Rapto Familiar (1/3)
Pan es un joven algo extraño, que llevara a cabo un secuestro fortuito para realizar su mas grande fantasía erótica….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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Pan era uno de esos chicos sin mucha suerte, un pervertido con gran imaginación, le gustaba soñar con toda clase de perversiones, se la jalaba pensando en cómo querría cogerse a varias tipas que conocía o con cualquier tipa que viera, recordaba con gusto rubias o morenas, mientras tuvieran un cuerpo que a él le gustara, sentiría un placer por darles con todo, en las situación más fetichista posible, con correas o lazos, deseando lamerle las tetas, chupar sus conchas, con toda clase de juguetes, y en besos lascivos compartir esos jugos de pasión, en boca de las que tuviera en frente, tanto le obsesionaba esa idea que incluso fantaseaba con la forma de hacer toda clase de vejaciones a una que se volviera su propiedad. El tiempo pasó, cuando joven el trabajaba para un tipo rico, era lo único que pudo conseguir, con 25 años, y sin estudios, era uno de los vigilantes de una finca enorme de al menos 10 hectáreas, cuyo dueño era un viejo con más de 50 años que se la pasaba de negocios o fiesta, lo cual poco importaba, pues a veces no lo veía en meses, si acaso en llamada porque le transfería una cantidad de dinero para que hiciera el mantenimiento de la casona, o si requería hacer alguna celebración, el lugar estuviera listo, pues al menos Pan era de confianza dentro del cuidado de esa propiedad. Sin embargo por contrato el lugar siempre debía estar siendo vigilado, y a él le tocaba estar presente en un 90% del tiempo, apenas le daban chance de ir a comprar a una tienda de autoservicio cercana a unos 2 kilómetros en una gasolinera, vivía casi como un esclavo, aunque no le importaba porque la pasaba bien, el terreno era grande, podía hacer de todo ahí, aparte con un arma asustaba animales, montaba vehículos, era como su pequeño reino, pero lo más importante, ahí en ese local encontraba a la preciosa señora Celine, una rubia belleza con un cuerpo de lujo tetas como melones, tenia anchas caderas, culo de ensueño, y piernas torneadas, no era ni muy alta o tan delgada, pues con 2 embarazos era obvio, aunque eso no importaba, apenas tenía 30 años, era una delicia verla, aparte que era una sumisa que despertaba todas las malas pasiones.
La finca estaba metida en un terrero rural, apenas visto a la distancia por algunos camioneros, pues se hallaba en una ruta poco transitada, un lugar bonito para visitar realmente, lo más cercano, a 2 kilómetros, era la gasolinera con la tienda, que se hallaba un poco retirada de la ciudad más cercana, ahí trabajaba la mayor parte del tiempo la señora Celine, quien era una delicia visual, aunque no quisiera, todo lo que usaba era bastante seductor en su cuerpo, no faltaba que la vieran todos los clientes con deseo, ganas de encajarle la verga hasta el fondo, o con ansias de metérsela entre las enormes tetas, hasta correrse y llenarla de leche de macho, más un grupo de tipas bobas siempre la abusaban, para que se quedara cubriendo turnos extras, por lo que se le veía con sus hijas a menudo. Tremendo par de chicas, ambas rubias como su madre y de iguales proporciones, la primera Tila, de unos dulce 14 años se parecía un poco a su papá, al menos en rasgos, pero con el cuerpo de puta de lujo de su madre, si muchas veces Pan escuchó que rompía los sujetadores, o como es que sus compañeros se ponían brutos al tenerla cerca, si muchos la miraban con ganas al verla llegar, en especial en su uniforme de colegiala, que era falda azul escocesa con camisa blanca, que apenas contenía esas enormes tetas que eran como toronjas, aparte con su cabello largo rubio hasta la cintura, se veía como una lolita deliciosa, y luego estaba Sandra, o Sandy para los amigos, que tenía 11, casi 12, una criatura bastante alegre, un poco coqueta, seductora natural, que sobresalía de entre sus compañeras al principio por su gesto alegre, pero igual a pesar de la edad contaba con unas chichis enormes, como naranjas, lo cual era terriblemente deseable, ambas parecían algo llenitas, pero en realidad eran por las tremendas formas que tenían.
