PREPARANDO ESCLAVOS SEXUALES 1
Cómo conseguí trabajo para preparar jovencitos que servirán de esclavos sexuales..
No voy a entrar en detalles sobre como conseguí este trabajo. Solo diré que el haber estudiado enfermería y conocer personas que se mueven en el bajo mundo me ayudó a entrar en esta red. Yo solamente era un empleado. Los requisitos eran sencillos: ser enfermero, no tener absolutamente nada de moral y estar dispuesto a no hablar sobre lo que ocurría en el “trabajo” ya que de lo contraría se podía perder la vida.
Esta gente era realmente peligrosa y sin escrúpulos, pero como mucho, mucho dinero. Así que la paga era excelente y por eso no lo dude cuando la oferta surgió.
Era una red que se dedicaba a la trata de menores de edad como esclavos sexuales. Me impactó la cantidad de personas millonarias y pervertidas que pueden existir. Mi trabajo era básicamente preparar a los niños o jovencitos para las exhibiciones, ventas o espectáculos en los que participaban.
Para que entiendan un poco mejor, les relataré un día normal de mi trabajo:
El viernes al presentarme, se me indicó que acababa de llegar una nueva adquisición. Era un adolescente de 14 años que había sido secuestrado en su camino de regreso a casa por la tarde después de un partido de fútbol con sus amigos. Los adolescentes eran un poco difíciles ya que ofrecían más resistencia. Entré a la habitación donde se preparaban los esclavos. Estaba esposado a una estructura de madera totalmente desnudo. Se miraba muy cansado y bastante asustado. Dos “matones” (eran los encargados de secuestrar y amedrentar a los esclavos) le habían aplicado descargas eléctricas para enseñarle a obedecer y a seguir instrucciones. Ellos estaban ahí con él a pesar de estar esposado.
“¿Ya está listo para la limpieza?” pregunté.
“Si,” contestó uno de ellos. “Ayer le dimos el purgante y evacuó durante toda la noche.”
A los jefes les gustaba vaciar los intestinos de los esclavos antes de cualquier actividad con ellos para evitar sorpresas desagradables.
“Déjennos solos.” Dije al entrar. Me gustaba trabajar con mis “pacientes” a solas. Los dos matones se vieron entre ellos y salieron de la habitación. Me quedé a solas con el muchachito y pude apreciarlo bien. Era un espécimen hermoso. Se miraba muy machito y tenia una cara preciosa. Piernas y tórax bien definidos. Tenía un pene de tamaño normal para su edad con unas bolas algo peludas. Pero lo mejor eran sus nalgas bien paradas. Este tipo de jovencitos me causaban mucho morbo ya que era evidente que eran heterosexuales, y a esta edad sus hormonas alocadas los mantenían pensando en mujeres todo el tiempo.
“¿Cómo te llamas?” le pregunté mientras preparaba el enema que estaba por aplicarle. Él no contestó. Estaba muy asustado y miraba con terror lo que estaba haciendo cerca de él.
“Si no contestas a mis preguntas, tendré que llamar a los chicos malos para que con algunas descargas eléctricas puedas hablar.” Le dije calmadamente. Ante estas palabras, el terror inundó su rostro. “¿Cómo te llamas?” repetí.
“M… Marco…” contestó tembloroso.
“Muy bien Marco, y ¿Cuántos años tienes?”
“Catorce” dijo un poco mas calmado. “¿Qué me va a hacer?” preguntó.
“Prepararte para lo que sigue.” Le dije con una sonrisa. Y antes que preguntara algo mas le dije: “¿Tienes novia, Marco?” Él tragó saliva y desvió su mirada. Tomé la barra que daba descargas eléctricas y le di un toque en su abdomen. Gritó muy fuerte. Eso me excitó. En realidad, no tenía autorizado dañar la mercancía. Pero si me podía divertir un poco.
“Marquito bello,” le dije tomando su quijada con una mano y tratando de sonar un poco autoritario. “No quiero hacerte daño, pero de ahora en adelante quiero que me contestes rápidamente y con la verdad o recibirás muchas mas descargas. ¿Entendiste?”
