Retiros Espirituales – Capítulo 8
Pablo recibe una nota que lo obligará a exhibirse al grupo durante algunos retos físicos puestos por Carlos….
La primera actividad del día iniciaba a las 8:00 am así que me levanté a las 6:00 am, lo primero que vi fue una nota que habían tirado por debajo de la puerta en la que me notificaban que como parte del castigo que estaba pendiente, debía seguir llevando el uniforme de los retiros solo con la túnica y el calzado, no se me permitió llevar nunca más ropa interior, para mí fue algo incómodo, estaba por no acatar la orden pero no quería sumar otra falta a mi “expediente” y que el castigo fuera peor, quedé pensativo por varios minutos imaginando como sería llevar esa túnica sin nada por debajo, decidí darle prisa al mal tiempo, me bañe, me vestí, caminé y frente al espejo, salté para confirmar cuan notorio iba a ser ese balanceo con el “free balling” que me estaban obligando a hacer, debo confesar que estaba entre el pudor y la excitación y así decidí ir al comedor a desayunar, quería ser de los primeros para evitar encuentros y lo logré, solo me topé con unos cuantos madrugadores que seguramente notaron algo al sentarme, pero logré desayunar y devolverme rápido a mi cuarto, los evité al máximo, llegué a mi habitación para lavarme los dientes, recostarme unos cuantos minutos y esperar que fueran las 7:55 am para dirigirme al salón donde se realizaría la primera actividad de ese día.
Llegué al salón, estaban Carlos y sus monitores esperando, sus miradas me recordaron lo que estaba pendiente y por la hora, aún no estaba muy claro el día, el lugar estaba iluminado de tal forma que transparentaba la túnica de todo el que entraba, por lo que era fácil saber si había cumplido con lo exigido en la nota, estos tres se dieron cuenta que no llevaba ropa interior, me sonrojé un poco pero a la vez me arreché también un poco al sentirme observado por Carlos, ya habían varias personas sentadas en el suelo, volvíamos al mismo espacio sin sillas de las primeras actividades, yo busqué un lugar lejos de los que ya estaban y esperé al resto de alumnos que hacían falta, aproveché el juego de luces para morbosear a todo el que entraba por esa puerta, Santiago entró evidenciando sus típicas trusas deportivas, “que man tan soso”, pensé yo, pero mi sorpresa llegó cuando entró David sin nada debajo mostrando la sombra de esa verga trigueña bastante larga para estar en reposo, este man disfrutaba de que lo vieran, fue lo que pensé en ese momento, entró orgulloso y sin reparo alguno de tener que llevar el uniforme de esta manera como castigo a su paja en público del día anterior, “¡ufff!, me está gustando esta nueva regla” pensé yo en silencio, al rato entraron Luis, Javier y Diego quienes al pararse en la puerta, dejaron ver que no traían ropa interior y la sombra de sus vergas colgando debajo de sus túnicas, ¡ufff!, que espectáculo me estaban regalando, al caminar en busca de un lugar en el salón, esas tres vergas se balanceaban, Javier se notaba un poco incómodo con la exposición y trató de taparse con la mano, recordé su presentación del primer día, era un man de 25 años soltero, sin novia, apenas comenzando su carrera laboral y con deseo de crecer emocionalmente para estar mejor preparado para lo que se le venía a nivel laboral y profesional, Diego era un man de 30 y algo de años, no recuerdo, su verga se veía más larga que la de los otros dos, recuerdo que dijo que tenía esposa pero que andaba mal en su matrimonio, al verse expuesto de esa manera, inmediatamente se tapó con una mano y maldijo en voz alta, Carlos al escucharlo, le advirtió que no lo repitiera si no quería recibir otro castigo aparte de ese, y por último, Luis, el mayor de esos tres, un man de 52 años, solterón y con una verga de tamaño promedio, pues, eso era lo que dibujaba la sombra en esa tela blanca, de él había sospechado que era un gay de closet, un man a esa edad, soltero y con la actitud homofóbica del día anterior, me generó la duda, “pero bueno, problema de él”, me dije en ese instante y seguí disfrutando del show, estos tres últimos en entrar al salón, seguramente fueron obligados a llevar así el uniforme por su amague de salirse de la actividad del día anterior cuando Sebastián, Esteban y Manuel estaban siendo castigados y sometidos.
