Sin Voluntad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Rttlhd.
Abro los ojos, estoy sudando, me duele la cabeza…no recuerdo nada de la noche anterior…está muy oscuro aunque ya es de día…ventana tapiada, olor a rancio ¿dónde estoy? Intento moverme…las cuerdas tiran de mis muñecas y de mis tobillos, me aprietan…me sujetan. Un resquicio de luz entra a través de la ventana tapiada…no se mueve el aire, me siento asfixiado, mareado. Intento gritar, apenas puedo gimotear…aún hay droga en mi sangre.
Hijos de puta…¿cómo he llegado aquí? la puerta se abre chirriando…tacones sobre el viejo suelo de madera…no alcanzo a ver más que la silueta de una mujer…intento hablar sin éxito. "ssssshhhh" es la única respuesta que recibo…una toalla mojada en mi frente que calma momentáneamente el palpitante dolor de mi cabeza.
– No hagas esfuerzos- dice la secuestradora- tienes que estar bien para mi peque, mañana es su cumpleaños- dijo cona entonación burlona.
– ¿Dónde estoy…?- casi no puedo ni hablar.
– Shhhh…ahora tienes que descansar- posa sus dedos en mis labios.
Un pinchazo en el brazo, de nuevo me sumo en la oscuridad…de nuevo me sumo en el sueño deseando despertar en cualquier otra parte del mundo.
La sonrisa helada:
Oigo de nuevo los tacones sobre la madera. Consigo abrir los ojos de nuevo. Me doy cuenta de que huelo bien, estoy estoy limpio, me han perfumado, alguien me ha estado lavando y alimentando de alguna manera…llevo al menos tres días postrado y atado. Y ahora despojado de mis ropas…la cabeza me late. Los tacones, los tacones sobre la madera….está en la habitación. El chasqueo de una cerilla, una vela en el suelo…consigo ver mejor su silueta de espaldas.
Vaya, ¿ya estás despierto? aún no deberías…- alcanzo a oír.
Por favor…- balbuceo.
No digas nada…necesitas descansar…yo me ocupo de ti. Tienes que estar listo para ella…
¿Para quién…?
Pronto lo sabrás….ssssshhhh….ahora descansa…no me obligues a que te vuelva a sedar.
Se acerca y me coloca una venda en los ojos y continúa con sus preparativos. Intento que me explique qué diablos hago ahí, pero ya no responde más. La puerta se cierra, sus pasos se alejan fuera de mi celda, pero sigo sintiendo que no estoy solo….oigo su respiración, y no puedo evitar pensar que está sonriendo…me hiela la sangre su sola presencia.
¿Hola? ¿Hay alguien ahí? – los efectos de la droga se disipan, consigo hablar un poco mejor.
La oigo reír burlescamente…casi en un susurro. Me hace recordar a la risa de una niñita que juega en el parque pisando hormigas. La risa helada de algo malvado que emana a través de una inocencia lejos aún del aprendizaje de toda moralidad humana.
¿Qué ocurre? ¡Por favor ayúdame! ¡Tienes que ayudarme! Por favor, quítame la venda ¡Desátame!
A medida que voy hablando su risilla se convierte en risa. El viejo suelo cruje al levantarse de donde estaba.
¿Qué haces? ¿por qué te ríes? ¿es que no ves lo que sucede? ¡dime por qué estoy aquí!
Su risa se incrementa…cuánto más alzo la voz, más desgarra mi corazón su carcajada, cada vez más cruel. Me doy cuenta de que es mi desesperación lo que alimenta esa hilarante risotada.
¡Callate! ¡Que yo sepa los regalos no hacen preguntas! ¡así que cállate de una maldita vez!
Salta sobre mi montándose en mi vientre. Me da un vuelco el corazón del sobresalto y lanzo un alarido.
He dicho que te calles…nadie va a oírte…así que pórtate como es debido- dijo con cierta dulzura- voy a quitarte la venda.
Puedo verla…iluminada por la tenue luz de las velas dispuestas en los rincones de la habitación de la vieja casa. Ajena a mi desesperación, indiferente ante mis quejas…la inocencia de una niña en sus ojos azules. Vestida como una niña que va al colegio. Pelirroja, el pelo corto, piel blanca. La sonrisa helada…
Eres un maleducado, es mi cumpleaños y todavía no me has felicitado…esto te va a costar caro.
¿Qué? – digo desconcertado.
¿Qué? – repite burlándose de mi, riéndose – ¡que me felicites! ¡cumplo 20!
