Tanto bebí, que hasta el culo les di…
Un obrero de construcción se emborracha con un par de conocidos, terminan en el apartamento de los conocidos, y tras seguir bebe que bebe, los tipos comienzan a pedirle que les de el culo, cosa que estando borracho gustosamente hace..
Tanto bebí, que hasta el culo les di….
Ese día habíamos terminado de entregar la obra, en la que, por los últimos seis meses, había estado trabajando.
Varios de mis compañeros y yo, tras cobrar ese último cheque, y pasar por el banco a cambiarlo, y depositar casi todo el dinero en la cuenta de mi esposa.
Me fui con varios de mis compañeros a un bar, para celebrar, no tanto que hubiéramos terminado la construcción, sino más bien que ya comenzábamos a trabajar en una nueva obra, la próxima semana.
Estando en el bar, mi mujer me llamó, para decirme que se iba con las niñas a pasar el fin de semana, con sus padres.
Lo cierto es que como no me llevo bien con mis suegros, ya que solo saben criticarme, a mi esposa no le extraño para nada, que yo no le hiciera ningún comentario.
Así que decidí quedarme en el bar, bebiendo con varios de mis amigos, ya serían como las dos o tres de la madrugada, cuando decidí irme a casa.
Pero como estaba tan mareado, un par de tipos que conocía de vista en el bar, se ofrecieron para acompañarme, solo que, en lugar de ir a mi casa, terminamos en apartamento de ellos dos.
Donde en lugar de ponernos a pasar la gran borrachera que los tres cargábamos, seguimos bebiendo.
Después de un rato de estar escuchando algo de música, y de hablar sobre deportes, no sé quién comenzó a tocar el tema del sexo, por otro buen rato, mientras seguíamos bebiendo, hablamos de mujeres.
Yo hable del enorme culo que tiene la secretaria de la constructora, y que de seguro se estaba acostando con el dueño de la empresa.
Luego uno de ellos habló de lo mucho que les gusta a algunas mujeres casadas, el acostarse con un soltero.
Y de como algunas tipas se vuelven locas, por quedar preñadas, ya en ese momento yo estaba tan ebrio.
Que uno de ellos, a manera de broma, comenzó a pedirme, que le diera el culo, riéndome lo mandé pal carajo.
Pero seguimos bebe que bebe, y al poco rato, ya no tan solo él, sino que también el otro tipo, siguieron pidiéndome, de manera insistente que les dejase, que me dieran por el culo.
Yo no sé en qué estaba pensando yo, cuando de tanto ellos insistir, finalmente les dije que sí, por lo que de inmediato entre los dos, me llevaron hasta una cama.
Ellos muy felices y contentos, si mal no me acuerdo, después de que me acostaron, comenzaron a quitarme toda la ropa hasta dejarme casi desnudo, sin que yo hiciera nada por impedirlo.
Entre trago, y trago cuando el primero me dijo que me pusiera a mamar su enorme verga, simplemente le obedecí.
Y en ese momento mientras me encontraba arrodillado en la cama mamando su verga, comencé a sentir que el otro, me bajó los interiores, y de manera suave comenzó a pasar su miembro por entre mis nalgas.
Yo realmente no sé cómo permití que eso sucediera, por una parte, yo ni tan siquiera me había bañado, y me encontraba aun bien apestoso a sudor, y por lo que recuerdo, ninguno de ellos dos tampoco se habían bañado.
Pero su fuerte olor, a medida que le estaba mamando aquella inmensa verga, me tenía embriagado.
Quiero decir, que ese fuerte olor de ellos dos, me encantó, de momento el segundo, comenzó a ir penetrándome, y fui sintiendo como aquel pedazo de carne, dura, y caliente, iba atravesando mi culo.
A pesar del momentáneo dolor que sentí, una vez tuve todo su miembro dentro de mí, sin que ninguno de ellos me dijera nada, comencé a mover mis caderas, restregando mis nalgas contra su cuerpo.
Yo no sé por cuanto tiempo me estuvo dando por el culo, lo que sí sé es que eso me gustó, y mucho.
Cuando él terminó de venirse dentro de mí, como pude llegué al baño, y después de cagar, y limpiarme gustosamente regresé a la cama, donde su amigo me esperaba con una botella de ginebra en la mano.
Yo me puse en cuatro, y dolorosamente sentí cuando me empujó toda su enorme verga, por mi culo.
Casi lloro del dolor, pero también de inmediato, comencé a disfrutar de como él metía y sacaba una y otra vez todo su grueso, y largo miembro de mi apretado culo.
Ya el resto de la noche, tanto el uno como el otro, me estuvieron dando verga, y cuando le daba el culo a uno, al otro le mamaba su verga.
Al despertarme al día siguiente ya cerca del mediodía, uno de ellos me dijo que si quería podía darme un buen baño, yo aún algo mareado, y con un fuerte dolor de cabeza, y de culo, me duché, y ya estaba por salir de la ducha, cuando él entró a la ducha, totalmente desnudo.
No hizo falta que me dijera nada, yo al ver su erecto miembro, simplemente busqué apoyo en la pared, separé mis piernas, y lo dejé que gustosamente me volviera a penetrar.
No he vuelto al bar donde los encontré, pero como mi esposa me dijo que el próximo fin de semana, pensaba llevarles las niñas a sus abuelos.
Ya estoy pensando en que, si no los encuentro en el bar, quizás me acuerde donde queda su apartamento para visitarlos….
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