PERRA AL AIRE LIBRE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mis siervos hasta ese momento habían sido de una horquilla de edad de los 20 años a 34 al mas mayor, pues no los buscaba mayor, ni los aceptaba.
Era una mañana de sábado, quedé con un amigo como muchisimos sábados en la mañana, para hacer senderismo, hasta la hora de comer, e dirigí al campo y paré en la entrada de los senderos y carriles bicis, esperando a mi amigo, apenas pasó 5 minutos cuando me llamó para decirme que no podía ir, finalmente decidí ir solo, primero hice el recorrido junto al carril bici, al principio todo frecuentado, después empezaron los desvíos, terminé ya a la media hora en una zona solitaria con el sendero muy estrecho frondoso a los lados, caminaba y pensaba, sin el minimo pensamiento en sexo ni nada parecido en esos momentos, en un sendero solitario, cuando por un instante me pareció escuchar un sonido como d un golpe, un gemido pero todo muy dudoso pues fue apagado y un instante, pero me hizo pararme.
Apenas un par de segundos después volví a escucharlo, a la vez que me hizo ubicarlo algo, era hacia el interior, saliendo del sendero, lo hice salí y justo en ese momento los mismos sonidos casi al unisono, la curiosidad aún aumento en mi, era una zona algo empinada, llena de matojos algunos espinosos arboles altos lo que hacia que todo estuviera en sombra sin apenas zonas de sol, todo ello me hacia andar lento, pero sabiendo que iba en buena dirección pues el sonido cada vez era más audible, hasta que sin aún localizar la procedencia, empecé a saber que era de una persona y que el golpe, producía ese gemido, hasta que localicé una bici, apoyada en un arbol, a unos 15 o 20 metros hacia arriba, y antes de esta una especie de muralla vegetal, de la cual procedía ya mas nitidamente, el sonido, tomé precaución observé quieto algo oculto todo el lugar, los gemidos y golpes habían cesado, por el momento, observe la mejor manera de acercarme hasta esa muralla sin ser visto, lo hice, pero tampoco me permitía ver lo que ocurria tras ella, empecé a moverme en cuclillas cada paso, muy lentamente buscando algún hueco por donde observar el interior, hasta que obtuve la recompensa, por primera vez en mi vida, me convertí durante un tiempo en un mirón, por primera vez en mi vida, vi a alguien haciendo sus mas locas fantasías creyendose solo, fue un descubrimiento para mi, pues en otras circunstancias hubiera ido directamente hacia él, pero jamas había tenido una situación como esa y jamas al aire libre, cuando pude mirar relativamente bien el interior, había un tipo sobre una pequeñisima manta, vestido de mujer, al lado una mochila, en ese instante se habia colocado sentado, justo frente a mi, yo ahora de rodillas quieto oculto por la muralla vegetal, pero entre ramitas de arbusto, veía sobretodo su vientre y piernas, estas abiertas, llevando medias, negras de maya, sus dedos eso si lo veia bien, se olvidaban de tocarse, el minimo bultito que tenia en las bragas y se perdían manoseandose bajo su diminuto sexo, la parte que veia de sus muslos, me indicaban que era muy blanco de piel sin vello, unos muslos gorditos, lo que me hacia pensar que debia tener un culo gordito tal como me gustan a mi, pero no tenia intención de salir por el momento, vi como facilmente se excitaba, solo tocandose su ano, como si para él fuera un chochito, mi nabo esta duro pero llevadero para mi demás, a pesar de la situación mi experiencia como dominante, me habia enseñado a mi mismo desde hacia mucho a autocontrolarme.
De nuevo empezaron los gemidos, se acomodó aun mejor cuando se excitó más sin imaginar que de esa forma aún me ofrecía una panoramica mejor, se habia tirado hacia atrás hasta apoyarse en unas gruesas ramas caidas del árbol, que me hizo ver mucho mejor, como solo se frotaba el ano, a veces se llevaba los dedos a la boca y volvía a su ano, gemia y cuando mas gemía, empezó a darse con la otra mano bofetas en su rostro, sin dejar de gemir, sus gemidos parecían que entraba en una especie de trance, hasta parar, quedar quieto, aquello me tenia fascinado, pues con toda la cantidad de tipos que habian pasado por mis manos, nunca habia visto esas sensaciones en ellos, me dolía los muslos por mi posición necesitaba sentarme pero tenia miedo por que me descubriese quería, seguir viendolo estudiandolo, cuando se volvio a mover y vi su rostro mas tranquilamente, al menos tenia entre los 42 o 45 años, sino algo mas, su pelo sobre los hombros largo, lacio entre negro y algún mechón ya color ceniza, se movia de nuevo, cuando se puso a perrito, justo en pompa hacia mi, aproveché me senté, no oyó ningun ruido, ahora así podía verlo mucho mejor y con mas tranquilad al tener su rostro al lado contrario al mio, pero lo que hizo fue intentar azotarse lo mas fuerte que le fuera posible, a pesar de la incomoda posición para ello, termino pegandose en sus muslos al serle mas sencillo y doloroso pero a su vez, su postura me dio la oportunidad de haber acertado, tenia un culo grande para su cuerpo, un culo voluminoso para ser un hombre, escuché los sonidos de sus golpes, intentando darse lo mas fuerte posible, hasta que su mano dejó de golpearse y la pasó por atrás entre sus muslos, rápido me di cuenta lo que hacia, se tiraba de su sexo hacia atras para producirse dolor, hasta llegué, decidí ya actuar, me levanté sin tener cuidado, ahora de nuevo no nos veiamos pues la muralla vegetal nos dividia aunque por el sonido, supe, que se habia dado cuenta, que habia alguien, observé alrededor, nadie, todo solitario y empecé a bordear la muralla buscando por donde habia entrado él.