Pan las solía tratar cada que podía, aunque no era tanto como deseaba, buscando tener alguna clase de acercamiento con las 3, se le hacían irresistibles, no podría contenerse, le encantaba la forma de moverse o su olor, mezcla de perfume con sudor, quería lamerlo de sus cuerpos, aunque cabe mencionar que no cuidaba la propiedad solo, un trió de idiotas solían apoyarle, aunque eran unos imbéciles, que en cada oportunidad hacían lo que querían ahí mismo, el lugar era tan grande que se perdían, limpiar las zonas verdes, una casona enorme con una alberca olímpica, un establo donde no había caballos, sino vehículos todo terreno, cuatrimotos, era un caos, pero ni le importaba, pues como era quien más tiempo pasaba ahí, se daba cuenta de los secretos de ese lugar, descubriendo cosas que pocos sabían, de hecho desde los 22 años fue que encontró un pequeño invernadero oculto, abandonado, y una especie de habitación oculta que confundieron con una cisterna, al parecer esa propiedad, antes de ser del dueño actual, le perteneció a un loco bastante divertido. Las plantas en el invernadero eran drogas, no para producirlas en masa, el tipo no era un narcotraficante, quizás un químico, y el cuarto, que curiosamente tendrían un pasillo conectando con la propiedad principal, al comienzo lo creyó un refugio, pero era una habitación para hacer ciertas travesuras, con esposas, grilletes, jaulas, era obvio que el anterior dueño tenía un fetiche por la esclavitud, lo cual encendía la sangre de Pan, quien no podía dejar de ver todo aquello con ganas de probarlo en alguien, por lo que desde su descubrimiento haría ciertos arreglos, mantenimiento a las instalaciones, poner cámaras de seguridad, darle arreglos a las instalaciones, todo era válido, incluso revisó gracias a unas libretas viejas, como usar la droga, por lo que solo le hacía falta una víctima.
Obviamente la locura de aquel infeliz, que a sus 25 años seguía siendo casto, no se contendría, quería hacer toda clase de locuras sexuales, divertirse con las mujeres que tuviera al alcance, pero la única en su mente era Celine, con quien no tenía tanta cercanía, odiaba a los idiotas de sus compañeros, que con toda naturalidad se le acercaban y la tomaban de la cintura o “sabroseaban” a las hijas, aunque solo en ese momento la madre reaccionaba, aunque era como si ella prefiriera recibir ese trato a dejar que tocaran a sus niñas, pues más de una vez estos hacían fiestas donde ellas eran invitadas (llevadas a la fuerza). Los 3 idiotas en varias ocasiones llegaron a invitar a las 3 mujeres, como vivían en las inmediaciones de la ciudad cercana, a media hora en carro desde la propiedad, les era fácil robárselas, junto con otras guarras que conocían, para hacer fiestas donde el licor estaba en todo, y muchas veces estos acababan cogiendo con esas zorras, incluida la señora Celine acabaría bien ensartada, aunque esta era la más reacia a hacerlo, sin embargo llegaría a verla ensartada por alguno de esos tipos, casi siempre contra la pared de algun lugar sin cámaras, recibiendo una buena ración de verga, hasta correrse, mientras le intentaban agarrar las tetas, que por su volumen, era casi imposible.
Todo ocurriría en un día de arduo trabajo, se habían echado a perder varias cosas dentro de la casa, desde tuberías, vidrios, focos, cableado, debido a esto Pan se habría retirado a hacer unas compras, de hecho tomó una camioneta para hacer los encargos, y regresaría bastante tarde, eran tantas cosas que tenía que acudir a varios lugares, así pues llegaría entrada la noche, para descubrir que había una fiesta, si durante eso recibiría una llamada del jefe: ¿Dónde estás? Era la pregunta; a lo cual el encargado explicaría todo, y el dueño de todo se enojaría, este era testigo de todo gracias a las cámaras de vigilancia que tenían conexión a la red, pues al llegar Pan, el trío de idiotas habían hecho una fiesta, se pusieron bastante drogos, estaban haciendo un desastre que implicaba a una serie de golfas. Cuando llegó, casi fue el final de la fiesta, pues antes que se diera cuenta, ahí estaba la señora Celine, quien se hallaba muy casual, de jeans azules ajustados a su precioso culo, un suéter rojo que modelaba perfectamente sus curvas delanteras, y se había maquillado un poco, se veía preciosa, sus hijas, estaban ahí, ambas usando faldas de mezclilla con mallas para el frio, botines y chamarras, se veían preciosas, estaban tomando gaseosa, pero ahí se dio cuenta que a sus sodas les echaban cosas, quizás ellos sabían del invernadero o quizás sacaron estas de otra parte, no le importaba a Pan, quien al ver como las niñas se perdían, estaba por hacer algo cuando se le adelantó la mujer.
