Por el agujerito más pequeño
Relato largo, no se escribir, disculpad, pero es una breve historia de cómo mi novia me permitió penetrarla por su agujero más pequeño y como, desde ese momento, lo convertí en mi lugar favorito, su uretra..
El día 26 de diciembre me encontré con esta página y recordé los buenos momentos que pasé confesando a modo de relato mis hazañas más sórdidas. En este caso, no vengo a contar alguna aventura o acto sexual cargado de ilegalidades y brutalidades con menores conocidas o desconocidas. Veréis, como muchos aquí estoy muy puesto en todas las parafilias a las que puedo acceder gracias a internet, y siempre que veo una fuerzo a mi novia, su madre o a alguna ex o conocida a realizarlas, pero en este caso necesitaba alguien lo suficientemente desesperado por complacerme. Primero os la describiré, Laura, mi novia, es una zorrita de las discretas, de las que les pides que hagan X y no lo hacen por miedo o vergüenza hasta que las fuerzas a hacerlo y, disfruten o no, al final te dan las gracias. La clave es empezar poco a poco, «depílate las piernas» y en cuestión semanas pide cita para hacerse la depilación láser integral porque «no puede rasurarse el coñito cada tres días». Ella, a sus 32 años, está demasiado bien físicamente, y me explico, es muy delgadita, de apenas 1´63 de altura y en torno a los cincuenta y pico kilos, pechitos de niña de 15 años, rubita de pelo liso hasta los hombros, de piel blanca y nalguitas duritas, redondas y bien paraditas. Con ese físico, nadie dudaría en poseerla una y otra vez, a la fuerza incluso. lo malo es su cara, no es fea, pero bastante por debajo de la media. Entre eso y el bullying en el colegio y la universidad y la mala experiencia con buenos y malos tíos. la hizo traumarse y cerrarse hasta tal punto que llego virgen a los 27, edad en la que nos conocimos. Como ya no están los anteriores relatos que confesé, me vuelvo a describir, yo «Diego» soy un tío normalito, de 1´83, 75kg, ancho de hombros, pelo corto y una verga de 19 cm, cuando conocí a Laura lo hice como su jefe en mi empresa, al verla con ese físico tan infantil, una mirada esquiva y, sobre todo, esa definición de pierna-culito y pechitos de nena la quise hacer mía. Me llevo menos de un mes entender su problema y manipularla hasta tal punto que creyese que cualquiera de mis decisiones eran sus propios deseos. Decidí que debía ser mi subordinada directa y ella me pidió el ascenso a ese puesto, decidí que la quería solo para mí y ella rompió con el chico que se la trabajaba en ese momento y de paso cortar con toda relación con varones. Decidí que se vistiese como yo quería y ella cambio radicalmente su estilo. Decidí que controlaría su móvil y ella acepto el teléfono de empresa. Decidía que fuese más cercana, más sensual, más salida, que intentase provocarme, que se sacase nudes en su móvil y me las pasase por error y todo lo hacía, según el plan. Y un día decidí que la desvirgaría en mi despacho durante todo el día, y ese día, después de un café y darnos el lote en mi despacho, me pidió que se la metiese «con cuidado por favor…. aunque no lo creas …es mi… es mi primera vez» Bueno, eso es tema de otro relato si lo queréis, cargado de sentimiento del que guardo como recuerdo un par de gotas de su sangre virginal en la moqueta de mi despacho. El tema de este relato también tiene que ver con su primera vez, pero de otro agujero, y no me refiero a su culito que ya lo detone hace bastante. Como he dicho, consumo mucho internet, en una de esas sesiones, me centre en videos de genitales femeninos en primer plano mientras hombres anónimos les hacían auténticas torturas maravillosas. Torturas que ya le había hecho a la vaginita de Laura, desde agujerearle el clítoris hasta coserle