Terminé siendo su esclavo perrito al ir a casa de mi compañera de 12
Terminé a los pies de mi compañera al ir a su casa a ayudarle con las tareas. Y ahora me usará como su puta para ganar dinero..
Era un sábado como cualquier otro, en mi casa pasando el tiempo jugando algún videojuego como cualquier niño de 13 años haría. En ese momento no tenía muchos amigos, solamente chateaba con una chica llamada Sofía. Ella era muy bonita, piel muy pálida, pequeñita, delgada y un cabello hasta los hombros. Me envió un mensaje ese día, pidiéndome que le ayudara con una tarea, aunque no me dijo de qué se trataba exactamente. Cabe destacar que yo era muy aplicado y entendía muy bien de las clases, así que acepté ir a su casa y ayudarla.
Fui hasta allá, era casi el mediodía. Así que dijo que me invitaría a almorzar por ayudarla. Cuando llegué me recibió con un abrazo y un beso en la mejilla. Me sorprendió mucho porque nunca me saludaba de esa manera. Estaba vestida con una falda, descalza y con una camisa que no tapaba su ombligo. Me hizo pasar y sentarme en un sofá en la sala, me hizo ver la TV mientras me traía un jugo.
Cuando me dio el vaso con jugo, le noté con una sonrisa, no entendía por qué. Simplemente empecé a beberme el jugo, tenía un sabor extraño. Y ella se reía de mí, hasta que abrió la boca para confesarme de qué era el jugo.
S: jsjsjs, ¿Quieres saber de qué es el jugo?
Y: Pues, sí. Sabe algo extraño.
S: Bueno… la verdad es juguito de naranja… pero le agregué un ingrediente extra.
Y: ¿Y qué será eso?
S: pues, mis jugos vaginales, jejeje.
Y: ¡¿Qué?!
S: como oyes, estuve masturbándome y chorreando juguitos sobre ese vaso desde hace días. Llenándolo así y luego solo le eché un poco de jugo de naranja. ¿Apoco no está delicioso?
Y: estás loca, no.
S: bébelo o no te irás de aquí, ya cerré todas las puertas y ventanas con llave y no te diré dónde escondí la llave. Hasta que seas mi puto perro esclavo totalmente.
En ese momento agarró el vaso que aún tenía algo de jugo, me agarró mis testículos por encima del pantalón y los apretó tan fuertes que tuve que abrir la boca. Así aprovechó de hacerme tragarlo todo, y aparte, tirar un gran sorbo de saliva dentro de mi boca.
- Enseguida me ahogué y me lancé al suelo sobre mis rodillas, prácticamente quedando a cuatro patas mientras intentaba escupirlo todo. Cuando de repente siento que se sienta sobre mi espalda, pero mirando hacia mis nalgas, donde siento cómo me nalguea fuertemente.
Y: ¡aaaahh! ¿Qué te pasa…?
S: Dije que serás mi puto perro. Así que te voy a entrenar, esclavo. Empecemos quitándote la ropa.
Y así pasó, me agarró del cuello, me lanzó hacia el sofá y me cacheteó, hasta que reaccioné y me quité toda la ropa, excepto mi ropa interior.
S: ¿Entonces no piensas obedecer? Ponte sobre tu espalda.
Y: ¿Para qué?
Me fui poniendo boca arriba sobre mi espalda, mientras que ella no respondía nada, y cuando pensé en volverle a preguntar simplemente sentí una patada en mis huevos.
Y: ¡Ayyy! Duele.
S: así me gusta, que duela. Te lo mereces por no quitarte tu ropa interior. Pero tranquila, putita. Yo misma te la voy a quitar.
Y sin darme cuenta, ya me había quitado mi ropa interior. Estaba totalmente desnudo ante ella.
S: ¿Ahora vas a obedecerme en todo?
Y: S-sí…
S: ¿Sí qué, puta? *Me da otra patada en los huevos*
Y: ¡Ay! Sí, sí la voy a obedecer en todo, ama.
