QUEREMOS SU SEMILLA (2)
Los aliens no se conforman con una primera muestra de semen de Ken y le exigirán que eyacule más veces.
QUEREMOS SU SEMILLA
–Queremos su semilla, queremos su semilla, queremos su semilla –repetía la máquina o el ordenador insistentemente.
Yacía desnudo y cansado, pero aquel dildo amenazante amenazaba en desflorar mi hombría si no acataba las órdenes del ordenador. Así que me incorpore y volví a cascarme una paja. Era joven, y no era la primera vez que me había cascado dos pajas seguidas eyaculando. De hecho la noche anterior me había follado a Susan y a Sharon cuatro veces.
No tardó en ponerse tieso mi mástil, que frotaba con ambas manos para que recuperara su inmensidad tras yacer lacio tras la primera extracción. El ordeñador se había vuelto a meter en la pared en el agujero donde tendría que volver a eyacular ante el insistente comando del ordenador. Ya sabía donde tenía que meter mi polla cuando se agrandara y estuviera a punto de correrme otra vez.
No tardé mucho en ponerme a cien pensando en cómo me follaba a Susan. Aunque la máquina, apremiante, quería que me corriese ya.
–Muestra de semen 1 completada
Pasamos a la fase 2
Y tras darle un buen rato a la zambomba volví a eyacular tanto como la primera vez, quizás un semen algo menos denso. Pero estaba hecho todo un semental y de nuevo 7 trallazos de lefa fueron absorbidos por la máquina.
Ahgggg, oohhhhggggg ohhggggggggggggg oohhhhhhhh ¡¡qué corrida!!
—
Muestra número 2, perfecta. Pasemos a la muestra número 3
Mis ojos se abrieron de repente y comencé a pensar ¿cuantas muestras de semilla querría aquella máquina? Yo no era una vaca y ya estaba un poco cansado. No podría repetir el proceso muchas veces más porque me quedaría seco. ¿Y qué pasaría si no eyaculaba? ¿Me matarían? ¿Me desecharían cono un ratón de laboratorio que ya no sirve para experimentación?
Ziiiiiiiiipppppp ziiipppp.
El consolador se acercó peligrosamente a mi ano y yo me adelanté, con fuerza sobrehumana, sobre el agujero, follándome la pared, para que no me penetrara aquel consolador. Con movimientos pélvicos rápidos logré excitarme lo suficiente para correrme dentro de la pared como si me estuviese follando, como si hubiese estado empotrando a a Sharon contra la pared, como la noche anterior. Y eyaculé dentro del agujero cinco trallazos de semen.
–Muestra 3 completada.
Fase 4 iniciando.
Mi pene dentro del agujero y el consolador rozando mi ano. Estaba en una situación dramática. No podía echarme hacia atrás para coger carrerilla y estimularme para correrme una cuarta vez, sin que aquel consolador me penetrara.
–Por favooorrrr -imploré. Por favor. Aparten eso de mi ano y les daré una cuarta muestra.
–Bien, de acuerdo. Tiene cinco minutos para eyacular o le estimularemos nosotros mecánicamente.
Acepté el trato y de pie me dispuse con ambas manos a hacerme un pajote para que mi pene recuperase todo su esplendor y eyaculase de nuevo. Sabía, de lo contrario, lo que me iba a pasar.
Empece a darle a la zambomba como si me fuese mi vida en ello, y aunque no era del todo verdad, sí podría morir como hetero varón si algo traspasaba mi ano. Por lo cual, poniendo como meta no perder mi hombría, me apretémoslas el pene buscando una paja lo más rápida posible porque el tiempo iba en mi contra. Pero ya estaba muy cansado y la cuenta atrás llegaba a su fin y el consolador hizo su bip al salir de la pared y acercarse a mi ano, lo cual me sobreestimuló y mi cerebro sólo pensaba en correrme antes de que aquello traspasase mi ojete.
–Dios, por favor, por Dios, ahggg, ahggg, joder… ahggg… ohhhhh…
Mis ambas manos apretaban mi pene para hacerme una paja pensando en Susan, en que la estaba penetrando, y en que si no la penetraba y me corria dentro de ella ya, un hombre estaba detrás y me iba a violar.
–No, me viole, no me viole, por favor –decía en delirios mientras daba a la zambomba con ambas manos deseando eyacular como nunca antes
El dildo estaba peligrosamente rozando mi ano. Y esta vez, para asombro de mí, parecía lubricado, por lo que traspaso mi esfínter sin dolor cuando me eché fruto del cansancio o para coger carrerilla, hacia atrás, para follarme con ímpetu aquel agujero.
–No me viole más,, por favor, no me viole –gritaba a una máquina en una estancia vacía en la que no había nadie más que yo y aquel ordenador que me daba ordenes
–No me viole, no me viole más, por favor.
Y yo gemía y gemía y penetraba con más fuerza el agujero de la pared y me la cascaba más fuerte. Tenía que eyacular ya o el dildo se me clavaría.
–Por dios, por favor, no me viole, no me viole más, por favor –sollocé a la par que tras tres espasmos eyaculé abundantemente, mucho más abundantemente que antes, como si me fuese la vida en ello.
–No me viole, no me viole más por favor… ahggggggggggggggg ahhggggggg gemí mientras me corría
Había sido el polvo del siglo pero estaba derrengado.
Ahora sí que yacía exhausto.
(Fin)


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!