndole mucha molestia en el calzoncillo. Pero por ahora Tomy prefirió ignorar tales señales propias de la semejante calentura que llevaba encima y decidió proseguir con la incursión por el cuerpo de mamá.
Fue así que siguió bajando por la panza de Judith, hasta llegar nuevamente a sentir el elástico de la bombacha negra, siempre por encima del vestidito blanco que llevaba puesto.
Bajó su mano rápidamente hasta poder llegar al final de aquel vestido, y suavemente comenzó a levantarlo, pasándole la mano por la vagina y acariciándola suave y dulcemente por encima de la bombacha, pudiendo sentir nuevamente los labios vaginales y la abundante y espesa pelambraría cubierta por su ropa interior.
Subió su mano arrastrando con ella el vestido, hasta más arriba del elástico de la bombacha. Volvió a bajarla hasta la vagina, dejándole subido el vestido, y siempre por encima de la bombacha, acarició aquella peluda vagina, primero con amor, ternura y suavidad, para progresivamente hacerlo con total descaro y pasión, hasta que sorpresivamente la mano de mamá cayó sobre la de él deteniéndola, y dándole un apretón.
- ¡Shhh, basta, quietito amor, mami quiere dormir! Protestó ella frustrándolo nuevamente.
Entonces él se detuvo hasta sentirla casi roncar nuevamente. Hasta que, con sus persistentes caricias por encima de la bombacha, y rosándole la pierna con su ya muy afilada “daga”, la volvió a despertar.
Ella respiró profundamente, y reprimió su enojo producto del hartazgo por la insistencia del chico, y que al parecer tampoco estaba dispuesto a detenerla ahí.
Entonces ella en un gesto negociador con su “cachorrito alzado” le toma la mano, y la introduce dentro de su bombacha para que él pudiera tocarle la vagina.
- ¡Te gusta? Le murmura la mamá suavemente.
- ¡Si mami, me encanta! Le responde él.
- Mami te va a dejar jugar con sus pelitos a cambio de que la dejes dormir un ratito más, y su el nene se porta bien con mami, ella después de la siesta le va a dar lo que él tanto busca… ¿Trato hecho? Le propone Judith a su chiquito alzado.
- Está bien mami, gracias. Le responde él muy agradecido, dándose cuenta que mamá había hecho un esfuerzo por no enojarse.
Ella abrió un poco sus piernas para darle espacio a la manito de Tomy allá abajo, y girando la cabeza de lado, cerró sus ojos y se dispuso a tratar de dormir, mientras lo sentía a Tomy cómo jugaba suavemente acariciándole la concha y enredándose los pelitos en sus dedos.
Ella se durmió y entonces el chico no resistió la tentación, y rompiendo el trato que acababa de hacer con mami, no solo quiso jugar con los pelitos, sino que también empezó a acariciar los labios vaginales.
Tomy cerró sus ojos y acarició y acarició aquella vagina que con el transcurrir del tiempo, empezó a corresponderle a su mano, primero humedeciéndose y luego ya hasta mojándose y mojándole sus dedos.
Al sentirse la mano húmeda, y hasta mojada. Tomy sacó su mano de allí abajo y se la olió y hasta se chupó los dedos y entonces luego de sentir el olor y el sabor de mamá, volvió a meter su mano por dentro de la bombacha de Judith y una vez logrado esto, el chico retoma sus incursiones a la “selva Negra” de mami, volviéndose a tentar con la zanjita de mami.
Estaba muy entretenido y concentrado en esto, con sus ojos cerrados, disfrutando de las texturas húmedas y peludas de mamá, metiéndole los dedos y escarbándole suavemente la concha, cuando una mano sorpresivamente se posa por encima de la bombacha, encima de la suya.
- ¿Y ahora? ¿Qué pasó?… ¿no teníamos un trato? Mami iba a poder dormir mientras Vos jugás con sus pelitos, ¡Me despierto, y estás prácticamente masturbándome Tomás!. Protesta Judith enojada, pero también algo excitada.
- ¡Perdón mami no aguanté! Reconoce su “chiquito”.
- ¿Dónde están tus hermanos ahora?, Pregunta ella resignada, y sabiendo que hasta que no se “ocupara” de Tomy, no la dejaría dormir a gusto.
- Jonás y Ronaldo fueron en el bote de pesca, y Jonathan estaba haciendo no sé qué cosa. Responde él.
Entonces ella se levanta de la cama, y saliendo de la carpa, va a la playa, mirando para todos lados y comprobando que efectivamente estaban solos. Entonces vuelve a entrar a la carpa, y cerrando bien la entrada.
Entonces Judith vuelve a acostarse con su hijo Tomás, y esta vez es ella quien empieza a besarlo y a acariciarlo.