Faltaban que entraran estos tres últimos y al pasar unos minutos, ahí estaban en la puerta, eran inseparables, esta vez llevaban el uniforme como se les pidió y la luz dejó ver que efectivamente no llevaban nada debajo de sus túnicas dejando ver las sombras de sus vergas, Sebastián como siempre se expuso más de la cuenta balanceándose para que su verga campaneara debajo de esa tela mientras que los otros dos intentaban taparse un poco, “¿qué más se van a tapar este par si ya se los hemos visto todo?”, pensé yo, el resto de alumnos llegaron y ya con todos dentro, la actividad dio inicio.
Carlos hizo que los que los 8 castigados pasáramos al frente a leer parte de un libro que hablaba de la importancia de no rendirse, de no tirar la toalla y toda esa carreta típica de este tipo de eventos, al estar ahí parados frente al resto de alumnos, una nueva luz detrás de nosotros se encendió de manera intencionada, era claro el propósito, Carlos quería exponernos descaradamente frente al resto del grupo, obviamente la lectura para la mayoría de nosotros se dificultó al vernos expuestos de esa manera, algunos intentaron taparse con la mano o cerrando las piernas, fue en ese momento que aparecieron de nuevos esas barras separadoras de castigo amenazando para que esas piernas volvieran a abrirse, efectivamente así sucedió y todos terminamos leyendo y exhibiendo en sombra nuestras vergas al grupo y a los tres que estaban atrás, hubo a algunos de los sentados que la escena les causó gracia, pero por temor disimularon su risa y “sorpresivamente”, David y Sebastián, se balanceaban mientras leían para ponerle un poco de gracia al castigo e incluso un poco de morbo porque sus vergas comenzaron a reaccionar, pude notarlo porque descaradamente saqué mi cabeza un poco para adelante, pude ver como a todos se nos reflejaba la sombra de nuestros cuerpos y en estos dos se notaba un principio de erección, era claro que les gustaba ser vistos sin importar género, lo disfrutaban, la lectura terminó, el suplicio para algunos pasó, para otros el morbo cesó y el líder continuó con su cátedra motivacional y espiritual por dos horas más.
Pasado este tiempo nos asignaron una serie de ejercicios de resistencia buscando reforzar el concepto de no rendirse ni tirar la toalla, los dos que más me marcaron fue el de aguantar el mayor tiempo posible colgado de las manos a una barra, el marco para ese ejercicio fue traído por los dos monitores y este hizo que la actividad se cargara sexual y morbosamente porque al subir las manos, quedar colgados y subirse la túnica casi a la altura de la cadera, se podía empezar a ver parte de los bultos de algunos y de las güevas de otros, “¡uff!, todo en este lugar era fríamente calculado, todo estaba diseñado para el morboseo y la exhibición, yo obviamente fui de los primeros en caer, intencionalmente y aproveché para deleitarme viendo esos bultos y esas güevas, especialmente a Santiago, a Sebastián y a David, esta actividad terminó dando como “ganador” a Camilo, un man 22 años que aprovechó para contarnos que competía CrossFit razón por lo cual, este reto se le había facilitado, yo si había visto que colgado en ese tubo dejaba ver unas piernas muy marcadas, llevaba ropa interior tipo slips, me llamó mucho la atención, marcaba un buen bulto, no había reparado en él hasta ese momento, recordé algo de su presentación inicial, un man con novia, el más joven del grupo y con muchas dificultades con su padre, razón por las que había decidido estar en estos retiros espirituales, ya observándolo detalladamente, Camilo contaba con un muy buen cuerpo, una cara atractiva, sin ser de revista, pero el man aguantaba, ya quería yo que flaqueara en cualquier momento para disfrutar de ese cuerpo fibrado sometido a alguno de los castigos de Carlos y sus monitores.
