¿Un… distante padre?
El deseo de un niño perverso puede traspasar hasta la mismísima sangre..
Mi casa siempre se convertía en una zona de guerra en el momento en que mis padres comenzaban a discutir. Ya sean las 3am o 5pm. No paraban hasta que uno de los dos se iba de la casa, o hasta que mi padre se acueste en la cama de mis hermanos o en la mía.
Diría que se lo tenía bien merecido pero nunca supe la causa, aunque no debería de ser un hábil observador para darme cuenta que la personalidad de mi padre era muy conflictiva. Para resumirlo un poco era un mujeriego perdido.
Los hijos, en especial los varones desarrollamos una admiración por nuestros padres, queriendo imitarlos o ganarse su orgullo. Pero yo quería otra cosa de el.
Siempre me atrajo su impotente mirada, linda sonrisa, su calva que hacía juego con su barba candado y la cantidad de pelo en el cuerpo que lo hacía parecer un oso. Sumado a esa verga que vi muchas veces al bañarme con el. Y que sería la causa de mis varios «accidentes», para causarle una erección.
Sentarme en sus piernas en el momento de la sobremesa, dormir arriba de el en las siestas, bañarme de espaldas a el a ver si así podia ver esa verga sobrepasar sus 10cm al estar dormida. En esos momentos tenía 6 años. No tenía la edad suficiente cómo para idear un plan efectivo. Hasta que cumplí los 9 años…
Luego de la separación de mis padres, descubrimientos cómo la masturbación y pornografía gay. Veía demasiadas posibilidades para tener a mi padre para mi solito.
Se mudó a una casa a 2km, barrio tranquilo, dos habitaciones, baño y cocina/comedor. Bastante tranqui, lo importante era lo que pasaría en esa casa. Cada 10 o 15 días iba a su casa a pasar el fin de semana.
En la tarde de un sábado en la casa de mi padre, luego de haber almorzado. Nos fuimos a dormir la siesta, ya que en la noche unos amigos de mi padre iban a hacer una reunión.
Antes de irnos a acostar mi padre fue a darse una ducha, por el calor que hacía ese dia estaba bañado en sudor. Yo me acosté en la cama, me quité mis shorts y la remera quedando en calzoncillos blanco. Marcaban mi culito paradito, que me ayudaría esa tarde a conseguir lo que quería.
Al salir mi padre del baño me hice el dormido, el se quitó la toalla que tenia anudada en la cintura. La habitación estaba a oscuras, y la poca luz que entraba por la ventana me ayudó a poder entrecerrarar los ojos y espiar a mi padre sin que el se diera cuenta. En sus años de juventud estuvo un par de años en un equipo de fútbol, también cada domingo iba a jugar con su grupo de amigos. Su actividad deportiva me estaba permitiendo ver en la oscuridad un cuerpo de oso peludo, con unas piernas de infarto, daban ganas de lamer cada parte de su piel. Cosa que iba a hacer sin duda alguna.
Al terminar de secarse y ponerse un bóxer negro, se acostó a mi izquierda, el lugar donde siempre dormía al estar yo de visita. Cuando se acuesta, luego de un par de minutos, me agarra con sus brazos y me apoya contra su pecho peludo.
No era un comportamiento raro de el, desde que tengo uso de memoria siempre vi que demostraba más afecto en su comportamiento fisico que hablando o dando consejos. Pero ese día sentía que era diferente, el estaba más cariñoso de lo normal. En las últimas semanas cada vez que terminábamos de comer me subía a su regazo para ver el noticiero, según el era más cómodo para mi yo nunca me quejaba, sentir el bulto de mi padre en mi culito de niño siempre me calentó.
Al apoyarme en su pecho mi boca quedó en su tetilla, mi brazo al lado de mi boca y mi pierna arriba en su estómago milagrosamente, cerca de su paquete. El se llevó un brazo atrás de la cabeza y el otro lo puso arriba de mi pierna, para apretarme contra el y sentir calor ya que había encendido el aire acondicionado.
