Reclutas menores en el servicio militar
Esta es una historia Real. Y sucedió Hace muchos años , en diferentes pueblos y comunidades alejadas de mi País. Cuando cumplí 17 años. me tocó hacer mi servicio militar obligatorio en la Fap. .
Mi inicio fue algo casi normal, pero ya dentro y con los años tuve la oportunidad de conocer muy de cerca las actividades libidinosas con algunos compañeros, pero sobre todo con mis jefes.
Pero esa es otra historia.
Ahora me centraré en contar la historia de las reclusiones de niños y adolescentes de unos caseríos y pueblos de la selva.
Eran los tiempos de terrorismo y narcotráfico, en la selva central de mi País.
Y habían muchos pueblitos que al enfrentarse a los militares, quedaban sin hombres y mujeres mayores en sus aldeas.
Y en su mayoría casi ancianas, adolescentes y niños.
Unas abuelas de esos pueblos pidieron, apoyo para que ayudaran o corrijieran el comportamiento de muchos adolescentes, que al no tener padres ni madres que los controlaran, empezaron a tener actividades delictivas dedicándose al alcohol, drogas y pandillaje.
Adolescentes de entre 12 a 15 años.
Los mayores ya salían a enfrentamientos y muchos perdían la vida.
Fue cuando las Fuerzas Armadas de mi País tomaron la desicion de reclutar a esos niños y adolescentes en los grandes cuarteles militares de la capital.
Donde accedieron a darle casa comida y una formación militar para su futuro.
Yo ya con 20 años, tuve enfrentamientos con terroristas en la selva central.
Pero estando, ya de vuelta en la capital.
Nos comunicaron que volveríamos, como conocíamos bienes zonas, pero ya no para enfrentamientos militares si no mas bien para formar parte de un batallón que viajaba a los lugares donde ya se había apaciguado el terrorismo y traer con el permiso de sus familiares mayores a los menores.
Y así fue en mi grupo logramos reclutar diez adolescentes de catorce años
Y ocho, de doce años y trece años.
No fué tan facil por que al enterarse que serian llevados a la capital muchos se escondieron y buscarlos y atraparlos no fue tarea fácil.
Cuando llegaron a la capital , se les designó un pabellón exclusivo para ellos y se sumaron a ellos unos 30 niños más de otros grupos y otros pueblos.
Uno de lo celadores o cuidadores eramos, tres compañeros o promociones como solíamos desirnos, y yo.
Los bautizamos como las bebitas.
Nos encomendaron, cuidarlos y vigilarlos, y estaba totalmente prohibido tocarlos o inducirlos a cualquier actividad sexual, orden que venía de los altos mandos de la milicia y es por eso que nosotros veíamos que nada malo sucediera.
Al tercer día llegó un Capitán al que yo conocía muy bien, y mandó a llevar a todos los nuevos reclutas, a un lugar donde se les hacía los exámenes médicos de rutina.
Algunos de estos pelados como se les dicen en mi País a los que son más nenes, eran malcriados y altaneros un poco desobedientes, pero ese día empezaron a comportarse mejor.
Los hicimos formar en fila de diez , para que cuando llegaran los Médicos militares fuera más fácil los exámenes.
Los mandamos a quitarse la ropa y que se ducharan.
Algunos se resistían un poco.
Fue cuando llego el capitán Quispe un cholo recio, de cara dura y una voz imponente que inspiraba respeto y miedo, alto de unos 40 años y dos jefes más,
ambos de las mismas edades.
Cuando entraron vieron mucho desorden y bullicio.
Con voz fuerte gritó con lisuras.
Carajo!!!
Todavía no están listos , que esperan mierdas para estar formados en fila para los exámenes.
Fue allí que algunos que no querían bañarse lo hicieron corriendo.
A esos que recien entraban a la duchas se les acercó y a cada uno les dio una cachetada y un palmazo fuerte en el culo.
Rápido carajo!!!
No quiero bulla acá.
Se acercó a nosotros nos saludamos y me dio la mano y una mirada seria pero amigable .
Eligió conmigo a seis nenés , dos de catorce años y cuatro de trece y doce años, y les hiso hacer una cola aparte para que el mismo los revisara, y los demás hicieron otras filas , dentro del gran salon con los otros jefes médicos militares.
