Recuerdos sexuales: Los vecinitos de mi abuela (Cap. 5 Parte 2)
En esta parte, vamos a leer las cosas que pasaron estos vecinitos por sus amiguitos del barrio, al menos la primer parte de ella. .
En el fragmento anterior, una situación de juego y experimentación se había salido de las manos lo que llevo que Miguelito y Pablito estén mucho más aislados.
Yo me había enterado casi de casualidad lo que había pasado, me acuerdo que mi abuela me dijo que no me juntara más con Julio y sus hermanos, porque habían tenido muchos problemas con varios vecinos y que eran peligrosos. Yo yendo para adentro de la casa llevando mi bolso con ropa, pero quedándome atrás de la puerta para poder escuchar lo que hablaba con mi mama, le comento que eran unos violadores y les explico lo que paso con mis otros amiguitos.
Ante eso, mi mama le pidió que me vigile mucho y que tenga cuidado con los chicos estos. Eso hizo que este bastante limitado con mi accionar, pero la verdad es que mi abuela era una mujer que prestaba atención poco y que dormía bastante así que intentaba no estar lejos mientras estaba despierta y luego al dormirse sabía que tenía unas 3 horas para hacer lo que quería.
El primer día que llegue, un sábado un poco caluroso, espere hasta cerca de las 14 h, que mi abuela se durmió y luego fui a la casa de miguelito y Pablito.
Los dos estaban adentro y los llame a los gritos desde el tejido que separaba la casa de su vereda. Sale uno de los hermanos más grandes y me dice que espere. Al rato salen los dos, me saludan y me dicen:
M: Estamos castigados y no nos dejan salid a jugar, a ninguno.
Y: Uh ¿Por qué? No llegue hoy y estaba aburrido la abuela se durmió, ¿Por qué no le preguntas a tu mamá? O decime que me quedo yo un rato acá, porfis.
M: Voy a intentar, pero no se.
Espere un rato y sale la mama con los dos atrás de ella. La mamá se llamaba Blanca, se acerca y me empieza a hablar con una voz muy tranquila pero firme.
B: Hola “Y” hace mucho no venias, estas grandecito ya. Me dijeron que les pediste para salir a jugar, pero ellos están castigados y no quiero que jueguen en la calle.
Y: Hola doña Blanca, si les pedí porque llegue hoy y la abuela me dijo que no me junte con Julio ni sus hermanos porque había problemas y entonces vine para acá. Si no quiere que salgamos me puedo quedar yo acá si no le molesta.
B: Si la verdad es que son unos hijos de puta (no era común que insulten las personas, así que tenía un peso muy particular la frase, en ese momento los chicos me miraron y agacharon la cabeza mirando el piso) Pero vos no tenes la culpa, si tu abuela te deja quédate y jueguen en el patio tranquilos.
Y: Si no tiene problema, ahora está durmiendo la siesta y en un rato me voy para tomar la merienda con ella.
B: Bueno, tiene permiso para jugar, pero nada de irse, acá en el patio.
Obviamente que, ante mi victoria, los tres saltamos y los chicos realmente cambiaron la cara a una felicidad que no mostraban hace rato.
Estuvimos corriendo jugando a la mancha, a la escondida, nos trepamos de un árbol y en esos momentos arranco mi calentura. Pablito tenía solo una bermuda negra que estaba muy rota en la parte de la entre pierna, entonces al subir se le veía todo (huevos, pijita y el ojete) En esos momentos solo tenía el gozo de ver para arriba y ver todo lo que ocultaba el pantalón.
Estábamos tan distendidos que ninguno de los hermanitos se dio cuenta, Miguelito, también tenía roto el pantalón, pero tenía un slip blanco que se le metía en la cola y solo dejaba un leve bulto en la zona de su pija y huevos. Ellos arriba con las piernas abiertas hablando y gritando mientras yo unas ramas más abajo veía el espectáculo.
Hablamos un poco, yo con esa imagen en la retina, y nunca tocamos el tema de los vecinos.
Estuvimos hasta las 17 h, y me fui. Le pregunte a doña Blanca si mañana podían ellos ir a tomar la leche conmigo en la casa de mi abuela que cualquier cosa ella venía a hablar luego para darles permiso, doña Blanca con un “lo pienso y les aviso más tarde” (los chicos estaban con una alegría, que se notaba que la madre estaba también contenta y podía confiar en mí y mi abuela)
Le comenté a mi abuela el pedido y ella, conmigo, fuimos a hablar con la señora (como quería que vayan cómodo para poder hablar de lo sucedido, y ver si podíamos compartir algo más, le dije que íbamos a jugar así que no tenían que ir con ropa muy prolija así nos podíamos tirar en el piso o subir a los árboles de mi abuela), mi abuela sabiendo lo sucedido convenció a doña Blanca y le dio su palabra que solo jugarían dentro y no saldrían.
