retorciendome la voluntad. Episodio V
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marinerosado.
Pasaron los días y mi vida seguía siendo de prostitución, si así podría llamarse, pues aunque yo no cobraba por hacer sexo mi amo si lo hacia. Había aprendido hasta donde llega la degeneración humana, hasta donde resistia un cuerpo el empate del maltrato, los golpes y los abusos sexuales.
Pasaron varios meses y la rutina comenzó a ejercer su influencia. Cada vez me veía más femenina, más acostumbrada a usar ropa de mujer, más acostumbrada a las penetraciones, a aceptar ser un objeto sexual. Mi cuerpo no me pertenecía era de quien pagará por usarme y hacerlo de la manera que quisiera.
Una noche, esa fue la de mayor trascendencia en mi vida, el amo me hizo vestir una camisilla parecida a la de hombre y unas tangas, todo de blanco. Salí de la celda acompañada del amo, bien maquillajda y en tacones rojos, caminando por el pasillo. En el nos encontramos con otra chic@ vestida igual a mi. Se pusieron de acuerdo y nos llevaron a los baños. Entramos y estaban allí en sillas sentados como si fuera un escenario de burdel, unos 10 hombres. Entramos y nos pararon frente a las duchas. El amo dijo: bien aquí están las 2 nenas. Como ellas después de esta noche van a estar convalecientes, por lo menos 30 días, queremos esta noche cerrar con broche de oro y a la ves cumplir con sus pagos ya realizados.
Me pareció extraño eso de convaleciente, sólo pensé en el maltrato que nos iban a dar esa noche. Que como otras terminé en la enfermería.
El amo dijo: bien putas, queremos que primero nos bailen, luego se mojan en la ducha y luego hacen una buena tortilla. Y tienen que sacarse la leche una a la otra.
Pusieron música y el amo me soltó una tremenda nalgada para que iniciara el movimiento. Ambas bailamos lo más femenino y sensual posible. Pasamos cerca a esos hombres porque era parte del baile y ellos nos manosearon,pelliscaron y nos metían los dedos por detrás.
En un momento dado abrieron las duchas y nos empujaron hacía ellas para que nos mojaramos y se trasparentara lo que llevábamos opuesto. Y así fue, luego nos indicaron que nos cogieramos una a la otra. Debajo de la ducha, resignadas, ella se acercó a mi y me beso. Seguimos y los besos, los cuáles fueron cada vez más intensos. Se notaba cierta esporntaneidad en la atracción. Ella me beso y bajo por mi cuello, me quitó la camisilla mojada y beso mis teticas. Fue muy agradable sentir que alguien te besaba de verdad, sin golpes ni violencia. Respondi quitándole su camiseta y me lleve tremenda sorpresa, ella tenía unos preciosos senos bien formados con una talla B. Tenía tanto tiempo que no tocaba unos senos que me entregue por completo a chuparlos. Ella responde exitada y gemia. Su miembro se puso erecto en aquellos pequeños pantys que llevaba. Me empujo hacía abajo para que quedará arrodillado. Le saqué del panty su miembro erecto y comencé a chuparselo con toda la experiencia que había aprendido de tantos encuentros diarios. Unos 10 minutos después ella me echaba todo su semen en mi boca. Agradecida por haberla complicido ella me acosto en el piso y comenzó a chuparmelo hasta que minutos después yo estaba dándole mi leche que llevaba meses que no me permitían sacarla. Una de las reglas del amo era que bajo ninguna circunstancia podíamos eyacular.
Las dos exhaustas nos dimos un último beso. Nos pararon y comenzó para las 2 la jornada brutal de servir sexualmente a 10 depravados que harían con nosotras lo que les viniera en ganas. No importaba lo perverso, el dolor y la fatiga, debíamos complacerlo sino el castigo seria terrible.