S: Así me gusta, esclavo. Ahora que eres mío, te voy a alimentar muy bien. Abre la boca y mete tu lengua en mi coño. Si lo haces bien, te daré algo para que comas.
Se quitó la ropa y se puso de cuclillas sobre mi boca y empecé a lamer su vagina. Estaba algo con sabor a orina. Y fue tarde cuando me di cuenta que se iba a orinar en mi boca. Cosa que me vi forzado a tragar.
S: Qué rico, putita. ¿Te gustó? Te voy a traer algo para que comas. Pero antes, quiero verte en cuatro como el buen perrito que eres y sígueme.
Hice lo que me ordenó y me dirigí con ella hacia la cocina. Me amarró las manos y los pies con unas cadenas para mantenerlos a una distancia fija.
S: Ok, perrito. Ahora ven y chupa.
Era una banana, me la quiso meter a la boca con la cáscara todavía puesta.
Y: ¡Espera! Esa banana aún tiene la cáscara.
S: ¿Y qué? Esto no te lo vas a tragar por la boca. Así que chupa.
Empecé a chupar esa banana forzadamente. Era algo larga, debía medir como 15cm. Mi pene apenas medía unos 7cm.
Después de diez minutos chupándolo, lo sacó de mi boca llena de salivas y dijo:
S: Bien, perrito. Ahora sí te voy a dejar que te lo comas.
Me dio la vuelta, de modo que quedaba yo ofreciéndole mi trasero. De repente sentí algo caliente en mi ano. Era un escupitajo de parte de Sofía. Y de repente, empezó a meter la banana en mi culo.
Y: ¡Agh, noooo! Duele mucho.
S: Calla, puta. No seas malagradecida y come.
Y de repente metió dos calcetines en mi boca para que me callara. Y siguió metiéndome esa fruta dentro de mi ano. Cuando ya iba por la mitad, lo empujó de golpe con su pie. Me dolió muchísimo, pero no podía gritar. Lo tenía todo adentro y su pie en la entrada de mi ano.
S: ¿Ves que no está tan mal? Ahora expúlsalo y te lo comes. Es lo único que tendrás hasta la cena. Si te portas bien, dejaré que me chupes los pies para luego metértelos también por detrás. Te voy a usar como mi puta, ganaré mucho dinero usando tu culo con chicos que pagarán por cogerte y meterte cosas muy grandes por tu agujero de puta. Por eso te prepararé bien, tendrás un agujero siempre abierto para follarte rico. Y no podrás negarte, lo grabé todo. Así que si te niegas, todo el mundo verá cómo aceptaste ser mi puta y cómo tragas por el culo.
No podía asimilar lo que pasaba. Me quitó las cadenas, se fue a bañar y yo me quedé en la cocina, logré expulsar el plátano de mi ano, todo enrojecido y doloroso. Tenía mucha hambre así que me tuve que comer la banana. La puerta estaba abierta, pero mis ropas no estaban, en cambio, estaba una falda y una camisa muy corta. Tuve que irme así, descalzo y vestido como niña hasta mi casa, que por suerte, solo era una cuadra. Aunque estoy seguro que alguien me vio en ese momento así. Cuando llegué recibí un mensaje:
S: Te espero en mi casa para cenar a las 7:00p.m. No faltes, voy a seguir usando tu culo. Ven con la ropa que te entregué.
Y así fue, a las 7:00p.m llegué su casa, en la misma ropa con la que me fui de su casa. Descalzo, con una falda corta y una camisa corta. Abrió la puerta y para mi sorpresa, estaba una chica con ella, cuando me di cuenta… era una de las chicas más bonitas de la clase, que por cierto, me gustaba.
Lo que pasó lo contaré en otro relato. Espero les haya gustado.
Continúa, dominar a niños es la mejor fantasía
Gran relato, esperemos que lo sometan bien con strapons entre ambas a la nueva putita xd