Un tío hermoso
Dos nenas de 9 comparten una verga, Teté disfruta por primera vez la penetración anal completa de su papito mientras que Pame tendrá que esperar a que se la cojan y conformarse con mirar, aunque solo es por esta ocasión .
UN TÍO HERMOSO
Hola, les quiero platicar una historia que sucedió cuando yo era muy pequeña. Lo primero es mi nombre, me llamo Pamela (nombre real) actualmente tengo 24 años, soy de la república mexicana, de un estado al norte del país, famoso por sus locaciones para trabajos cinematográficos. En aquel entonces mis medidas eran las propias de una niña, (aunque yo siempre sentí que muchos me veían como a una mujer) mi piel es apiñonada, tengo cabello castaño y rizado, mis ojos son grandes y almendrados (algo que siempre me gustó de mí) bueno, mis ojos, mi sonrisa y mis labios que son muy delgaditos, actualmente mis tetas, que aunque no son muy grandes, las tengo bien paraditas y firmes, todo en su lugar.
Todo empezó desde que tenía 9 años, y el protagonista de mi historia es mi tío Guillermo (Memo, de cariño), él trabaja para el gobierno del estado y tiene que vivir en diferentes lugares de la república y claro, siempre lo acompaña su familia. Desde que recuerdo, siempre tenía una especial atención y cariño hacia mí, siempre lo he querido por ser tan bonito conmigo, no puedo decir que es un galán, pero tiene lo que llamamos «ángel». En la familia todos lo aprecian.
El inicio de esta historia, es cuando mi tío por el trabajo que desarrolla, estuvo comisionado en la capital del país, así es que tenía más de un año sin visitar a nuestra familia y aprovechando las vacaciones de verano que son muy largas, invitó a mi papá y a todos nosotros a que los visitemos para que yo pudiera convivir con mis primos. Mi padre dijo que lo iba a pensar. No me dijo nada hasta el día siguiente y me preguntó si a mí me gustaría ir de vacaciones con mis tíos ¡Claro que acepté ! y haciendo todos los arreglos, en tres días ya me encontraba con la familia de mi tío. Estaba compuesta por su esposa (mi tía, Anabel) y 3 primos, 2 varones (Pepe y Nano) y una mujer, Esther (Teté) Ellos tenían, el mayor 14 años, el de en medio 13 y mi prima 9, como yo.
Habían pasado apenas dos días de haber llegado a su casa, y yo comencé a tener un sentimiento como de celos, ya que mi prima Esther era muy cariñosa con mi tío y por supuesto él con ella, y yo estaba acostumbrada a que cuando mi tío Memo nos visitaba, ese tipo de cariñitos solo me los hacía a mí, pero en retrospectiva, creo que era más que obvio que tendría que ser tan amoroso o más al tratarse de su hija ¿Verdad?…
Bueno, nos recibieron muy gustosos y a mí me acomodaron una cama para dormir en la recamara de mi prima, mis papás y mis primos en otras habitaciones y mis tíos en la suya.
Mi tío salía muy temprano al trabajo ya que él no tenía vacaciones y regresaba entre 5 y 6 de lat arde, cuando llegaba me hacía muchos cariños, en las mañanas todos salíamos a pasear, y a veces nos levantábamos tarde y salíamos a desayunar o nos poníamos a preparar algo en casa, eran unas verdaderas vacaciones en familia.
Una noche estaba yo un poco inquieta y no podía dormir profundamente, y en ese momento fue que escuche como se abría la puerta de la recamara, yo sentí miedo al principio y me hice la dormida, con los ojos entreabiertos, pude ver que era mi tío quien entraba cuidadosamente cerrando la puerta detrás de él, tratando de no hacer ruido. Me puse nerviosa, porque sabía que él no debía de estar ahí, pero me contuve, mirándome se acercó a mi cama, se inclinó sobre mi cara, pensé que me tocaría, pero solo se cercioró que yo estuviera durmiendo. Yo trataba de respirar lo más natural posible, pero sentía que era imposible, ya que mi corazón latía apresuradamente, me tomo por el hombro y me movió suavemente, al ver que no respondía se levantó y se dirigió a la cama de mi prima Esther. Le tapó la boca con la mano y ella despertó sobresaltada, él; colocando un dedo ens u boca le susurró: “No te asustes nena, soy yo.” La habitación era obscura, sin embargo por la ventana entraba la luz de la luna y se podía ver más que solo las siluetas de mi tío y Esther, yo estaba intrigada así que sin casi moverme, dirigí la mirada hacia la otra cama, mi prima se sentó y abrazando a mi tío, reclamó:
¿Por qué tardaste tanto?