“Si” dijo con sus ojos llorosos mirándome con terror. Yo sonreí. Sin soltar su cara le volví a preguntar. “¿Tienes novia?”
“Si…” contestó sin parpadear. Esta aterrado.
“Se dice ‘si, señor’” le dije.
“Si… Señor…” contestó.
“¿Y ya te la cogiste? ¿Ya le metiste esto?” le pregunté mientras le agarraba su pene con fuerza.
Se sobresaltó al sentir mi mano agarrando con fuerza su miembro.
“¡Contesta!” le grité a la cara.
“No señor,” dijo casi llorando.
“¿Nunca has hecho nada con ella?” le pregunte apretando su pene. “¡Quiero la verdad!”
“Solo… una vez… me hizo oral…” dijo asustado. Decía la verdad.
“Así que eres virgen.” Dije en tono burlón.
“Si señor,” contestó humillado.
Me excitaba eso. Saber que nunca había tenido sexo y que su primera experiencia se la darían los jefes. Seguramente le destrozarían ese ano virgen y heterosexual. Así que debía hacer bien mi trabajo.
“Suficiente conversación Marquito. Debo prepararte.”
Con una manguera y lo lavé por completo. Debía quedar totalmente limpio. Luego le apliqué el enema para que toda su cavidad rectal quedara impecable. Se usaba un líquido especial porque muchas veces los jefes lamían a profundidad los anos de los esclavos. Tenía que ser muy cuidadoso ya que su ano era virgen y así debía permanecer. Durante todo el proceso Marquito lloró mucho. Estaba muy asustado. Luego depilé los pocos vellos que tenía en sus testículos y en sus axilas. Su ano era totalmente lampiño. “Tal como les gusta a los jefes” pensé. Luego lo sequé y le apliqué una crema en todo su cuerpo. Lavé su boca, lo peiné y le puse un bóxer nuevo y blanco. Era apretadito. Sequé sus lágrimas y su nariz.
“Estás listo” le dije. Lo miré bien y me sentí orgulloso de mi trabajo. Marquito se miraba irresistible. “Lo que daría por al menos ver como se cogen a estos niños” pensé.
Luego llamé a los matones para avisarles que estaba listo.
“Por curiosidad” le pregunté, “¿Qué le toca a este?”
“Escuché que lo quieren para un espectáculo. Unos viejos pagan para ver como lo violan.” Mi pene se puso duro inmediatamente.
“¿Y ustedes pueden ver eso?” le pregunté muy emocionado.
“Si vemos” me dijo algo indiferente. Creo que este matón no disfrutaba esos espectáculos. “¿A ti te interesaría ver algo así?”
“Daría lo que fuera” le dije. Se quedó algo pensativo.
“Sígueme” me dijo. Y fui tras ellos que ya habían liberado a Marquito y lo llevaban escoltado por un pasillo a otra habitación. Entraron y el matón me dijo “Espera aquí un momento.”
Luego salió con lo que parecía el jefe de los matones y le dijo “Parece que el niño está un poco débil por todo el laxante que tomó y podría desmayarse. Y ya sabes como se enojan los jefes cuando algún niño se desmaya en medio de un espectáculo. Tal vez estaría bien que el enfermero estuviera presente por cualquier incidente.”
El jefe lo pensó un poco y dijo “Está bien. Pero debe permanecer en una esquina en total silencio. Como si no estuviera.”
Me excité demasiado. Podría ver a Marquito ser violado y totalmente gratis.
Lo que pasó durante el espectáculo de Marquito lo relataré en mi siguiente relato. Espero esta introducción les haya gustado.
De lujo man….lo que daría por trabajar así jejeje…esperero tu próximo relato
De lujo en encanto muchísimo que suerte tienes al a ver conseguido ese maravilloso y genial trabajo pero me gustaría saber de que edad a que edad son los niños y jovencitos que traen ahí y ponle mas detalles por favor
Ufff que morbo full no puedo aguantar a saber cómo hacen hombrecito a ese niño, excelente trabajo
Por favor continua, esta muy interesante y da para mucho. Esta bien escrito también, es una lastima que lo dejes así.
Que buen relato, lastima que no haya continuado….