Por una apuesta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por THX.
Bueno, esto comenzó hace 2 años, cuando tenía 17. Un día, un compañero de escuela llamado Hugo, alto (1.82), moreno claro, delgado y atlético, cabello negro, y con hermosos pies, yo siempre había deseado tener contacto con sus pies, y así fue
cuando el me propuso una apuesta, ya que él apoya al América, y yo a las Chivas, se le ocurrió una macabra apuesta; consistía en esto: El que perdiera tendría que ser el esclavo del otro por un mes, más concretamente, el perdedor debía hacer la tarea del ganador por un mes además de todas sus obligaciones de la escuela, aunque eso implicara ir a su casa todos los días a hacer los deberes.
Y bueno, pasó el partido, y que pierdo la apuesta, por lo cual como hombre de palabra que soy tuve que cumplir. Al día siguiente fui a su casa a eso de las 11 de la mañana, el ya me estaba esperando con muchas tareas por hacer. Llegue y toqué el timbre, él no tardó en abrir, en cuanto me vio una sonrisa se dibujó en su rostro, yo me quedó perplejo, ya que no traía camisa, únicamente un short, y claro, me embobé viendo su cuerpo. Entonces me sacó de mi ensoñación y me dijo:
Hugo: Qué esperas? , entra de una vez esclavo!!
Eso me descolocó un poco, ya que no me esperaba que comenzara con un trato así. Yo le seguí y pasamos a la sala, ni siquiera me ofreció agua ni nada, me dijo detente, me detuve, él se sentó en el sofá principal, y subió sus pies a un pequeño banco, a lo que me dijo:
Hugo: Acércate, lo primero que vas a hacer será tu iniciación.
Y yo respondí:
Yo: A qué te refieres con iniciación?
Hugo: Bueno, pongamos las reglas, en primer lugar, tú y yo no somos iguales, desde ahora me llamarás Amo, ya que ahora eres mi esclavo, y yo soy tu dueño, así que yo te llamaré como se me antoje, está claro?
Yo: Sí Amo!, respondí firmemente. Yo me había calentado por esa dominación, estaba emocionado, al fin cumpliría mi fantasía.
Hugo: Muy bien, vas aprendiendo.
Hugo: Bueno, ahora sí, empecemos, quiero que te arrodilles ante mí, y quiero que me quites los tenis y las calcetas porque tendrás que besarme y lamerme mis pies como muestra de devoción hacia mí. Además, quiero que me des un masaje, porque vengo del GYM y estoy cansado. Después te explicaré que sigue.
Yo: Entendido Amo. Entonces me arrodillé como me lo había pedido, le saqué los tenis y las medias, y sin pensarlo 2 veces le besé los pies, comencé a lamerlos, los saboreaba, metía su dedo gordo en mi boca, metía mi lengua entre sus dedos, era una cosa exquisita, aún había rastros de sus sudor por haber estado haciendo ejercicio, tenían un olor y un sabor riquísimo, más de lo que había imaginado, seguí mi tarea con fervor ya que no recibía ninguna orden de mi Amo, hasta que después de 15 minutos, me ordenó que me detuviera.
Hugo: Alto, detente gato!! Ordenó con voz autoritaria. Yo me detuve, no me atreví a mirarlo a los ojos, sólo seguí postrado a sus pies.
Hugo: Bien, me ha gustado mucho. Ahora viene tu prueba de fuego, aquí me demostrarás que eres digno de ser mi esclavo.
Yo: Haré lo que usted ordene Amo. Le respondí humildemente, y le besé los pies en muestra de respeto.
Hugo: Estupendo, ahora vas a tener que mamarme la verga, así me demostrarás si eres útil.
Yo: Es en serio?
Hugo: Sí, ahora que soy tu Amo debes obedecerme en todo, debes cumplir todos mis caprichos. Crees que no lo sé, crees que no he visto cómo me miras, crees que no he visto cómo miras mies pies siempre que uso sandalias, sé que deseas mis pies, se que tu fantasía es esta, así que ahora tendrás que hacer lo que yo quiera.
Me quedé estupefacto, nunca creí que él se daría cuenta de mis actitudes, nunca creí que lo notaría, pero ahora no tenía caso ocultarlo, así que dije:
Yo: No sabía que ya me había descubierto, Amo. Gracias por la oportunidad que me da de cumplir mis sueños.
Hugo: Ya, ya, menos palabrería, a mamar, gato. Entonces se bajó el cierre y se sacó su pene. Yo me intimidé un poco, incluso retrocedí, pues vi salir una gran bestia de 17 cm de su short. Me recuperé, y sin darle más vueltas al asunto, me la metí en la boca, y se la empecé a mamar suave y lentamente. Yo obviamente no tengo experiencia, así que lo hacía como podía, pero entonces el me marcó el ritmo, puso su mano en mi nuca y me empujó para que me la comiera toda, entonces yo me atraganté, quería liberarme, pero el me presionaba con fuerza. Entonces gimió de placer:
Hugo: Oh, oh, oh, sí, sigue así, dale más, vamos, oh, oh, trágatela toda GATO!!!
Yo seguí mamando al ritmo que me marcó, me empujaba, y yo lamía y lamía, entonces subí un poco y le chupé el glande, entonces el se estremeció, me tomó de la nuca y me empujó de nuevo, hasta que no aguantó más y terminó corriéndose en mi boca. Sentía como su pene se contraía, y de inmediato sentí un chorro de líquido espeso y caliente llegar hasta mi garganta. Entonces el salió de mi boca, y me dijo:
Hugo: Anda gatete, ahí tienes tu leche, trágatela toda, no desperdicies ni un gota de mi leche, y así obedientemente me tragué todo su semen. Cosa que disfruté, en verdad tenía un sabor agradable. Y era una cantidad considerable.
Hugo: No me la había jalado en 1 semana, por eso ya necesitaba descargarme. Ahora que lo veo, que te la mamen es más rico que jalársela uno mismo. Bueno gato, me has dado mucho placer, y parece que a ti también te ha gustado la experiencia, así que a partir de hoy, eres oficialmente mi esclavo, de aquí a que salgamos de la escuela.
Yo acepté gustoso. Todos los días después del colegio nos íbamos juntos a su casa. Y yo ya tenía en mente lo que debía hacer, todos los días hacía esto:
1 Llegamos, le beso los pies, se los lamo, le doy un masaje.
2 Lunes y Viernes, tengo que mamársela, a veces en la tarde, o en ocasiones en la noche, el horario depende de si están sus papás o no.
3 Hago todas sus tareas de la escuela
4 Le sirvo de comer y beber, y lo atiendo en cualquier capricho que se le ocurra.
Y así fue hasta que terminamos la escuela, fui su esclavo por casi 1 año, y la verdad, no me arrepiento, fue una experiencia maravillosa, actualmente tenemos 19 años, y cada quien tomo su camino en la vida.
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