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Dominación Hombres, Gays

Prefiero la verga de un macho dentro de mis nalgas, que tener mi verga dentro del coño de una puta.

Un tipo se da cuenta de que cuando se emborracha fácilmente le comen el culo, trata de dejar de beber, y finalmente lo llega hacer, pero sigue dejando que le den por el culo..
Cuando a mis 18 años, comencé a salir de noche, y a beber con alguno de mis más allegados conocidos, fue cuando comencé a tener problemas con la bebida, ya que en una de esas salidas bebí tanto que en medio de la gran borrachera que tenía, varios de ellos me comenzaron agarrar las nalgas, y yo en lugar de molestarme, lo tomé a broma.
De dejarme agarrarme las nalgas, cuando me pidieron que me quitase la ropa, y les mostrase mis paradas nalgas, lo que yo en medio de la gran borrachera que tenía hice, muerto de la risa, como si eso fuera una gran gracia.
Lo siguiente que sucedió esa noche fue que, no sé cómo entre ellos, me convencieron fácilmente de que me dejase dar por el culo, sino que también me pusieron a mamar sus vergas, desde esa noche cada vez que comenzaba a beber, no terminaba, hasta perder el sentido, y no es que mis amigos esperasen a que yo me quedara dormido, para darme por el culo.
Ya que no les hacía falta esperar, ya que a medida que yo continuaba bebiendo, me iba poniendo gracioso, y sin vergüenza alguna les agarraba sus vergas, por encima de sus pantalones, y cuando estaba bien borracho, era yo quien me bajaba los pantalones, y les mostraba mis nalgas, y no me quedaba tranquilo hasta que alguno de ellos, me clavaba su verga, o me pusiera a mamar.
Claro que, al siguiente día, decía que no me acordaba de nada de lo sucedido, y cuando alguno me contaba lo que yo había hecho, hasta me ponía a pelear, negando en todo momento que eso fuera cierto, y que en el presunto caso de eso haberme pasado, fue que se aprovecharon de que yo había perdido el sentido, por lo borracho que estaba, además decía que estando borracho no vale que, por eso yo, no era maricón.
Para no tener más problema, deje de beber, por lo menos con mis amigos, me las arreglaba para ir a algún otro lugar, fuera de la ciudad a beber, y aunque lo hice a manera de experimento, pensando que, si me encontraba solo, no bebería tanto.
Pero como dice el dicho. “Peor fue el remedio que la enfermedad.” Ya que la primera vez que me emborraché estando solo, fui a un retirado, y pequeño bar, comencé a beber, y a poner canciones en la Rockola.
Al poco rato invité unos cuantos tragos, y finalmente, en lugar de dejar que uno me diera por el culo, terminé dejando que tres, o cuatro completos desconocidos, me dieran por el culo, y me pusieran a mamar sus vergas.
Todo eso pasó después de que, a eso de las doce de la noche, cerraron las puertas del bar, yo me puse apostar que conocía todas las canciones, y que si perdía me iba a ir quitando toda la ropa, y desde luego que perdí.
Luego después de que me quedé completamente desnudo, aposté que haría lo que ellos quisieran si llegaba a fallar el título de alguna de las canciones, evidentemente perdí, y terminé dejando que aquellos tipos, he incluso el encargado del bar me dieran por el culo, y me pusieran a mamar sus vergas.
Por lo que esa noche hasta al encargado del bar le mame la verga, mientras que los otros tipos me daban salvajemente por el culo.
Claro que, al siguiente día, me despertaba con ese fuerte complejo de culpa, negando a mí mismo ser el responsable de que todo eso pasara, y así como en esa ocasión, me volvió a suceder, en un sin número de veces en innumerables ocasiones.
Pero con el tiempo nuevamente trataba de no salir a beber, en ocasiones hasta podía estar un par de semana, sin tomar una sola gota de alcohol.
Pero eventualmente volvía a salir, y tras darme unos cuantos tragos, o varias cervezas, terminaba dándole el culo a quien me lo pidiera.
Eso sin contar el feo espectáculo que montaba, en una ocasión, en el bar en el que me encontraba nadie me hacía caso, por lo que me puse a llorar, diciendo. “Que nadie me comprendía.” hasta que apareció un tipo, y me dijo que lo acompañase hasta su casa para seguir bebiendo.
Yo lo acompañé, y terminé en lo resultó ser un hogar para pacientes mentales, en el que después de que él, me invitase unos cuantos tragos, me convenció fácilmente que me quitase la ropa, para luego que me vistiera de mujer, sino que además de eso, actuase como una, cosa que hasta esos momentos jamás había hecho, y en medio de mi borrachera, lo hice de lo más contento.
Esa noche, o mejor dicho durante toda esa madrugada, él comenzó a besarme y acariciarme, hasta que sin que me lo pidiera le ofrecí mis nalgas, y después de que me penetró, aparecieron unos tipos, que resultaron ser pacientes que se encontraban recluidos en esa casa, perdí la cuenta del número de hombres que me dieron por el culo, y me pusieron a mamar su verga, en esa ocasión.
Todos ellos eran pacientes mentales, retardados, locos, en fin, cuando me desperté, tenía una peluca rubia, un liguero, y un sostén, toda mi cara pintoreteada con maquillaje, y mi culo bien adolorido, cuando hablé con el tipo que me llevó a ese lugar, me dijo que yo mismo le había ofrecido mis servicios, para calmar a los internos.
