Un amigo?
Mmm, me parece que ya has estado con alguno, ¿o no? Y se acercó a mí muy provocativamente, me besó, suave primero, para ver mi reacción, la que fue permisiva y apasionadamente luego al ver que me dejaba..
Cuando abrimos la puerta de aquella habitación, nos encontramos con un vecino que tenía libre acceso a la casa, me sorprendí y me puse algo nervioso, ella se fue de inmediato saludando muy normalmente y yo me quedé con Chon, tal era su apodo, tendría unos 60 años y entablamos un breve diálogo que iría por más:
-¿Y, que tal esta chica? Me dijo en cuanto quedamos solos mientras me acercaba un mate
-Bien, que sé yo. Respondí algo nervioso porque me habían descubierto en mi infidelidad.
-Tranquilo que será nuestro secreto. ¿Te gusta ella?
-Está buena.
-¿Y qué tal es en la cama?
-Me gusta mucho lo que hace. Creo que dije
-Nunca lo sabré. Respondió
Me quedé callado unos segundos; quedarme solo con el vecino me dio cierta adrenalina, creo que todos sabíamos que era gay, aunque nadie lo decía; entonces él retomó la conversación:
-Vos sos un lindo chico, imagino que tendrás muchas oportunidades.
-La verdad que no sé, no estoy buscando.
-Dale, no me mientas, si hasta los hombres te deben seguir. Comentó mientras me daba otro mate y me miraba muy directamente, mi silencio fue elocuente.
-Mmm, me parece que ya has estado con alguno, ¿o no? Y se acercó a mí muy provocativamente, me besó, suave primero, para ver mi reacción, la que fue permisiva y apasionadamente luego al ver que me dejaba.
-Siempre me gustaste, pero acá no podemos hacer nada, te espero mañana a la noche, como a las 7 en casa. No me falles. Dijo
Solo pude responder un tímido sí y Chon se fue sonriendo, yo no me quedé mucho más y volví a mi casa con mi familia y con una sensación muy extraña dentro mío, ya que no era insatisfacción, pero cierta molestia conmigo mismo tenía; había tenido un sexo increíble con una mujer y casi instantáneamente un hombre me besa y eso me gustó.
A las 7 de la tarde estaba tocando el timbre de la casa de Chon, enseguida me recibió, me hizo pasar a un hall de entrada y apenas cerró la puerta me besó, suave, amoroso, como deseando jugar al novio y respondí de la misma manera, me di cuenta que los besos serían un signo erotizante en mí, no puedo iniciar un buen momento sexual si no hay besos y cuanto más apasionados mejor.
Pero él fue de a poco, un hombre con experiencia frente a un joven de 25 años inexperto pero ansioso de aprender la vida homosexual, me llevó hasta su pieza y al encerrarnos me pidió que me desnude, solo se sentó sobre la cama y miraba lo que hacía, reconozco que me inhibía por lo que lo hice casi dándole la espalda para no verlo directamente.
-Qué lindo estás
-Gracias. Respondí muy tímidamente
-No te pongas nervioso, relajate, yo te voy a enseñar todo lo que quieras, ya vi que te gusta besar, eso me encanta de los putos.
Debo reconocer que esa afirmación no me molestó, pero me causó cierto escozor… no sé, fue rara en ese momento de mi vida. Igualmente me desnudé por completo y él se acercó a besarme empezando con caricias por todo mi cuerpo, casi diría que fue más un manoseo mientras me besaba, mordía mis pezones y eso me excitaba al punto de abrazarlo, algo me pasaba con este hombre muy amigo de la familia que no podía dominar, para nada sentía rechazo, diría que todo lo contrario, pero no era la atracción que había sentido por el Colo, sabía que había algo más y el buen vecino me manejaba a su antojo.
Se sentó al borde de la cama y dijo:
-Arrodillate y chupame la pija. Fue casi una orden que cumplí sin decir ni una palabra. Me tragué su miembro erecto, pero no tan duro como recordaba el de mi vecinito.
Pero acá empezó mi aleccionamiento, yo simplemente me lo tragué
-No, así no, despacio, saborealo, primero la cabeza y usá mucho la lengua. Exacto, así…. eso… vas a salir bueno.
Por primera vez estaba sintiendo el placer de estar con un hombre que me enseñara como complacerlo, no recuerdo cuanto tiempo estuve de rodillas ante Chon, pero si tengo en mi memoria aquella cama y él sentado guiando mi cabeza sobre su zona genital hasta que me levantó, me llevó derecho a sus labios y nos acostamos entrelazados en caricias y besos, sus manos me pajeaban y yo hacía lo mismo, entonces se dio vuelta y me ordenó que le chupara la cola, nunca pensé que algo así me gustara tanto que mi pene endureció y tuve la necesidad de metérselo
-Si dale, hacelo sin miedo.
Y pude penetrarlo tanto que, en pocos segundos, inicié el bombeo como para acabar
-No acabes. Sentenció y así lo hice; la saqué, se dio vuelta e iniciamos nuevamente un juego de caricias y besos que nos encantaba. Creo que estuvimos juntos en aquella cama alrededor de una hora hasta que me pidió que lo pajee hasta acabar y al hacerlo fui derecho a pasarle la lengua a su pija chorreada de semen saboreándolo.
-Ahhh, pero veo que no sos nuevo en esto. Aún te falta mucho por aprender, pero vas a ser muy bueno. Dijo mientras yo tragaba y él inició mi masturbación que en pocos segundos explotó en su mano y luego se encargó que también me la tome.
Y luego de la limpieza necesaria nos cambiamos y me guió hasta la puerta donde me dijo que me esperaba nuevamente cualquier día a la misma hora.
Hasta acá, tuve una vida donde las relaciones sexuales con hombres no habían sido buscadas por mí, donde casualmente encontraba ropa femenina que me gustaba probarme y lo hacía. Pero encontrar a Chon (o él a mí) generó un antes y después.
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