los labios para asegurarme una larga y dura sesión de sexo anal sádico. En uno de esos videos vi cómo le metían cosas por el cérvix a la sumisa y ya no me sorprendió, pero el hombre hizo algo que si lo hizo, le metió un consolador por la uretra. En seguida me levanté de la silla hasta tal punto que mi secretaria se asustó, una chica nueva porque Laura no podía trabajar para mí ya que, una vez follada y desvirgada no me servía para nada, despedí a Laura, pero la tonta me pidió volver y se volvió tan sumisa que la tuve que aceptar, lo que hace un coñito y corazón partidos. En fin, con lo de la uretra empecé a buscar e investigar, ¿Si se puede meter un consolador pequeño se puede meter una polla grande? la respuesta es sí, la uretra se dilata. Me pase un largo rato viendo videos, tanto médicos como porno y hasta que confirme una penetración. Recuerdo que sonreí, me imagine el sufrimiento de Laura, la postura que tendría que poner y lo apretada que estaría… no pude esperar. Sali corriendo y llegue a casa, la vi en el despacho, teletrabajando con música puesta, la agarre, la bese y la arrastre a nuestro cuarto. Laura, extrañada me pregunto qué pasaba, cuando la lance contra la cama me grito que tenía miedo y que no sabía a qué venia esto. Cogí el lubricante y le dije: -Cállate zorrita! y enséñame el coño Sin mediar palabra suspiro, se subió la falda y alzo las rodillas al pecho exponiendo sus dos agujeritos. con una mano agarro su tanga de algodón y marca buena y las echo a un lado mostrando su anito, que antes era rosado y pequeñito y que convertí en algo oscurecido, abultado y de mayor tamaño, y su rajita que por la pose se empezó a abrir poco a poco para mostrar sus pequeños labios internos que en otra postura serian imperceptibles, coronados por un capuchón litoral decorado con un pirsin conmemorativo de una sesión altamente dolorosa y sangrienta -Si quieres follar solo tienes que decírmelo, que para eso somos novios y podría ser un mal momento -Se que no es un mal momento- le dije mientras le lanzaba el lubricante y me quitaba la ropa – ¿Podría haberme bajado la regla hoy- dijo mientras atrapo el lubricante, lo miro, apoyo sus tobillos en la cama y me miro- Quieres por el culo? deja que me prepare y me limpie por dentro, no me gustaría que pasase algún incidente…que ha pasado en el trabajo? si vienes tan directo a sodomizarm… -No ha pasado nada- dije mientras iba hacia ella y le quitaba el suéter que salió con el sujetador enmarañado dejando caer sus pechos de pezones pequeños y rosaditos- he visto algo que quiero hacerle a tu coño-Le dije mientras le arranque la falda- es algo raro, pero puede ser interesante-le dije mientras le bajaba quitaba el tanga y se lo lance a la cara con fuerza después del impacto Laura cogio su preciada prenda convertida ahora en una bola, sabía que quería preguntar de que se trataba, pero entendió que no era bienvenida a esa fiesta, solo era el chofer que portaba el coñito que se sacrificaría en ese momento, empezó a desanudar el tanga y puso esa cara de tristeza que pone cuando sabe que no soy ese diego sentimental que aparece cuando quiere, que la besa y la acaricia después del sexo, que se comporta como un novio dentro y fuera de casa, el hombre que estoy seguro que quiere que le proponga matrimonio y del que esta tan profundamente enamorada, sino ese otro diego que la pegaba, insultaba y violaba durante horas, que la humilla públicamente, que la hace bailar y limpiar la casa desnuda para entretenerse, que la obliga a tragarse el semen aunque ella lo deteste y la den ganas de vomitar, que a media noche la despierta de un pollazo, penetrándola de golpe, el que prescinde de lubricante y «se equivoca» de agujero siempre. pellizqué ambos lados de su coño y lo abrí