En esa pose estuvimos un rato, sin duda amo dormir las siestas con el. Su cuerpo bien proporcionado, una panza cervecera que quiero golpear con mi trasero al momento de cabalgarlo, sus brazos que eran una mezcla de grasa y músculos servían cómo almohadas muy cómodas para un niño de mi edad. Y esas piernas que eran el resultaba del varonil deporte que era el futbol.
Estaba sumergido en esos pensamientos, esperando a que mi padre se quedara dormido. Al cabo de 10 minutos más o menos, escuché la señal que daba inicio a mis juegos pervertidos, ronquidos. Mi hermoso, amoroso e inteligente padre se habia quedado dormido.
Sonreí maliciosamente con los ojos cerrados en medio de la oscuridad. Estiré mi manito de niño y toqué una de sus tetillas, eran cómo dos botones rodeadas de rulos. Las toqué lo suficiente para asegurarme de que no despertara el, al escuchar sus profundos ronquidos proseguí a estirarlo, girarlo y cuando mi calentura alcanzó un nivel muy grande. Los lamía. Un niño de 9 años lamiendo los pezones de su oso padre.
Mi cuerpo era un infierno, por mis pensamientos sucios y por el calor que emanaba de mí. Comencé a restregarme contra el. Era una pulga al lado de el metro noventa de mi padre contra mi metro diez y más se hacía notar por mi delgada figura.
Al hacer esto sin darme cuenta y concentrado en los pezones de mi padre, mi pierna se restregaba sin ningún pudor sobre su pene cómo si tuviera vida propia. Les juro que en ese momento ver y sentir cómo la sangre de mi progenitor se iba hacía su pene fue la cosa más excitante que pude llegar a presenciar y menos pensaba que iban a llegar cosas que superarían ese momento.
Y ahí estaba, dejé de chupar sus pezones para ver cómo mi pierna se restregaba contra su tesoro, 20cm de carne gruesa estaban casi por romper ese bóxer negro. Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo y cuando menos lo esperé. El hizo un movimiento que hasta el día de hoy sigo sin poder procesar.
Su mano izquierda agarró mi pierna, se detuvo un segundo al igual que mi corazón al esperar el castigo de mi vida, pero no pasó eso. Su mano hizo que mi pierna fuese de arriba hacia abajo con una velocidad increíble. Todo su cuerpo estaba caliente cual infierno. El mío tardó en recuperarse del susto. Pero cuando lo hizo, comencé a chupar, lamer y apretar sus pezones cómo si fuese un ternero buscando leche. Y vaya que iba a obtener leche.
A los dos minutos de haber empezado esa escena tan grotesca y excitante entre nosotros dos. Escuché gemidos de parte de mi padre y un agarre mucho más fuerte hacía mi pierna y su monstruo de carne que con sus fluidos y sudor mojó casi toda la parte delantera de los boxers.
Al darme cuenta de eso miré hacía arriba, buscando su cara. Lo vi, tenía su cara completamente arrugada y mordía sus labios con fuerza. Al verlo en ese estado toqué su mejilla con mi manito, al segundo me miró a los ojos, luego a mis labios y con una cara maliciosa volvió a verme a los ojos. Entendí enseguida lo que me quería decir.
Bajó su cabeza y yo estiré la mía. Nuestros labios se encontraron, comenzamos a besarnos cómo si nuestra vida dependiese de ello, yo lo agarraba del cuello, el aumentaba la fricción de mi pierna y su pene. Sentir la lengua de mi padre acariciandome el paladar era increíble. Ambos gemiamos. Ambos estábamos demasiado calientes. Ambos nos íbamos a ir al infierno… o ya estábamos en el?
Cuando sintió que iba a venirse, me puso en cuatro arriba de el, sacó sus 22cm de su bóxer, me abrazó a su pecho con su brazo izquierdo y con el derecho comenzó a masturbarse cómo un loco. Yo al estar arriba de el aproveché a morder su cuello, se notaba a leguas que le encantaba el sexo salvaje. Algo que compartíamos. Con gemidos que asemejaban a un grito acabó. Apretandome hacia el dejándome casi sin aliento, ahí sentí un placer absoluto potenciado con el roce de mi pequeño pene contra la panza de mi peludo padre.
