Secretos de Padre e Hijos 5

Los celos de Memo lo llevan a tomar una decisión, de la cual saldrá ganador, conociendo a su tío Miguel tal como lo conoció su hermano Jr..

Secretos de Padre e Hijos 5

Memo: cuando Jr., me platicó lo de nuestro tío, él y Fernando, quedé algo impresionado, pero sentía a mi hermano diferente, en varias ocasiones lo llegué a ver muy emocionado cuando estaba mensajeando, y mi curiosidad me llevó a averiguar con quien se mensajeaba, cuando logré ver su celular, vi el nombre de nuestro tío Miguel y luego el de Fernando, ellos tres tenían un grupo en el cual se la pasaban escribiéndose, me sentí triste, traicionado, pero traté de no darle mucha importancia, o eso traté de hacer, con el paso de los días llegaron las vacaciones de verano y una noticia que no me alegró nada, llegó.

Cuando nuestro tío Miguel se fue a trabajar, alejado de la familia, en cada reunión le pedían que pidiera su cambio a la ciudad, donde curiosamente vivíamos, tanto los hermanos y hermana de papá, su hermano Armando y su hermana Denis, al igual que el hermano de mi mamá el tío Pedro, todos con sus familias, vivíamos cerca una familia de las demás, a excepción de mi tía Denis ya que ella vivía en otra colonia de la ciudad, los demás familiares viven cerca.

El punto es, cuando llegó esa noticia, mi hermano se puso muy contento, llegó a donde estábamos papá y yo y nos dijo; el tío Miguel se vendrá a vivir aquí, por fin le dieron su cambio. Prácticamente estaba brincando de gusto, y se mudaría a vivir aquí cerca, a unas dos cuadras de donde vivimos nosotros, admito qué sentí coraje, al saber que ya estaría aquí cerca de nosotros y me quitaría a mi hermano, ya que Jr., estaba muy emocionado, papá vio mi estado de ánimo, y me preguntó varias veces porque estaba así, al igual que mi hermano, pero nunca les dije la razón,  cuando por fin se cambió a vivir aquí nuestro tío, mi hermano lo visitaba seguido y en más de una ocasión me vi tentado a traicionarlo y decirle a nuestra madre, porque Jr., visitaba tanto a nuestro tío, pues estaba celoso.

Aunque tuviera a mi disposición las vergas, de papá, el abuelo y la del tío Armando. También celaba la de mi hermano, pero nunca lo traicioné, había algo que me impedía que lo hiciera. Cuando mi padre me cogía, (en México tener sexo o follar se le dice coger, generalmente se le da ese sentido a esta palabra, coger es igual a; follar o tener sexo. aquí en México) el punto es, que cuando el abuelo, el padre de mi madre nos visitaba, me llevaba a un hotel donde me cogía, el tío Armando el hermano de mi papá, también me cogía a veces en algún lugar escondido, en su coche o cuando estaba solo en su casa, mi padre pues tenía mi cuerpo todas las noches a su disposición.

Un día llegó papá del trabajo, Jr., y yo veíamos la tv, papá nos dio una noticia, nos dijo que tendría que salir una semana a Estados Unidos, pero lo que le preocupaba era dónde dejarme, ya que no quería dejarme en la misma casa donde está mamá, papá me dijo que las opciones eran que me quedara en la casa del tío Armando o con la tía Denis, pero en ninguna de las dos me sentía lo suficientemente tranquilo, ya que la tía Denis es muy estricta, su casa parece modelo de un hogar perfecto, siempre limpia, exageradamente limpio, y con el tío Armando sí, pero lo malo que ahí está David y no me agradaba nada estar toda una semana con él, soportando sus cometarios absurdos y su altanería.