Los ejercicios de resistencia cerraron con uno que consistía en simular una sentadilla apoyando la espalda contra una pared y aguantar el mayor tiempo posible en esa posición, fuimos repartidos 7 a un lado y 8 al otro, yo quedé con Sebastián y David al frente y con Esteban, Manuel y Santiago a mi lado, esta posición dejaba ver claramente entre las piernas de cada uno de los manes que teníamos al frente, ya imaginaran el espectáculo que nos regalaron los dos más exhibicionistas del grupo, mostraron sus vergas sin ningún reparo y en Sebastián pude notar un morbo adicional al estar siendo observado no solo por mí, si no por sus dos amigos, estos dos intentaban cerrar los ojos pero la curiosidad les podía y al abrirlos inmediatamente su mirada se fijaba en esa verga que ya comenzaba a despertar, el troglodita estaba jugando muy bien su juego, nos estaba provocando, él conocía muy bien sus armas y también nuestras debilidades, yo solo cerraba los ojos para concentrarme y seguir aguantando la sentadillas, quería esta vez aguantar mucho tiempo para no quedar como el flojo del grupo, además que desde esa posición podía morbosear a los 7 manes que tenía al frente, las piernas me temblaban, el sudor me bajaba a chorros por todo el pecho y la espalda, la túnica ya empezaba a mojarse pero no era el único en esa misma situación, Santiago al lado estaba concentrado, su expresión no mostraba cansancio, esas piernas parecían que iban a aguantar un eón, era claro que estaba diseñado para este reto, yo lo miraba para ver si abría los ojos para que viera lo que yo estaba viendo y ver su reacción, pero era imposible, estaba en lo suyo, ya comenzaba también a sudar y su túnica a transparentarse, ese cuerpo se veía delicioso debajo de esa tela blanca, esa piernas tensadas eran un deleite, me estaba comenzando a arrechar, iba a ser visto por los que tenía al frente y no quería, David buscó comodidad y se remangó del todo la túnica hasta su cintura dejando al aire su verga trigueña que a ese punto la tenía erecta, no le importaba si esto traería consecuencias o no, Sebastián al ver esto, lo imitó y dejó también al aire libre su verga, que sin estar en completa erección, ya presentaba cierto grado de excitación, Manuel y Esteban mostraban cansancio y nerviosismo ante el show que les daba su amigo y fueron de los primeros en caer al suelo, yo seguía en lo mío, quería demostrar que también llevaba una vida fitness, dedicada al deporte y me anclé a esa pared buscando más tiempo en esa posición pero Sebastián y David estaban empeñados en desconcentrarme, el trigueño al limpiarse el sudor se pasaba la mano por su verga y güevas sin ningún reparo hasta el punto de simular una paja en alguna de esas limpiadas de sudor, este man estaba mezclando un tema deportivo con uno sexual al punto que en un momento cruzó mirada conmigo y me señaló con su boca mi erección, en ese instante yo solo cerré lo ojos pero al volverlos a abrir me encontré de nuevo, no solo con la mirada del trigueño, si no con la de Sebastián y los dos me decían con sus ojos: “te gusta lo que estás viendo, no me puedes engañar, cuando quieras todo esto puede ser tuyo”, “Dios mío”, gritaba yo en mi mente, pasaron unos minutos y vi caer al piso uno tras otro a David y Sebastián, pensé entonces que terminarían con su morboseo pero no, sentados desde el piso continuaron con su juego, no se preocuparon por poner su túnica de nuevo a la altura de sus rodillas, por el contrario, siguieron exhibiendo sus vergas buscando provocar al resto el grupo, David empecinado en mí, ya mi erección me había delatado frente a él y Sebastián no solo jugaba conmigo si no también con sus dos amigos, estos dos lo evitaban pero cada que tenían oportunidad, clavaban sus miradas en la verga del troglodita, solo quedábamos en “competencia” Santiago, Camilo y yo, se notaba que de los 15 manes que aún quedamos en los retiros, éramos los que practicábamos algún deporte, el rugbier seguía muy concentrado, su espíritu competitivo salió a flote y estaba decidido a ganar, su túnica estaba completamente mojada de sudor, bueno, la de los tres que quedamos estaban igual, pero yo llevaba las de perder porque estaba erecto y sin nada que cubriera mi verga, afortunadamente Santiago estaba a mi lado y solo podía ver lo que lograba transparentar la tela blanca y Camilo estaba recostado al mismo lado de nosotros pero más distante por lo que le quedaba difícil verme, pero para todos los que estaban al frente mío, había quedado claro que a mi este ejercicio me había arrechado, ya cada uno de ellos supondrá el motivo de dicha excitación.