Se notaba que también Celine estaba mareada, la manoseaban cada que no estaban con otras golfas, le sobaban con total libertad, pero reaccionaba ante la situación, era obvio que pretendían desvirgar a sus hijas, no lo iba a dejar ella, y cuando se las pensaba llevar para salvarlas, Pan se devolvió para fingir que estaba llegando, quedando libre de culpas, aunque la presencia de él, llamaría la atención del trió de abusivos, quienes no tenían permiso de hacer aquello, por lo que al verse descubiertos, decidieron huir. En medio de toda la confusión del escape, el cuidador principal tuvo una brillante idea mientras escapaban, ciertamente Celine, Tila y Sandy se perdían en la droga que les dieron, pero coger con ellas así de sencillo, no sería divertido, quería mas que solo eso, por lo que en medio de un desastre cuando llegara, armando un escándalo, las tomaría casi a la fuerza, las dejaría en su camioneta y seguiría a los otros, quienes maldecirían porque antes pensaban en hacer fiesta, coger en la finca como si fueran los dueños, luego borrarían los videos de todo lo que hicieran, después renunciarían, pero la llegada de Pan les arruinó todo, pensaron que con sus desastres se quedaría en la ciudad, se maldecían porque no pudieron cogerse a las niñas con la mami, y fueron por unas cervezas junto con las 8 putas que aun estaban con ellos, todas alegres buscando seguir divirtiéndose, cuando Pan llegaría a la camionera, y plantaría un poco de evidencia falsa para que no le fueran a descubrir, pues una vez hecho eso, se iría de vuelta a la finca, pero no entraría por la puerta principal donde había muchas cámaras, que deseaba evitar, pues estaba por hacer algo turbio.
Pan era un empleado de confianza, tanta le tenía el patrón, que incluso tenía su propia entrada privada, desde ahí se metió con la camioneta, llevando a sus 3 presas, se sentía tan contento, pues antes había pensado en como tenerla, al menos a la madre, pero era un tanto tímido con ella, nunca supo como coquetearle, deseaba pasarlo bien, meterle la verga hasta el fondo y llenarle el coño con su leche, sin embargo la mayor parte de las veces era echado de lado, aunque Celine siempre fue muy amable con él, Tila tampoco era grosera, y Sandy era muy dulce con todos, así que por eso las deseaba a las 3, quería ser su dueño, solo que no encontraba la forma de hacerlo, estaba estudiando sus horarios, para un día de esos aparecer en su ayuda, pero en medio de eso drogarla, raptarla, violarla, pero nunca tuvo la suerte, por culpa de sus fastidiosas colegas de la tienda u otros clientes, igual quería luego secuestrar a las niñas. Quién diría que lograría todo de manera tan inesperada, gracias a unos idiotas, a quienes seguramente no volvería a ver, estaba seguro, mas eso no era lo importante en ese instante, pues metería a Celine en el cuarto oculto, el cual ya lo tenía preparado desde hace meses, en una de las 5 celdas que había, dejó a la hermosa madre, en un cuarto en blanco con apenas una cama, todo en blanco, con una pantalla de televisión, quería hacer una serie de perversiones, gozar de su cuerpo, las cuales iba a gozar, estaba perdido en ello, pero antes de continuar con la mujer, iría por las hijas, dejando en la celda de al lado a Tila, y en la tercera a Sandrita, que por suerte seguían perdidas en los químicos, luego volvería con la mami para dejar escapar su deseo.
Ahora si Celine, esto era lo que deseaba, no sabes cuantas ganas tenía de tenerte así, solo para mi, estas bien rica, y lo mejor, es que no vas a poder hacer nada, tampoco tus hijas, cuantas veces te vi, con ganas de meterte la verga, a veces llegando con los otros imbéciles, que te invitaban a beber aquí, aunque lo tenían prohibido, pero hoy se pasaron, solo tenían permiso de beber unas copas entre ellos, pero hicieron una fiesta, luego revisaré cuanto rompieron o si se robaron algo, pero no importa, porque desde ahora, eres mi propiedad – diría Pan mientras empezaba a sobar el cuerpo de la mujer que estaba más dormida que nada, apenas comprendiendo lo que sucedía alrededor, le dieron una droga potente, y solo por la adrenalina se había mantenido firme, pero eso acababa, quedando en las manos del joven.
