PRIMERA EXPERIENCIA SEXUAL DE MI ESPOSA
Esa noche la estábamos pasando bien y para rematar pusimos películas de adultos que nos empezaron a excitar mas, .
Convencí a mi esposa que me contara los inicios de su vida sexual, porque antes de casarnos estuvimos juntos y ya no era virgen, pero eso a mí no me importaba, yo tampoco lo era, y ahora después de más de veinte años de casados y con 2 hijos ya profesionales que hacen su vida independiente, vivimos los dos solos en nuestra casa; ella se llama Martha de 46 años, pero se ve muy bien, mide 1.65 m de estatura, de piel clara, cuerpo llenito sin ser rolliza, pues aún dejar ver muy bien sus curvas, tiene pelo rubio a rayitos que le llega a los hombros, de cara bonita en donde resaltan sus bellos ojos color aceituna y su boca de labios carnosos y sensuales, senos normales más bien pequeños, por eso se mantienen en su sitio, y cuando esta excitada crecen sus pezones, luce muy bien su cuerpo y acostumbra a vestir trajes ajustados y cortos que la hacen ver muy atractiva, sé que muchos hombres la desean y la miran con lujuria
Yo me llamo Jorge soy economista y trabajo en una empresa multinacional muy grande, gano lo suficiente para vivir muy bien, por eso mi esposa que hizo sus estudios de secretaria bilingüe, por poco tiempo ejerció después de casarnos y ahora es solo ama de casa.
Nuestra vida sexual ha sido buena, y cuando esta excitada ella es fogosa en la cama, se calienta cuando acaricio sus pechos y sus ricas nalgas, y deja que hagamos incluso sexo anal, aunque son pocas las veces que me deja, solo cuando ha tomado algunas copas y está bien excitada, de otra forma se niega.
Recientemente tomamos unas copas un fin de semana y estando entonados, me acerqué a ella por detrás para acariciar esas hermosas nalgas y más tarde frotarle mi erección, luego de un poco de cortejo fuimos a nuestra habitación.
Esa noche la estábamos pasando bien y para rematar pusimos películas de adultos que nos empezaron a excitar mas, con las escenas que trataban de una esposa infiel, no parábamos de tocarnos el uno al otro viendo cómo se cogían a la esposa protagonista entre dos hombres, Martha sobaba mi verga por encima de mi pijama, mientras yo le acariciaba los senos sintiendo lo duro que estaban sus pezones. Mirábamos como le hacían un sándwich a la esposa infiel, mi esposa sin dejar de ver la acción dejaba que le chupara los pezones, hasta que que terminó la película, y cuando nos estábamos desnudando comentamos sobre el tema…
–Que te ha parecido la película, me dijo ella, estuvo excitante verdad?….
–Si, estuvo muy excitante, pero esta no fue como las porno normales, que solo es coger y coger, esta tiene un argumento que te va excitando poco a poco y como nos fue calentado, mira como están tus pezones y mi verga…al tiempo que mi esposa con su mano me la acariciaba suavemente. Como siempre ha existido mucha confianza entre nosotros, cuando cogemos fantaseamos, esta vez se me ocurrió aprovechando el grado de excitación hacerle preguntas eróticas, y este fue el detonante para que ella me contara su pasado sexual….
–Te gustaría que te cogieran entre dos?.. Le solté la pregunta mientras le acariciaba los senos…
-Noo, estás loco como crees, aunque eso suena muy excitante verdad?…me decía aparentando molestia pero sin dejar de acariciar mi verga….
–Bueno mi amor, son solo fantasías, pero te gustaría estar como la esposa de la película?….tardó un poco en contestarme…
-Ummmm….no sé, de pronto me llegaría a animar, pero solo como fantasía tal vez, y que tu fueras uno de ellos. Pero es posible que te dieran celos verdad?
