un mundo de dominación femenina, la iniciacion
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sumisodeella.
Son las ocho de la mañana y cristina ya esta en su escritorio hablando por teléfono, pareciera ser una simple charla de trabajo, si no fuera por que debajo de aquel escritorio hay un hombre hincado, vestido únicamente con una pequeña tanga y dentro de su boca descansa la punta de la zapatilla de cristina, ella ríe y charla animadamente por teléfono, pareciera que es lo mas normal tener a aquel hombre así, la punta de la zapatilla de cristina entra y sale de su boca en repetidas ocasiones, aquel hombre solo permanece quieto, sabe que si se mueve, podría hacerla enfurecer tremendamente, se puede ver como unos hilillos de saliva escurren por la comisura de sus labios cayendo hasta su pecho, hasta de que después de unos minutos, al fin cuelga el teléfono, baja la mirada y le dice a aquel hombre,
– muy bien sumiso, quiero que la suela de mi zapatilla quede bien limpia entendiste.
!!
el sumiso abre aun mas su boca y comienza a lamer, cristina ríe satisfecha y continua haciendo cosas en la computadora, después de unos minutos la puerta se abre y aparece otra mujer, se acerca hacia donde esta ella, le entrega unos papeles y ambas comienzan a charlar,
– muy bien Karen, esa venta esta a punto de realizarse, quiero que te encargues de todo,
– claro que si cristina, sabes que puedes confiar en mi,
– muy bien Karen, serás bien recompensada, pero ahora quiero que me ayudes con mi sumiso, fíjate que se a estado poniendo un poco impertinente y tu me conoces, yo no soporto eso, y para comenzar quiero que te lo lleves para el piso de ventas, lo vas a poner empinado en el escritorio que esta a un costado de la sala de descanso y le vas a decir a todas las chicas que durante el resto del día pasen a darle de nalgadas, yo bajare mas al rato para ver como le están quedando el trasero,
– claro cristina,
Karen saca al sumiso debajo del escritorio, le pone una correa y ambos camina rumbo a la puerta, pero antes de salir cristina le dice,
– por cierto, no olvides bajarle la pantaleta, se la dejas hasta las rodillas,
– claro cristina,
y ambos salen de la oficina,
Cristina continua haciendo llamadas y firmando papeles, y después de unos minutos su teléfono vuelve a sonar, descuelga y del otro lado una voz femenina le dice,
– señora cristina, podría venir al área de consultorios por favor, tenemos un nuevo sumiso,
a cristina se le dibuja una sonrisa en la cara y solo responde,
– pero claro que si, de inmediato bajo,
Cuelga y sale de su oficina, toma el ascensor y llega hasta la planta baja, el lugar parece como una enorme clínica, todo esta pintado de blanco y esta dividido en pequeños cubiles, en los cuales hay camillas y anaqueles llenos de utensilios médicos, cristina comienza a recorrer aquel lugar, hasta que llega al fondo, y se mete a un cubil, en donde hay dos mujeres rodeando una camilla, cristina llega hasta ellas y se da cuenta que en la camilla descansa un hombre, vestido con una diminuta tanga y esta acostado boca abajo
– buenos días chicas, que tenemos aquí.
??
– señora cristina, buenos días, – responde una de las chicas-
– veo que trajeron un nuevo sumiso, quien nos dio semejante regalo?
La otra mujer toma la palabra y responde,
– fui yo señora cristina,
– vaya.
