Te reto a chupar la polla del profesor (Parte dos)
Como de un beso, pasó a una mamada en su coche .
Cosas que no aclaré en la parte pasada
1) este relato no tiene nada que ver con el relato que hay en mi Perfil con un protagonista llamado Corbyn (yo)
2) este relato es completa fantasía
3) habrán algunas partes con escenas más románticas…, Pero que acan en sexo
4) sobre mi experiencia de mi primer relato la continuaré en otro momento
Ahora sí vamos con Archie y su profesor
Pasé el día entero con una erección, sentía la mirada de Ryan, mi profesor, cuando empezó la segunda hora de literatura, después del recreo, noté como no paraba de mirar mi entrepierna y como sonreía cuando yo me movía intentando que mi erección duela menos.
Escuché los gemidos de una de las chicas de la clase que se metía los dedos disimuladamente mientras él hablaba sobre algún tipo de poesía romántica
La chica, que se mordía los labios en vano, cerró sus piernas en el momento en el Ryan empezó a repartir los libros de lectura.
Cuando llegó a mi mesa me susurró:
—Creeme que voy a gemirte como ella —y me dió una palmada en el hombro —. Empiece con la lectura, señor Rivadeneira.
Y Dios, lo sexy que se escuchaba cuando dejaba de ser ese hombre con el que me besé en el recreo a ser el dueño de esa clase, el maldito amo.
Comencé con el primer poema, que hablaba, convenientemente, sobre un amor que no podía suceder, pero siempre terminaba con un beso apasionado.
Mientras leía, el aprovechaba el momento en el que todos cambiaban la página para guiñarme el ojo y sonreír.
En verdad, con un beso me dejó loco.
Cuando acabó la clase, y el salió moviendo un poco más de lo necesario su culo, terminé con una erección enorme.
Jugueteaba con las llaves de su coche hasta que, por fin, acabó el dia.
Caminé al patio, cuando encontré su coche, subí en el asiento del conductor rápidamente, asegurándome de que nadie me viera
Era un lindo carro, un Tahoe negro, espere unos minutos, hasta que el tocó la ventana con sus nudillos, levanté el seguro y subió en el asiento del copiloto.
—Si de por si te ves sexy en clase, aquí te ves el doble de sexy, frente al volante de mi coche —Me besó
Empezó a ser un beso suave, delicado, pero cuando yo terminé enredando mis dedos en su cabello, no dudó en volverse a sentar en mi pene y empezar a besarme con más pasión, mentiendo su lengua en mi garganta.
Podía sentir como empezaba a quitar el cinturón de mi pantalón y como desabotonaba mi camiseta, como quería sacarla tan desesperadamente.
—Hey, hey —me separé —Si quiera invitame un trago, profesor —rei dándole una nalgada
—No puedo hacer eso y lo sabes —quiso besarme de nuevo
—Entonces… —abroché la correa del pantalón —conformate con mis labios —lo tome de las mejillas para besarlo y escuché sus gruñidos de frustración.
En algún momento, terminé yo sentado como copiloto mientras él conducía.
En verdad, una mano al volante y la otra en mi pierna… Que subía y bajaba hasta llegar a mi entrepierna y volvía a bajar
—¿Puedo preguntar algo?
El se limitó a ajustarse los lentes de sol y a asentir con la cabeza.
—¿A donde vamos? —suspiré —Y ¿Por qué accediste tan fácil al beso?
—No arruine el momento, señor Rivadeneira
Solté una risa cuando lo dijo con su voz de profesor
—Estamos yendo a mi casa… A menos que tengas que estar temprano en la tuya
—A la tuya está bien —y entonces, mientras él conducía, mis traviesas manos se situaron en su pantalón, bajando la cremallera, soltando su correa y sacando su verga del boxer
—¿Que haces? —yo no respondí y me la metí toda a mi boca —Archs (un diminutivo de mi nombre) , para, harás que me estrelle
—Solo conduce e ignorame —empecé a lamer solo la cabeza de su verga
—Creeme que es —soltó un gruñido —dificil si lo haces así —gemió cuando la metí en mi garganta y mi cabeza solo subía y bajaba —¡Esto es injusto! Tu puedes hacer lo que quieras conmigo, y yo solo puedo besarte
Di una mordida ligera mientras protestaba
—Okey, okey, me callo —supe desde ese momento que a él le encantaba saber que, si bien el era un adulto de 31 años, el que lo dominaba era un adolescente de 18
Me dediqué a chupar más rápido y a lamer zonas sensibles para que él alcanzara su orgasmo, el cual cuando empezó a hacerce presente, terminé sacando su pene de mi boca y guardándolo en su pantalón, quitando su oportunidad de soltar su leche
—Mas te vale que cuando lleguemos, me folles tan bien, que este viaje haya valido la pena —advirtió completamente frustrado —o te prometo que no voy a dejarte pasar mi materia.
—¡Ja! Como si con el tamaño de mi polla no fuera a ser suficiente.
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