“Tenía que esperar a que todos estuvieran dormidos, ¿Me esperabas?
¡Claro papito! Pero como no llegabas me quedé dormida
Mi tío abrazándola le susurró: «»debemos darnos prisa, no quiero despertar a Pame.»
Esther le comento que cuando me dormía, no había quien me despertara mientras le sonreía a mi tío. Yo sentía la boca seca de los nervios, porque no sabia cual era el motivo de la presencia de mi tío y porque tanto secreto, un instante después, comencé a poner atención a los susurros de ambos. Mi tío le preguntó:
– ¿Quieres que te coma?
Al mismo tiempo que levantaba las sábanas y dirigía su mano a la entrepierna de Esther, ella movió la cabeza asintiendo y al mismo tiempo, separaba sus piernitas dejando que la tocara, se escuchaban unos “ruiditos” del jugueteo entre ambos, podría decirse que era hasta divertido.
La mano de mi tío se posó en la sedosa piel de niña de Teté y paseaba sus expertos dedos a lo largo de sus piernas, la tocaba con suavidad y besaba todo su ser, sus muslos, sus nalgas, su barriga de nena, cuando comenzó a acariciarla, tocaba sus manos, con la misma perversidad con la que tocaba sus zonas erógenas recorrió sus pequeñas tetas que eran a penas dos pequeños montecitos, al tiempo que la besaba ardientemente. Al verlos, yo tenía una emoción que no sabía reconocer y algunas otras sensaciones que tampoco podía describir en ese entonces, mis pequeños pezones se endurecían aunque solo tenía unos bultitos en el pecho, y mi mano llegó sin darme cuenta a mi vagina lampiña, comencé a tocarme porque sentía “cosquillas” yo me bajé mi pantaletita cuando ví que ella se quitó la suya, en ese momento mi tío ya la tenía recostada en la orilla de la cama, Teté separó las piernas ofreciendo sin pudor la desnudez de su cuerpo infantil a mi tío, quien se arrodillo y bajó su cabeza para deslizar su lengua sobre la vaginita de Esther, desde mi cama, podía ver como ella disfrutaba de las caricias que le hacia, comenzó por besar los labios externos de su vaginita, luego del contacto de la boca de mi tío con su colita noté que a Teté le temblaban sus piernitas porque no solo era que le estaban mamando, sino que mi tío usaba un dedo para frotar su clítoris y a momentos lo succionaba, en esa estaba, tocando, lamiendo, paseando su húmeda lengua por los labios internos de una nena que se deleitaba ante el placer del sexo oral, tratando sin éxito de mitigar con la almohada los gemidos generados por el placer que sentía provocado por él, así estuvo hincado frente a la panochita pueril que masturbaba intensamente con sus manos, lengua y labios durante un buen rato, hasta que inevitablemente obligada por la mamada de su papá, se empezó a correr en la cara de mi tío, Teté comenzó a respirar más fuerte y cada vez más rápido, quería meter las manos pero estaba sometida a la fuerza de las embestidas que le daba su papá, aunque intentaba no hacer ruido escapaban pequeños gemidos de placer desde lo más profundo de su pecho, se mordía los labios, y mi tío seguía comiéndole la panochita, ella lo sujetaba del cabello, restregándolo más y más hacia su parte intima, era un vaivén de pasión lo trataba de jalar, como si quisiera que fuera más adentro de ella mientras lo empujaba de forma frenética hacia su cara, crecía el deseo y su lujuria, una y otra vez, ella subía y bajaba sus caderas ofreciendo su cuerpo hasta que – Ahhhhhhhgggg! – se escuchó el grito de Esther ya sin importarle que yo estuviera a escasos centímetros de ellos, Teté y mi tío se abandonaban al placer mientras ella aflojaba lentamente su cuerpo después de un orgasmo que más parecía una descarga de electricidad que la recorrió desde su centro hasta la punta de los pies, quedando exhausta, tendida, satisfecha y con la mente en blanco, prácticamente desnuda sobre la cama.