lo máximo posible, eso la hizo sobresaltarse y cambiar la mirada de pena a extrañeza. al abrirse el coño sus labios vaginales expusieron su interior rosado y ligeramente humedecido para empezar a cerrarse poco a poco, los agarre también y los separe con aun más fuerza estirando los labios hasta que se pusieron blancos y el capuchón del clítoris expuso su botoncito, más abajo el pequeñísimo orificio que iba a ser perforado esa tarde se contraía como si supiese que le tocaba y por debajo y ahora gran agujero con múltiples pliegues restos de lo que fue su himen que era la entrada a su vagina. Ella grito: -Cariño por favor, con cuidado… -Cállate o te pongo la mordaza y te ato nena- le dije para rebajar un poco la agresividad mientras con el pulgar acariciaba su clítoris pulsando encima del piercing- sí, va a ser divertido, algo complicado pero divertido- y le di un lametón cargado de saliva -Complicado? -dijo mientras gemía por ese lametón- quieres que me ponga en otra postura, ¿Quieres follarme por delante un poquito antes de darme por el culito? ven, deja que te la chupe bien -En su momento-dije mientras me separaba de ella-pero, por desgracia, necesitas algo de preparación, empieza a masturbarte puta Dicho eso le solté un fuerte bofetón a su coño, tan fuerte que lo dejaría colorado para toda la tarde y me haría sentir su piercing en la mano durante un rato, ella grito, pero obedeció, ignorando el dolor sonreía mientras se mordía el labio inferior y gemía mirándome a los ojos, una actuación perfecta que sabía que me gustaba. salí de la habitación mientras ella reía y frotaba frenéticamente su dolorido clítoris. Entre en el despacho y cogí un boli fino, uno un poco más grande, uno con textura de bolitas que lo hacía más ergonómico y un rotulador de pizarra gordo, antes de irme cogí la cinta americana y al voltearme mi miembro golpeo con la silla, estaba tan concentrado que ni me había dado cuenta de que mis 19cm estaban ya listos para enterrarse en ella. Al llegar a la habitación Laura gimió y se separó los labios del coño diciendo «Ven papi, clávala aquí que ya está lista…» pero cuando vio lo que tenía en las manos volvió su cara de duda. cogí las almohadas que se había puesto en la cabeza y debajo del trasero que facilitaban la penetración y las eche al suelo donde me arrodillaría, y le dije que se acerca al borde. Ella lo hizo con dudas y puso su culo justo en el borde. -Que vamos a hacer? ¿para qué has traído eso? -Hoy vas a dejar de ser virgen Laura, que ya tienes una edad… -Sabes de sobra que ya no lo soy, tu polla ha profanado todos mis agujeros -No todos-Corte un tozo de cinta, se lo pegue al labio menor izquierdo y lo fije con fuerza al muslo para que dejase bien abierta la vagina e hice lo mismo con el izquierdo -Diego…-dijo ella mientras cambio su rostro de nuevo al rostro del miedo, sabía dónde iban a ir esos lapiceros-…por favor cariño…no prefieres hacer otra cosa…sabes que esto no me llama tanto, ¿no prefieres correrte dentro de mi como siempre? es que va a doler… y no quiero tener que usar pañales después -Tranquila que me correré dentro, y no te preocupes, solo respira y pásame el puto lubricante Ella dudo, ladeo la cabeza y me dio el lubricante. Como veis no lucho, ni discutió ni intento oponerse, simplemente se resignó y se tumbó en la cama, se abrió de piernas como en el ginecólogo y suspiro haciendo que su ano y vagina se contraesen. en esa postura tenia a escasos centímetros un coñito rosado abierto y pulsante, pegado a un trozo de carne inmóvil con forma de mujer. Eche una gran cantidad de lubricante en ese coño y empecé a masajearlo para que todo el lubricante pringase la zona. tome el primero y más fino de los bolígrafos, lo unte en lubricante y lo empuje contra la