- ¿ Te parece bien lo que hiciste, de no dejar dormir a mami?. Lo regaña tierna y pícaramente ella.
- ¡Perdón mami! Pero… Alcanza a responder él.
- Mami estaba durmiendo, muerta de cansancio, fulminada porque había tenido un día muy intenso con tus hermanos, y traté de explicártelo, pero Vos insistías e insistías, hasta no dejarme en paz, y no conforme con eso, me me hiciste calentar. Le reprocha Judith, tomándole la mano, y metiéndosela por dentro de la bombacha, para que le tocara la concha y comprobara él mismo la calentura que tenía mamá en ese momento.
- ¡Ayy mami, que mojada la tenés, hasta humedeciste la bombacha! Le dice sorprendido él
- ¡ Jejejeje! Contale a mami, ¿Qué le hacía mi chiquito a su mamá mientras ella dormía? Le pregunta tiernamente Judith, dándole un besito en la frente.
- ¡Te abrazaba! Le responde el chico un poco avergonzado.
- ¿Nada más? ¡me parece que mi chiquito hizo algo más! Porque en una oportunidad que habíamos hecho un trato, mamá te dejó jugar con los pelitos de abajo, y cuando me volví a despertar, ¡mi chiquito me estaba pajeando literalmente! ¿Mh?… ¡no se hace eso con mami! Le dice ella dándole besitos en las mejillas, frente u labios
- ¡Perdón mami, no va a volver a pasar! Responde Tomás.
- ¡Ahora mami ya no tiene más sueño y mojó hasta la bombacha! ¿Qué hacemos ahora? ¿Eh? Insiste ella.
- ¡No sé mami! ¿Qué queres que hagamos? Le pregunta él acariciándose la erecta verga por encima del calzoncillo.
- ¿Querés que mami te de ahora lo que tanto mi chiquito está buscando? Le pregunta ella entre besos y caricias mutuas.
- Si mami, ¡y no te molesto más! Le dice él en forma de promesa.
- ¡Bueno mi amor, venga con la mami! Le dice tiernamente ella, acomodándose bocarriba en la cama, y él se sube sobre ella y comienzan a besarse y a acariciarse durante unos largos instantes.
- ¿Quiere tomar teta mi chiquito? Le pregunta Judith, llena ya de morbo y lujuria totalmente excitada con los besos y caricias.
Entonces ella lo hace a un lado, se sienta en la cama, se saca el vestido blanco, el corpiño blanco que llevaba puesto, quedándose solo con la bombacha puesta. Y entonces se vuelve a acostar, y Tomás se abalanza sobre su mamá y mientras le mama una teta, con la otra, le acaricia la concha por encima de la bombacha.
Entonces, Judith abre sus piernas, y con una mano se acaricia la teta que le quedaba libre, y con la otra, le acariciaba tiernamente la cabeza a Tomás, mientras cerraba los ojos, se relamía los labios y movía su cabeza de un lado a otro perdiéndose en el placer que la mamada de teta y las caricias en la concha por encima de la bombacha, le provocaban. Y esto fue así durante un prolongado momento, en donde Tomás hizo retorcerse de placer a su mamá, cosa que elevó la calentura del chico hasta casi no aguantar más.
Entonces deja de “tomar tetita, luego de haber mamado de las dos durante un buen rato, sin dejar de acariciarle la concha sintiendo cómo mamá no paraba de humedecer su bombacha negra.
Tomás al sentirla tan húmeda allá abajo, se incorporó y poniéndose a 4 patas se arrodilló entre las piernas bien abiertas de la mamá, y empezó a olerle y besarle la concha por encima de la bombacha negra que aun Judith tenía puesta.
Como Judith se había bañado en el manantial, se había cambiado la ropa interior y desde entonces ni si quiera había orinado. Esa prenda estaba completamente limpia de no ser por la humedad de los flujos salidos de la vagina, producto de la calentura que tenía.
Judith al verlo oliéndole la bombacha, se acordó de que ella estaba completamente limpia al haberse bañado y cambiado de ropa, y encima, la ropa que se había sacado, la había lavado. Por lo que al recordar de cómo disfrutaba Tomás al olerle la concha o sus bombachas impregnadas con restos de las meadas que ella se echaba durante el transcurso del día, sintió pena de no poder complacer con aquello a su Tomy ahora.
- ¡Sacale la bombachita a mami! Le pide ella entre suspiros.
- ¿Te puedo comer la cuevita mami? Le pregunta Tomy sacándole la bombacha.
- ¡aaayyyy si mi amor, comé, cómemela todo lo que quieras, que me encanta que lo hagas! Le dice Judith mientras lo ayuda a sacarle l bombacha.
Entonces Tomás al retirarle la bombacha a Judith, la abre bien de piernas, y hunde su rostro en la peluda y húmeda concha de su madre.