Cosas que le hice saber a papá, dejándolo sin opciones, tampoco me agradaba la idea de quedarme en casa y tener enfrentamientos con mamá. En eso Jr., dijo; papá ¿por qué no lo dejas con el tío Miguel? estoy seguro de que estará bien con él, ya que no tiene esposa que le impida, además Memo se lleva bien con Mario. (Mario es el único hijo de mi tío Miguel) al principio odié la idea, pues me sentía celoso de nuestro tío Miguel y ahora mi hermano le propone a papá dejarme a cargo de él, estaba a punto de decir que no, pero se me prendió el foco.

Estando en la casa del tío Miguel, podría vigilar a mi hermano y no dejarlo tener sexo con él. Así que cambié mi semblante, y aparenté que la idea de Jr., me parecía excelente, papá lo pensó un poco y luego dijo; está bien, pero tienes que prometer portarte bien y obedecer a tu tío, hablaré con él para pedirle de favor que me ayude a cuidarte mientras estoy fuera. ¿Hasta dónde me llevaron mis celos? mira que aceptar estar viviendo toda una semana en la casa del tío Miguel, era una locura. Ya se acercaba el día que papá saldría de viaje y yo me sentía algo nervioso, de repente vi a papá entrar algo nervioso a la habitación y le pregunté que le pasaba, me dijo que estaba tratando de localizar a su hermano Armando, pero no le respondía el celular.

Andrés: Memo podrías ir a ver si está tu tío Armando en su casa, y le dices que se comunique conmigo, es urgente.

Memo: si papá está bien iré a ver si lo encuentro – Salí rápido ya que papá se veía algo preocupado y estresado, más que nada estresado por lo del viaje.

Corrí hasta llegar a la casa del tío Armando, que queda a solo 4 cuadras de la casa, llegué y toqué al timbre, tardaron en salir y fue David quien abrió la puerta, al verme se sorprendió y luego una risa extraña, me invitó a pasar, antes de que le preguntara por el tío Armando, entré y este al verle que venía asoleado me ofreció un vaso con agua, el cual acepté ya que venía muy sediento, por primera vez se portó amable o al menos sin ignorarme por completo, cosa rara en él, ya que se siente como tocado por los dioses y es un maldito metro sexual, que cuida más su cuerpo y cara que cualquier otra cosa, pobre tonto cree que toda la vida tendrá 20 años. No es guapo, pero si se arregla bien y viste a la moda, además está obsesionado con un cuerpo bien marcado, es de esos que cuida hasta las calorías del agua, puf tonto.

Él no es muy alto, medirá alrededor de los 1.75 cm, delgado, cuerpo medio marcado por el deporte, piel oscura, (moreno) pelo corto, sin barba ni bigote, por lo general usa ropa ajustada, piernas fuertes, espalda ancha y un trasero envidiable por muchos y muchas, ese día que llegué, vestía solo con un short deportivo y sin playera, el pecho descubierto pectorales marcados, pero nada exagerados y su vientre plano firme. Cuando pude hablar, le pregunté si estaba el tío Armando, me respondió; que no, que había salido de compras, con el resto de la familia, que solo estaba él.

Le aclaré que mi padre me había mandado a buscarlo, y me despedí, me encaminó hasta la entrada, llegó a la puerta antes que yo, pensé que me la abriría para que saliera, pero no fue así, pues cerró la puerta con llave y me dijo;

David: ¿haber putita, a donde crees que vas? De aquí no sales hasta que me mames la verga, como se la mamaste a papá, y quien sabe, si te portas bien, hasta hago que disfrutes de mi verga por el culo, ya vi que la aguantas toda, además te gusta gritar como perra en celo, vale más que me cumplas o le mostraré a la familia los videos donde la ¡putita! anda dándole el culo a cualquiera en los baños, al fin que solo se ve tu cara de puta, golosa y no la de mi padre, así que ya sabes o cooperas o los videos salen a la luz.

Memo: no es verdad ¡no! No he hecho nada con el tío Armando, no seas mentiroso, David deja que me vaya.

David: ¿dejarte ir? ¿Estas, loca? Tengo que aprovechar esta oportunidad, anda, arrodíllate pinche ramera chupa vergas, este macho te hará chillar como perra en brama.

