Su Culito
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde siempre fui un niño obeso. No extremadamente gordo pero si regordete de todos lados. Yo creo que esa fue la causa de mi desgracia. La verdad es que por mucho tiempo no tuve problemas. Todo empezo ya en la secundaria. Estaba ya en segundo cuando un compañero me empezo a molestar. Ya sabes las tipicas bromas de pubertos sin que hacer. Un dia en deporte a alguien se le ocurrio bajarme el short. Si, ahi a media cancha quedo al descubierto mi culo rosado y frondoso. Me dio un jalon algo fuerte y aunque gracias al grosor de mis piernas no logro por completo su cometido por querer darme el jalon la truza se corrio y parte de mis nalgas las vio todo mundo.
Yo me queria morir. Como soy guero (blanco), me puse como tomate y lloriquee como nena. Ahi empezaron las burlas. Lo malo fue que un grupito de ellos fueron mas cabrones y pues me molestaron un poco mas pero sobre todo uno que le decian el champi.
Los demas se fueron calmando con los dias pero el champi era diferente y me seguia cuscando. Cuando menos me lo esperaba me daba rozones con la mano tratando de agarrme las nalgas. Aunque no lo hacia abiertamente sino cuidandose de que nadie lo mirara pero a mi me incomodaba. Cuando nadie se daba cuenta me echaba mirada y si yo lo veia me hacia como que me besaba o se agarraba el pito marcandolo sobre el pantalon y me decia: "¿Quieres?", "¿Te gusta?" pero en silencio y se reia maliciosamente. Yo no sabia que hacer. EL chavo era fornido asi que si me hubiera puesto al brinco de seguro me rompia el hocico.
Un dia en educacion fisica me toco hacer pareja con el. El ejercicio consistia en hacer abdominales y mientras que uno las hacia el otro sostenia los tobillos. Esta por demas decir el trabajo que a mi me costo. No llegue ni a la mitad. Cuando me toco a mi sostenerle los tobillos con sus piernas flexionadas me fue imposible desviar la mirada. Sus shorts eran bastante holgados y al estar en esa posicion, sus piernas y sobre todo sus gruesos muslos quedaron expuestos ante mi. La verdad no se que me paso pero con morbo observaba su incipiente vello como delgada alfombra subiendo hasta arriba. Poco a poco el short se deslizo aun mas y la blanca linea de su truza se marcaba en sus ingles. En un ligero flashazo podia ver sus interiores y todos sus muslos quedaron expuestos ante mi.
Debo confesar que me excite viendole. Una extraña sensacion me recorrio. Yo era tan diferente. Sus gruesos muslos pero marcados contrastaban con mis regordetas y lampiñar piernas. En ese momento me senti como un niño y a el lo sentia como ya todo un hombre.Mientras esas ideas rebotaban adentro de mi cabeza pude notar su mirada clavada en mi. ¡SI! ¡Se dio cuenta! Me esbozo una sonrisa burlona que sin decir nada me hizo sentir el ser mas miserable de este mundo. …13…14….15-gritaba el instructor.
Terminabamos ya el ejercicio y nos pusimos de pie. El no me quitaba la mirada de encima. Yo podia sentir como me recorria de arriba a abajo a pesar de hacerme el tonto. Me sentia mal. Confundido.
Ese dia no paso nada. Me escape como pude y finalmente nos vestimos y fuimos al salon. De todos modos yo me sentia inquieto y bueno rogaba porque el no fuera a decir nada. Eso era lo que mas me preocupaba.
Pasaron varios dias. Segun yo incluso note que el se separo de mi y en esos dias digamos que dejo de acosarme. La verdad pense que se habia molestado por haberme visto viendole las piernas y que a lo mejor eso haria que se alejara de mi.
Habia ya pasado como dos semanas cuando al final del recreo me tuve que quedar ayudando en la tiendita. (Sabran que aqui en Mexico en algunas escuelas oficiales los alumnos se encargan de la tiendita donde se vende golosinas y refrescos para los mismo alumnos.) Todos los demas se habian retirado y ya nada mas me faltaba guardar unas cajas en una bodeguita que se encontraba al fondo de la escuela. Cerre con llave y me fui para alla.
Ni bien habia entrado cuando en seguida senti una presencia detras de mi. Era el champi quien me habia seguido. ¿De donde salio? No lo se. Me tomo por sorpresa. Las cajas cayeron al suelo y me quede como un tonto viendole entrar. Cerro la puerta sin darme la espalda y el terror se apodero de mi. Intuia que algo malo estaba por sucederme y sin embargo el mismo miedo me paralizo. Tal vez alguna vez habras sentido aquella sensacion de miedo en el ano. Esas como cosquillas que te recorren y que sientes que casi te orinas. Eso senti yo. El champi sin darme la espalda cerro la puerta detras de si quedando los dos solos en la bodega.
Se acerco a mi y sin pensarlo me hundio su puño en el estomago sacandome el aire. Cai de rodillas. Me sentia morir. Volteaba a verlo y el solo me miraba con su sonrisa burlona. Dejo que me recuperara y jalandome del brazo me arrastro hacia una de las paredes donde habia un hueco entre las cajas de mercancia.
-Enseñame el culo-me dijo. Su gruesa voz retumbaba en aquel cuarto cerrado.
Yo me quede helado. La verdad no sabia que hacer. No entendia lo que me decia. O mejor dicho tal vez no queria entender esa orden.
-¡No te hagas pendejo!- me grito- AL cabo ya todos te las vimos.
¿No te acuerdas?- termino haciendome recordar el que hasta ese momento habia sido el dia mas humillante de mi vida.