pequeñísima uretra… ella se contrajo apretó los dientes y juicio de dolor, agarro los lados de la cama e intento relajar la zona. yo por mi lado, al ver que no entraba, le quité la tapa al boli y de nuevo apreté el pequeño orificio pintando de azul uno de sus bordes, con la punta hacia adelante… el objeto extraño invadió su orificio y ella grito de dolor -AAAH!!! PARA PARA… JODER CON CUIDAD…AAAhh- dijo mientras casi un centímetro del boli se metía por ese virginal conducto a su otro «útero» la vejiga Pare la presión, empecé a mover poco a poco sin sacarlo mientras ella lloriqueaba, en cuanto empezó a tranquilizarse se lo saque y lo volví a metérselo esta vez más lentamente hasta que se acostumbró y como soy un caballero lo empecé a sacar y meter para a ella le llegasen las sensaciones más agradables, cuando sus quejidos pasaron a ser gemidos volví a presionar y enterré el bolígrafo un centímetro más y volvió a quejarse, repetí lo mismo hasta que al final pude meterle casi cuatro centimetros de bolígrafo en su uretra… Laura sudaba y lloraba a moco tendido y cuando me veía que la miraba solo sonreía para disimular, sabía que algo disfrutaria pero es como sus otras primeras veces, mucho llanto hasta que llega el orgasmo y empieza a disfrutar. En el próximo intento,la resistencia se eliminó de golpe y en un segundo y tenía más de seis centímetros bien metidos. Ambos nos sorprendimos, pero lo habíamos logrado, la punta del bolígrafo estaba en su vejiga, sin llegar a sacarlo la penetre con el bolígrafo durante un rato y ella dejo de llorar y empezó a disfrutar, hasta que el pequeño agujero dejar de ofrecer resistencia y se lo saque…acompañado de una lluvia de orines que me salpico directamente dejando la cama y las almohadas llenas de su cálido meado pero el futuro depósito de semen completamente vacio… -mffff… estaba claro… lo siento cariño no pude controlarlo…-Dijo ella con cara de vergüenza pero sin ninguna intención de cortar el chorro que abandonaba su cuerpo puesto que eso calmaba un poco la creciente irritación del conducto urinario- Piensa que es un símbolo, en mi coño fue el himen que rompiste, y aquí es ese pis que se me ha escapado…genial, ya no soy virgen, soy tu putita sin nada sagrado…por qué por el oído sí que no… si ya hemos acabado…follamos? llevas un rato con el pene erecto, deja que te haga correrte, donde quieres, en mis tetas?…en el coñito? dentro del culito? en la boquita -No hemos acabado, tu agujerito sigue siendo virgen, es como cuando te tocabas antes de conocerme-dije mientras cogía el segundo bolígrafo que era algo más ancho que el anterior se lo enseñaba y lo empezaba a lubricar- y no te preocupes que correrme me vas a hacer correrme ella volvió a caer a la cama mientras suspiraba completamente humillada y derrotada y entrelazaba los dedos de ambas manos sobre el vientre…y empezamos de nuevo, cuando ese bolígrafo ya entraba y salía sin problema le di el otro bolígrafo con textura para que se lo metiese ella sola, lo hizo mientras yo la comía las tetas y le metía los dedos en la vagina y ya empecé a ver muecas de placer en su rostro. cuando termino con él boligrsfo y se lo saco y ya vi que el agujero de uretra, todo rojo, hinchado y con marcas de pintura, ya tenía un tamaño interesante así que tome el rotulador y con algo de fuerza bruta lo conseguí meter de un solo golpe… el objetivo ya estaba cumplido…el rotulador era casi tan grande como mi dedo, así que me tumbe junto a ella, le mordí un pezón ya endurecido y la bese con pasión. y cuando ella metía su lengua en mi boca le metí el dedo índice hasta el fondo de su uretra. Ella se sobre salto…pero solamente siguió besándome con un dedo dentro ya sabemos todos como continua. al igual que cuando lo haces con una menor o