Perversion en el reino.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nicole93.
Francia — Año 1390
El rey felipe de francia se encontraba en una campaña militar al norte de Francia,por lo que el mando del reino habia sido tomado por su bella esposa Catalina.
El personal del castillo habia comenzado sus trabajos desde muy temprano como todos los dias,Catalina se encontraba cepillando su cabello sentada frente al enorme espejo de su habitacion,los sirvientes habían encendido todas las chimeneas del castillos,por lo que ahora la temperatura era agradable.
De pronto alguien toco la puerta de su habitacion
—Adelante!
Catalina se perfumaba con su colonia especialmente fabricada como regalo de los artesanos del reino,la puerta se abrio y Enrique entro en la habitación con una enorme sonrisa en su rostro,el habia sido el general de la antigua campaña militar con la cual habian logrado derrotar los enemigos que amenazaban el poder del reino en el norte del pais,era un hombre de confianza para el rey Felipe y por ello habia ordenado acompañar a Catalina durante su ausencia.
Catalina al verlo sonrio tambien,Enrique la beso en la mejilla y continuo por su cuello.
—Te extrañe tanto.
dijo Enrique.
—Tambien te eche de menos.
que tienes para mi esta noche? Preguntó Catalina con una sonrisa.
—Traje a los hombres mas rudos de mi ejercito,llegaron hace dos dias de la batalla y hace meses que no tocan una mujer.
—Mmm perfecto,hazlos pasar.
Catalina le ordenó a Enrique mientras ella se desnudaba a los pies de su enorme cama.
Enrique con una seña indico a los hombres que esperaban afuera de la habitacion que entraran.
Eran cuatro soldados,heroes en batalla y la reina en persona les daria su premio,por su entrega en batalla defendiendo a Francia.
Todos eran altos y de musculatura desarrolada,tenia una mirada de rudeza y no le temian a nada,se colocaron en fila junto a la cama en donde Catalina los esperaba ansiosa.
—A partir de ahora,se encuentran bajo las ordenes de nuestra reina Catalina,deberan cumplir sus ordenes ciegamente al igual que lo hicieron en el campo de batalla.
Enrique salio de la habitacion y dejo en manos de la reina a sus soldados.
—Ustedes me pertenecen,ustedes son mis servidores,por lo tanto quiero que se quiten la ropa,por que deseo chuparles la verga a cada uno de ustedes.
Inmediatamente Catalina quedo rodeada de cuatro vergas duras,a centímetros de su rostro delicado y de sus pequeños y ansiosos labios.
No espero mas y comenzó a lamer por turnos esas pijas de buen tamaño que tanto deseaba.
Aquella situacion la hacia sentir poderosa y eso era solo el comienzo.
Su lengua humeda se movia sobre los hinchados glandes de los hombres,dejando un rastro de saliva sobre ellos.
Catalina alternaba entre lamidas y gargantas profundas,escupia una verga y la chupaba con dedicación,se tragaba una verga hasta el fondo y lamia los testiculos de otro hombre.
Cuando se acercaba el momento de eyacular para alguno de ellos,la mujer les sujetaba la pija con fuerza,clavando sus esculpidas uñas y mirando a el soldado a los ojos.
—Ni se te ocurra infeliz! Le ordeno a uno de ellos.
El hombre tuvo que pensar en otra cosa para no correrse y obedecer,no podia expulsar ni una gota de semen o la reina se enfadaria y mucho,aunque para aquellos hombres era dificil,porque Catalina la chupaba muy bien.
Catalina no les dio el gusto de correrse y les ordeno a dos de ellos recostarse en la cama junto a ella,ahora tenia a un hombre a cada lado,mientras los otros observaban la escena.
Catalina acerco su rostro a uno de sus musculosos servidores,de barba larga y brazos enormes,para escupir dentro de su boca.
—Tragatelo! Le ordeno.
Tragate mi saliva! Le dio un cachetazo al soldado,que resono en toda la habitacion.
Tomo su pija dura y comenzo a masturbarlo con rapidez,mientras le ordeno al otro hombre que se encontraba detrás de ella que la penetrara.
Sin esperar mas,el heroe de guerra colocó su pene en la entrada de la vagina de Catalina y se la hundio rapidamente,para comenzar con el mete saca violento.
—Asiiii ¡ Asi me gusta…muy bien mi amor,azotame el culo! Vamos!
—Chasssss! Sono la mano del soldado sobre el culo de Catalina, —De nuevo! Azotame! Vamos! —Chassss
—Date la vuelta le ordeno al hombre que se encontraba frente a ella,dame el culo…
Se escupio el dedo indice y comenzó a meterselo en el culo al soldado,la uña lo lastimaba pero se mordio el labio trantando de aguantar,mientras que el otro continuaba dandole duro a la delgada mujer.
Acto seguido Catalina les hizo una seña a los otros servidores que se encontraba de pie mirando la escena,para que se unieran.
la mujer los guio para que la penetraran de a dos,ella montada de espaldas sobre uno que le clavaba el culo,mientras que el otro le metia la pija por delante.
—Ahh,asi…asi… me encanta…
Catalina sentia como aquellos hombres la inundaban de placer,podia sentir el calor de esos dos miembros duros entrando y saliendo de su cuerpo delicado haciendo que se empapara con sus fluidos intimos.
le ordeno a otro que le pusiera la pija en la boca para llenar sus agujeros de placer por completo.
Se encontraba siendo penetrada por dos hombres a la vez,mientras se la chupaba a un tercero.
Su imagen se reflejo en el enorme espejo de su habitacion,se vio a ella misma en esa situacion y le resulto una imagen totalmente erotica.
Despues de unos minutos de estar en esa posicion,Catalina se colocó a cuatro patas sobre la cama y los soldados comenzaron a turnarse para metersela por su vagina humeda y con destellos visibles de flujo que lubricaban su intimidad,despues de darle duro por algunos minutos,el hombre de turno sacaba su verga dura del interior de Catalina,y otro ocupaba su lugar.
—Ahh asi,asi,mas fuerte,mas fuerte!
Catalina tuvo un orgasmo que la hizo ver las estrellas,mientras uno de los hombres no paraba de meterle la pija con furia.
Los demas soldados se masturbaban observabdo la escena,hasta que todos pasaron por el cuerpo de la reina y ahora estaban listo para el final.
Catalina bajo de la cama y se arrodillo en el piso de madera,mientras los soldados la rodearon con sus pijas a punto de reventar y comenzaron a eyacular sobre el rostro de la joven mujer de treinta años,aquellos chorros de semen caliente aterrizaron sobre su nariz,boca y hasta en su pelo,bañandole la cara por completo,y apenas si podia ver o respirar.
—Que rica leche mis amores! Me encanta!.
Relamio la leche que tenia sobre sus labios y desparramó lo que sobraba por toda su cara,despues le ordenó a los hombres abandonar la habitacion.
Catalina creia que el semen caliente de aquellos soldados le ayudaba a conservar su piel suave y mas joven,por lo que repetia aquellos encuentros varias veces al mes,en ausencia de su esposo
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