Memo: obviamente mi primo David al ser mayor y fuerte, puede dominarme, haciendo presión en mis hombros, me hizo que me arrodillará, me hice el difícil para que no pensara que desde hacía tiempo deseaba que me cogiera, y saber lo que esconde bajo sus pantalones apretados pues se le ve buen bulto, yo fingía que no quería hacer nada con él, pero la verdad que disfrutaría de ese juego de dominación, violación consentida, gritaba que me dejara en paz y no me hiciera daño, pero David sujetaba mi cabeza desde la parte de atrás, y pegaba su verga en mi cara, aunque aún con la ropa puesta, por lo que sentía, su verga ya estaba bastante dura, pero la sentía chica, pensé que sería debido a la ropa interior ajustada, no dejaba que su miembro se estirara por completo.

Luego de restregarme su verga por un rato en la cara, se bajó el short y ¿cuál fue mi sorpresa? Aquel bulto enorme que se le veía bajos los pantalones, eran más huevos que chorizo, una verga pequeña no más de 16 cm quizás serían 15 cm, eso si la dureza de esa verga era tremenda, una verga muy dura, no gruesa pero si muy dura, un par de enormes huevos colgantes arrugados y enormes, admito que de inmediato quería llevar ese pequeño trozo de carne a la boca, pero me delataría y él se daría cuenta que deseaba su verga, él creyó que me estaba obligando a mamársela, lo que no sabía que al momento en que la metió a mi boca yo lo estaba disfrutando, mientras se la mamaba me decía ; si así mámala puta, métetela toda, oh si putita querías verga, aquí la tienes, venga trágatela toda. Era cómodo mamarle la verga, ya que la mamaba con facilidad, era delicioso sentir lo dura que estaba y tenerla dentro de mi boca.

David pensaba que me estaba obligando a que se la mamara, pero en realidad yo estaba disfrutando de mamarle la verga, aunque me hacía el tonto haciéndolo creer que no deseaba estar con él, pero tener esa pequeña verga en mi boca, disfrutando de la dureza de ésta, me volvía loco, pero debía controlarme, ya que me descubriría que lo estaba deseando, y es lo último que quería que pensara, pues lo quería hacer creer que me estaba obligando.

David: eres buena putita y la sabes mamar bien, sí que te ha enseñado bien el viejo o ¿cuántos te han enseñado a que seas una perra experta, en mamar vergas? Ven puta te lo has ganado.

David me jaló del cabello, me llevó hasta la sala, me aventó contra el sofá, yo seguía fingiendo que no quería continuar, mientras que él me sujetaba a la “fuerza”, bajó mi pantalón junto con mi ropa interior, dejando mi culo al descubierto, fueron varios intentos los que hizo David para penetrarme y como yo me sacaba en cada intento, hacía que mi culito se dilatara para poder tener ese pequeño trozo de carne dura como el acerró, tras varios intentos, por fin me la metió, di un grito fingiendo dolor, pero lo que en realidad era placer, al sentir como su verga se deslizaba dentro de mí, sintiendo la dureza de ésta.

Me la metió toda, pero fue lento, cuando logró clavarme la verga y podía sentir como entraba, centímetro a centímetro, no podía gemir ya que se daría cuenta que solo estaba fingiendo, que no me gustaba, cuando ya la tenía toda dentro, me tomó de las caderas y empezó a envestirme, juro que me mordía los labios para no gritar de placer, movía mis caderas intentando sacar su verga, lo que en realidad deseaba que su verga saliera para que me la volviera a meter, lo cual sucedió, yo estaba en un éxtasis de placer que me tenía que callar, me la volvió a meter de un solo empujón, mientras me decía; no saldrás de aquí maldita puta, hasta que me saques toda la leche con el culo o la boca, ya te ensarté, ahora no me dejarás a medias, te haré sufrir, me gusta como gritas pinche puta ofrecida. Mientras más groserías me decía, más deseaba que me embistiera con fuerza.