Durante esos instantes, tenia cierta duda a la vez, por una parte habia despertado mis apetitos, de macho dominante, alfa, hasta el extremo (si me hubiera encontrado solo una maricona que la quieren follar, ni se me hubiera puesto dura y hubiera seguido mi camino), por otra parte tenia un cierto miedo a ser sorprendido, siempre me a gustado la intimidad, de un apartamento aunque me lo montara en trio, pero siempre esa intimidad, con lo que estar al aire libre, me daba cierto miedo.
Encontré la entrada muy estrecha de los arbusto, entré, quedando ahí, él estaba de pie, mirandome, ahora vi que era aun mas bajo de lo que me pareció en un principio, apenas el 1,60 si lo media, me fije en el vstido en su vientre, casi plano, me sorprendió tambien, pero el vestido al ser tan apretado y corto, lo marcaba todo como unas caderas anchas, que le hacian tener ese culo, tras mirarme se puso en cuclillas y comenzó a recoger y meter en la mochila, a su vez me miró diciendome
– Yo no busco nada.
Quizas y no es por alabarme simplemente porque practico este tipo de sexo, pero como digo quizas otro hubiera caido y lo hubiera dejado marchar, yo no, ahora era yo quien tras verlo actuar sabia hasta la saciedad que hacer y como para retenerlo allí, no dije nada, me acerqué hasta quedar de pie a su lado mientras, él aun mas nervioso, ahora tiraba del pequeño trozo de fina manta, para meterlo en la mochila, mi mano fue a su pelo, lo cogí fuerte, tirando hacia atrás, a la vez esperaba la reaccción.
– Que haces sueltame, – a su vez sus manos fueron a la mia – Que sueltame pero que haces tio.
que me duele, suelta
No lo solté, intentó levantarse, sin dejar de protestar.
– Pe pero estas loco, sueltame te digo, que me duele ayy
Cuanto más intentaba tirar s cuerpo hacia mi, para que le doliera menos mas tiraba yo, hacia mi, además de impedirle que se levantara al tirar hacia mi y hacia abajo, él no paraba de decir la misma canción, habia terminado por pasar de en cuclillas a de rodillas frente a mi, mi cuerpo iba inclinandose y tirando mas de su pelo, sabiendo le estaba haciendo bastante daño, pero él aún seguía queriendose imponer, para irse, yo seguía mudo, por experiencia sabia que era lo mejor, hechos no palabras en se momento, fui tirando él cambiando el tono aunque sin dejar ese toque, de imposición aún
– Tio que haces me duele mucho, que te voy a denunciar, aaaayy, – aqui ya empezó- por favor dejame y nos olvidamos, por favor aaaaay.
Mientras decía esto yo depie ya inclinado y él tuvo que para no dolerle mas aún quedar a perrito, mi otra mano voló y asi le dí un azote que se escuchó en todo el campo, a pesar de darle con el fino vestido, la mano quedó ahí justo el momento de subirle el vestido quedando las nalgas a la vista y le dí otra, sin olvidar de tirar del pelo con la otra mano, él ya no podia ni hablar ni suplicar, solo aaaaaayyy aaaayyyyyy de dolor, me fui agachando y colocandome a un lado sin soltarle el pelo sin él dejar de gritar, hasta que quedé de rodillas a un lado y le di cuatro azotes seguidos fuertes y ahora ya si en una posición que podia emplearme a fondo, gritó, le saqué la pequeña y negra braguita hice una pelota con ella y se la pasé por el rostro apretando contra sus labios al principio intentó resisitirse pero apenas unos segundos hasta que abrio la boca y se la metí, aún se imaginaria que no esstaba sometido, pero ya sabia que lo estaba a partir de ese momento de sumisión, lo que me hizo relajarme más, tomarlo con mas tranquilidad, me senté en la gruesa rama sin soltar su pelo guiandolo hasta que lo tuve, empecé a darle unos azotes mas tranquilo aunque mas fuertes, en muslos y nalgas, entre medias mi dedo jugaba con su ano, ahora si empecé a saber lo que sentía, le introducia un poco el dedo o lo frotaba fuertemente presionado y su ano, emitía al tiempo unos espasmos, que le hacia vibrar todo el cuerpo y gozar, como una cerda, sin tener el mas minimo viso de desear correrse por su minusculo nabo y cuando digo minusculo es que era minusculo como sus huevos, lo mas pequeño que habia visto yo en mi vida, la aparté tumbandola en la manta, colocando mis pies sobre su vestido en la espalda, asi me desaté las deportivas, me quité los calcetines, me quité el pantalon deportivo y los slip, me puse de pie, presionando con un pie, pero apenas podia ver fuera, me puse en cuclillas y le dije, hablandole por primera vez.
