SOY TAN MARICONA Y TAN CACHONDA. POR JUANALOCA
Soy tan maricón y mi culo es tan ardiente y deseoso de recibir verga una y otra vez hasta quedar momentáneamente saciado, que busco día a día un compa para entregarme como la puta maricona que me gusta ser para complacer los deseos libidinosos de todo macho con verga dura y erecta .
Soy tan maricón y mi culo es tan ardiente y deseoso de recibir verga una y otra vez hasta quedar momentáneamente saciado, que busco día a día un compa para entregarme como la puta maricona que me gusta ser para complacer los deseos libidinosos de todo macho con verga dura y erecta que quiera empalarme.
La verdad es que después de haber sido la putita del cura que me inició y me usó para satisfacer sus ansias de sexo con chicos. Desde los nueve años y hasta la entrada de los once fui su perrita a la que después de cada oficio religioso en que le servía de monaguillo, me llevaba a su pieza en el monasterio y se apresuraba a empelotarme y ponerme de espaldas o boca abajo para lamerme el hoyito que se contraía y se expandía como una planta carnívora.
O de pronto quería vaciarse en mi boca y me hacía lamer, chupar y tragar su larga y gruesa verga de macho maduro. La traía siempre dura y se bajaba con dificultad aún después de haberse vaciado.
Podía estarme cogiendo hasta tres horas seguidas y mi culo las primera veces me quedaba tan adolorido y maltrecho que con dificultad podía caminar. Para qué decir de cagar. Me era muy difícil y doloroso.
Paso ahora a los momentos recientes de mi entrega de maricón.
Recuerdo todas las mañanas en la ducha cuando me aseo el culo, la vez que me sentí caliente con solo descubrir la mirada de deseo de Miguel.
Lo diré con todas sus letras…
-Miguel, ansío tenerte de nuevo en mi culo sediento de tu verga, de tu semen caliente que me desborda y se escurre por mis nalgas y chorrea mis piernas…
-Cuando te paraste en la puerta y me miraste y antes de decirme que venias a culiarme, me miraste con tal deseo en tus ojos, que sentí que me recorría una ola de calor y me endurecía la verga. Fue algo inusitado porque nunca antes me había sentido así…
Me llevó eso al recuerdo del que me rompió el culo y a pesar de mi esfuerzo no pude tragar toda su gruesa verga: de cabeza aguzada pero de cuerpo grueso casi como el de su muñeca… Pienso que ahora después de que me he vuelto maricona sucia y lujuriosa a la que le meten el puño hasta la muñeca, podría alojar toda esa herramienta de carne dura:
-Se le salió el potito. Me dijo antes mi culo recién desflorado y babeante de semen y sangre..
Suavemente empujó con sus dedos a la flor deshojada de mi poto e hizo que se replegara hacia el interior. En ese momento olvidé todo y me abrí de piernas y lo incité a volver a clavar su estaca húmeda de fluidos, saliva y sangre.
Nunca más he sentido esas ansias de ser culiado con tanta fuerza y ternura mezcladas.
Mi fantasía actual se une a la de ser enculado por un macho animal de gran verga que me abra de par en par aunque me sienta desgarrado es la de ser cogido por una multitud de penes que se sucedan unos a otros hasta dejar su carga en mi abierto y deseoso agujero.
CONTINUARÁ
Soy Juana la Loca. Dejen sus comentarios acá si es que desean que siga relatando mis aventuras. No olviden valorar esete y otros relatos de mi autoría.



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