–Noooo, Claro que no, y para que veas que no me darían celos, cuéntame cómo fue la primera vez que cogiste…le dije esto a la vez que bajaba mi mano a su vagina perfectamente depilada, estaba súper húmeda por la excitación que provocaba el rumbo de la conversación…
– Aunque eso fue hace mucho tiempo, si te lo cuento de pronto te disgustas …y me la acarició más fuerte…
–Ummmmm….son cosas del pasado cuando aun no nos conocíamos, por eso que importa ahora, así que cuéntame quien fue el primero que disfrutó esta cosita rica, cuantos años tenías, como te lo hizo, la tenía más grande que la mía, te gustó?, etc. ahora ya le estaba metiendo dos dedos aprovechando lo lubricada que estaba mi esposa…Ella esbozó una sensual sonrisa, y se quedó pensativa por unos minutos, como rescatando sus recuerdos…
-Sabes? Si la tenía más grande que la tuya, jijiji, ahora te aguantas….me lo dijo dejando de menear mi verga, y con su mano solo la palpaba como comparando con la que la desvirgó, y como para que no me sintiera tan mal me dijo… pero la tuya es más gruesa. Nos acomodamos sin dejar de acariciarnos e inició su relato…
-Tenía diez y ocho años, mi cuerpo ya estaba bien delineado, tanto mis senos como mis nalgas estaban en su punto, eran blanco de miradas de los hombres sobre todo cuando empecé a trabajar como secretaria, un año antes que nos conociéramos, yo usaba faldas cortas para enseñar mis atractivas piernas, en ese entonces tenía un novio que se llamaba Harold recuerdo que era algo tonto, que no pasaba de castos besos y algunos roces tímidos en mi cuerpo, pero ya por esa época mi anatomía pedía besos y caricias más intensas, recuerdo que en las fiestas mis primos y otros hombres, incluso mayores, no perdían oportunidad de arrimarse cuando bailaba con ellos, me pegaban su pelvis y sentía claramente sus vergas erguidas, sus manos apenas veían una ocasión la bajaban para acariciar mis nalgas, pero me gustaba y me excitaba.
Una vez un amigo de mi padre que siempre me miraba con deseo, que tendría unos cuarenta y cinco años, alto y atlético, cuando visitaba nuestra casa y tomaba sus copas con mi papa, me decía cosas bonitas a escondidas, como que linda estas, que cuerpo más bonito, o que mi novio era muy afortunado de estar conmigo y eso me hacía sentir halagada, le daba las gracias con una sonrisa coqueta mirándolo fijamente a sus ojos cargados de deseo, y me atraía de él la forma lujuriosa como recorría mi cuerpo con su mirada, era fornido, guapo, me gustaba su barba estilo candado siempre bien recortada y su abundante pelo en el pecho…
-En una ocasión Gustavo, así se llamaba, nos invitó a la boda de su hija, él estaba con su esposa, una señora no muy agraciada, yo fui con mis padres y mi novio, que poco caso me hacía por estar platicando con sus amigos, la fiesta estaba en todo su apogeo, algunos eufóricos por la bebida, y de lejos notaba las miradas de Gustavo, que discretamente brindaba su copa dirigiéndose a mí, aprovechando que estaba poco atendida por mi novio, yo le contestaba con una sonrisa coqueta. En un momento que fui al baño me interceptó sin que nadie se diera cuenta, y me pidió que bailara con él una melodía romántica que sonaba en ese momento, acepté gustosa por el poco interés de mi novio y porque me halagaban las intensas miradas de deseo que el me lanzaba. Ya en la pista me tomó con sus brazos fuertes y puso una mano en mi espalda muy cerca de mis nalgas rozándolas sutilmente con sus dedos gruesos sintiéndolos sobre mi vestido de fiesta que era de tela ligera y corto como a mí me gustaba, y hábilmente al compás de la canción me fue conduciendo a un sitio del salón en donde los espacios entre las parejas era muy limitado y aprovechando la situación me apretó más a su cuerpo, sintiendo su virilidad en mi bajo vientre. Se acercó a mi oído y me susurro cosas como… que bien estas, eres la niña-mujer más linda de la fiesta, yo le correspondía sonriéndole sensualmente y ante mi aceptación, se acercó a besarme el lóbulo de mi oreja y le dio un pequeño mordisco, eso me hizo estremecer, porque esa caricia en mis oídos me calienta tremendamente, me atraía más contra su cuerpo y sentía mucho su duro paquete, era muy hábil en estas cosas vigilaba que ningún conocido nos viera, mirándome fijamente me estampó un suave y rápido beso en los labios, el cual le correspondí cerrando mis ojos y abriendo un poco mi boca, sentí el rico roce de su barba y la humedad de su boca, luego paso sus manos de mi cintura a mis caderas hasta llegar a mis nalgas, al tiempo que restregaba su virilidad a mi entrepierna, me invadió un estado de éxtasis por todo el cuerpo, sin saber cómo reaccionar ante esas caricias que me propinaba ese hombre mayor me entró un poco de temor que nos vieran en esa situación, por lo que con mucha delicadeza le pedí que me dejara ir a la mesa por que nos podían ver, el me pregunto con voz cargada de deseo si podría verme a solas en otro lugar, excitada como estaba le dije que sí, y emocionado me dijo que el lunes pasaría a recogerme a la salida del trabajo, asentí a su petición y me dejo ir no sin antes darme un último beso en mis labios, al que correspondí, sellando nuestro pacto.