!! y cuéntanos como fue que lo conseguiste,
– bueno resulta que hace meses me hice amante de su padre y con el paso del tiempo me comenzó a contar que le gustaban algunas practicas sexuales, como por ejemplo ser dominado y sometido, y pues un buen día su hijo nos vio haciendo nuestros juegos y resulta que también el hijo resulto ser un mariquita tremendo y pues el mismo acepto venir acá,
Cristina se acerca aun mas hacia la camilla y comienza a caminar alrededor de ella, se da cuenta que el muchacho es muy joven, unos 25 años a lo mucho y esta completamente depilado e inclusive se ve hasta maquillado y con el pelo bastante largo y arreglado, cristina sonríe y le pregunta a la chica,
– veo que se toma en serio su papel de mariquita,
– si señora cristina, en casa lo traigo vestido de sirvienta y a su padre lo uso como mi esclavo personal, claro completamente desnudo y ambos nos atienden a mi y mis amantes de turno, los dos son unos tremendos maricas, y pues como a el de momento no lo necesito, pues lo traje para acá,
Cristina sonríe y dirigiéndose a los dos chicas les dice,
– Bueno pues que les parece si le damos la bienvenida,
Las tres ríen al mismo tiempo y una de ella dirigiéndose a un anaquel saca un maletín grande de cuero y lo pone sobre una mesita, cristina se acerca y comienza a hurgar dentro de aquélla maleta, mientras dice,
– bueno pues vamos a comenzar por ver que tan dilatado esta,
Saca unos guantes de látex y los reparte a las otras dos chicas, ella se calza unos y después saca un pequeño frasco de aceite, y se dirige hacia el trasero del sumiso y de un jalón le baja la diminuta tanga, abre el frasco y le dice a una de las chicas,
– una voluntaria para que le separe un poco las nalgas
Rápidamente una de las chicas se acomoda a un lado de ella y pone sus manos sobre los glúteos del muchacho y los separa, dejando expuesta su entrada anal, cristina voltea el frasco y comienza a escurrir un poco de aceite justo entre las nalgas, el muchacho al sentir el liquido caer, se mueve un poco, pero cristina de inmediato le da una fuerte nalgada a la vez que le dice
– es mejor que te estés quieto, te va a ir peor si no me haces caso,
el joven ante tal amenaza, se deja de mover, cristina lanza una carcajada y comienza a esparcir el aceite entre sus nalgas,
– mmhhh…muy bien, se ve que casi no lo has penetrado, verdad,
– pues no señora cristina, únicamente le e metido el dedo un par de veces,
– pues hoy es un buen día para que se estrene,
Cristina continua esparciendo el aceite y después de unos minutos, deja el frasco sobre la mesita y le dice a la otra chica,
– sepárale bien las nalgas voy a comenzar
y de un instante a otro comienza a meterle el dedo, el muchacho al sentir la intromisión comienza a gemir y a retorcerse, pero de nuevo cristina le dice,
– o te estas quieto o será peor,
– si señora cristina,
– bien ya vas entendiendo,
cristina continua introduciendo el dedo, hasta que logra meterlo por completo y una vez así comienza a girarlo lentamente, haciendo que el muchacho comience a suplicarle que se detenga, pero a ella parece no importarle eso, ya que en lugar de detenerse, hace mas rápido sus movimientos mientras le dice a las dos mujeres,
– asi es como se debe de estrenar un trasero chicas, ahora díganme como esta su rostro del sumiso,
la otra chica que estaba observando, se va hacia la parte de enfrente de la camilla y comienza a decirle, en tono burlon,
– el pobre sumiso esta a punto de llorar…jajajaja…pobrecillo,
– bien, pues hay que hacerlo llorar entonces,
y después de decir esto, cristina saca por completo su dedo, el muchacho se relaja un poco pero de inmediato se lo vuelve a meter de golpe, pero ahora, no deja el dedo adentro, cristina a comienza a meter y sacar su dedo de una forma rápida y brusca, ocasionándole un fuerte dolor
– ya esta llorando…
– aun no señora,
el muchacho a llevado sus brazos a los lados de la camilla y la sujeta fuertemente tratando de aguantar, mientras que cristina no cesa de atormentar su ya dilatado ano, a la vez que se burla de el
– para que los sumisos entiendan quien manda, deben de ser muy severas con ellos desde el principio,
Las tres mujeres comienzan a reír, y cristina no deja de meter y sacar su dedo, hasta que después de unos minutos, le vuelve a preguntar a la chica,
– ya esta llorando,
– ya señora cristina,
– muy bien muchachito, ahora quiero que te quedes muy quieto mientras mis dos empleadas te siguen penetrando, entendiste,
el sumiso con la voz entrecortada solo le responde que si, después cristina saca por completo su dedo, se quita los guantes y los arroja sobre la espalda del muchacho, se dirige hacia su dos empleadas y les dice,
– bien chicas, continúen ustedes, primero un dedo y después quiero que le metan dos dedos lo dejan descansar un poco, y vuelven a repetir el tratamiento y el fin de semana lo aputan en la lista de sumiso para la fiesta,
las dos mujeres comienza a reír y una de ellas toma el lugar de cristina, ella da media vuelta y sale de aquel consultorio, y vuelve a tomar el ascensor
continuara….
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