- Aaaayyy, mi amor!…… ¿para esto despertaste a mami?, ¡gracias mi vida, mami te ama mi chiquito hermoso! Se la oye decir a Judith ya casi entre jadeos y gemidos, cuando su hijo empieza a lamerle y besarle la concha.
- ¡Mmmmhhh! Se lo escucha responderle a su mamá con su rostro hundido en “la cuevita” de mami. Mientras ella le sostiene la cabeza con ambas manos, dándole suaves caricias en la nuca.
- ¡Aouuuu, ahahahahahahaha! Aulló y jadeó la mamá, cuando un dedo de su hijo entró en su ya también lubricado ano masturbándola con un mete y saca, mientras con la lengua le escarba la concha.
- ¡Mmmmmhhh! Gemía él comiéndole la cuevita a mami, mientras su dedo exploraba las profundidades de la cola de Judith, alcanzando a tocar los restos de caca alojados apenas alcanzable para la uña de su dedo. Con lo que, con cada movimiento, rasgueaba la caquita de mami, ensuciando más y más su dedo, o mejor dicho su uña.
Así permanecieron durante un buen rato, hasta que en un momento ella no pudo contener más su calentura.
- ¡Aaaaaaaaaahhhh, mi amoooooor! Gimió fuerte Judith, levantando sus piernas y sujetándole la cabeza contra la concha, mientras le soltaba un intenso orgasmo con algún corrito de meo mezclado entre sus flujos, que fueron a dar contra la boca, lengua y nariz de Tomás, quien al percibir el pequeño meo de mamá, no pudo más con su calentura, se incorporó se sacó el calzoncillo y se abalanzó sobre ella penetrándola hasta los huevos de un solo movimiento, cosa que hizo que Judith se tensara, arqueara su cuerpo abrazándolo y clavándole sus uñas en la espalda, mientras lo miraba fijamente con su boca abierta y sin poder emitir sonido o queja alguna. Solo permaneció así, dura e inmóvil mientras Tomy entraba y salía violentamente de su concha. Y así fue durante casi un minuto.
- ¡ Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah!. Empezó a quejarse la mama cada vez que la verga entraba hasta los cojones, golpeándole las nalgas
- ¡Aaaaah, aaaaaaaaaahhh, mamá, aaaaaahhhh! Gemía su hijo también-
- ¡Ahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha, Tomy, no sé es así con mami, ahahahahahahahahaha, no podés despertarla, ahahahahahahahahaha, hacerla agarrarse semejante calentura, ahahahahahahahahahaha, para cogértela asiiiiiiii, ahahahahahahahahaha, Sos un animaaaaaaal, Sos un animaaaaaaal, hiciste mear a mami, solo con pasarle la leguita en la cuevita, ahahahahahahahahaha! Protestó ella entre jadeos, mientras Tomy no paraba de embestirla una y otra vez, una y otra vez.
- ¡Aaaaaaahhh, mami, no aguantaba más, tenía que despertarte y cogerte así, tenía que darte así! Le explica el chico entre gemidos.
- ¡Ay, ay, ay, ay, hijito no puedo, no puedo, no puedo máaaaaaaaaaaaas! Da un grito histérico ella, en cuanto le es posible, por causa de un gran y repentino orgasmo que la sorprendió completamente, quizás provocado por las confesionales palabras de su dulce y amado Tomy, que, en esta oportunidad, le estaba pegando una cogida que se parecía más a las de Jonathan o Ronaldo, por lo salvaje y enérgica.
- ¡Ahhhhhhyyy, mamita divina reinita mía te amoooo! Dijo Tomás, cuando vio que Judith, arqueó su cuerpo, abrió su boca y ojos al tiempo que volvió a enterrarle sus uñas en la espalda, abrió lo más que pudo sus piernas, y con el orgasmo soltó una buena meada bañándole la verga, las bolas, las piernas y mojando el colchón, y acabado el meo y el orgasmo, Ella lo suelta dejando caer sus brazos a la cama, su cuerpo se relaja totalmente, su cabeza se gira a la derecha, y queda como adormecida dejando caer las piernas.
Apunto de tener él su orgasmo también, en un último esfuerzo por contenerse, le saca la verga de la concha. Y con su lengua lame la concha y las piernas de la mamá, limpiándola con su lengua y juntándole con ella la meada que Judith fue totalmente incapaz de retener.
Mientras Tomy hacía esto, ella poco a poco parecía ir volviendo en sí y recobrando la conciencia
- ¿Estás bien mami? Le preguntó él algo preocupado, porque nunca había visto en mamá semejante nivel de agotamiento por coger.