Cuando su agitación se calmó, abrazó y besó a mi tío con pasión. Se sentó al borde de la cama, tomó su panty y se la volvió a poner, sujetó a mi tío de la cintura quien abriendo su bata, alardeaba lo que había al frente de su truza, un bulto grande, ella bajo su calzón y brotó como resorte el pene duro grande y rosado de mi tío. Se lo puso enfrente de su carita y Esther beso la punta y como parecía que ya tenía experienciae n estos asuntos, de inmediato, alojó la cabeza del miembro de mi tío en su boca, lo empezó a succionar y con su manita derecha lo sostenía para que se deslizara mejor en su boca. Mi tío le acariciaba el cabello y le susurraba: -así, mi niña, mámame como tú sabes- ella lo obedecía en todo, lo sacaba y lo pasaba sobre su carita, ¡Era una verga enorme! Le llegaba desde la frente hasta la barbilla, con mucha ansiedad lo masturbaba tomaba la verga de su papá con sus manitas mientras ocasionalmente la volvía a llevar a su boca para seguir probando los jugos que salían del pene de mi tío. Ella deslizaba su lengua alrededor del glande y a lo largo del tronco y yo desde mi sitio, veía fascinada como brillaba con la saliva de mi prima mientras me seguía tocando, mi mano estaba empapada con mi lubricación, no sabía porqué en ese momento pero la realidad es que deseaba tener una verga dentro de mí… unos minutos después, él comenzó a gemir un poco más fuerte y le preguntó: -¿dónde quieres la leche de papi?- ella se sacó el pene de mi tío de la boca sosteniéndolo con las manitas y viéndolo a los ojos, le contestó:- en mi boquita papi, para que no me ensucies- mi tío tomó su pene con una mano y empezó a frotarlo de atrás hacia delante y colocando la cabeza de su miembro en la boca de mi prima de dijo: -yaaaaaaa, mi niña, aquí está la lechita de papaaaaaaaá- ella hacia mucho esfuerzo por mantenerse con la punta de la verga de mi tío porque era muy gruesa y de pronto vi como sus mejillas se inflaban. (ahora se que mi tío se estaba «viniendo» en la boca de mi prima)
Ella hacía unos ruidos muy peculiares y toda la leche que mi tío había depositado en su boquita, ella se la tragó sin gestos. Él la abrazó y besándola se despidió y así como entró, salió… Con mucho cuidado, tratando de no hacer ruido. Esther se limpió el poco semen que le quedó en la comisura de los labios con la sábana y acostándose, se dispuso a dormir. Yo no podía creerlo, ¡mi tío tenía relaciones con mi prima y ella parecía disfrutarlo! Lo que no entendía es como ella con la misma edad que yo, ya sabia del sexo y yo aún no.
Después de darme cuenta de la situación que vivía mi tío con mi prima, trataba de averiguar si ellos llegaban a más o sus relaciones se limitaban al sexo oral. He de aclarar que a pesar de lo visto por mi, las relaciones entre mi tío y yo seguían siendo iguales, pero ahora cada vez que lo veía, recordaba la forma de su pene y las caricias que le había hecho a mi prima Esther, poniéndome nerviosa, teniendo la sensación de tener mariposas en el estómago.
Casi al final de las vacaciones, en el periodo de inscripciones escolares, mi tía y mis primos se fueron muy temprano, (porque en la capital del país había que hacer fila para poder inscribir a los niños en el próximo periodo escolar), dejando a mi prima y a mi durmiendo. Como a las 8 de la mañana, desperté porque tenía ganas de ir al baño, cuando regresaba a la recamara sentí que la puerta de la casa se abría y sin saber por qué, corrí hasta mi cama, haciéndome la dormida.