Pan no se tentaría el corazón, empezaría a sobar todo ese cuerpo delicioso, haciendo presión en los pechos enormes, que tanto le gustaban o se pasaba a la vulva de la mujer, que entre sus toques ansiosos, empezaba a humedecerse, luego comenzaría a gemir levemente, estaba confundida, pero no dormida por el momento, escuchaba, pero no respondía, solo se dejaba hacer, Pan le tocaba todo el cuerpo, sintiendo esas formas tan deliciosas, las cuales le encantaban, eran tan redondas, que no podía contenerse, sus dedos temblaban ante la deliciosa sensación, el aroma de mujer madura era irresistible, no pudo evitar sacarle todo, empezando por los zapatos, no quería que le estorbaran con lo demás, pues empezaba a tentar desde las tetas, pero fue bajando, llegando a su gruta de placer, que se hallaba tan jugosa, podía oler la fragancia del celo, su cuerpo reaccionaba a sus dedos, incluso iba gimiendo un poco, pero no importaban nada de eso, le fue sacando los botines, notando unos nada sensuales calcetines, luego le sacó los pantalones, para descubrir sus muslos carnosos, tan sensuales que le sorprendían, eran tan grandes y redondos. Por acto instinto se sacó la ropa, quitándose todo, pues quería sentir directamente toda su piel con la propia, y acomodó su verga entre las nalgas apenas cubiertas por un calzón blanco sin gracia, era obvio que no tenía pensado coger, pero eso no importaba, con sus manos ansiosas iría subiendo la prenda para alcanzar las enormes tetas, eran grandiosas, a pesar de solo tocarlas sobre la ropa, le daban un calor que brotaba desde la verga, hasta a cada rincón de su cuerpo, lo que le calentaba demasiado, quería comenzar a romper aquel delicioso coño, que notaba húmedo, había logrado verlo manchar su calzón, pero no debía ser ansioso, finalmente tenia a esa mujer que despertaba tantas pasiones y no dejaría que se le escapara, debía ser solo suya, o al menos eso tramaba.
Con cuidado iría sacando el suéter, era cómodo, tan suave, estaban sobre la cama, y ella se dejaba hacer dócilmente, disfrutando de la vista, con ansia le lamia esos enormes pechos, haciendo a un lado un sostén que no era nada bonito, aunque le gustaba como la piel parecía estar a punto de romper la tela, los saboreo, mientras su mano iba tentando la parte baja, se movía de un lado a otro, para acariciar todas esas deliciosas formas, pues no tenía llene, le encantaba ese cuerpo tan sensual, quería romperle el coño con su verga dentro, pero debía saber disfrutarlo. Empezaba a decirle cosas, como le gustaba, que iba a cogérsela todo el tiempo, a llenarle el coño de su leche, que no se contendría hasta hacerla suplicar por su verga, que incluso ofrecería el culo, que sería su esclava por siempre, a lo cual la mujer solo podía gemir ante las caricias, sonidos suaves perdidos en el placer, pues no se hallaba del todo consciente, solo se dejaba sentir de manera perdida, mientras su cuerpo quedaba apenas con un calzón que sería retirado en breve, dejando ver un coño peludo, que no le gustó nada a Pan.
Eso si le desagradaba, los pelos en la boca, le daban una sensación de asco, así que no perdió tiempo, pues antes dejó cosas para arreglar ese detalle, supuso que podría pasar, tenía crema y una navaja, las cuales usó dejando limpio aquel coño, luego de ello pasaría la lengua pues quería disfrutar de ese sabor delicioso, empezando a comer como si jamás hubiera probado bocado, esa era una verdad a medias, pues tenía un par de amigas golfas, con quienes se abría divertido, pero jamás cogió con ninguna por lo caras que eran. Disfrutaría de lamer aquella gruta de placer hasta hacerla gemir en un orgasmo, el cual mezclado con sus orines escurrirá por su boca hasta empaparle la boca, aunque nada de eso le importaría mucho a Pan, quien al ver como quedaba Celine, estaba contento, su verga apuntaba contra ese coño, solo que no sería todavía, quería antes gozarla más, saberla suya antes de entrar en ella, pues en serio, estaba demasiado caliente en ese momento, pero no perdía la cabeza, antes bien deseaba atraparlas en sus locuras.