El lunes ya estaba Gustavo esperándome en una esquina a la salida del trabajo, me hizo señas que subiera a su auto, y al hacerlo su mirada recorrió mis torneadas piernas que al sentarme dejaba ver buena parte de ellas y no hice nada por estirar la falda, arrancó y fuimos a las afueras de la ciudad, tenía una botella de tequila y me ofreció tomar directamente, cuando llegamos a un sitio discreto aparco su auto y sin decir nada me dio un primer beso en los labios, yo abrí mi boca para sentir su lengua dentro de mí y empezó a acariciarme con pasión, primero el cuello, luego los lóbulos de mis oídos y más tarde sus manos bajaron a mis senos, mientras me besaba con pasión.
Mas tarde sus manos fueron a mis caderas y a mis nalgas que al estar de lado quedaban expuestas ante mi corta falda, sin olvidarse de mis senos, no paraba de acariciarlos y los besaba por encima de mi blusa, comencé a sentir como exploraba mi intimidad, llegando a palpar mi vagina por encima de mi tanga, y debió notar la humedad que empezaba a fluir, yo lo dejaba hacer todo por que eso que me estaba calentando, todo era novedad, dejó de besarme para decirme palabras cargadas de deseo:
– No sabes cuantas ganas tengo de estar contigo, estoy loco por ti, me encantan tus nalgas, tus pechos y todo tu cuerpo, sé que no está bien porque eres la hija de mi amigo, pero no dejo de pensar en otra cosa que no sea hacerte mía, y diciendo esto metía sus grandes manos bajo mi blusa para acariciar directamente mis senos poniendo mis pezones erectos, acercaba su boca para chupar y besarlos poniéndolos aun más duros por la excitación…
-Aaaahhhhh, espere Gustavo yo nunca lo he hecho, me da miedo y además que van a pensar de mi si nos ven, ahhhhh……pero seguía jadeando frente a lo que él me hacia…
-Tranquila chiquita, nadie se va a enterar, este será nuestro secreto, te voy hacer gozar mucho, y te lo voy hacer despacito y con cariño para que no te duela y lo disfrutes, ten confianza en mí, me decía todo esto mientras me iba desabrochando botón a botón la blusa, para retirarla después al igual que mi brasier, dejando mis pechos al aire y volver a succionar mis pezones, luego sus manos se dirigieron a retirar mi faldita, quede casi desnuda, tan solo con mi tanguita, me pidió que nos fuéramos al asiento trasero para estar más cómodos, yo le obedecía en todo lo que me pedía pues mi calentura era mayor, y se elevaba más pues él sabía muy bien como excitar a una mujer con sus expertas caricias.