– No quiero que te muevas un centimetro cerda, voy a ver que no haya nadie por aqui,
Me gustó su culo desde el primer momento, tanto desnudo como marcado en el vestido era un tipo culón dificil de encontrar ademas de no tener vello por su naturaleza solo lo tenia en las axilas y el sexo, volví, lo hice caminar a perrita a mi lado cogido del pelo, le quité el vestido quedó con un corsé sin bragas, ahora tiradas junto a mi ropa, le hice comer mi polla un rato, ordenandole como y donde comer o lamer, como lamió mis pies, para volver a mi polla, pero aunque lo intenté varias veces, no pude pernarlo, pues era muy estrecho y no teniamos lubricante, mas mi nabo ancho, no por ello pensaba dejarlo de pernar, le ordené me diera una mamada, hasta que me corrí en su boca y cara, para rematarla meandome en su cara, limpiandole la leche de su cara con mi meada, tras limpiarme el nabo, le dije se vistiera de tio, mientras yo me vestia, lo hizo, empecé a llenanrlo de preguntas tras limpiarse con la manta, edad de donde era estado civil, me contestaba a la vez que me miraba con cierto miedo, comprendí, que si deseaba, ser su propietario por una temporada al menos, no podia dejarlo ir aún, pues no lo volvería a ver.
Es divorciado, 46 años vive solo, en un barrio cercano al mio, tras ello, sabía que tenia que aprovechar el aún sometimiento que le quedaba ante mi para no dejarlo escapar, le dije que fueramos andando él llevando su bici, a mi lado, obedeció, hasta que llegamos al aparcamiento de mi coche, él pensaba en que lo dejaria ir, ahora allí si habia gente, lo miré y le dije
– Mete la bici en el coche que vas a venir a mi casa
– No, por favor quedamos otro dia
Yo sabía que no habria otro dia, por sus ademanes sus miradas, volvi a insistí con dureza, sabiendo que pendia de un hilo, de hasta donde habia calado en su cerebro, mi sometimiento, él no dijo nada solo acercó al bici al maletero quitando la rueda delantera, abrí lo metió todo incluida la mochila y nos fuimos a mi apartamento, en el coche aprveché para humillarlo todo lo posible verbalmente, sabia que eso lo seguiria teniendo en situación.
– Me gustan las perras como tu, tener el reto de adiestrarlas hasta hacerlas buenas perras obedientes listas para dar placer a su propietario.
Todo fue por ese estilo hasta llegar y aparcar, solo se llevó la mochila y por fin me vi seguro en mi casa, la obligué me duchara despues que se duchara y saliera vestida como una buena perra, le puse obligaciones domesticas pues ya la habia azotado y aun seguia dolorido, limpio el apartamento, hizo mi cama, para despues presentarse ante mi, ahora si la lubriqué, la monté en el suelo dl salón, tranquilo, lentamente, era casi seguro como le iba y no me equivoqué, como se puso la cerda, yo le regalé una larga y lenta pernada, de varias posturas, pero la cerda me regaló, el ver, como se volvia loca, una y otra vez, cuando le cogí el punto, de pernarla, solo tenia que tenerle metida toda la polla y moverla lentamente, sin apenas sacar nada más dejandola pegada y moviendome lateral, se volvia loca, el interior de su ano vibraba sin parar, haciendo vibrar su cuerpo sin poder dejar de jadear, lo que me hacia, querer verlo asi una y otra vez, llegó a mearse de gusto, sin poder contenerse hasta que me corrí dentro, al terminar la hice lamer, la meada que habia dejado en el suelo del salon.
La retuve hasta las 7 de la tarde, después se marchó en su bicicleta, pero sabiendo yo que ya no era igual que en el campo, que volvería, ya estaba sometida y yo era su propietario, como asi a sido, la tengo hace apenas tres semanas, ya totalmente bajo mi poder, dejandome siempre buenas sensaciones, para al menos alargar mucho mas ser su propietario pues se corre como una hembra, algo que me tiene fascinado, conocer por primera vez a una persona que tiene orgasmos anales, ademas de que me es de lo mas facil ya hacerla correr, cada vez que quiero una y otra vez, por otra parte, es toda una perra, en el sentido que no opina si debo o no tener mas perras, tomando totalmente su rol de ser una propiedad sin tener miedo, solamente se siente eso una propiedad una perra, sin voluntad, solamente sometimiento.
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