Se retiraría con prisa, antes de que perdiera el control, o sus planes se irían al demonio, e iría con las hijas, les sacó las camisas y las faldas, notando como sus cuerpos quedaban revelados frente a sus ansiosas manos, le estaba encantando, notaba que ambas heredaron las proporciones de la madre, eran bien tetonas, aunque igual a su edad estaban bien proporcionadas, quería también violarlas, solo que el plan era el mismo que con la madre, someterlas mentalmente antes, aunque no pudo evitarlo, con sus dedos fue a sentir sus jugosas vulvas, quería confirmar algo que se reveló ante sus yemas, ambas seguían siendo vírgenes. A diferencia de la madre, a estas las dejó bien atadas, usando consoladores, los metió por su culo, para irlas domando, aunque antes fue untando una buena cantidad de aceite, quería que estuvieran suaves, igual las dejaría dormir desnudas, con vendas en los ojos, y amordazadas, pues todo era parte de su plan, las grabaría mientras se agitaban de placer, mostrando como con sus dedos sobaba aquellas partes suaves, dándoles un gusto hasta que se corrieran, pues todo eso era parte de su plan.
Luego de ello Pan se marcharía, de vuelta a la cabaña donde dormía, de ahí se quedaría, y descansaría por toda la noche, contento, pues no esperó que su más grande ambición se hiciera realidad de manera tan inesperada, pues tenía ese fetiche por el esclavismo, convertir a una mujer en su amante absoluta le hacía perder la cordura, quería cogérselas hasta romperles los coños, era un sueño que no lo dejaba descansar, en especial cuando veía a Celine. No supo cuantas veces fantaseo con ella, era tan dulce, pero no le hacía caso, teniendo 5 años menos, aparte que era más cortes, se daba cuenta que los idiotas que trabajaban ahí eran abusivos, que no le dejaban opción, la presionaban para que fuera a sus reuniones, de hecho la acosaban, por eso iba a las borracheras que organizaban, pero no era por gusto, tampoco les gustaba ir a las hijas, pero luego se daría cuenta que les tenían miedo, si acaso Tila, siendo un poco mas rebelde, empezaba a acercarse, aunque no le terminaban de agradar, bueno, eso ya no importaba, pues ambas niñas también serían sus putitas a partir de ese día.
Pasarían poco mas de 48 horas antes de que los oficiales llegaran a revisar, pues tal como lo imaginó unos vecinos reportaron la desaparición de Celine y sus hijas, pero ya estaba preparado, cuando los oficiales aparecieron, este les dejó revisar las instalaciones, toda la casona que estaba arreglada, explicando que unos trabajadores hicieron una fiesta sin permiso, iba confiado de que no encontrarían el cuarto especial detrás de la bodega de licores, aunque los dejó entrar ahí, y los policías, ingenuos, no perdieron tiempo, sacaron pistas “contundentes” en otros lugares, pues aparte les dejó ver las cámaras, diciendo: si las conozco, estuvieron aquí hace unas noches, los idiotas que les mencione, no dejan de acosarlas, quizás le metieron alguna porquería en sus bebidas, mire, aquí dejaron algo, las cámaras las muestran, pero también cuando se marchan, porque yo soy el jefe al cuidar la finca, el dueño me da órdenes directamente, pero les dejaré su número si gustan; al menos eso diría Pan. Gracias a su apoyo y las evidencias, ningún policía lo tomaría a mal, por el contrario, aceptarían el testimonio, no harían muchas preguntas, al final se marcharían tomando muestras de la droga, las grabaciones, aparte que anotarían los daños causados en la propiedad para aumentar los cargos, pues realmente creyeron que el trió de idiotas fueron los secuestradores, y con pruebas fueron a buscarlos como principales sospechosos. Luego en las noticias Pan se reiría al ver como todo funcionaba, pues les dejó metidas las chamarras de las niñas en sus camionetas, así que con eso, debido a que cargaban drogas, ellos quedarían como posibles asesinos, pues los muy idiotas por todas las sustancias que se metían, no sabían que hicieron con las 3, quedaron sorprendidos, un poco asustados, pues solo faltaba encontrar los cuerpos, que seguramente debían haber estado violados, lo cual en conjunto era una condena para salir los 3 a los 70 años, lo cual le dejaba libre a Pan de hacer lo que quisiera con esas preciosidades, que seguían atrapadas en la habitación especial.
