Todo se trató, de una equivocación.
Un contable que se encuentra realizando una auditoría en otra ciudad, se encuentra con tremenda hembra, que lo invita a pasar la noche con ella y varias amigas, que resultan ser trans, y a la fuerza se lo cogen confundiéndolo con otra persona. .
Todo se trató, de una equivocación.
Ocasionalmente debo viajar a diferentes ciudades, para realizar auditorías, de la empresa para la que trabajo, así que después de esos, en mi último viaje, después de terminar mi trabajo, me antojé de ir a tomar unos cuantos tragos.
Cuando estaba en eso, llegó al bar, una hermosa mujer, tremendamente exótica, y llamativa, alta, pelirroja, en fin, mi sueño hecho realidad, con unas tetas salvajemente despampanantes.
Ella tomó asiento justo a mi lado en la barra, en cosa de segundo, entablamos una amena conversación.
Tanto fue que cuando la invité a que nos fuéramos al hotel donde me estaba quedando, sin tapujo alguno me dijo, que ella cobraba bastante por esos ser vicios, en pocas palabras que era puta.
Me dijo su nombre, y me condujo hasta una calle donde al igual que ella se encontraban tres hambronas, altas, bien formadas, con tetas que daban ganas de chupar hasta el cansancio, en fin, mi sueño hecho realidad.
Yo como me encontraba algo bebido, no perdí tiempo, y le dije a las tres que nos acompañasen, mientras que mi acompañante, me comenzaba a dar una tremenda, y rica mamada.
Como ya éramos cinco, a ella se le ocurrió que, en lugar de ir a mi hotel, fuéramos a su casa, y yo tontamente acepté.
En el camino a una de sus amigas insinuó que, sería bueno que nos detuviéramos a comprar algo para tomar en casa de la chica a dónde íbamos, y yo salí de tonto a decir que pidieran lo que hiciera falta que yo pagaba, así que se pueden imaginar.
Al llegar a la casa de la chica, mientras yo me comencé a besarme con ella, sus amigas comenzaron a beber, lo que mi pareja y yo también hacíamos.
Al poco rato, ya dos de ellas se estaban quitando toda la ropa, al tiempo que mi acompañante me agarraba sabrosamente mi verga, y la dirigía a su boca.
Fue cuando al quedar esas dos chicas completamente desnudas, a pesar de mi borrachera, me di cuenta de que algo no iba del todo bien, ya que, en medio de sus hermosos muslos, colgaba una tremenda verga.
Al yo algo asustado se lo comenté a mi acompañante, ella se comenzó a reír a carcajada, se levantando su falda, y me mostró otra verga igual de grande que las de sus amigas.
En esos instantes, lo cierto es que me asusté más todavía, es más del susto creo que se me quitó la borrachera, traté inútilmente de salir corriendo, pero de inmediato entre ellas me sujetaron, y en cosa de segundos me han quitado toda mi ropa, dejándome completamente desnudo, al tiempo que, bajo amenaza, me obligaron a seguir bebiendo.
Por un rato dos de ellas se estuvieron besando, y acariciando todo mi desnudo cuerpo, de forma y manera tal, que, sin yo querer realmente, terminé por excitarme, después de eso, una de ellas me comenzó a restregarme sus firmes nalgas contra mi erecta verga, hasta el punto de que terminé por enterrársela divinamente, ella movía su culo de una manera, y forma que yo nunca antes había tenido el placer de sentir.
Cuando finalmente me vine, les dije que les agradecía todo, y que me dijeran cuanto les debía, para así de esa manera marcharme a mi hotel, fue cuando mi acompañante me dijo. “No mi amor eso tan solo fue el comienzo, tú no te vas de aquí hasta que las cuatro, te hagamos hecho feliz.”
En esos momentos me pusieron un par de tetas frente a mi boca, y en medio de mi borrachera comencé a chuparlas, otras de ellas, o de ellos, me comenzó a mamar mi verga, y cuando más entretenido me encontraba, sentí una lengua prácticamente dentro de mi culo.
No protesté, porque en ese momento realmente me agradaba, pero al poco rato la lengua fue sustituida por unos juguetones dedos, que me proporcionaron un placer desconocido para mí en esos momentos.
Yo estaba casi por venirme cuando, los dedos fueron sustituidos por una verga, que me arrancó varias lágrimas de dolor.
Yo traté inútilmente de zafarme, y mientras más lo trataba, más duro me lo clavaban. Escuché la voz de mi acompañante decirme. “Si cariño mueve ese culo, para que me lo exprimas.”
A medida que ella me penetraba, otra de sus amigas, tras abofetearme con su verga mi rostro, sin consideración alguna me obligó a que le mamase su verga.
Llegué a un punto en que ni resistencia ofrecía, dejé que me hicieran todo aquello que se les antojaba, si me ordenaban que moviera el culo, el culo movía, si querían que les hiciera la paja, a pesar de lo agotado, y adolorido que me encontraba se las hacía.
Durante todo el resto de la noche, me convertí en su esclavo, en cierto momento alguien me tomó por los tobillos, y separando mis piernas me penetró, ante mis propios ojos.
Yo estaba hecho un verdadero desastre, mi culo lo tenía todo adolorido, mi cara estaba completamente llena de semen, en fin, hicieron conmigo, lo que les dio gusto y gana.
Al rato nuevamente comencé a sentir un monstruo de verga rompiéndome el culo, casi ni me quejé, ya que sabía que de nada valía.
Al terminar ese conmigo, me dejaron tirado en el suelo, y comencé a sentir como varios chorros de orín caliente, me caían sobre mi desnudo cuerpo.
Fue cuando sonó la puerta, y entraron tres personas más, al verlas me resigné a mi suerte, pensando que los recién llegados, seguirían haciendo conmigo lo que les diera su real gana.
Fue cuando escuché, a uno de los recién llegados, decir. “Pero ese no es el hijo de la gran puta que me golpeó.” Después de eso, hubo un silencio sepulcral, de golpe todos ellos se marcharon, dejándome tirado en el piso, todos menos mi acompañante, que diciéndome que todo se había tratado de un desgraciado error.
Me ayudó a levantar, me bañó, me acostó en la cama, y hasta me puso una crema analgésica en el culo que, según ella, me calmaría el dolor.
Al siguiente día, me encontraba aun acostado, pero ya el dolor había desaparecido, ella o él entró hermosamente vestida, y nuevamente me comenzó a pedir disculpas, mientras que se quitaba su ropa, y me mostraba sus hermosas nalgas diciéndome que si gustaba estaban a mi completa disposición, y que ella entendía que si yo deseaba llamar a la policía así lo hiciera.
Yo mucho más repuesto, y sin el efecto del ron que me obligaron a beber durante toda la noche anterior, le dije que se acostase a mi lado, y apenas lo hizo, dirigí mi boca a su verga, en medio de su sorpresa, le dije sonriendo. “Descubrí algo que jamás había conocido, por lo menos hasta anoche.”
A medida que comencé a mamar su verga, ella me comenzó a introducir sus dedos dentro de mi culo, haciéndome sentir de lo más feliz, para luego volverme a penetrar divinamente.
Les juro que jamás ni me vestiré de mujer, ni me pondré senos como los de ellas, pero eso de dejar que me vuelvan a comer el culo, es algo que difícilmente dejaré de hacer.
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