Escuche pasos por toda la casa y finalmente se dirigieron a la recamara de mis tíos. Después se abrió la puerta de nuestra habitación y el que se asomo era mi tío Memo, se me hizo raro porque se suponía que tenía que estar en su trabajo. Al entrar a la habitación, se dirigió a la cama de mi prima y moviéndola suavemente la despertó. Ella se sorprendió de ver a su papá en la casa a esa hora y le pregunto que por que no estaba en su trabajo. El le respondió que había pedido permiso para ir a inscribirlos a la escuela. Le pregunto por mi tía y Esther le contestó que había salido con mis primos temprano a la escuela, para poder ganar buen lugar.
Él le dijo que tenían tiempo suficiente por si ella quería «jugar». Ella alegre le contestó que sí tenía deseos de «hacer travesuras». Mi tío le dijo que la esperaba en su recamara, pero que no hiciera mucho ruido porque no quería despertarme. Al salir mi tío de la habitación mi primita se levantó y vi que solo llevaba una camisetita con tirantes que revelaban sus pequeños senitos y una pantaletita blanca de algodón, fue a mi cama a cerciorarse que me encontrara dormida y salió de la habitación. Yo tenia las palmas de mis manos sudadas y me imaginé que iba a pasar algo mejor que la primera vez que vi a mi prima y a mi tío comerse sus sexos.
Con nerviosismo, me levante con cuidado y me dirigí a la habitación de mis tíos, para mi buena suerte, la puerta no estaba bien cerrada y por la rendija se podía ver muy bien hacia el interior de la habitación. Me desilusioné cuando vi a mi tío, acostado en la cama con las piernas cruzadas y recargado sobre la cabecera, pensé que mi prima estaba en la cocina y que podría sorprenderme.
Me dirigí a la cocina y no vi a nadie, recorrí la sala, el comedor y el cuarto de lavado, pero no encontré a nadie. No sabia donde estaba mi prima y esto me puso más nerviosa. Aguantándome, volví a la puerta de la recamara de mis tíos y vi que mi tío Memo seguía igual. Después escuche que lej alaban al baño de la recamara y me acordé que como era la pieza principal, contaba con su propio baño. Vi que mi tío sonreía y en ese momento mi primita Esther subía a la cama y se acomodaba junto con su papá.
Él le preguntó: ¿te limpiaste bien esta cosita linda? Al tiempo que acariciaba la panochita de mi prima. Ella besándolo le contestó que sí. Mi tío le preguntó qué travesuras quería hacer. Ella dirigió su manita al pantalón de mi tío y acariciando su pene sobre la ropa le dijo que lo que él quisiera.“bueno- dijo mi tío, – tenemos que apurarnos porque puede venir mamá- ella sin que le dijera nada, se quito su ropita interior y acostando a mi tío, colocó sobre la cara su panochita en su boca, quien comenzó a mamarle su colita con mucha pasión, desde mi posición, solo veía la espalda de mi prima con su camisetita y la barbilla de mi tío debajo se sus nalguitas, también podía ver como pasaba su lengua desde el anito hasta su vagina. En la parte delantera podía ver como se iba haciendo el bulto de su verga mas grande. Después de que Esther comenzó y gemir y a decirle a mi tío que sentía muy rico, que estaba por venirse, vi que empezó a moverse muy rápido restregando su vagina en la boca de mi tío. Se puso tensa y deteniéndose de la cabecera de la cama, le dijo que ya no la siguiera comiendo porque había quedado muy sensible.
Ella se bajó de la posición donde se encontraba y mi tío de inmediato abrió su cierre y bajando su pantalón con todo y truza, hizo salir su pene, que ya estaba húmedo y brilloso de la punta, ahhh que delicia, solo de volver a ver ese miembro, me excité y sentí que mi vaginita se humedecía, no sabia en ese tiempo por que pasaba eso, pero me hacia sentir muy rico. Mi prima se dedicó a mamarle la verga a mi tío y veía como, a pesar de lo grueso, ella hacía el intento de tragarse más de la mitad. Mi tío le acariciaba la cabeza y le decía: -así, mi niña, ¿te gusta el palo de papá?, ella decía que sí. -¿quieres que intentemos meterlo?