Luego de ello se dignaría a trabajarlas, iba a ser difícil, no deseaba golpearlas, eso las iba a dejar con marcas, pero necesitaba someterlas, tomar el control para que ellas fueran suyas, no solo quería cogérselas, sino que entregaran sus coños deseosas de sexo duro, que al verlo sus coños se pusieran humedos, esa era su fantasía, y tenerlas atrapadas era el comienzo, por suerte en el invernadero tenía muchos apuntes, no tardó en arreglar algunas cosas, no era muy diestro, pero si constante, como antes tuvo algunos meses, había preparado algo en cuanto tuvo a las bellezas atrapadas. Les dejó sin comer los 2 días que siguieron, apenas les puso un poco de música que era tediosa, pues todos los cuartos o celdas, tenían una televisión que él podría controlas desde fuera, era un ritmo bobo que lejos de gustarles seguramente les daría dolor de cabeza, una ligera tortura, más que nada para dejar en claro que el mandaba, mientras en el caso de las niñas, seguían siendo estimuladas analmente, y cuando bajó, fue primero con ellas, primero con Tila, a quien sentó en la cama, disfrutando de la vista, pues su figura era la más desarrollada, sus pechos tan redondos con pezones claritos, luego le dijo:
Te daré de comer, tu tranquila chiquita, si lloras o gritas, me largo y te dejó sola más tiempo – malas noticias que ella daría un alarido de horror, pues estaba asustada.
Por lo que la dejaría ahí atrapada, sin comer, aunque le metería un calcetín sucio en la boca para callarla, así dejaría el cuarto para irse a verse con la hermanita, a quien tomaría también con cuidado, aunque por morbo se sentaría y luego la acomodaría en su regazo, sintiendo las carnes de la niña apretando su verga, notando un culo redondo, unas tetas demasiado grandes para una nena de su edad, no pudiendo dejar de palpar las preciosas formas, logrando que ella se quejara, pues un loco la estaba sobando, ella no podía moverse, sintió sus chichitas, sobó sus partes, mientras ella estaba atada de piernas y manos inmóvil por completo, luego Pan le diría:
Ahora bien chiquita, te voy a dar de comer, pero te dejaré con hambre si lloras o gritas, igual que lo hice con tu hermana mayor, no la he lastimado, eso cambiará si me enojan, así que calmadita, no quiero ponerme violente – le decía y antes le pellizco una teta, sonrojándola, antes de sacarle la mordaza, pero la siguió dejando vendada de los ojos.
Señor, ¿Qué me va a hacer? – preguntó muy asustada Sandy.
Tranquila, vamos a jugar todos juntos, la vamos a pasar muy bien, pero si no quieres que me ponga cruel con ustedes, te portaras como una niña buena y me harás caso en cada cosa, entendido – decía con una voz tranquila, pero que sonaba tan fuerte que no se reconocia, mientras la apretaba del culito.
La niña asentiría, mientras lloraba un poco, pero le daría de comer, una masa parecía al puré de papa, de una textura pegajosa, era parte de su plan, la niña por el hambre comería, y esa voz ganaba fuerza, estaba desesperada, no se daba cuenta que aparte había algo en la comida, una mezcla de pastillas, que le harían susceptible a lo que le dijeran, aparte que un ligero afrodisiaco, le daría un toque caliente que ella no podría entender, todo con tal de confundirla, hacerla entrar en su juego de morbo.
Muy bien, Sandrita, come bien, no te quieto maltratar, eres una niña preciosa, siempre me gustaste, sabes que los 3 tontos que las acosaban, les metieron droga en sus bebidas, iban a hacerles tantas cosas, pero antes de que las lastimaran yo las salvé, por eso pienso hacerte mía, quiero que hagamos el amor todas las noches, igual que lo haré con tu mami y tu hermana, eso es lo que vamos a hacer – decía casi burlón mientras sobaba a la niña, que se perdía entre la comida, la sugestión y las caricias de Pan, quien estaba logrando su cometido poco a poco.
La niña estaría respirando agitada, su cuerpo se calentaba, las manos de aquel hombre estaban despertando un placer que ella desconocía, pero que gracias a la situación se volvia embriagante, le gustaba como esos dedos causaban una especie de onda eléctrica por todo su cuerpo, logrando que se sonrojara de manera tan tierna, que solo despertaba mas el morbo de Pan, quien no dejaba de emocionarse con la lolita entre sus brazos. Luego de eso, se marcharía, pero le diría que si se porta bien, le daría un baño al día siguiente, advirtiéndole que la estaba vigilando, lo cual le asustó mucho más, después de ello iría de vuelta con Tila, a quien encontraría más tranquila, había terminado en el suelo por su desespero, así que la levantaría, dejándola en la cama, y le repetiría: Te daré de comer, tu tranquila chiquita, si lloras o gritas, me largo y te dejó sin comer más tiempo; a lo cual ella asintió, por lo que agregaría.