Al cabo de unos minutos Camilo cedió y cayó al piso, se notaba cansado, era obvio su agotamiento, venía de aguantar varios minutos colgado de esa barra, así que solo quedábamos Santiago y yo en competencia, al frente seguían los juegos sexuales de David y Sebastián que hacían mi reto aún más complejo, el rugbier estaba concentrado, no abría los ojos ni por equivocación, estaba decidido a ganar, en esas Carlos se acerca a los dos para comprobar nuestro estado y yo con ese movimiento no pude aguantar más y caí al suelo entre cansado y apenado, buscando que el líder no me viera en el estado que estaba, de pronto sentado en el piso podía disimular un poco mi erección, no quería sumar otra justificación al momento de mi castigo, Santiago fue movido por Carlos para sacarlo de su concentración diciéndole que había ganado el reto, yo aproveché para mirar hacia el ganador que estaba bañando en sudor y dejaba ver más de la cuenta debajo de esa túnica, era una lástima que siempre usara esas licras deportivas, me hubiera encantado que ese día llevara otro tipo de ropa interior pero era claro que lo de él no era la variedad, el líder anunció los dos grandes ganadores obtenidos de los dos retos más difíciles, Camilo y Santiago recibirían un premio en algún momento de los días restantes del retiro y con este anuncio se dio fin a la actividad, eran casi las 11:30 am y nos dieron una hora de descanso para prepararnos para el almuerzo.
El almuerzo llegó sin ninguna novedad, aprovechamos ese rato previo para ducharnos y lavarnos el sudor, al comedor nos tocó llegar a algunos con la tela aún más transparente producto del sudor, para mí fue más tortuoso que para otros por no llevar ropa interior, pero a ese punto ya había perdido parte de pudor, sabía que tarde o temprano casi todos o por qué no todos íbamos a terminar en las mismas condiciones y créanme que esa idea me estaba gustando, poder disfrutar de 14 manes vestidos solo con una túnica blanca y que actividades como la anterior obligará a transparentarla, hacía que mi mente volara e imaginara ese escenario, sentado en mi silla ya me estaba arrechando y no quería quedar de nuevo en evidencia.
A ese momento del almuerzo David y Sebastián no me quitaban la mirada de encima, yo logré incomodarme un poco, sobre todo porque Santiago me acompañaba en la mesa, me parecía muy raro que el rugbier no se me despegara aún con todo lo que había podido ver en mí, pero no mostraba ningún tipo de reacción, siempre era plano y hacía ver todo lo que pasaba como algo normal para él, terminamos de almorzar, tuvimos un pequeño descanso antes de la actividad de la tarde.
A las 2:00 pm estábamos citados de nuevo para una nueva cátedra de Carlos, esta no tuvo ninguna novedad, aparte de los 7 castigados con nuestras vergas libres, al finalizar se cerró con una meditación, luego pasamos al comedor para cenar y después cada uno a su dormitorio.
Eran casi las 9:00 pm, estaba quedándome dormido cuando sentí un ruido fuerte que venía de los dormitorios vecinos, intenté no hacer ruido y abrí un poco la puerta y lo que vi me dejó paralizado, tres hombres de túnica azul, bastante corpulentos, entre ellos el moreno que ayudó en el castigo de Sebastián y sus amigos anteriormente, llevaban de nuevo a estos tres personajes a rastras, obligados y amarrados de pies y manos, el mandamás era el que más resistencia ponía, vi que de otras habitaciones también se entreabrieron las puertas, el ruido era bastante notorio, era claro el mensaje que Carlos quería transmitir, vi hasta que los sacaron por la puerta principal de la casa y ahí cerré la puerta de mi habitación, esperé un rato y el ruido se comenzó a escuchar por mi ventana, corrí hacia esta y pude ver que se dirigían al ágora, estuve dudoso unos segundos, confirmé de nuevo por la puerta si alguien más estaba a punta de salir de su habitación, vi que todo estaba oscuros, bueno, algunas luces prendidas se veían espacio de luz entre el piso y la puerta, pero permanecían cerradas y ahí fue que me aventuré de nuevo a espiar lo que iba a pasar en ese lugar…
Continuara…
Que gran relato, de verdad es genial como exhibes a estos machos y los haces pasar por distintas situaciones morbosas, me prende mucho
Gracias DoNotSilence, me agrada mucho que te guste la historia… Se que ha estado mas cargada de momentos de exhibición y morboseo que de sexo sexo, pero cuando comienzo a escribir me detengo mucho en los detalles y no quiero hacer los capítulos muy largos… En el próximo capitulo aseguro que llegará el sexo, espero verte por ahí y me dejes tu comentario para saber si te ha gustado o no…
Personalmente me gustan mas los momentos de exhibición que los de sexo, asi que por eso me ha encantado tanto, pero si te entiendo, el sexo tendrá que llegar, igual es tu relato y tu decides, por supuesto que estaré por alli para leerlo, por cierto escríbeme a mi TG esta en mi perfil