Perdóneme, Padre, porque he pecado…
Un borracho entra a la iglesia a confesarse, el Padre le aconseja que lo haga cuando esté bueno y sano, pero el borracho insiste, y le cuenta como fue sodomizado por sus amigos, por lo que el padre lo lleva a la casa parroquial le dice que se bañe, lo sigue confesando hasta comerle el culo. .
Perdóneme, Padre, porque he pecado…
Creo que eso fue lo primero que le dije al cura, apenas entré al confesionario, es verdad que era bien temprano, casi de madrugada, y que yo venía con varios tragos en la cabeza, luego de estar bebiendo con unos amigos míos.
Cuando vi la puerta de la iglesia abierta, y el remordimiento me llevó directo al confesionario.
El Padre en un tono de voz condescendiente, luego de decirme. “Ave María Purísima.” y yo responderle. “Sin pecado concebido.”
Me preguntó. “¿Hijo has estado bebiendo?” Y desde luego que le respondí que, “sí”. “Sería recomendable que te confesases, cuando te encuentres sobrio.”
A lo que yo le dije casi suplicándole. “Padre, es que sobrio no me atreveré a decirle lo que hice, por lo que más quiera confiéseme.”
De seguro mi tono de voz le sonó tan lastimero que finalmente me dijo. “Hijo dime desde cuando no te confiesas.” la verdad es que le dije que ni me acordaba cuando fue mi última vez.
Él seguramente sonrió, y continuó diciéndome. “Bueno cuéntame que has hecho…”
Yo tragué en seco, y cerrando mis ojos comencé a decirle. “Padre yo me encontraba con varios amigos míos del pueblo, y la verdad es que bebí mucho más de lo que estoy acostumbrado, de lo que ahora, me arrepiento mucho, bebí tanto, que me puse estúpido.”
En ese instante el Padre se quedó en silencio, y a los pocos segundos me preguntó, que era eso de que yo me pusiera estúpido.
Fue cuando sin abrir mis ojos le dije. “Es que resulta que cuando bebo mucho, aparte de reírme como un tonto, me creo todo lo que me dicen, y en consecuencia actuó.”
El Padre me dijo que fuera un poco más específico, y yo muriéndome de la vergüenza continué con mis ojos cerrados confesándome. “Bueno padre, yo estaba tan bebido, que en cierto momento uno de mis amigos me dijo que yo había perdido la apuesta, y que como había apostado que me desnudaría, debía hacerlo.”
“Yo la verdad es que no me acuerdo de haber dicho eso, pero como ya le dije, bastó que mis amigos me lo dijeran, para que yo les creyese, y de inmediato comencé a desnudarme frente a todos ellos en el bar.”
Tras lo cual seguí bebiendo, pero de momento que otro de mis amigos, me dice que tengo bonitas nalgas que, si quiero modelárselas, y yo de pendejo, así lo hice.
Tras caminar entre mis amigos, modelándoles mis nalgas, entre todos comenzaron a decirme que yo tenía unas nalgas hermosas, que daba gusto tocar, y agarrar.
Y sin que yo les dijera ni que sí, ni que no, ellos comenzaron a agarrarme las nalgas, a medida que yo sin dejar de reírme como un tonto, continuaba caminado entre mis amigos.
Y así todo ellos continuaron agarrándome por el culo, y las nalgas, hasta que alguno de ellos, me introdujo un dedo.
Pero como continué muerto de la risa por la borrachera que cargaba, otro de mis amigos, me dijo. “Te gustaría que te comiéramos el culo, a lo que de inmediato antes de que yo respondiera que no, continuó diciéndome, yo sé que te va a gustar, verdad que, si te va a gustar, que te comamos el culo.”
Bueno en ese momento, aunque hubiera querido decirles que no, estaba tan borracho, que riéndome como un verdadero tonto, lo único que se me ocurrió decirles fue que sí.
Todos ellos lo celebraron, y antes de que yo me diera cuenta, ya me tenían recostado sobre una de las mesas del bar, boca abajo.
Fue cuando sin perder tiempo, uno de mis amigos, me enterró su verga por el culo, al principio me dolió algo, pero a medida que él continuó metiendo y sacando su verga de entre mis nalgas, yo no sé por qué, comencé a moverlas.
