Por José cualquier cosa
Disfruto mucho la compañía y la verga de José, soy adicto a complacerlo.
Cada vez que estoy solo. Pienso en José, su cuerpo, su verga y siento un gran deseo de complacerlo, después de nuestros primeros encuentros yo me vuelvo más su puta, crece en mí un deseo de satisfacerlo increíblemente.
José me invitó a su casa a que pasara la noche con él, yo sabía que esto significaría que podría cogerme muchas veces esa noche. Yo ya tenía una colección de ropita que ellos me habían regalado y que había robado de sus hermanas.
Me preparé bien en mi casa, me lave bien mi culito y lo dejé bien limpio, tenía los huevitos bien rasurados para que mi hombre me diera bien rico.
Cuando llegue a su casa no había nadie, estábamos solo él y yo, al saberlo me emocioné demasiado. Le dije que iría a prepararme como a él le gusta. El se puso a jugar videojuegos y yo me fui a arreglar al cuarto de su hermana. Me puse un brasier muy lindo que me encantaba una blusa pequeña, una tanga que hacía que mi culito se me levantaba y una mini falda, me vi en el espejo y me encantaba, encontré una peluca dorada y me la puse también, cuando me vi en el espejo me veía espectacular, sabía que le encantaría a mi José.
Me fui al cuarto y le pedí que continuara jugando, me puse de rodillas frente a él, comencé a acariciarlo y pude sentir como se iba haciendo más grande cada vez, él me veía de reojo pero yo disfrutaba mucho acariciarlo. Tome su pantalón corto y se lo bajé, quedó en boxer y comencé a olerlo y a besarle su bulto que era mi droga, tenía su pene bien parado y ya se le notaba demasiado en su bóxer que apenas si podría estar adentro, le saqué su verga y se veía deliciosa, lo tome en mi mano y comencé a besarlo y a metérmela en mi boca, poco a poco iba más profundo en mi, José me tomó de la cabeza y comenzó a cogerme a un buen ritmo, yo estaba completamente perdido en lo que me estaba haciendo y seguí así hasta que pude sentir su leche en mi garganta, fueron unos buenos 3 chorros deliciosos.
Se levantó y fue al baño, yo me puse en 4 en su cama con el culito bien parádito viendo hacia la puerta donde él saldría, tenía la tanda bien metida en mi culito y la minifalda a penas si tapaba mi culito.
Cuando salió del baño escuché que dijo, qué rica vista ese culito será mío y solo mio, llego me comenzó a nalguear era rico y de pronto sentí como metió su cara en mi culito, yo me perdía por completo y me encantaba lo que estaba haciendo, subió la falda, hizo a un lado la tanguita y comenzó a meterme sus dedos, junto con el respectivo lubricante que usábamos cada vez que me hacía suyo.
Yo gemia y como en la casa estábamos solos, realmente podría ser la puta que a él le gustaba que yo fuera, sentí cuando se puso de pie cerca de mí culito y sentí como jugaba con su verga al rededor de mi ano, yo se lo tome con la mano y lo fui guiando para adentro mío, él iba cada vez más adentro hasta que topó y comenzó a embestirme delicioso. Como mi culito ya amaba su verga era bien fácil para él abrirse camino.
Me encantaba escuchar su respiración. Le dije José quiero probar algo nuevo, te animas? Me dijo que si. Yo le pedí que se acostara en la cama, le lamí bien su hermosa verga y me puse en lo que ahora conozco como reverse cowboy (en esa época no sabía que así se llamaba) me fui metiendo su verga en mi anito y a él le encantaba como se me veía el culo, yo sabía que no mucho le gustaba verme o sentir mi verga por eso quise probar esa posición, comencé a moverme y a él le gustaba, luego me hice para atrás y sus manos comenzaron a jugar con mi blusita, me la desabrochó y tocaba mis pechos en ese brasier, mis pesones estaban durísimos y yo cabalgaba más fuerte y más profundo, me dijo quiero llenarte toda, y me comencé a moverme más rápido hasta que sentí como se vaciaba dentro de mi, me encantó sentir su leche dentro de mí hasta que sentí agito por completo.
A él le gustaba que lo dejara bien limpio, así que se la chupe hasta que le saqué toda su leche.
Al terminar le dije que estaba listo para dormír. Y como ya saben dormimos de cucharita pero me pidió que me dejara la peluca, el brasier y la tanga. Me encantó sentirlo así.
Cada vez que me coge me vuelvo más su esclavo sexual y haría lo que me pediría con tal de complacerlo y tener su verga a mi disposición.
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