Esther volvía a decir que sí, que estaba desesperada por hacerlo, pero que no habían tenido oportunidad. Mi tío le decía: -bueno mi niña hermosa, tienes que dejarle mucha saliva para que no te lastime y pueda entrar mejor-
Mi prima lo llenó de saliva y él le dijo que era el momento.
Separándola de su pito el se sentó en la orilla de la cama y por coincidencia quedó frente a mí, yo tenía la boca seca y amarga de tanta excitación, Esther se bajó de la cama y colocándose entre las piernas de mi tío, se inclinó como queriendo hacer una sentadilla, por en medio de sus piernas, vi el tremendo trozo de carne de mi tío, ensalivado y muy grueso.
Mi tío sostenía su verga con una mano y con la otra tomaba a mi primita de la cintura y la guiaba, para que ella misma se acomodara sobre su pene. Vi que mi prima movía sus nalguitas como centrando el pito y cuando sintió que estaba en el sitio correcto, comenzó a bajar poco a poco. Yo no podía imaginarme como ese tremendo miembro (por lo grueso), pudiera entrarle a mi primita por su vaginita. Ella hacía gestos de incomodidad y de frustración
porque al parecer no podía metérselo. Mi tío la animaba y le recordaba que ya en otras ocasiones se lo había podido meter hasta la mitad.
Ella seguía tratando de introducirse el pito, hasta que vi que se detuvo repentinamente y como que se quería levantar, mi tío le dijo que no se apurara, que lo intentara más despacio y ella se levantó y con la manos en sus nalguitas le dijo: – pero papá! Me dolió horrible.
Ya no quiero jugar- Mi tío le dijo que la adoraba y lo que menos quería, era lastimarla. Besándola le susurro al oído, que si lo intentaban otra vez, pero que ahora se pondrían crema los dos. Ella como no queriendo dijo que sí. Mi tío tomando el envase, le dijo a Esther que pusiera su manita para que ella lo llenara de cremita. Ella gustosa pasaba su mano a lo largo de la verga de mi tío y cuando considero que ya estaba cubierta completamente, mi tío le dijo que se pusiera ella, mi prima estiró su manita y poniéndole más crema ella se volteo hacia la puerta (en donde yo me encontraba) y pude ver como su manita la tenía detrás de sus nalguitas.
Mi tío volvió a su posición en la orilla de la cama y ella se colocó en medio de las piernas de mi tío, volvió a centrar el pedazo de carne y ésta vez se fue sentando poco a poco, vi que a pesar de todo, ella tenía un rictus de dolor, pero se aguantaba, parecía que era mas la calentura por tener la verga de mi tío dentro de ella, que cualquier dolor que se pudiera presentar, vi que mi tío tomaba la cintura de mi primita y comenzaba a moverla suavemente hacia delante y hacia atrás, ella se dejaba hacer y el tío le pregunta: ¿ya sientes menos molestia mi niña? Ella le contestaba que estaba sintiendo muy rico.
Yo no podía moverme, estaba sorprendida como mi primita había
podido meterse la mitad del pene de mi tío, porque desde donde me encontraba podía ver que aún le quedaba un buen pedazo de carne con todo y bolas peludas afuera. Me imaginaba lo que podría sentir mi primita en su vaginita y sin querer comencé a tocarme yo sola. En ese momento, mi tío le dijo a su hija que tratara de colocar sus pies sobre las rodillas de él. Ella subió la pierna izquierda y echándose un poco hacia atrás, se recargo sobre el estómago de mi tío y subió el
otro pie, es esa posición pude observar que estaba equivocada en mis suposiciones. Se veía claramente que el miembro de mi tío no estaba dentro de la vaginita de su hija, ¡¡estaba en su anito¡¡ ella comenzó a moverse y pude ver como poco a poco la gruesa verga se iba metiendo más y más. Así estuvieron un buen rato y ella se quejo que se estaba cansando, mi tío le pidió que se aguantara un poquito porque ya iba a tener su orgasmo. Ella insistió que le estaba dando un calambre y bajando sus pies, poco a poco se levantó, dejando salir la verga de su papá. Se volteo y le dijo a mi tío, si quería terminar es su boquita. Él le contestó que como estaban llenos de crema, no le iba a gustar, que mejor ahora se sentara otra vez arriba de él, pero de frente.