Y así después de que el primero se vino dentro de mí los demás continuaron clavándome sus vergas, mientras que yo no dejaba de reírme, hasta que al poco rato también me pusieron a mamar.
“Bueno Padre, eso fue lo que me pasó anoche o, mejor dicho, hasta hace poco.” El Padre, se me quedó viendo, y me preguntó. “¿Y tú ya te limpiaste, es decir te has bañado?”
La verdad es que le respondí que no, y fue cuando él me dijo. “Mejor acompáñame a la casa parroquial, para que te duches. Y luego seguimos hablando.”
Yo aun dando algo de tumbos lo seguí, y tras mostrarme la ducha, me dijo. “Daté un buen baño, y expulsa lo todo lo que te hayan dejado dentro, que cuando termines seguimos con la confesión.”
Yo obedientemente le hice caso, me bañé, y saqué de mi cuerpo toda la leche que mis amigos habían dejado dentro de mi culo.
Al terminar el Padre me dio una toalla y me dijo. “Vamos a continuar, pero ahora te voy a hacer unas preguntas a medida que sigues confesándote.”
No bien me senté, tal como estaba, el Padre colocó una botella de ron frente a mí, diciéndome. “Esto es porsiacaso te hace falta, para que sigas confesándote.”
La verdad es que antes de seguir confesándome me di otro trago, y comencé nuevamente a decirle todo lo ocurrido.
Cuando iba por la parte de que andaba caminando desnudo entre mis amigos, el Padre me dijo. “Hazme el favor de demostrarme como.”
Por lo que después de darme otro trago, con la toalla a la cintura comencé a hacerlo, fue cuando el Padre me dijo, pero hazlo sin la toalla, para tener una idea clara de todo lo que te ha sucedido.
Yo le hice caso al Padre, y me quité la toalla, y comencé a caminar frente a él moviendo mis nalgas.
Luego cuando le dije que mis amigos comenzaron a agarrármelas, de momento que siento, la mano del Padre que me agarra las nalgas, por lo que yo me di otro trago, y riéndome, le dije.
“Así mismo fue que pasó.” Yo continué caminando, y moviendo mis nalgas, cuando le dije que uno de mis amigos me había dicho que me iba a gustar que me dieran por el culo, y fue cuando el Padre me preguntó. “¿Y si te gustó?”
A lo que, aunque algo avergonzado, riéndome, le respondí que sí y mucho, fue cuando al darme vuelta, vi que el padre ya se había quitado la sotana, y su parada verga apuntaba directamente a mi culo.
Me quedé en silencio, y él comenzó a acercar su parada cosa a mi culo, no me dijo nada, yo solamente me puse en cuatro, y a los pocos segundos sentí como la parada y gruesa verga del Padre, me atravesaba las nalgas.
Por un largo rato, el Padre, me estuvo enterrando y sacando de mi culo toda su larga y gruesa verga, mientras que yo sin dejar de seguir dándome otros tragos.
Movía mis caderas de lado a lado, restregándolas contra su cuerpo, para sentir más y más a dentro de mi toda su buena y santa verga.
Después de que seguramente también se vino dentro de mi culo, me puso a que le mamase su verga, hasta que nuevamente se le volvió a parar, y yo nuevamente me la tragué completita con mi culo.
Así estuvimos por un largo rato, y hasta me puso a que le mamase el culo, al tiempo que lo masturbaba.
Cuando me desperté ya comenzando a caer la tarde, me di cuenta de lo que había sucedido, yo estaba que me moría de la vergüenza, pero como estaba completamente desnudo, en una cama que no era la mía, por lo que me asusté.
Mi intención era la de agarrar toda mi ropa y salir corriendo, pero al abrirse la puerta apareció el Padre, nuevamente vestido con su larga sotana, me dijo. “La verdad es que a ti te gusta eso de que te den por el culo, y ponerte a mamar.”
“Así que asume la posición.” Y al Padre decirme eso, aunque ya la borrachera se me había pasado, sumisamente le obedecí, poniéndome nuevamente en cuatro patas, y dejando que me volviera a enterrar toda su sabrosa verga.
A medida que el Padre me fue penetrando lo escuché decirme. “Pero para que no se aprovechen de ti tus amigos, de ahora en adelante, el único que te va a dar por el culo soy yo, y no se diga más….”
Necesito saber la iglecia y donde es para ir a confesarme …. 🙂 😉 🙂 😉