A pesar de sus atuendos y de su actitud de niña de 12 años…su cuerpo físico cuadra con la edad que dice tener. Me siento extraño, sorprendido, y en contra de mi voluntad, me empiezo a excitar en una situación en la que no puedo hacer más que sentirme estúpido y humillado. Sus cuerpo es delgado y grácil, su cara traviesa, cruel, pálida. Sus pecas le dan un aspecto inocente, en contraste con su fría mirada….clavada en mi. En su regalo de cumpleaños.
El regalo:
¿qué miras? ¿no me has oído? Felicítame- insiste divertida por mi perplejidad.
Lo siento…no entiendo nada de esta situación…por favor déjame irme…
¿Es eso lo que quieres? Porque ahí abajo no lo parece…- mientras se gira hacia mi polla, totalmente erecta para mi vergüenza…
Se incorpora, de pie en la cama conmigo entre sus piernas. Eres mi regalo, repite, así que más te vale que te estés calladito, porque no quieres saber lo que hago con mis regalos cuando ya no me gusta jugar con ellos. Veo sus braguitas rosas bajo su falda mientras me habla…y se va desabrochando un botón tras otro de su camisa. ¿Te gusta lo que ves eh? ¿cerdo? No respondas…
Por favor, ayúdame…¿cómo te llamas? Aun no me has dicho tu nombre.
¡¡He dicho que te calles!!
Me propina un fuerte pisotón en la boca del estómago que me deja sin poder respirar y se ríe ante mi asfixia mientras se sigue desabrochando la camisa. Cuando consigo recuperar el aliento se ha quitado la camisa completamente y la ha tirado sobre mi cara. ¿Has aprendido ya a obedecerme? Dice riendo. Me libro de la camisa y la veo de nuevo, con el torso desnudo, unos pechos pequeños y perfectos, llenos de pequitas…mi polla aún más dura. Nunca he experimentado una dominación semejante, y me avergüenza la excitación que siento. Se baja despacio la faldita delante de mi…y sin más dilación se quita las braguitas, dejándome ver su coñito completamente rasurado. Ya no habla, se vuelve a sentar sobre mi y se pone el dedo índice en los labios. Shhhhhhh. Me abofetea una vez con la mano derecha, fuerte. Ahora con el reverso de la mano…
No te atrevas a abrir la boca o te reviento la cara.
No puedo salir de mi estupefacción…la humillación me ha dejado helado y….excitado. Se da la vuelta de un salto y sin dilación me agarra la polla. Me masturba rápido mientras escupe en ella. No puedo sino gemir de placer…y lo hago con vergüenza. Se gira mientras sigue masturbándome.
¿Te gusta eh? Hijo de puta…te vas a enterar.
Se la mete en la boca. No suave. No con delicadeza. Fuerte, rápido y hasta la garganta. No puedo parar de gemir…estoy entregado, sometido. Levanta el culito y se sienta en mi cara de espaldas a mi mientras sigue masturbándome fuerte. Intento apartar la cara pero se restriega en ella. Me moja con los fluidos de su coño y gime….no para de reír.
Lame, cabrón, o te muerdo.
Se la vuelve a meter en la boca. Sorprendido y avergonzado, no me lo pienso y empiezo a lamerla mientras sigue restregándose…y lo hago con lujuria…excitado…entregado. Su ano y su coño saben deliciosos y están tremendamente suaves y mojados. Grita de éxtasis con mi polla en la boca…se corre…se corre encima de mi cara…mientras sigue metiéndosela hasta la garganta. Se ríe y se gira excitada.
Vamos a ver lo que tienes para mi, cabrón.
Se sitúa a mis pies y vuelve a chupármela cada vez más fuerte. Cada vez más rápido, profundo. Sus manos acarician mis huevos mientras se la clava hasta la garganta. Lo noto, me voy a correr, y no puedo evitarlo de ninguna de las maneras. Y ella también se da cuenta. Me masturba rápido mientras se mete los dos huevos en la boca. No puedo frenarlo…estoy a punto.
¡Damelo joder!
Sigue pajeándome rápido con la lengua posada en mi glande, lamiéndolo. Me voy ,no puedo evitarlo, es horriblemente placentero.
¡Échame tu puta leche cabrón!
Me corro, me corro en su lengua. Se ríe, sigue moviendo la mano rápido y se restriega mi polla por toda la cara. No para de reír…humillándome.
Se levanta, sin limpiarse…
Eres un buen regalo, mañana me la clavo en el culo, hijo de puta. Adiós.
FIN.
pd: Espero que os haya gustado, espero comentarios! 🙂
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