desvirgas un culito, el dedo es clave para relajar y dilatar la zona. Mi dedo ya entraba y salía sin dificultad mientras ella gemía del placer que le estaba dando, cambié de dedo y los fui turnando hasta que pude meter los dos en su entradita, aunque no más de medio centímetro Me separe de ella y la mire a los ojos, seguía sudada, pero sin rastro de láminas, le costaba respirar del placer y estaba completamente roja. le dije «hora de lubricar» y me puse en pose del 69, ella empezó a chupar de forma frenética mi polla… seguramente sabía que si me corría ahora lo mismo no intentaría penetrarla por ahí como ella sabía que quería hacer. La dejé creerse eso mientras que, por un lado, hacia fuerza para entrar en su garganta, por otro lado, lamia y estiraba el ya maltrecho agujero, cuando note que la baba ya había lubricado mi polla tome un sorbo de lubricante y lo escupí dentro de su vejiga usando su uretra a modo de pajita, al ver que la mayoría entro y empezó a rezumar salte la cama y me puse en posición -Espera no, por favor…-me dijo ella con cara de miedo nuevamente -tranquila y relájate -le dije mientras ponía más lubricante en mi polla -No…-dijo y se tapó con las manos la vagina- métela en el culo si quieres, sin dilatarlo antes como te gustaba -aparta! -me impuse mientras le agarré las muñecas y las quitaba del medio -NO-grito ella intentando imponerse y se volvió a agarrar el coño y cerro las piernas haciendo que la cinta americana se despegase -Que te abras el coño puta-la grite mientras separaba con fuerza nuevamente las piernas- mira lo que has hecho, se han despegado, usa las putas manos y abre bien -No diego, no- dijo enfadada- me duele y escuece horrores, además que apenas has podido meter los dedos, no vas a poder meter la polla ni de coña. ¡La miré a los ojos seriamente y le dije con rostro serio- QUE…TE…ABRAS…EL COÑO! Ella lloriqueo, separo las piernas y se separó los labios mostrando el agujero que, en lugar de estar colorado por el estrés, ya estaba completamente rojo e irritado. Con orgullo triunfal, sonreí, la bese y apunte mi polla contra ese agujero. no lo negare, me fue imposible, cuando creía que estaba bien posicionado terminaba resbalando, cuando estaba en el sitio terminaba chocando con su piercing, cuando no, el pene terminaba penetrando su coño para su deleite… Al final fue ella la que lo hizo, con una de mis manos en la base de mi pene, una de las suyas en la cabeza y la otra tapando la entrada de su vagina, sentí como la punta del pene ya no se iba para ningún lado, poco a poco empecé a sentir la inmensa presión y calor de una penetración. Laura intentaba aguantar un grito que se le escapaba poco a poco, con las venas bien marcadas en el cuello se puso tensa, su color de rojo había pasado casi a un morado, los ojos llenos de lágrimas y la mirada calvada en el cabecero evitando mirarme. De repente noto la presión abraza más superficie de mi glande y como Laura soltó mi pene y puso ambas manos en mis cinturas. Eso, junto a que dejo de controlar el grito soltándolo a pleno pulmón, me decía «amor, este es mi cuerpo, pero viólalo como quieras, ya está listo» así que lo hice, me solté el miembro el cual ya no se escapaba de su prisión, me apoye en la cama y solo con mi peso me deje caer enterrando centímetro a centímetro mi herramienta. ella volvió a gritar aún más fuerte (suerte que vivimos en chalet sin vecinos cotillas) y lo sentí, pasé la uretra que apretaba como un anillo sexual y enterré mi glande en su vejiga golpeando la pared carnosa del fondo, Ella desfalleció, creo que perdió la conciencia durante casi medio minuto, al volver empezó a llorar desconsoladamente, después me miro y «sonrió», nos besamos, se acomodó y empezó a palpar su maltrecha vagina -No parecía