Solo por curiosidad
Comentaré por aquí mis inicios como gay de 15 años.
Comenzaré por decir que soy alguien sereno, tranquilo y no suelo salir a diferencia de otras personas, todo sucedió por curiosidad mía, que empezaré a escribir por aquí.
Primero hablaré de cómo perdí mi virginidad, pues fue una mala experiencia a mi gusto, esperaba alguien mas aseado y responsable que sepa como lidiar con menores (como yo en ese entonces). Tuve un encuentro gracias a la app de la máscara amarilla con un chico medio gordo de 22 años, cuerpo moreno y poco aseado. No se como logré convencerme de que quería perder mi virginidad, pero así fue. Me reuní por el en un distrito alejado del centro para no llamar la atención, en ese momento sentía muchos nervios porque no sabía muy bien que iba a hacer y como se sentiría el tener sexo. Sucedió todo muy rápido, ni bien nos encontramos fuimos a su lugar donde probablemente desvirgó a otros pasivos, y entre con más calma. Subiendo al cuarto del motel, cerró las cortinas y se echó a la cama, me decía que estaba cansado y que esperara un rato para poder continuar. Pasaron algo de 10 minutos hasta que se le ocurrió quitarse su casaca porque tenía calor (me sentia full nervioso), pasó un rato más para que yo me acostumbrara al ambienta, para que se abalanzara hacia mí con lujuria, lo primero que hizo fue quitarme la parte de arriba de mi cuerpo, me dejó boca arriba semidesnudo, me miró a los ojos un rato. Empezó espontáneamente a besarme el cuello y los labios, en ese momento me sensibilicé mucho y empecé a temblar de la ansiedad y el placer de estar en un cuarto de motel con un joven de ese porte y que estaría por quitarme mi virginidad.
Empezó a mirarme con más lujuria y sus besos y caricias bajaron hacia mis pezones, que empezó a lamer, dándome una nueva forma de placer que no conocía de forma asegurada, queda claro que yo conocía el sexo y el porno pero no lo llegué a practicar como hasta ese entonces. De ahí me quitó mi pantalón y mis calzoncillos que le encantó ver, me levantó boca arriba, abrio mis piernas y empezó a lamerme el culito, en ese momento me sentí en una mezcla rara de sensaciones placenteras y de rechazo, sentía que su lengua se movia por todo mi trasero, dejando rastros rojitos en mis nalgas de sus besos y mordiditas (soy blanco, estaba rojito).
Pasaron algo de 10 minutos, me sentía algo incomodo porque al bajar mi cuerpo, mis nalgas volvieron a juntarse, mezclando su saliva entre ellas y chorreando en mi culo. Me puso en cuatro y sacó su verga (no muy grande, mediría algo de 16 o 15 cm, algo gruesita), se puso un condón y empezo a puntearme en mi agujero algo dilatado por la lengua que paso anteriormente, y poco a poco sentía como me ingresaba la punta de su pene en mi culito. No llegué a sentir mucho dolor porque no fue en seco, y sumado el «placer» pues logró dilatarse sencillamente. Llegó un punto en el que sentía un vacío en mi culo, y resultó que era porque lo había sacado para cersiorarse que no salía sangre o algo parecido, y con eso en mente decidio tratarme suavemente. Me empezó a embestir con el tiempo con algo más de fuerza, y yo llegado un punto no sentía mi ano ofrecer resistencia, así que lo unico que sentía era ese hormigueo rico que sientes por el punto G. A los 15 minutos se vino adentro del condón y estuvo un rato esperando a que me calmara para no causarnos daño. Se separó y se echo a la cama.
Saliendo de allí pues cada uno se fue a su casa, y me quedé pensando con disgusto el como perdí mi virginidad, a pesar que se haya sentido rico, esperaba un cuerpo más aseado o gustoso de besar o coger.
No soy muy buen escritor, recién estoy incursionando por este medio y pues, paciencia. Ya después seguiré subiendo más historias similares que si me gustaron a diferencia de mi primera vez.
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