Sentía casi cómo baldes de leche caían sobre mi espalda blanquita. Mojó mis calzoncillos. Mi pelo. Y también le cayó un poco en su cara.
Nos quedamos inmóviles, con el sonido del aire acondicionado de fondo. Escuchando los autos pasar por la calle. Las respiraciones agitadas de ambos. Ninguno de los dos nos movimos.
Al pasar 10 minutos y con las cabezas ya frías. Nos miramos, esperé una mirada de decepción de su parte, un castigo, un cinto por la espalda ni bien se levante.
Sin dejar de mirarme pasó su mano por encima de mi espalda, y luego la pasó por mi boca, al darme cuenta que estaba mojada con su semen chupe sus dedos cómo un hijo del diablo.
Me miró con ternura, perversión y excitación. Sentir esa miraba me confirmó que habiamos empezado un camino depravación que seguiría por muchos años más.
Al terminar de juntar su leche de mi suave espalda y darme de tomarla. Me agarró la cara para darnos un beso cargado de placer y lujuria. Luego nos miramos y me dijo muy cerca de mis labios.
Hijo mío, siempre quise este tipo de conexión con vos. De mis tres hijos siempre vos tuviste esa chispa, la veía en tu miraba al estar cerca mío.- decía mientras que con su mano acariciaba mi espalda e iba bajando hacía mis nalgas.
Yo me sentía único para mi padre en ese momento eramos una misma persona que se conectaban por sus deseos. Nunca fui para nada vergonzoso, menos lo iba a hacer ahora.
Y acompañado de mi lado oscuro.
Agarré la cabeza de su pija, nuevamente erecta, con mi pequeña mano y le dije.- Papi, no sabés cuanto estuve esperando este momento-. Comencé a masturbarlo.- y ahora que está pasando no voy a dejar que se me escape.
Nos besamos por 10 minutos, lentamente con amor y ternura la cual solamente podrian tenerse padre e hijo. Me dijo que teníamos que descansar para estar con energía en la noche.
Te voy a presentar a mi amigos hijito.- decía mientras que me tapaba con una sabana y se ponía detrás de mi en forma de cucharita.
Pero papi, ya los conozco.- estaba confundido, siempre eran los amigos de siempre.
Ooh mi amor.- comencé a sentir su erección entre mis nalgas.- eso es lo que tu crees.
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El Diablo enganchó a el cabrito, su próximo discípulo, pero no su próxima víctima. El cabrito sabía o aprendería con el tiempo a trazar su propio camino y reinado en el infierno.
…Continuará?
Buen relato da para mucho más!!! El tema de las perversiones y como las manejas es práctico y digerible hace querer leer más y da pie a más historias me quedo con tremenda erección. Me gustó
Joder lo has cortado en lo mejor, espero que no tardes
Luís corazón, perdón por dejarte a la mitad de la paja. Seguramente te fijabas todos los dias si actualice la historia, te entiendo. Suerte para vos que esta semana se subirá la segunda parte. Te mando un beso en donde más quieras y espero que seas el primerlo en leerlo y comentar.❤
Continua ese padre y amigos, tienen mucho para ti👍
Van a pasar muchas cosas en la vida de este niño en los próximos capitulos querido seguidor. Esperemos que esté a la altura nuestro querido protagonista.😈❤
me hubiera encantado haber tenido un papa que me cogiera de chico, que me llenara de lechita
Hubiese estado increíble tener un padre así, pero nos tuvimos que conformar con padres aburridos y estrictos tristemente.
Mil disculpas por hacerlos esperar tanto por la actualización de esta historia y la anterior queridos lectores. Prometo volver a escribir para darles una buena segunda parte antes de que finalice el año. Los quiero pervertidos.