No sirve que grites, nadie te escuchará, tu hermanita se portó muy bien ahorita, así que espero que te portes a la altura – le decía lo cual pareció alterarla, aunque eso no evitaría que le quitaran la mordaza, y por suerte ahora no gritaría.
¿Qué le hiciste? ¿Dónde nos metiste? – decía con una mezcla de emociones.
Tranquila, todavía no les he hecho nada, ahora solo vengo a darles de comer – y con cuidado se ubicó detrás de ella mirando con gusto el tamaño de esas tetas, las cuales deseaba lamer, pero al menos las sobaría ligeramente, pues eran tan grandes y firmes.
Le daría de comer con cuidado, igual la misma pasta pegajosa, que era sí para que no intentara vomitar, le daba agua, tragaba un poco, bebía, y cabe decir que le daba un té con un ligero afrodisiaco, siendo la masa la que tenía una pastilla molida que le dejaban confundida, lo suficiente como para hacerla susceptible a sus palabras, por lo que intentaría hacerle platica, una vez que como Sandy, se viera confundida.
Tu tranquila, sabes que esos locos que las acosaban, las iban a violar y luego matar, estaban locos, pero yo las salvé, no quiero lastimarlas, así que tranquila, aparte, no quiero que les pasen otras cosas, solo debes mantener la calma, hacerme caso en todo, y ya verás que la pasaremos muy bien, entendido – decía con una gracia picara mientras notaba como la droga hacia su truco.
Si nos salvas, porque nos encierras, sácanos – decía un poco más lucida Tila.
No lo haré, las quiero para mi solas, las 3, tu mami, tu hermanita y tu, las quiero con toda el alma, no puedo dejar que me las quiten – respondería con una especie de gracia burlona que lograba su cometido, que la chica comprendiera su mentira como algo real, aunque no dejaría de sobarla de manera suave para no asustarla, pero con la intención de mostrar sus deseos.
Dejaría a Tila descansar, diciéndole que si se portaba bien le daría un baño al día siguiente, pues cabe decir que no lo habían hecho en al menos 4 días, lo cual les resultaba demasiado molesto a las 3, pero lo que seguía iba a ser lo mejor, por un pequeño espacio, le metería la comida a su celda a Celine, quien ignoraba que a unos metros estaban sus hijas, estaba asustada, quería verlas, no deseaba comer, pero una nota diciéndole: mira el canal #3; le haría prender la pantalla, pudiendo ver como las niñas habían comido hace poco, lo cual le relajó, aunque no le agradó verlas desnudas, en manos de un desconocido (no reconocía a Pan), cabe decir que los videos no tenían audio, lo cual le impaciento. Una nota saldría diciéndole que debía comer, portarse bien, si no quería que algo le pasara a sus niñas, por lo que la pobre Celine acabaría todo muy rápido, era igual la pasta pegajosa, que en pocos segundos tras acabar le haría sentir mareada, siendo eso lo que esperaba, por lo cual le dejaría salir, disfrutando de verla totalmente desnuda, verla caminar mientras sus pechos desafiaban la gravedad y su gesto de vergüenza calentaba la sangre de cualquiera, le miraba con ganas de romperle el coño, por suerte el lugar era cálido para que no sufriera frio, así que ella apenas se cubría por vergüenza, pero fue a llevarla a un lugar con una mesa cuadrada donde le dejaría sentarse, y notaria, que ella seguía sin reconocerle, siendo un golpe a su orgullo, aunque poco le importó pues la tenia desnuda frente a él.
¿Qué quiere de mí? ¿Qué les has hecho a mis niñas? – preguntaba algo molesta haciendo que sus tetas temblaran de manera sugestiva.
Nada todavía, pero no quiero lastimarlas, así que vamos a dejar las cosas en claro, vas a ser mía, Celine, me harás caso en todo, y si te portas bien, trataré con cariño a tus hijas, pero si no, bueno, será culpa tuya – decía con cierta malicia Pan, mientras miraba a la mujer con deseo.
No toques a mis niñas, haré lo que quieras, pero no les hagas nada – suplicó la mujer desesperada nuevamente agitando sus pechos.
Tranquila, que bueno que lo dices, porque te deseo, quiero que seas mía, solo mía, y haré cualquier cosa por tenerte – decía con cierta pasión que sonrojaría a la pobre señora quien se tapaba recordándose expuesta.
