Querido Amante (Violencia – Venezuela)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ParejaGayCaracas.
Así podría escribir muchos relatos pero ninguno tendría tanta vehemencia como éste a continuación:
Le violé.
me sentí en la gloria, ¡qué ricura tenerlo asi! ¡Qué ricura sentirme así: Todopoderoso.
Debo confesar que fue breve pero, esa brevedad la disfrute a más no poder.
fue lo maximo.
Estuvo toda la maldita noche con una insistencia que me molestaba mas que volverme loco por tener sexo con él.
Odio tener sexo con él mientras esta borracho, es vacío, es en vano, casi nunca logro acabar.
Sin embargo logró hacerme sexo oral unas cuantas veces pero me obstinaba cada vez más porque sólo me mordia el güevo (pene) y me frustraba su descontrol desenfrenado.
Pero esa insistencia y las cuantas veces que logró meterse mi güevo a su boca y empezar a hacerme sexo oral, despertó en mí, el monstruo que me llevará a la ruina, pero pensé:
-Cuando se duerma, que debe ser dentro de un rato, buscaré su celular y me lanzaré una buena tanda de porno para aplacarme hasta mañana que, por su ratón (resaca), éste señor me busque y lancemos un mañanero.
Sin embargo, el fastidio duró un par de minutos y dentro de su borrachera, dijo algo que activó por completo el morbo que me posee:
-Quiero leche -me dijo- Quiero leche en mi cara y en mi boca.
Me sacaba la lengua y me morboseaba, yo solo me tocaba el güevo, me tocaba el güevo para despertarlo, preparaba la pistola para disparar un par de balas a un objetivo: su boca.
Pero ese preámbulo lo aburre y como es de costumbre en los borrachos, se quedó dormido de repente.
Ahí, influeciado por el morbo el cual me susurraba a mi oido las más sucias pero placenteras escenas morbidas que se puedan imaginar, me dejé llevar y decidí montarmele a la altura de su cara y darle cachetadas con mi güevo, se lo ponia en la boca y con éste le pegaba.
-Te has comportado como una maldita puta -le decia- y por lo tanto debes ser tratado como tal.
Algo que amo de él es eso, su manera puta de comportarse conmigo, su manera de hacerme sentir vivo, su manera de hacerme sentir un hombre.
Para mi fortuna, mi amado me siente y decide seguirme el juego entre el sueño y el efecto del alcohol, por supuesto, me morboseó de nuevo, sacaba la lengua de nuevo y eso, me excitaba el doble, me excitaba el triple y tenia en mente acabarle la cara por puta
Mi leche le salpicó en la parte baja de su cara: Labios, barbilla y parte de los cachetes y yo influenciado por el morbo, la agarraba con mis dedos y le obligaba a lamerla, se la metia en la boca.
Ya aburrido de eso, lo limpié, sé lo molesto que es que el semen se le seque a uno encima y creyendo que ya se quedaría quieto, mi amante me pide mas, seguia molestandome por mas y mas y mas.
-Este hombre no se cansa -me dije, y decidí no hacer caso, como era desde el principio, tenía mucho sueño, no había dormido bien en varios dias.
Pero mi putita insaciable pidiendo por más, me fastidiaba y me fastidiaba.
Siempre he tenido un caracter hijo de puta, sumándole una paciencia que se rompe tan rápido como un estalactita en una turbulente cueva.
Perdí la paciencia por eso y le empecé a pegar, le daba una buena tanda de coñazos (golpes; para ser sincero lo he hecho antes, suelo ser un poco violento) pero había algo distinto en estos coñazos que le daba, estos coñazos que al principio fueron por no dejarme dormir, se desviaron a otra conducta, cada coñazo aumentaba la libido en mí, volví al principio, un coñazo: un nivel de excitación y así hasta volver al punto máximo, así el morbo, una vez más jugó con éste títere.
Él por razones obvias, activó su mecanismo de defensa y empezó a forsejear (debo acotar que es mas grande que yo y mas encuerpado, pero eso no impide que yo tenga una buena destreza y técnica para poderlo dominar)
A continuación narraré (tratando en toda literalidad) como logré dominarlo:
El forsejeo duró un tiempo de pocos segundos o por lo menos para mi fue así.
Logró golpearme pero con todas mis fuerzas logré agarrarle los brazos y balancearme y montarme encima de él, encima de su espalda; ya dominado, con mis piernas abrí sus piernas y aplicaba fuerza con mi cuerpo en su cuerpo para que no se moviera tanto y así por cualquier mínimo movimiento, poderlo tumbar a la cama.
Ya era mi víctima, tenía el poder sobre él y estaba tan excitado.
Lo besé: la cara, los oídos, los cachetes, luego le pasaba la lengua por toda la cara.
-¿No era ésto lo que querías, maldita puta? -le decia.
-¡Suéltame! -era lo único que salía de su boca, podía notar que no quería que fuese así pero, exactamente esas palabras eran las que más morbo me daban.
Por poco tiempo estuve haciendo eso, quería infligir más dolor, así que le solté un brazo y lo ahorcaba y volvía a besarlo.
forsejeaba.
pero no podía más que yo, lo tenía en mi poder.
lo lastimaba y lo morboseaba al mismo tiempo.
¿Acaso no es mas fuerte aquél que por las fuerzas logra poseer a alguien? Si es así, yo soy un Dios.
Por chantaje lo cogí, lo cogí tan rico.
se lo metía de golpe.
se retorcía del dolor pero, él es una puta y las putas ya son inmunes al dolor, ¿no es así?
Y así estuve dándole, así estuve cogiéndolo, estuvo bajo mi poder por diez minutos.
los diez minutos mas poderosos, sexualmente, de mi vida.
Viajaba a mi pasado e imaginaba lo que a mí me tocó sufrir, volvía al presente y lo pagaba él, mi sufrimieno cobraba una víctima y esa víctima era mi propio novio borracho, el que sufria porque su novio lo ultrajaba y le reventaba ese culo mientras él con un llanto venidero me decía -¡Déjame! -y más me afincaba en su culo con mi güevo y más le dolía y yo, más disfrutaba.
Por un momento viajé al futuro e imaginaba a más víctimas, imaginaba a adolescentes en la misma posición que mi novio.
Suplicándome que les dejara quietos, mi mente se dejó dominar completamente por el morbo y lo único que se leía en mi cabeza era un: “Quiero violar así, como lo violo a él, sentir poder, mucho poder".
No le acabé otra vez, decidí apiadarme de sus luchas y gritaba tan fuerte que no quería que viniera su familia a su socorro, sólo lo dejé ahí tirado y acabé con una rica paja que me permitió dormir hasta el dia siguiente, que como lo mencioné antes, me buscó para un mañanero.
Sin señales de que el hombre que él ama desenfrenadamente, lo violó.
Querido amante, en tu nombre y en el mío, hice tal acto de morbosidad; tú, el mejor sexo que he tenido, tú, el mejor amante que he cogido, tú, mi gran amor.
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