Estando recostada en el asiento besó cada centímetro de mi cuerpo, me retiró la tanguita e inició una sesión de besos que le correspondí abriendo mi boca para dejar entrar su lengua, luego empezó a besar mi sensible cuello, bajando por mis pechos y mi vientre, recorriendo mi cuerpo con su lengua y arrancándome gemidos de placer, al fin llego a mi vagina de escasos bellos, se detuvo un poco para admirarla y recuerdo que aspiraba y me decía que coñito más rico, estaba muy lubricado por la excitación y con su experta lengua recorrió mis mojados labios vaginales dándome lamidas rápidas y poniendo rígida su lengua entraba a mi coñito. También succionaba mi clítoris, era todo un experto en sexo oral, me tenía terriblemente excitada, sentirlo entre mis piernas totalmente abiertas me motivaba mientras yo le acariciaba el cabello. Comencé a jadear de deseo, y de mí boca empezaron a brotar palabras que nunca imagine que diría como:
-Aaaahhhhh, que rico es esto, siga, siga Gustavo, cómeme toda, me vuelve loca de placer, aaaahhhhh voy a reventar de gusto, nadie me había hecho esto y lo siento muy ricoooo, aaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, se tensó mi cuerpo y sentí un orgasmo potente como una explosión placentera, mientras Gustavo se bebía mi extensa corrida, quedé exhausta y él se dejó caer sobre mi pubis relajado, yo parecía flotar después del placentero sexo oral recibido, sentía una extraña paz con la cabeza de Gustavo entre mis piernas como si fuera lo más natural, y escuche su voz entre mis muslos, como lejana:
-Me encanta el olor de tu vagina nenita… y besaba mi coñito, al poco tiempo sentí que se movía, subiendo despacio por mi cuerpo, buscando mi boca me besó con pasión, sentí el sabor de mi vagina y me excité al saber que parte de mis jugos estaban intercambiándose en nuestros besos, me besaba lento sin prisa pero con pasión, como todo un amante experimentado, muy diferente al pobre tonto de mi novio, esto era extraordinario, era el morbo y el deseo oculto de tener la primera vez con un hombre maduro, luego se arrodilló frente a mi cara y me expuso su enorme miembro, mis ojos se abrieron al máximo al contemplar en vivo y de cerca en mi vida ese primer pene, me parecía gigante, con parsimonia lo empezó acercar a mi boca y lo apoyaba en mis labios, con la obligación de corresponder al placer que me acababa de dar, saqué tímidamente mi lengua y con la punta empecé a darle unas lamidas a su brillante glande, luego abrí mi boca e introduje parte de ese enorme pene, mi lengua quedo con poco espacio por lo que la movía alrededor de su verga para darle placer, al tiempo que él tomaba mi cabeza para hacer movimientos de meter y sacar, fue mi primer mamada y solo tenía una idea de cómo hacerla por una peli porno que una vez vi en compañía de mis amigas y creo que no lo hice tan mal al ver como al final gemía Gustavo:
–Oooooohhhh, que bien lo haces nenita, que rico lo mamas, oooooohhhh…..el seguía metiendo y sacando el pene de mi boca, que por primera vez disfrutaba el sabor de una verga, de repente me la sacó de la boca ante su inminente venida…
–Espera un poco, si sigues moviendo esa rica boquita me vas hacer correr dentro de ella, mejor acomódate y creo que es momento de que sea tu primera vez, te voy hacer el amor muy rico, y siempre vas a recordarlo…oí sus palabras y por momentos creí no tener la voluntad para negarme, estaba desnuda, con un hombre maduro y también desnudo, pero al saber que podía quedar embarazada le dije… Pienso que hoy no se va a poder, podría quedar preñada. Y él me contesto… tienes razón, será después. Y empecé a acariciarlo con mi mano con mayor velocidad hasta que empezaron a brotar montones de semen cayendo en mi mano y en su cuerpo al tiempo que el con los ojos cerrados resoplaba de placer. En la noche regrese a mi casa llena de felicidad había sido el mayor avance hasta ese momento de un encuentro sexual. Al despedirnos me pidió que nos viéramos nuevamente y encantada acepte encontrarnos una semana después.
Al día siguiente pedí cita al médico y le mentí diciendo que estaba próxima a casarme y no deseaba tener hijos pronto. Me formulo una inyección que según él era muy segura y cubría tres meses, pero mientras hacía efecto debía tomar las pastillas del día después. Así que de inmediato actué para protegerme, por eso cuando me propuso volvernos a encontrar de inmediato acepte.
Jamás imagine lo que sería mi primera vez y con un hombre por el que no sentía amor, solo deseaba sus tiernas caricias, lo que temía un poco era el tamaño enorme de esa verga que iba a penetrar mi vagina aun virgen, la había visto gigante aquella primera vez, y no sabía cómo podría caber dentro de mí,
Cuando llego el día acordado, Gustavo muy puntual pasó a recogerme a mi trabajo y después de saludarnos me dijo… Vamos a ir a un sitio donde nadie nos moleste y tomó camino, llegamos a un motel, un sitio muy lujoso, el me dijo que quería que mi primera vez fuera inolvidable. Cuando entramos al lugar estaciono el auto donde le indicaron y luego él se bajo y muy caballeroso me abrió la puerta.