No lo pense. Torpemente desabroche mi cinturon y muy mansamente con trabajos por lo nervioso que estaba trate de bajar mis pantalones. Me costo trabajo. Cuando eres gordito lo grueso de las piernas te impide hacerlo facilmente. Al fin como pude mi trasero quedo al descubierto.
-Subete la camisa- me ordeno.
Lo hice como pude y luego me dijo que pusiera las manos en la pared. Sin chistar le obedeci. Yo mismo me sorprendo de mi mansedumbre pero la verdad es que si de por si le tenia respeto despues de haberme propinado tal golpe y haberme sacado el aire del estomago hacia que de solo verle temblara de pies a cabeza.
El silencio inundo el cuarto. Se quedo alli parado detras de mi. Pude escuchar como sus pies se arrastraban dando algunos pasos.
-No te muevas putito- me dijo.
Despues de decir aquellas palabras que me marcaron para siempre empeze a sentir como sus manos se deslizaban por todas mis nalgas. Empezo a hacer ruidos raros mientrsa respiraba y se dio gusto tocandome por todos lados. Sus manos me tocaron, me recorrieron. Me toqueteaba a su gusto. Mis nalgas estaban a su disposicion. Se deslizaba por encima de mi truza ajustada.
En una de esas pude sentir como bajando sus dedos juntos por en medio se metio hasta abajo de mi casi tocandome los huevos pero mas bien palpando toda mi linea media. Aquella reaccion hizo que sin querer me diera yo el sacon al sentir como casi me metia la mano dentro. Eso lo hizo encabronar. Como respuesta me propino una sonora nalgada mientras me decia: "PARA EL CULO CABRON!" Le obedeci instantaneamente pero el ardor me hizo empezar a gimotear como lo que era: un niño indefenso.
A el no le importo. Siguio haciendo lo que quizo. Metio sus dedos al lado del borde de mis piernas y siguiendo el contorno de la truza fue bajando hacia adentro y ahcia el centro. Cuando los tuvo casi junto alla abajo, me jalo de tal manera que mi ropa se me enterro enmedio. Aquello hizo que me apretara los huevos y pude notar en algo que no habia notado del miedo. Mi pequeño pito estaba bien parado y al jalarme el calzon hacia atras hizo que me doliera. Por supuesto que no le importo y siguio metiendome la truza en medio de la rajita hasta que mis nalgas quedaron bastante expuestas con aquella tanga improvisada.
-Que rico culito tienes- me dijo al oido.
Me tomo por la cintura y senti como se restregaba en mi trasero. La aspereza de su pantalon rozaba mis blancas nalguitas.
Despues de haber hecho eso. Escuche como la hebilla de su cinturon chocaba con el suelo. Me imagino que el tambien se bajo los pantalones. Se echo literalmente sobre mi aplastandome a la pared. Yo sentia su respiracion pesada en mi espalda. Una de sus manos toco mi pecho y me recordo lo chichon que estaba. Me dijo que estaba mas chichon que las viejas. Yo no podia ver pero ahora se que se la estaba jalando mientras me hacia y decia aquello. Despues de unos momentos solto mi pecho y me jalo el calzon. Se acerco mas a mi y solo pude sentir un chorro caliente cayendome, salpicando y rodando por mis nalgas mientras sus pujidos profundos rompian el silencio que nos rodeaba.
Pude sentir como se limpio pasando la punta de su verga por entre mis nalgas dandome un ligero piquetin en el hoyito. Me jalo aun mas el calzon haciendome parar mas el culo para que no me dolieran tanto los huevos. Paso su mano por encima haciendo que la tela se empapara de su abundante corrida que habia dejado en mi.
Escuche como se alejaba y pude percibir como se arreglaba el uniforme escolar.
Yo no sabia que hacer.
Se acerco nuevamente a mi por detras y tomandome del pelo me dijo al oido:
-De ahora en adelante eres mi puta y este culito -dedeandome a traves del calzon mientras lo remarcaba- me pertenece pinche gordito puto.
Avento mi cabeza contra la pared haciendo que me golpeara y le escuche salir dejando la puerta abierta.
Tarde tiempo en recuperarme. AL fin me di cuenta que estaba ahi volteado hacia la puerta con los calzones arremangados y el pantalon a media pierna. No deje de sollozar. Rapidamente arregle mi ropa. Como pude me saque el calzon. Estaba todo pegosteoso pero no podia hacer nada. Un hilito de caldo resbalaba por la parte interior de mis piernas. Medio acomode todo y sali de ahi. Me fui al baño y me limpie como pude la cara. Tenia los ojos hinchados de llorar. Mientras caminaba el calzon me molestaba por lo mojado de mis nalgas. Tuve miedo de que me fuera a manchar el pantalon y todos se dieran cuenta asi que me quite el sweater y me lo amarre en la cintura.
Finalmente llegue al salon. Pedi permiso para entrar. El maestro me recrimino que porque llegaba tan tarde que la clase ya casi se terminaba. Como pude le explique que me habia tardado en la tienda. Me pregunto que porque traia los ojos rojos y le dije que se me habian caido unas cajas y que me habia golpeado. Para variar algunos me hicieron burla y el maestro finalmente me dejo pasar.
Llegue a mi asiento. Me moria de miedo pensando que el me estaba viendo.
-Pssst-escuche.
Voltie a verlo y con su misma sonrisa burlona se marco su pito y con el dedo en la mano primero me dijo que tuviera silencio y luego marcando sus palabras sin soltar sonido me lo repitio:
P-u-t-i-t-o
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