Mi tío en esta ocasión, cerró sus piernas y ella se monto en él, besándola apasionadamente le dijo que no se preocupara, porque estaba por terminar, ella sujetando el miembro de mi tío lo coloco otra vez en su anito y poco a poco lo fue engullendo, mi tío la abrazo, le besaba el cuello, las orejas y la boca, mirándola a los ojos, le dijo: – ¿qué crees, mi niña? Ya tienes a papá adentro- ella lo miró y le pregunto:- ¿en serio papi? compruébalo tú misma- le contestó mi tío y tomando su manita
la colocó sobre sus bolas peludas.
Mi primita con sus dedos trataba de sentir hasta donde tenia metida la verga de su papá, al no sentir nada fuera de ella, se sonrió y le dijo a mi tío: -¡Papito lindo, es la primera vez que me lo metes todo! Además ya no me molesta y me gusta sentirte muy adentro de mi-mi tío comenzó a moverse cada vez más rápido y tomándola entre sus brazos, se levantó y la subía y bajaba sobre su miembro. Yo veía como entraba y salía la verga de mi tío en el ano de mi primita y ella aferrada a su cuello le decía: -¡Así, papito herrrrmoso! ¡No dejes de meterme toda tu verga en la colita! Mi tío la besaba y parecía que se trataba de un duelo de lenguas, los dos se comían a besos. Mi tío le decía: ¡¡mi niña preciosaaaaa¡¡ ¡¡ya no aguanto! ¿Quieres que papito te llene de su lechita?, ¡Sí papi, dame todo tu amor! Parecía que mi primita se iba a caer, pero mi tío la sujetaba por la cintura y ella se aferraba con sus brazos y piernitas al cuerpo de mi tío. De pronto mi tío se detuvo y empujando su cintura contra las nalguitas de mi primita metió todo su pito en la colita de mi prima y besándola con pasión y le dijo: ¡Toma la lechita de papá! Tuvo un orgasmo tan intenso que parecía que se había quedado trabado. Finalmente volvió a sentarse en la cama y siguieron besándose. No podía creer como un pedazo tan grueso de carne le hubiera cabido a mi primita. Podía ver como el anito de ella parecía sujetar al miembro de mi tío. Se veía estirado al máximo.
Mi tío se recostó sobre la cama y mi primita quedo con su cabeza, descansando sobre el pecho de su papá. Esther se levantó un poco de la verga de mi tío, sacándola de su anito, ella quedó con sus piernas a los costados de mi tío y podía ver como de su ahora rosado y abierto anito, salía el semen y restos de crema que habían utilizado para lubricarse. Gota a gota, la leche fue depositando sobre las bolas de mi tío. Hasta que tomando conciencia, se levantaron y fueron los dos al baño (me imagino que a asearse) aproveché el momento para regresar a mi cama y tratar de hacerme la dormida. Me sorprendí al sentir mis pantaletitas todas húmedas. Mientras me imaginaba todo el placer que pudo haber sentido mi primita, llegue a la conclusión que a ella le encantaba «hacer travesuras» con su papá.
Cuando regreso mi prima a su cama, pude ver en sus ojos una expresión de satisfacción y felicidad que no había visto en nadie jamás. Ahora quería saber desde cuando mi tío y mi prima «jugaban» de esa manera y nadie me lo podría decir, más que mi propia primita. Pero eso será otra historia, también les platicare como aprovechando esa situación, logré que mi tío preferido, me empezara a enseñar a «jugar».
diegocXXXp escribanme para morbosear con temas asi
uff q rico en verdad
Rico tu relato pero quiero saber si a ti también te cogió tu tio
Que morbazo de relato. Esperamos más episodios donde tú tío te enseñe. Pero rápido que se terminan las vacaciones. (Je,je,je)