Estando dentro pidió una botella de vino y antes de cualquier cosa bebimos una copa, como no estaba acostumbrada al licor me puso bastante eufórica. Yo observaba el hermoso lugar cuando Gustavo me sorprendió pegándose a mi espalda e iniciaron sus caricias por todo mi cuerpo, me estremecí al pensar en lo que vendría, pero una copa más de vino me desinhibió totalmente. Nos preparamos a disfrutar como si fuéramos pareja en medio de besos y caricias sin ningún afán ni preocupación. Lentamente nos fuimos despojando de la ropa y cuando quede semi desnuda a la vista de Gustavo, con la maravillosa lencería que había comprado para la ocasión y las medias a media pierna quedó fascinado, se deshizo en elogios y pronto se pego a mi cuerpo, no pare de recibir caricias y besos por todas partes.
Yo me sentía en las nubes, pero él me sacó de mis cavilaciones cuando me llevo a la cama y se subió despacio sobre mi cuerpo, buscando mi boca que lo recibió gustosa, ya estaba totalmente sobre mí, apoyándose en sus rodillas y codos, lo abrace y comprobé su corpulencia, su pecho rozaba mis senos, poniéndolos erectos. En ese instante me sentí totalmente poseída, en la clásica posición de misionero en la que me consideraba una mujer dominada, como si fuera una prisionera del macho que me tenía a su voluntad, pero disfrutaba estar poseída así.
Gustavo separo mis piernas y se acomodo en medio de ellas, tomo su verga erecta con una mano y ubico su glande en la entrada de mi vagina, después de haberla lubricado en mis flujos, luego empezó a abrirse paso entre mis labios vaginales, la penetración fue lenta y delicada y gracias a la enorme lubricación de mis jugos que brotaban a montón, no sentí mayor dolor…
-Uuuuummmmhhh.. Comencé a gemir cuando Gustavo empezó un mete y saca lento avanzando cada vez más en profundidad hasta que se encontró con la membranita de mi himen, hizo todo con suavidad, porque no quería que me doliera, así que con sus dedos masajeó mi clítoris, sin retirar su verga….
-Aaaahhhhh estaba disfrutando de ese divino masaje, llevándome a un punto de máximo éxtasis, que se tradujo en mi segundo y tremendo orgasmo, momento que el aprovechó para el último empujón, desgajando la telita de mi himen, desvirgandome sin darme cuenta por el placentero orgasmo que me produjo su masaje en mi clítoris….
-Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh, seguía gimiendo llena de placer, entonces lo demás fue fácil, sentí como Gustavo me introdujo la totalidad de su verga, ese enorme pene llego hasta el fondo de mi ser, estoicamente soporté toda su virilidad dentro de mi….
–AAAAAAAHHHHHHH, uuuummmmmm…, que rico es esto mi amor, fue lo único que salió de mi boca, ese hombretón, amigo de mi padre, estaba metido en lo más profundo de mis entrañas, por primera vez sentía una verga dentro de mi cuerpo, moviéndose sutilmente, sentía su fuerza en las paredes de mi coño abierto al límite ante cada embestida que poco a poco aumento el ritmo de sus penetraciones, ahora parecía quererme demostrar que también me podía coger a tope, ahora sentía que me estaba cogiendo con todo, dejando a un lado la suavidad inicial, y me estaba gustando mucho, ahora gemíamos los dos al unísono, me abrace a su cuello para besarlo con pasión, mordiendo nuestros labios, le subí las piernas alrededor de su cintura, de forma que sentí su vergota mas a fondo, le pedí que me cogiera más duro, estaba irreconociblemente caliente como una perra, bajé las piernas cuando ya no pude más.
