Sexo Salvaje
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Barbarian.
Se dirigian a la ciudad de Kartus, a llevar la mercancia que tan duramente le habia costado conseguir a Serg. Su mujer iba con el, como siempre.
Era una mujer hermosa, de cabellos dorados, alta, y con un cuerpo que despertaba el deseo hasta en el hombre mas frio y lejano. Serg no pudo evitar mirar el escote que el rasgado vestido de cuero marcaba en su pecho. Los pechos de su esposa se movian con el traqueto del carromato. Esos pechos tersos, que tanto habia saboreado.
Era casi de noche, el sol comenzaba a ocultarse tras el horizonte. Pronto pararian para pasar la noche. Mañana llegarian a Kartus.
De repente, la tierra parecio temblar. Haciendo ahinco de sus fuerzas, consiguio detener el carro. Se paro a escuchar. Al temblor del suelo pudo oir el lejano rugido de los cascos de decenas de caballos.
Sin previo aviso, un enorme grupo de barbaros montados en sus esbeltos corceles, surgieron del horizonte, dirección al destartalado carro.
En poco tiempo Serg y su esposa se encontraban rodeados de estos mercenarios de las estepas. Todos tenian fiera apariencia y portaban enormes espadas y hachas. Bandidos.
Entre ellos aparecio un barbaro, de mirada fiera, y rasgos curtidos. Parecia ser el jefe de la banda. Una voz de detras del carro agrieto el silencio de la llanura.
– No lleva nada de valor.
La mirada del brusco barbaro se tenso mas. La sola idea de no poder sacar nada de valor le hacia hervir la sangre. Otro barbaro se dirigio junto a su jefe. Le susurro al oido y al instante el temible guerrero dirigio su mirada hacia la bella mujer y sonrio.
-Cogedla
-Noo, no la toqueis…. -pero Serg no pudo articular una palabra mas. Noto un fuerte impacto en su cabeza.
Al instante se encontraba en el suelo, boca abajo. En su boca se mezclaba el sabor de su sangre con el de la tierra. Escucho unos gritos de su mujer y unas siniestras risas. Alguien le agarro de sus cabellos y le obligo a incorporarse. Serg pudo notar despues el frio acero de un cuchillo pegado a su garganta.
El barbaro se acero a ella.
-Mujer, si no cooperas, degollare a tu esposo
Ella miro a Serg, con lagrimas en los ojos, luego miro al Barbaro cymmerio.
Este la correspondio desponjandose de su taparrabos. Tenia un miembro enorme el cual no dudo en introducir en la boca de la muchacha a la vez que la agarraba de sus dorados cabellos.
Ella se resistia y un gruñido salio de la garganta del cymmerio. La joven mujer pudo ver con se tensaba el cuchillo en la garganta de su marido y se dejo hacer.
Comenzo a chupar el enorme rabo del barbaro. Saboreaba con su lengua la carnosa piel del miembro del gigantesco hombre.
-si te portas bien, os dejaremos vivir.
Intesifico su mamada, acompañandola con su mano en su polla. El enorme rabo, se introducia en su boca, que parecia estallara ante el grosor del miembro.
-Que bien la chupas… aahh. chicos, venid y probar lo que esta puta es capaz de hacer.
Al instante un monton de pollas se encontraban alrededor de la mujer. Ella iba chupando una, luego otra mientras sus manos trabajaban y pajeaban los miembros de los hombres.
Serg miraba la situacion. Se sentia dolorido, humillado, pero se sorprendio a ver que su polla, comenzaba a reaccionar ante tal situacion.
Fuertes manos se aferraban a los pechos de la mujer. La dejaron desnuda. Una boca se deslizo hacia su coño. La empezo a lamer con fuerza su rajita, depilada. Al principio ella se sentia morir. Pero se asusto al ver que un ligero cosquilleo de placer recorria su cuerpo. Al rato se sorprendio lanzando ligeros gemidos de placer, ante las maniobras de su captores.
La tumbaron baca arriba. Una polla tras otra se introducia en su boca, buscando las profundas cavidades de su boca. De repente no un cuerpo encima suyo. El cymmerio se coloco encima de ella y la penetro sin miramientos.
Comenzo a embestirla salvajemente. Sus pechos rebotaban con cada sacudida del barbaro. Una mano del guerrero se aferro a su cuello. Seguia penetrandola con fuerza. La estaba follando salvajemente. Ella lejos de sufrir estaba gozando y cuando la presa en su cuello se relajo, se lanzo a besar la boca del hombre. Sus lenguas juganban, luchaban. El seguia arremetiendo contra ella. Luego se levanto y dejo que sus muchachos se ocuparan de ella. Otro ocupo su lugar y comenzo a follarsela de manera salvaje. La colocaron de mil formas. Cada rabo iba taladrandola de manera consecutiva. Uno de ellos se tumbo boca arriba y la ensarto. Ella comenzo a cabalgar sobre la polla del barbaro, mientras otro la obligaba a chuparsela.
Serg no podia aguantar y se saco su miembro a la vez que se la tocaba suavemente. El guerrero que empuñaba el cuchillo le vio y grito a su jefe.
-Jefe, mire, -unas risas invadieron el lugar.
-traelo aqui, dejemosle que tambien disfrute de su hembra.
Le colocaron frente a ella. El cymmerio coloco a la joven a cuatro patas y la ordeno que le hiciera una mamada a su marido.
Ella le miro y comenzo a chuparsela. Serg podia ver en su cara un cierto atisbo de placer y lujuria. El barbaro la ensarto por detras.
-vamos putita, te voy a follar bien follada.
comenzo a embestirla fuertemente. Hacia que sus tetas se movieran de manera brusca. Ella disfrutaba con el rabo del barbaro y se lo hacia ver a su marido con una excelente mamada.
Serg no aguanto mucho mas y se corrio en la boca de su esposa. El barbaro aumento la velocidad de sus acometidas y con un ultimo gruñido de placer se corrio dentro de la joven.
Ella quedo tumbada extasiada, en el suelo. Serg estaba de rodillas ante ella, con una sensacion de placer y humillacion. Los barbaros se vistieron, se llevaron la excasa mercancia del carro y montaron en sus caballos.
El gran cymmerio se acerco a ellos.
-este es el peaje que hay que pagar por cruzar mis tierras.
Monto en su bestia y se marcharon del lugar.
Serg quedo tendido al lado de su esposa. Miraba al cielo. No sabia que opinar de lo ocurrido. No sabias si sentir miedo o ganas de vivirlo de nuevo.
Cerro los ojos y el calor del sueño le invadio.
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