Sorpresa Esperandote
Se dio lo que menos esperaba .
siempre estuve con mucha expectativa desde aquella primera vez que sentí una verga palpitante apoyándome en el tren, yo tenía 12 años, tenía un cuerpito bastante formado, altura 1,65,y pesaba 60 kg, pelito bastante largo, remerita larga,pantalón náutico, y zapatillas Nike, llevaba un bolso azul para gimnasia.subi al tren del bajo que a esa hora iba muy lleno de gente típicamente de trabajo más hombres que mujeres aquí a las 7 p.m. ya es de noche, me acomodé como pude empujando gente, así como a mi me empujaban casi sin tocar el piso, quedé en medio del pasillo delante mío una señora gorda a los costados musculosos obreros y detrás también, no paso mucho que sentía roces en mi culito que sería por el movimiento del tren y no di importancia, pero cuando siento una mano que agarra mi cachete ,me sorprendi un poco me molestó me hice para adelante y roce a la gorda que tenía delante, la que se dio vuelta y me miró feo,yo me puse Colorado como tomate, y hice mi cola para atrás para evitar tocarla, lo cual hizo presión con la mano que tenía en la cola, y por eso fue que tomó más confianza y ya directamente empezó a apretarme más con su mano los 2 cachetes, mientras con el dedo gordo acariciaba mi rayita, no se porque pero eso me empezó a gustar, igual me di vuelta y no podía saber de quién era esa mano de tan apretada que estaba, me daba vergüenza porque tenía miedo de acusar alguien equivocado, así seguí unos minutos hasta que ocurrió mi inesperado, por alguna causa se cortó la luz de vagón, y quedó prendida la luz de emergencia que es muy tenue, al llegar a la estación bajo gente pero subieron más,y porsupuesto nos apretamos más, a todo esto la mano hacia movimiento como para meterse en mi pantalón elastizado, me moví pero era inútil, pero también sentí una excitación nunca antes tenida, ya no me incomodaba sino que me iba gustando, tanto que se me paró mi pito que rozaba la gorda, que tampoco protestó más, aparte no se veía casi nada, estaba distraído en mis pensamientos cuando siento que despacito se me bajaba el pantalón con el slip y su mano en la rayita justo. A esta altura estaba recaliente no sabía que hacer pero lo que si ya me gustaba, entre movimientos del tren y la bajada de pasajeros y subida de más.quede bien calzado con alguien de atrás mío lo único que podía hacer era subir el pantalón con una mano porque la otra tenía el bolso, pero me quedaba un cachete al aire. Ya no era la mano sino una poronga bastante gruesa se me apoyaba todo a lo largo de mi rayita y con la mano abría mis cachetes. Yo sentí bien caliente el pedazo de carne en mi canaleta, que subía y bajaba ,ya me gustaba mucho mucho, tanto que me recosté sobre él, entonces con sus 2 manos me agarraba de la cintura y trataba de levantarme ,lo hizo por un rato hasta que coincidió la punta con mi agujerito que hasta ahora era virgen, el hombre tenía unas manazas grandes y muy rústicas,me movía como quería, hasta que me ensarto hay dije muy despacio, y siento que me dice al oído,,,,quedate quietecito si no querés que te lastime. Eso me paralizó y me deje llevar. Mi agujero estaba por estallar de la presión, hasta que cedió y me entró su cabeza acompañada de un suspiro del hombre y unas lágrimas mías. Pero paso el dolor y me empezó a gustar, sentía la penetración el hombre transpiraba a mares pero no me soltaba, ya esa situación me gustaba, y me dice al oído ….un poquito más y te acabo nena. Me sonaron las campanas me habían llamado nena y me gustó,,,,yo también estaba muy caliente y mi pistolita estaba a reventar. Siento muchas ganas de acabar, tengo que admitir que después de tantos años fue de las mejores acabadas de mi vida. Si porque cuando siento que me enterró toda su poronga ,yo no aguante más y le acabé a la gorda dejándole toda la pollera negra con mi lechita chorreando, que linda sensación estar ensartado y acabar, en éso estaba cuando siento presión dentro de mi culo y unos lechazos furiosos de hombre dentro mío. A todo esto estaba llegando a destino y el tren seguía cargado. El hombre sacó su pija que no quise ni mirar quién era por suerte no había luz, me acomodó el pantalón me acarició la cola y se quedó quietito. Pero yo me quería bajar en la próxima por si la gorda se daba cuenta, por suerte nunca más me pasó pero tampoco me disgusto, tengo clavada la espina de volverlo hacer, pero tendría que encontrar alguien muy especial .
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!