De repente lo aprecié tensarse igual que su verga dentro de mí y sentí ese chorro que broto de ese tronco que tenía totalmente hasta el fondo de mi coño. Por eso había ido al médico para poder sentir esa sensación de mi macho vaciándose en mí interior, fue como un obsequio muy especial, muy íntimo, y sin esperar más, disfrute mi tercer orgasmo, potente y delicioso como los anteriores, fue la culminación, la delicia final de mi primer experiencia sexual.
Gustavo no dijo nada, se dejó caer sobre mi cuerpo, agradecida le di varios besos por el debut de mis placeres sexuales. Cuando nuestras respiraciones se normalizaron, saco su verga de mí coño, me tomo la cara y me dio muchos besos en agradeciendo el haberle dejado ser el primer hombre en cogerme, creí por un momento que él era el hombre de mis sueños, pero eso era imposible, nos vestimos y me llevo cerca de mi casa, me sentí toda una MUJER, así con letras grandes.
Al despedirse me besó con pasión y agarrándome las nalgas me dijo que eran de su propiedad de aquí en delante y yo era toda suya y que cuando él quisiera me volvería a coger, halagada y con cierto temor por su tono autoritario me dirigí a mi casa feliz y contenta…
Eso fue lo que paso esa primera vez…..me dijo mi esposa, sacándome del trance de excitación al escuchar tan caliente relato de su primer hombre, se recostó en mi hombro y extendiendo su brazo agarró mi verga que nunca perdió su erección para empezar a masajearla de nuevo…
–Ufff ha sido una historia en verdad muy excitante, me ha calentado mucho, cerré los ojos recordando el relato de mi esposa y le pedí que me la chupara como se la había chupado a Gustavo, pidiéndole que imaginara que era el…
-Te la voy a chupar, pero no voy a imaginar que es Gustavo…
–Pues yo voy a imaginar que soy Gustavo, chúpamela como se lo hacías a él, por favor…
-Tanto te ha excitado mi relato?…
–Sí, me ha excitado mucho…
-O sea que te gustaría verme coger con otro?…se atrevió a preguntarme, al tiempo que empezaba a mamar mi duro miembro…
–Ufff, ohhhhhh, Si, te digo que si, por el calentón que me has dado al contarme como te rompió el virgo Gustavo, ohhhuummm, pero detente que ahora te quiero coger, ven y súbete aquí…ella desnuda se subió sobre mi y tomando mi verga la ubico a la entrada de su lubricada vagina, luego se dejó caer lentamente con un gesto de placer, clavándosela totalmente, a la vez que me dijo con una voz cargada de lujuria:
-Vas a imaginar que me está cogiendo Gustavo?…y me empezó cabalgar…
–En verdad quieres que lo imagine?…
-Si te resulta morboso, adelante…
–Muy bien, soy Gustavo.,, y tomándola por las caderas la empecé a coger con duras ensartadas, a la vez que le chupaba los pezones, hasta que minutos después sentía que me mojaba y apretaba mi verga contra su encharcada vagina, terminó ella en un rápido orgasmo imaginando tal vez que era cogida por Gustavo, yo también me imagine que era él, el que se la había cogido años atrás y con la verga enterrada hasta el fondo eyaculé copiosamente en el coño de mi linda esposa..…
Fue una noche muy especial con una conversación que derivó en la confesión de la primera vez de mi esposa Martha, una historia que al recordarla nos sirvió para explorar más a fondo las oportunidades sexuales y hacernos cómplices para avanzar en el comportamiento sexual de ella, abriéndose nuevas oportunidades…
Meses después tras compartir temas candentes cuando estábamos en el éxtasis de los encuentros sexuales, logre que aceptara compartir una oportunidad con otro hombre y después de haberle jurado mil veces que no me arrepentiría ella lo acepto. Posibilidades habían muchas, yo sabía de varios hombres cercanos a nosotros que con solo ella abrirles un poquito la puerta estarían dispuestos a cogérsela. Y así fue que le sugerí a Luis Fernando, un amigo atractivo, simpático, casado, que yo sabía desde hacía mucho tiempo deseaba cogerse a mi esposa, por que una vez, estando a sus espaldas lo escuche diciéndole al hermano y mirando lascivamente a mi esposa… Martica esta como le da la gana que suerte tiene Jorge de cogérsela y se froto las manos.