Si es así suelta a mis niñas, yo haré lo que quieras – decía con temor Celine, aunque por instinto ofrecería sus pechos grandes al joven, quien miraba esas masas de carne deliciosa, listas para ser tomadas en el acto.
Eso no pasara, solo te advierto, si te portas mal, voy a desquitarme contigo y con las chicas, pero no quiero eso, me gustan mucho las 3, quiero que nos llevemos bien “todos”, y eso pasará siempre que no hagas cosas tontas – advertía con malicia Pan mientras se lamia los labios saboreando lo que tenía enfrente.
Si, lo que tu digas, pero no las lastimes, has conmigo lo que quieras, pero no lastimes a las niñas – decía aun alzando sus pechos la mujer.
Eso era lo que deseaba escuchar Pan, quien se relamía los labios ante la situación, quería someterla, pero no en base a golpes, una seducción viciosa donde la convirtiera en una golfa privada, esa era su idea y tenía un plan, por eso las sugestionaba, al menos a las niñas, porque a Celine, con ella sería diferente, la miraba desnuda y le ordenó que se sentara sobre la mesa, a lo cual obedeció casi adivinando sus planes, luego le ordenaría que siguiera todas sus instrucciones, que de fallar en algo sus hijas lo pasarían mal, a lo cual ella asintió con su cara enrojecida por la pena, comenzó a decirle unas cosas que revelaron su plan, así que se acomodaría con las piernas abiertas, mientras comenzaba a sobarse abajo, tocándose con un cuidado, dejando ver su vulva jugosa, pues gracias a las drogas, su cuerpo respondía de manera asertiva, dándole una ventaja mental, además que olía demasiado bien, también se sobaría las tetas enormes, que apenas le cabían en su mano, para comenzar a darle un espectáculo como jamás pensó Pan ver, pues en pocos segundos estaba disfrutando de ver aquel cuerpo tan sensual gozar de sí misma, pero eso no era todo, el joven quería mas, así que le diría algo con una seña, que la obligaría a decir mientras le grababa:
Soy Celine, tengo 30 años, fui secuestrada, y estoy trabajando para ser una esclava sexual, mi amo Pan, quiere que me entregue a su verga, y por eso me está entrenando, y yo obediente, estoy sacando mis mieles del deseo con mis dedos – decía confundida la mujer, pero cargada de una lujuria que era difícil de resistir.
La sensual señora estaría haciendo aquello, sobándose con toda la locura sexual que podía, controlada por la droga, no perdería tiempo, estaba tocándose con una firmeza difícil de aguantar, se metía sus dedos como si fueran los de una verga, se hallaba tan agitada que no paró hasta correrse, aquello le despertaba una extraña sensación que no comprendía, pero que le hacía hervir su interior, sintiendo como los jugos le estaban escurriendo, mientras que el joven filmaba todo, viendo como se correría en breve, lo cual disfrutaba, era demasiado delicioso, y antes que se diera cuenta su coño estaba escurriendo, lo cual no pudo evitar, y se acercaría a lamerlo con lujuria, saboreando cada parte de su interior. La mujer se le quedaría viendo, seguía confundida, la droga era efectiva, alteraba su forma de sentir, pero seguía un poco consciente, disfrutaba de aquel contacto tan sensual, la lengua que se le metía hasta el fondo, saboreando cada parte de ese precioso cuerpo, logrando que ella se confundiera, porque era la primera vez que alguien la tocaba a ella, al menos de esa forma, porque siempre le tocaba meterse la verga de otros, pero ahora la hacían gozar, incluso tocaba sus tetas con una mano, mientras con la otra alcanzaba a grabar un poco, logrando que ella misma se sintiera superada por el calor erótico.
Espere, eso no es lo que acordamos, mm, que bien se siente, mm, pero déjeme – decía la pobre Celine mientras su vulva era saboreada por un loco que la hacía perder la cabeza entre los espasmos que se estaban formando, tan fuertes que destrozaban su juicio.
Antes que pudiera quejarse, o decir nada, un segundo orgasmo la alcanzaría, haciéndola sentir un poco más relajada, jamás sintió algo similar, estaba gozándolo como jamás imaginó, todo fue tan repentino que no pudo resistir, suspiraría un tanto agitada, mirando al joven con un sonrojo desorientado, lo cual le daría gusto a Pan, quien al verla desfallecida, la tomaría entre sus brazos, para meterla dentro de su celda de nuevo disfrutando de cada paso y de tenerla sometida, aunque antes de dejarla encerrada le diría: hasta mañana mi amor, esto solo es el comienzo, jejejejeje…
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