7 am todavía en la orgía, ya terminando con los últimos depravados. Estábamos hechas trapos, sucias, hediondas a semen, a excremento y a orina. Terminaron con nosotras, y el amo y 2 aliados más, nos llevan desnudas con rapidez, no sabemos donde y finalmente llegamos a la enfermería. Nos ponen en sendas camillas, nos amarran fuertemente de brazos y piernas. También por al cintura y la cabeza. No podemos movernos. Quedamos solas. Le pregunto a mi amig@: sabes que pasa? Y ella responde: nos van a transformar más. Y dije: como así? Y responde: te van a hacer una cirugía de mama. Te van a poner un implante igual que mi, de manera permanente. Quede espantada. Y le pregunté: y si ya te pusieron implamtes para que te tienen aquí. Ella demoró para responderme. Luego con voz afligida dijo: creo que es una nueva transformación también para mi. Creo que van operar mis genitales. Y le dije:como así? Y respondió molesta… creo que me van a castrar.
Ahora sí quede fría. Ya me habían advertido de los cambios que me harían pero nunca pensé que llegarían tan lejos y mucho menos a lo que mi amiga sospechaba que le harían. Le dije: pero eso para que? Y respondió: porque así valemos más dinero cuando nos prostituyen. Para mi, dijo ella, que por eso me permitieron venirme contigo ayer. Recuerda que eso nunca lo han permitido. Quizás sea la última vez que yo haya eyaculado. La tristeza nos embargo y derramaros lágrimas más de rabia que de pena.
Llegaron 2 enfermeras y comenzaron a canalizarnos en cada brazo derecho. Yo lo veía de reojo y luego llegaron 2 doctores. Uno de ellos preparó una inyección con un líquido blanquesino y comenzó a inyectarlo por el tubo del suero. Por mi parte caí de inmediato.
Desperté en la misma camilla. Atada como mismo nos colocaron, sabrá Dios hace cuántas horas. Despertaba, dominaba, no estaba totalmente consciente de nada. Al pasar las horas la anestesia perdía su efecto. Me ponia más alerta y convence a recordar. Me ataron y me anesteciaron para transformarme con la cirugía de mamás. Moví los músculos pectorales y si sentí dolor. Pensé, si me hicieron la cirugía de implantes. Trate de ver pero estaba tapada con una venda y una manta. Llame a mi amiga y estaba a mi lado. Y le pregunté como se sentía y me dijo: muy adolorida el efecto de anestesia se me fue. Me duele mucho debajo de mi pene. Y le pregunté: crees que te operaron por ahí? Y respondió: si estoy segura. Me duele mucho por esa parte. Y a mi, que los efectos de la anestesia también desaparecian, sentí también molestias por ahí debajo. Pero luego me tranquilice diciéndome no me iban a operar de las dos partes juntas.
Pasaron las horas y llegó el doctor con una enfermera. le dijo a mi amiga: vamos a curarte la herida. Y le quitó el vendaje y dijo: esto está muy bien. Mi amiga le pregunto: Dr. Que me hizo. Y el dijo: a ti te hemos extraídos tus testículos y cortamos tu escroto para que quedaras sin nada que te cuelgue. Con eso logramos hacerte más mujer. Se ve muy bien. Término de curarla y paso donde mi. Yo no me atreví a preguntarle. El comenzó a cortar el vendaje de mi pecho. Aparecieron 2 tremendas tetas. El comentó: que bien quedaron. Es uno de mis mejores implantes y más arriesgado por el tamaño que me pidieron colocar. Tienes una copa C. Busca, le dice a la enfermera, un brassier 34C. Deberás usarlo por un tiempo para que te quedé bien la prótesis. Al principio te dolera la espalda hasta que te acostumbres a llevar ese peso. Baje la cabeza lo más que pude y vi en mi pecho algo amoratadas dos tremendos senos. El Dr. Me las curó y volvió a taparlas con vendaje y colocando el brassier. Luego procedio a revisar más abajo quitándole un vendaje de la entre pierna. Y también dijo: esto quedó muy bien. Tampoco tienes testículos ni escroto. Debes cuidarse bien pues tienes 2 operaciones. Espero que a tu amo le guste en las mujeres que las he convertido.
Mi primera reacción fue llorar, maldecir a todos y sentirme el ser más desdichado del mundo.
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