Le comente esta opción a Martha y ella acepto que fuera Luis Fernando, me dijo… me gusta y como es casado tendrá que ser discreto. Organizamos todo para crear la oportunidad, lo invite un sábado sabiendo que su esposa estaría de viaje y previendo que cuando el llegara mi esposa le dijera que yo había tenido que ir a la empresa por algo urgente y que le avisaba si se demoraba.
Todo salió como lo preparamos, yo me escondí cuando llego Luis Fernando a las seis de la tarde y mi esposa actuó como lo habíamos preparado, le ofreció una copa, los dos la bebieron y luego le marque al celular a ella para simular que le avisaba que antes de las 11 de la noche era imposible que regresara que si podía más temprano le avisaría previo a cuando fuera a salir de la empresa. Esto para dejarle en claro a Luis Fernando que tendrían al menos tres horas para ellos sin que nada los interrumpiera.
Mi esposa se ocupó de mantenerle llena la copa y lograr que el se motivara con coqueteos, movimientos sensuales de sus piernas aprovechando la altura de su minifalda y una hora después ya lo tenía concentrado en ella. Cuando Martha creyó que era el momento se sentó en el mismo sofá con él, y ayudados por la conversación, el se tomo confianza y comenzó a lanzar su ataque, lo primero que hizo fue acariciarle el lóbulo de la oreja y después vinieron caricias suaves en el cuello y al ella estremecerse le dijo que eso la excitaba demasiado buscando que el siguiera con el juego.
Cuando vi que Luis Fernando había picado el anzuelo, empecé a sentir una pequeña erección, unas copas mas y Martha al ritmo de la música empezó a llevar el ritmo y cuando se levantó, él la tomo entre sus brazos para bailar acompasadamente con ella. Esto fue perfecto porque fue el primer frote entre sus cuerpos, pronto él le rozaba su erección en la pelvis a Martha y ella como estaba previsto se dejaba llevar. De pronto el fue directo y le manifestó sus deseos de estar con ella y Martha le respondió que ella también lo deseaba y de allí en adelante los besos y las caricias vinieron a montón. El inicialmente estaba presuroso pero ella lo tranquilizo diciéndole no hay afán Jorge me va a llamar antes de salir de la empresa.
Lentamente se fueron desnudando y cuando Luis Fernando la vio en ropa interior quedó maravillado y no dejo parte alguna del cuerpo de mi esposa sin besar, su cuello, sus senos, sus nalgas sus piernas, en fin la recorrió en su totalidad. Cuando creí oportuno me fui a la habitación de huéspedes y me escondí en el closet, que como tiene puertas de persiana en madera me permitirían ver todo lo que aconteciera. Entraron se besaron apasionadamente y Luis Fernando comenzó a acariciar la vagina de mi esposa y ella comenzó a gemir y cuando estuvo lista la invitó a acostarse y ella separando las piernas lo recibió. Tras unos besos y caricias en sus senos, ella le tomo la verga a Luis Fernando y la puso a la entrada de su coño y gracias a la lubricación de Martha lentamente esa verga la fue penetrando, en ese instante mi erección fue máxima, pensé que me correría. Así estuvieron cogiendo en varias posiciones durante al menos veinte minutos, hasta que los dos comenzaron a aproximarse al orgasmo.
Primero fue ella quien después de gemir y pedirle que la follara con más fuerza, exploto en un ruidoso éxtasis. Luego él la hizo poner de perrito y desde atrás comenzó un mete y saca fenomenal tomándola con fuerza de las caderas y tras un quejido se corrió dentro de Martha, hasta pegar su pelvis a las nalgas de ella. Los dos quedaron exhaustos y permanecieron inmóviles por unos minutos, luego ella lo invito a la sala para vestirse, pero ella se quedo en el baño borrando el recuerdo que le había dejado Luis Fernando en su interior.
En ese momento ya eran las diez de la noche y Luis Fernando decidió marcharse recomendándole a Martha que me diera un saludo muy especial. Después de ese día él la ha buscado proponiéndole un nuevo encuentro fuera de casa, pero como el acuerdo con ella es que yo esté cerca y la pueda ver cogiendo, ella le ha sacado siempre disculpas, la idea es esperar a tenga más deseos y también no ponérsela tan fácil, teniendo en cuenta que se supone deben cuidarse que yo me entere.
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