- ¡Jijiji, si mi amor, no te preocupes, mami lo disfrutó demasiado y por eso cómo que casi me desmayo, mami te ama Tomy. Le murmura casi sin fuerzas con lágrimas en los ojitos.
- ¡Yo también mami, Yo también! Le responde Tomy más tranquilo.
Estaban todavía en eso, cuando repentinamente se escuchan murmuros allá afuera, y antes de que Tomás y Judith pudieran reaccionar, el cierre de la carpa se abre rápidamente y entran Jonathan y Jonás.
- ¡Ulala!, ¿estaban de mucha cogida acá? ¡Mirá capitán, parece que la hicieron transpirar a mamá! ¡Aprendió a coger el Tomy, mirá cómo la dejó a mami? Dice fiel a su estilo desubicado Jonathan.
- ¡Ayyyy, Jony, váyanse, estábamos solitos y tranquilos los dos! Le suplica muy nerviosa la mamá sentada en la cama y completamente desnuda.
- Si vamos campeón, parece que acá la cosa no terminó. Dice Jonás señalando la erección de Tomás.
- ¡Pucha! ¿no nos podemos sumar? Replica Jonathan.
- ¡Ayyyyyyy, no salí degenerado! Protesta Judith desde la cama.
- ¿Degenerado? ¡ te encamás con tus hijos, ya hasta tríos has hecho! ¿Pero resulta que acá el degenerado soy Yo? Además, si ya hasta hemos hecho tríos ¿Por qué no te podemos agarrar entre todos de una vez? Plantea Jonathan, ante el asombro de todos.
- ¿Agarrarme entre todos? ¡no no, no, pará ¿Que te pasa por la cabeza para pensar en semejantes cosas, cómo se te ocurre? Protesta Judith, indignada mirándolo fijamente.
- ¡Ayyyy mami, dale, dale que, de verte completamente desnuda en la cama, ya me dieron ganas de vuelta.
- ¡Jonás, decile algo a tu hermano para que se calme! Le dice Judith a su hijo amado, como pidiéndole ayuda. Pero al mirarlo, ve que Jonás también estaba muy excitado con todo aquello.
Al ver esto La mamá se queda perpleja, viendo cómo Jonathan se empezaba a desvestir, y Jonás se queda impávido viendo todo aquello, mientras su verga comienza a endurecerse debajo del pantalón. Y entonces entra en escena Ronaldo, que al acercarse a la carpa, no puede evitar escuchar cómo una discusión.
- ¡Eeeeeehhh, hermanito, andá poniéndote en bolas, que acá la fiesta va a comenzar! Le dice muy lujurioso Jonathan al verlo entrar a Ronaldo.
- ¡Jajajaja, ya veo ya veo! ¿ y cómo la convencieron de dejarse dar por todos?. Pregunta Ronaldo.
- ¡Noooooo, basta, basta salgan ya de acá! además Jonathan, con Vos y Rony ya estuve. Dice casi furiosa Judith.
- ¡Pero ahora hagamos algo distinto, pasemos del trio a la orgía! Le dice Jonathan.
- ¡No chicos, no, enserio les digo que esto ya no me gusta! Dice Judith con voz firme y ya algo preocupada, por la pasividad de Jonás ante semejante situación planteada.
- Podríamos probar mami ¿no te parece? Le dice Jonás.
- ¿Te pensas que soy una muñeca inflable! Responde la mamá indignada.
- ¿Muñeca inflable, no se me hubiera ocurrido! ¡Jjojojojo, no sé mami, pero probemos hasta donde tenes aguante! Dice Jonathan.
- ¡Bueno bueno, basta de palabras y a los hechos! Tomy ¿Vos te la estabas cogiendo cuando llegamos nosotros? ¿queres terminar con tu turno? Y después empezamos a pasar nosotros, uno por uno. Propone Ronaldo.
- ¿Y por qué no todos juntos de una vez? Insiste Jonathan.
- ¡Por favor chicos, así no. Jonás habíamos quedado en que a partir de ahora me iban a respetar! ¿Por qué mi opinión no cuenta ahora? Protesta Judith al borde del llanto, ante lo inevitable al ver que nadie intercedía por ella.
- ¡Bueno, dale Tomy, terminá con lo tuyo! O ¿preferís compartirla? Insiste Jonathan acercándose a su mamá sentada en la cama ya entre sollozos, viendo que las pretensiones de Jonathan, se iban a cumplir inevitablemente, ya que nadie parecía estar dispuesto a salir en defensa suya. Parece que esta vez la calentura de la manada, era mucho mayor que cualquier atisbo de cordura entre los chicos.
- ¡Uhhhh, ya está haciendo pucherito, si mami, hace bastante puchero que acá venimos todos a comer, y estamos bien muertos de hambre! Comenta Jonathan burlándose al verla sentada en la cama llorisqueando asustada.
Continuará….
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