posible- dijo con una pequeña risa que parecía un llanto -Ya has visto que lo era, estas lista? -dale Dicho y hecho, empecé con el mete saca, intentaba enterarle lo máximo posible, pero no era posible hacerlo más. Laura siempre fue muy estrecha en todos sus agujeros, como he dicho su físico es casi el de una chica de 15-16 años, pero en comparación, sus agujeros son más parecidos a los de una niña de 7-10 años… aun así, esto no tenía ni punto de comparación, en mi vida había penetrado algo tan apretado y pequeño. ella había empezado a frotarse el clítoris de forma frenética, sus contracciones estrangulaban mi verga, entre eso y la fricción de su interior… me hizo perder la cabeza Ya no era Laura, ni un pedazo de carne, era un agujero de placer y como tal lo folle con furia y saña, no sé si Laura me pidió que parase, o si intento librarse de mí, lo que sé es que empecé a follarla más rápida y duramente, mi pene no entraba del todo, pero parecía que sí, poco a poco empecé a llegar al clímax. ya ni me acordaba de que llevaba bastante tiempo sin correrme, aunque Laura se preocupase diariamente de intentar sacarme la leche llevaba varios días sin correrme para un experimento, le había hecho el vacío sexual a Laura durante casi dos semanas y guardado la semilla para inyectársela directamente en el útero a Claudia, su mejor amiga y compañera de trabajo, tenía planificado que ella fuese acompañando a su jefe a un congreso donde yo tendría la coartada de muchos de mis amigos policías, en ese congreso encima coincidiría con su periodo más fértil (esta sincronizada con Laura) tenía planificado violarla en su habitación durante horas y asegurarme de dejarla bien preñada para que diese a luz al hijo que Laura quiere tener pero sin joder el cuerpo de mi juguete sexual preferido, si queréis os cuento que paso al final…pero lo tendría que dejar para otro momento porque en este momento, entre envestidas, con un calor horrible, y los gritos de mi mujer de fondo. lo sentí. mi polla se hincho, Laura volvió a sostener un largo grito y yo, más feliz que nadie, sentí como una espesa carga semen, llena de millones de espermatozoides furiosos violar óvulos, era expulsada desde mis huevos directamente al fondo de su útero-vejiga. La carga era espesa y abundante, fueron como cuatro o cinco disparos acompañados de las embestidas más profundas que le había dado a este nuevo orificio del placer, su interior se volvió sustancia mente más húmedo y seguí con un folleteo rápido mientras se me bajaba la erección. cogí el móvil del suelo y empecé a grabar en 4k full hd a la máxima resolución posible, grabe la cara de Laura que miraba a la cámara llorando y haciendo pucheros, grabe sus pezones que estaban endurecidos y rojos, llenos de marcas de mordidas que les había hecho pero ni recordaba hacerlo, baje a sus costillas, su abdomen definido, su ombligo, su monte de venus tan pelado como el día en el que salió de la vagina de su madre gracias al laser y ahí estaba, su clítoris sobresaliendo hinchado y debajo mi miembro insertado casi en su totalidad. No se veía bien, pero empecé a sacarlo poco a poco, le dije que hiciera fuerza para que cerrase la entrada a mi salida, poco a poco salí de ella y cuando llego el glande su cuerpo lo expulso mientras Laura hacia fuerza para cerrar la entrada. volvió a quejarse del dolor y del escozor. rápidamente le puse la polla en la cara para que terminase de chuparla, fui a por un vaso de cristal de la mesilla y volví a su coño, ella se estaba tapando la entrada con un dedo con gestos de estar incomoda, puse el borde del vaso justo debajo del dedo, lo aparte dejando ver la entrada a la uretra completamente destruida y de dije «empuja cariño, mi niña bonita, empújalo cielo, te amo». Ella sonrió, cambio