Ya que, en cada envestida, sentía como su carne dura me picaba en mi interior, me aferraba al sofá con desesperación, pero la desesperación era por aguantar el deseo de gemir. Me tomó fuerte de las caderas y sus envestidas se volvieron más violentas, tanto que empujaba mi cuerpo de frente, en cada envestida que me daba, cada minuto que pasaba, me costaba más aguantar los gemidos, me tapaba la boca mordiendo los cojines del sofá, yo solo le decía; ya por favor David, ya para, déjame ¡ya! Ay me duele déjame, mis gritos lo hicieron que acelerara aún más sus envestidas, podía sentir como su verga se empezó a hinchar y a escupir semen dentro de mí.

Cuando soltó el último chorro de semen, me la sacó y me jaló del cabello, haciéndome que me arrodillara y sin más qué decir, me metió la verga a la boca, me ordenó que se la limpiara, con deleite le mamé la verga dejándosela completamente limpia, fingí no estar feliz por lo ocurrido pero en realidad era todo lo contrario, deseaba tenerlo y mamárselo hasta que se viniera una vez más, pero cuando terminé de limpiársela, me tomó del brazo y me ordenó que saliera de su casa, me acomodé mi ropa y corrí a la puerta, aún fingiendo que lo que quería era salir de ahí, pero antes de salir me gritó; eh puta, cuando quieras que te viole una buena verga ya sabes dónde buscar, a la verga ya lárgate pinche puta ofrecida.

Corrí a casa con una sonrisa de oreja a oreja, pensando el volver a repetirlo, con ese tipo que me trató de esa manera, pero había algo que me encantó de él, esa manera de tratarme, a pesar de ser salvaje fue, tierno al meterme su verga, llegué a casa y al ver a papá recordé a lo que me mando papá, mi padre me vio y me dijo; Memo, si te mandé porque no me podía comunicar con tu tío, y tu nada de noticias, por fortuna ya me comuniqué con tu tío, y tu apenas te apareces, vaya mandadero.

Me hice el regañado y me metí a la habitación para recordar la “violación” que me dio David. Al día siguiente papá fue a hablar con el tío Miguel, pues ya estaba a dos días de marcharse, y quería que me quedara con algún pariente, para que no me quedara con mamá, cuando papá regresó, me dijo que el tío Miguel aceptó gustoso que yo me quedara esa semana con él, papá me encargó que me portara bien y evitara problemas, entre otros encargos, una noche antes de que papá se marchara, le di la despedida.

Cuando llegué a la casa de tío Miguel, me recibió gustoso, me dio un fuerte abrazo, yo fingí estar contento por quedarme en su casa, lo que en realidad hacía era vigilar a mi hermano, pues me sentía celoso, mi padre se despidió de los dos y luego el tío me mostró donde me quedaría a dormir, siempre amable y sonriente, feliz de tenerme en su casa, más no sé si solo fingía o era en verdad lo que sentía al tenerme en su casa, el día paso bastante normal, sin nada que resaltar, compartiendo todo el tiempo con el tío Miguel y su hijo Mario, que se mostraba feliz de tener visita en casa.

Por la tarde llegó el primo Fernando a visitar a nuestro tío, pero al verme ahí solo estuvimos platicando un rato, luego se fue, luego nos quedamos el tío Miguel, Mario su hijo y yo, en la sala viendo un programa de tv en silencio, hasta que Mario dijo que estaba cansado y se iría a dormir, en ese momento me llamó mi hermano por teléfono para, preguntarme como la estaba pasando en mi primer día, me alejé de nuestro tío y empecé a llorar, no me sentía a gusto, pensé que había tomado la peor decisión de mi vida.

Mi hermano me trató de calmar y me dijo que tratara de entender y que hablara con nuestro tío, para que se me pasara y así me adaptará a ese cambio, al final solo sería por unos días, me calmé y luego regresé a donde estaba el tío Miguel.

Continuará …………………….