Llegaron como a las 13, luego del horario de almuerzo, estuvimos jugando con muñecos dentro de la casa, y cuando mi abuela se quiso dormir la siesta fuimos al patio del fondo.
Ahí jugamos un poco, y llegamos al momento de preguntar.
Y: ¿Qué paso con Julio y sus hermanos, que está todo tan enquilombado?
M: No podemos contarte.
P: Mamá nos dijo que no le contemos a nadie.
Y: No sean así, yo ya sé lo que paso (mentí) pero quiero que me cuenten ustedes.
M: Pero no andes de chismoso, te contamos, pero no le digas a nadie por favor. Si no mamá nos va a pegar otra vez.
Bajaron la voz:
M: Te acordas que una vez hablamos de quien había cogido y quien no.
Y: Si, la pasamos re bien ese día.
M: unos días después vinieron los hermanos de Julio al baldío a jugar con nosotros. Y nos empezaron a tocar y se bajaron los pantalones. Se empezaron a hacer la paja y nos amenazaron para que se la toquemos. Después de un rato nos obligaron a desnudarnos y que le pasemos la cola por el pito. Estábamos un poco asustados, pablo se empezó a poner a llorar entonces le taparon la boca con un trapo, lo pusieron a tocarle los pitos y a tocarnos la cola en el agujerito. Se metían los dedos en la boca y volvían a jugar con el agujerito. Yo estaba tranquilo, porque no me dolía y tenía miedo, pero Pablito no dejaba de llorar y le dijeron que se calle o que le iban a dar una razón para llorar más fuerte.
Yo estaba muy caliente pensando en la misma colita que había visto el día anterior siendo manoseada por 3 personas, con sus vergas duras, queriendo meterle los dedos.
Entonces pablo lloro más fuerte y Darío (que era el mayor) lo agarro y le dijo, que si le chupaba la pija hasta sacarle la leche y la tragaba nos daba una sorpresa.
Pablo intento un par de veces y Darío no quedo contento, le dijo que tenía que pasarle la lengua despacio y meterse la cabecita en la boca y chuparla como a la cabeza de un chupetín. Jorge me agarro a mí y me dijo lo mismo y yo empecé.
Luego de eso me comentaron que los tres le tiraron la leche en la boca a Pablo y él se tragó la leche, y le dieron plata. Les dijeron que no podían decirlo a nadie y que si lo repetían les darían más plata.
Y: ¿Después lo volvieron a hacer?
M: Si varias veces, porque con la plata nos comprábamos golosina, y la leche no tiene gusto feo.
P: A mí no me gusta, pero quería la plata, el problema es que nos metían los dedos siempre un poco más y eso duele mucho así que yo no quise más. Pero miguel se dejaba hasta que Darío se lo cogiera.
M: No me cogió, no mientas, solo la apoyaba en el agujerito y la movía un poco.
P: No miento, un día yo vi que te metió la cabeza adentro, vos respiraste fuerte y el la dejo asi. Cuando te la saco te quedo el agujero rosado y con la lechita adentro.
M: mmmm que mentiroso que sos no paso eso.
Yo estaba alucinando con lo que estaban contando, porque cada cosa que decían, hacia que me excite más. Sin contar que el pantalón de Miguelito era el mismo del día anterior con un slip blanco nuevamente y el de Pablito era otro, que también podía verle todo y otra vez no tenía ropa interior, pero una gran diferencia era que esta vez se le podía ver el pitito duro, efecto de los recuerdos.
Esto de poder ver debajo del pantalón, y de que ahora estaban contando las cosas mas sueltas, me daba a entender que no estaban del todo molestos y que querían seguir hablando del tema. La nueva sensación de excitación, que para ellos seguro era algo desconocido, les hacia hablar mas.
Lo mas probable es que sentían la adrenalina como les hacia cosquillas en la entrepierna como a mi. Pero yo quería saber algo mas (la curiosidad infantil estaba a flor de piel, en mi caso)
En el próximo les comento que era l0 que quería saber y como avanzo esta situación.
Saludos y espero sus comentarios.
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