su cara a la de poner esfuerzo y empezó a empujar, no salió más que un líquido rojizo, posiblemente lubricante del conducto con su sangre, pero nada del preciado contenido de su vejiga, solo se hincharon sus paredes vaginales y el ano. Estuvo haciendo esfuerzos un rato, y solo salían algunas gotas más de sangre que caían al vaso, yo mientras le besaba y la decía las cosas bonitas que tanto le gustaban, fue tal su emoción de sentirse tan querida que ella cogió el vaso, lo miro diciendo “hay sangre, ahora sí que no soy virgen, pero ahí no había un puto himen que romper”, se puso de cuclillas en la cama y, tras relajarse un poco, suspiro y lo vi. la destruida uretra se abrió de nuevo, se expuso un poco más y empezaron a gotear una espesa mezcla de semen, algo de sangre supongo que algo de pis, estuvo así un rato largo, soltando y contrayendo, hasta que en la última solo cayeron unas gotitas amarillas… toda la corrida estaba en el fondo del vaso, era mucho más abundante que de costumbre, ella me dio el baso, se tumbó en la cama y con un pañuelo de la mesilla empezó a limpiarse. Me tumbe junto a ella con el tibio tesoro en la mano y sin mirarme empezó a comprobar los desperfectos de su cuerpo, su pelo enmarañado, sus pezones devorados, los arañazos y bofetones y dijo -Me ha dolido, capullo…Te dije que pararas y no lo hiciste…solo necesitaba un momento…si hubieses ido un poco más despacio…eres un gilipollas….que será lo próximo?, eh?, imbécil? mi nariz? me intentaras follar el oído y dejarme sorda? que te jodan…,,,,….¿Por qué no dices nada?…mira hasta sale sangre, me has jodido, ahora a usar pañales cretino…-levanto su vista de su coño y miro el vaso – y que haces aun con eso, tíralo…un día de estos te dejo…..Que coño te pasa? no dices nada? -Bébetelo-le dije con una sonrisa -No -Bébetelo amor, por favor Me miro mal, luego con odio, con ternura y con cariño, cogió el vaso, y se metió casi todo su contenido en la boca dejándola con los carrillos llenos, me miro a los ojos, y con gran esfuerzo y soportando es asco, vi como en tres pequeños tragos deposito mi corrida en su estómago, tosió, le dieron arcadas y espasmos, pero volvió a apurar el contenido del vaso y lo deposito vacío con fuerza en la mesilla, un trago más y suspiro -Ya! la corrida está dentro, capullo -como sabes lo que me gusta mi tesoro -pero si estaba dentro desde el principio, me has hecho sacarla con lo que me escuece el toto -pero no estaba en un buen sitio, tiene una función que cumplir, en tu estomago son nutrientes, en tu coñito será el futuro hijo que tendremos cuando esté listo, y en tu culito lo absorbes como nutrientes o lubricante para cuando cagues -si claro, si nunca te corres dentro cuando tienes sospechas de que me puedo quedar embarazada…en fin…estas contento? -Mas de lo que ha estada nadie nunca Después de una larga conversación en la que la volví a enamorar, volvimos a tener sexo, esta vez vaginal en el que me aseguré que llegase a los orgasmos más potentes que podía tener. De esa tarde sacamos varias cosas, conversaciones al día siguiente en el que le dolía y escocia al orinar, dudas al ver sangre en su tanguita y miedo por tener que ir al hospital, al final todo se solucionó, su coño volvió a la normalidad y de vez en cuando vemos el video diciendo «cariño, ahí sí que dejaste de ser virgen, eres la putita más hermosa». reservamos ese agujerito para eventos especiales, pero como he dicho, es mi nuevo lugar favorito de su cuerpo. Solo se lo tengo que pedir, y ella ya prepara sola, se ha comprado varillas y demás para hacerlo mas seguro, para nosotros, que le pida la uretra, es como para otros pedir el culo, al final, una buena chica ha de dárselo a su hombre
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