Raúl me usa, me humilla y me tira.
Raúl fue un chico que conocí de forma casual, todo fue muy rápido y muy intenso, digamos que me usó para divertirse..
Conocí a Raúl casi por error. Me usaba para humillarme y me convertía en una completa zorra, cosa que aprovechó para hacer de mi lo que quiso. Como ya he contado, me gusta travestirme y ser muy perra, espero que ya hayan leído mis otros relatos.
La primera vez cogí con él en una fiesta, y la segunda quedamos de ir a un hotel, ambas estuvieron bien, pero sin nada de especial. Fue después de esa segunda vez, en el hotel, un poco antes de irnos que comenzamos a hablar, él me dijo que tenía una fantasía, yo algo curioso, aunque pensé que sería una tontería, le dije que le ayudaba. Aún recuerdo sus palabras exactas «quiero usarte como mi puta y que hagas lo que yo te pida». jeje, digamos que me interesó un poco.
Y pues así empezamos, la mayoría de las veces ni siquiera tenía tiempo de estar travestido, me usaba como y donde quería. La primera vez después de eso fue a recogerme, me subí a su coche y ya tenía la verga dura, sus órdenes fueron sencillas «cómetela». Comenzó a manejar mientras yo me concentraba en su verga, cuando por fin se vino en mi boca, me tomó del cabello y me levantó, sólo después de asegurarse que había tomado hasta la última gota de su semen, se paró de pronto y me dijo que me bajara. No tenía idea dónde estaba. Eso dejó en claro cómo iba a ser lo nuestro.
Otra vez fuimos a coger a un motel, todo más o menos normal, pero me dijo que no me cambiara, que me volviera a vestir con ropa de mujer, traía un pantalón de mezclilla muy ajustado, se me veía increíble el culo con él y una blusa blanca. Nos subimos a su coche y manejó una media hora y luego me ordenó bajar, me dio algo de dinero y me dejó ahí. En realidad, no fue para tanto, tomé el metro y llegué al hotel de nuevo, no sin que me manosearan un poco la cola en el metro en hora pico.
Otro día, en el mismo hotel, nos quedamos toda la noche, bueno, eso pensé, que sería una noche de sexo, sin embargo, después de cogerme una primera vez, subimos al coche y pensé que haría una cosa similar a la pasada, pero no, se giró casi de inmediato en una calle oscura, llena de basura y que olía a orines, y me arrancó la ropa, yo traía una falda corta, una tanga, blusa y brasiere. Rompió mi blusa y la tanga, me tiró al piso y comenzó a bombearme el ano son su verga. Me repetía que era una puta barata. Todo fue muy rápido y muy intenso, eyaculó y antes de yo poder hacer nada tomó el coche y se fue. Tuve que regresar al hotel después de que me ultrajó, jijij me gustó mucho sentirme así de usada, la verdad.
Raúl me hacía cosas y me hacía hacer otras que no había ni pensado en hacer. Otra vez me hizo ir debajo de la mesa en un restaurante a hacerle una mamada, o en un vestidor, o en un baño publico.
Incluso una vez más, de nuevo, estábamos en el motel de costumbre y después de coger yo le dije «espera un momento, voy al baño» y me dijo que me vistiera con la ropa de mujer y subiera al coche, no me dejó entrar al baño. Le dije que se detuviera que tenía muchas ganas de orinar, me dijo que bajara en un callejón y cuando me iba a desabrochar el pantalón para orinar me ordenó «no te quites nada y orina», yo tuve que hacerlo y me oriné encima. «no creas que vas a subir así de nuevo», me dio la llave del cuarto y se fue. En la recepción del hotel ya me conocían, siempre llegaba a media noche en condiciones extrañas.
Otra vez desde en su coche, íbamos en una zona en la que los hombres se juntan a hacer cruising, me puso a mamarla mientras manejaba, pero con el culo levantado hacia la ventana del copiloto, él no me dejaba moverme ni dejar de mamar. Solo de pronto se paraba, bajaba la ventana y invitaba a alguien a acercarse. Era por la ventana, entonces no podían cogerme, pero me lamían el ano y me lo dedeaban, me daban nalgadas o besos y mordidas. Estuvimos un rato dando vueltas y quizás me manosearon o comieron el culo 4 o 5 hombres distintos, no estoy seguro, por fin cuando lo hice acabar en mi boca me llevó a mi casa, jiji pensé que igual me dejaría ahí tirado, pero ese día fue bueno conmigo.
Nunca nos vimos simplemente para ir a comer o al cine, si me hablaba es porque quería usarme de alguna forma, ya sea mi culo o sólo mi boca. Le gustaba que me vistiera de puta pero no le molestaba si no lo estaba, aunque tenía que estar vestida para coger, si no, simplemente me ponía a mamarla. Nunca se preocupó por mi placer, de todas las veces que lo vi, más de la mitad eran para hacerle un oral, y en cuanto terminaba me dejaba, yo no eyaculaba hasta llegar a mi casa y masturbarme pensando en lo que había pasado.
Cuando me cogía sí llegué al orgasmo, aunque tenía prohibido hacerlo antes que él, me decía que yo era una puta y lo importante para mi tenía que ser dar placer a quien me cogiera, no importaba si yo me venía. Por lo que después de que él terminaba, tenia permiso de meterme un dildo y cabalgarlo mientras me veía, aunque él ya no participaba. A veces ni siquiera me ponía atención, aunque sí era importante que cuando me viniera, lo hiciera en mi mano para lamerla después.
Y nos vimos así un tiempo, hasta que eventualmente se aburrió de mi y dejó de llamarme. ¿Cómo lo sé? él me dijo directamente. Fuimos al motel de costumbre y me cogió, pero estaba atento al celular más que a mi. Me ordenó subir al coche y avanzamos a penas un par de calles, me ordenó hincarme en el mismo callejón que me había cogido aquella vez, se sacó el pene y comenzó a orinarse sobre mi, cuando terminó me dijo «la verdad ya me aburriste, no vuelvas a hablarme», luego se fue y nunca más me respondió el teléfono ni nada. Y así terminó tan rápido como había empezado.
Pues mientras duro fue bueno, ¿Qué paso? Le cumpliste todas tus fantasías y se aburrió, al rebajarte como puta y que tratase como tal, solo eso eras (un recipiente de su semen), como lo se, también me paso.