Lo que realmente no era cierto, pero con el cuento de que yo no me acordaba de lo que había pasado, me tuve que quedar callado, y tras darme un baño, y vestirme, me fui para mi casa.
La cosa es que, en ocasiones posteriores, estando bien borracho, regresaba a ese mismo lugar, y no hacía falta que me dijeran nada, en medio de mi borrachera, me desvestía, me ponía las prendas de mujer, y tras darme otro buen trago, bajo la supervisión del encargado, iba visitando uno, a uno a todos los pacientes en ese hogar, los que bien contentos me daban por el culo, o me ponían a mamar sus vergas.
Ya había llegado a un punto, en que bueno y sano, me cuestionaba como era posible que llegase a caer tan bajo, para colmo, en una clase de la universidad, un profesor estuvo hablando de los efectos del alcohol en el cerebro.
Yo quería hacer una pregunta, sobre cómo algunos tipos cuando beben, hacen cosas que buenos, y sanos jamás harían, pero por miedo que pensaran que eso me pasaba a mí, me quedé callado.
Pero una compañera de clase, hizo más o menos la misma pregunta, en su respuesta el profesor, puso el dedo en la llaga, diciendo hay hombres, y desde luego también hay mujeres, que cuando beben, dicen que pierden la cabeza que hacen cosas que después no se acuerdan de haberlas hecho.
Como los que después de que se emborrachan, les da por querer que les sodomicen, en otras palabras, para quienes no entiendan, eso significa que le den por el culo.
Yo me quedé frio, esperando su respuesta, y el profe continuó diciendo, nada de eso sucedería si en el fondo, realmente esa persona, no disfrutase intensamente de eso.
El que, estando borracho, mantiene relaciones homosexuales, eventualmente es muy probable que lo haga bueno, y sano, la diferencia es que, al beber, su nivel de inhibición, se reduce drásticamente, lo que le permita actuar como realmente quiere.
Sus palabras me dejaron sumamente confundido, yo como que ya había aceptado que beber, me hacía daño, por las consecuencias de terminar dejando que cualquier hombre me diera por el culo, ponerme a mamar, y hasta vestirme de mujer.
Pero eso de que, en el fondo, era algo que yo desear hacer, o que me hicieran, no lo quería aceptar, ya que aceptar eso significaba que yo en realidad era maricón, y pensaba yo que no lo era, que todo era consecuencia de la bebida.
Dejé de beber, y en lugar de eso me puse hacer ejercicios, estando en el gimnasio al que acudía, comencé hacer amistad con uno de los entrenadores, un hombre mayor que yo, que desde un principio entablamos buena amistad.
Una noche al terminar de hacer nuestra rutina, él me invitó a su casa, para mostrarme una máquina que recién, y había adquirido, durante el trayecto, fuimos charlando de cosas sin importancia, pero al llegar a su casa, mientras me mostraba la máquina, me dijo que se había dado cuenta de la manera que yo le miraba su verga, cuando él realizaba los ejercicios.
Aunque al principio no lo quise reconocer, finalmente acepté que era cierto, que no podía dejar de mirar su miembro, aun por encima de la tela de su ropa, y hasta finalmente, me sinceré con él, al contarle todas las locuras que había hecho, cuando me emborrachaba.
Él tomó asiento a mi lado, mientras me hablaba, lenta, y suavemente me fue poniendo una de sus manos encima de mi nuca, luego sin mucho esfuerzo de su parte, yo dejé que sus labios se uniesen a los míos.
En cosa de pocos minutos ambos, nos besábamos, y acariciábamos intensamente, y al poco rato, yo mismo me había quitado toda la ropa, y quedado por completo desnudo entre los brazos del.
Él continúo besándome, y acariciando por todas partes, y sobre el sofá de su sala, yo me recosté boca abajo, y separando mis piernas, esperé deseoso a que me comenzara a penetrar.
Sus dedos comenzaron hacer la delicia en mi esfínter, y a los pocos segundos, comencé a sentir su grueso, y caliente glande que lo atravesaba.
En mi vida estando consiente como en esos momentos, no había disfrutado de algo semejante, aparte de la sensación de paz, y seguridad que me daba el estar entre los brazos, a medida que su verga una, y otra vez penetraba mi culo.
A medida que su miembro me fue penetrando divinamente, yo comencé a mover mis caderas, y a gemir de placer mientras él continuaba enterrándome toda su gruesa verga.
Ya era algo innegable, en encantaba lo que él me estaba haciendo, así estuvimos durante largo rato, cambiamos de posición, quedando yo recostado boca arriba sobre su sofá, mientras me sujetaba por los tobillos, y manteniendo mis piernas bien separadas, sin problema alguno, me volvía a enterrar toda su verga, pero esta vez ante mis ojos.
Hoy en día ocasionalmente él, y yo mantenemos relaciones, y disfruto intensamente el mamar su verga, hoy en día he dejado de beber, o mejor dicho de emborracharme, ahora bueno, y sano, cuando se me presenta la oportunidad, he mantenido encuentro con otros hombres.

21 Lecturas/12 septiembre, 2025/0 Comentarios/por Martehijodejupiter
Etiquetas: alcohol, amigos, baño, culo, mayor, puta, universidad, verga
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