El capitán Quispe tenía una oficina instalada dentro del amplio salón.
De uno en uno irían entrando a su oficina con la supervisión mía.
El primero en entrar fue un adolescente de tez trigueña cabello lacio de facciones finas, y su cuerpo adolescente, ya advertía, formar una buena figura y porte, se manejaba una buena verga y algo nalgon para su cuerpo y edad.
De hecho sus seis elegidos habían sido los que mejor cuerpo y culo tenían.
Tenia una camilla lo hiso echarse primero boca arriba,
Se puso unos guantes de gomas blanco , también me dió un par de guantes a mi para ayudarlo a revisarlos mejor.
Le auscultar primero , la verga, el adolescente un poco avergonzado quiso cubrirse con sus manos.
El Capitán Porfirio , le habló fuerte, que todo era parte de la rutina, y que cada dos meses serian revisados , para ver si contraian alguna enfermedad y también ver si estaban vírgenes.
Date vuelta le dijo.
El adolescente obedeció.
Me miro y me hiso una como mueca mordiéndose los labios.
Le preguntó .
_ ya te cacharon,
_ no jefe !!!
el adolescente volteó a mirarlo. _ No te he ordenado que voltees, solo responde ok?.
_ Se responde solo ,si señor o no señor entendido.
_ Si señor.
Le hizo levantar la pompa y ponerlo de perrito.
Haber vamos a comprobar eso.
Con tus dos manos abrete el culo para revisarte bien.
_Pero jefe!!! ..
Un palmazo fuerte en el poto.
_ Carajo te he dicho que obedezcas y respondas si o no señor.
_ Si señor !!!
Me ordenó traerle ese tubito que está dentro del estante.
Un tubito delgado que se le introducía a manera de supositorio ,para verificar su virginidad , pretexto para ver hasta donde aguantaban.
Después de más de una hora un manoseos de culos y metidas de dedo y tubito solo dos se quejaron.
De tanto ver y manosear esos culitos vírgenes, estaba con la verga hinchada a punto de reventar.
Hacia dos meses que no cachaba y tenía un enamorada adolescente que de besitos no pasaba.
Le hise un ademán como para cacharme al cuarto chibolo.
Un blanquito chinito de estatura baja, cara de tímido,
Sonrio.
Todo a su tiempo respondió.
Y así de uno en uno seguimos con el exámen a cada uno de los adolescentes reclutas.
Una vez terminado los exámenes.
Me hiso pasar , para darme unas órdenes , con respecto a los chicos.
Hay buenos talentos aquí…
Ricos culos vírgenes.
Me dió la siguiente orden. provocarlos a dos o tres de ellos hacerlos chuparme la pinga a cambio de favores.
Pero que no los penetrara, que el quería ser el primero en romperles el culo, y que ya luego , me los dejaba para mí.
Me ordenó tambien cumplir la orden, con sumo cuidado , que aunque tenía su respaldo y protección, todo esto tenía que ser muy reservado.
Yo ya tenía experiencia al respecto por que en mas de una ocasión a mi y a un promoción como yo, nos había encargado esa misión.
Pero nunca antes tan menores.
No se preocupe jefe ya tengo un plan.
Estaré solo una semana aquí y tiene que ser antes de eso.
_ si jefe. No se preocupe.
Ahora bájate el pantalon me ordenó.
Lo quedé mirando.
Veo que estás más arrecho que yo.
Se acercó hacia mi, se arrodilló a mis pies me terminó bajando el pantalón con el calzoncillo hasta los tobillos y me empezó a dar una mamada , que me dejaba temblando de tanto placer, antes de vacearme me hiso voltearme y apoyarme a la camilla, y aunque el sabía que a mi no me gustaba que me penetraran.
Siempre le fascinó mi gran trasero, y mi verga grande.
La mamada de culo y jalada de verga que me dió , hiso que me vaceara rápido.
Listo soldado me dijo, puede retirarse, mientras yo me subia el pantalón y me arreglaba la camisa.
_ Estamos en contacto entonces.
_ Si capitan a sus ordenes y me retiré.
Al salir vi todavía algunos nenes más que aún no terminaban sus exámenes con los otros médicos militares.
Continuará.
Interesante. Espero estés trabajando en la continuación y publiques pronto.
Muy buena historia…, bastante cachonda