"UNA COSA GORDA"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Éramos adolescentes los dos. Adolescentes de candente eroticidad avasallante, y tanto ella como también yo, deseosos de un poder dominante que nos hacía ver a cualquier ser que nos gustase, como potenciales esclavos a dominar en imaginarias conquistas del más lujurioso carácter.
Así, pues, comencé a desear a aquélla mi hermosa y gorda vecina como la más sumisa esclava, a la cual sometería a mis más salvajes y exacerbados antojos en la más lúbrica lujuriosidad dominante.
Pero ya, ella, comenzó a desear idénticamente lo mismo. Y ella con sus estrategias y yo con las mías, comenzamos a desplegar toda una verdadera artillería en la cual la conquista era el fin en sí a lograr, y nuestra común vecina chusma iba y venía con extrema diligencia exprofesa llevando y trayendo mensages y noticias que avivaban sórdidamente más aquel psicológico combate en el cual mi gorda vecina fue rápidamente ganando un terreno en el cual fuí quedando acorralado y preso en una catastrófica sobreexcitación por ella , que me fue llevando a los denigrantes extremos de desear con frenética y pasional locura, entregarme a ella sin ninguna dignidad ni escrúpulo ni verguenza.
Pero en mi masculino ser el orgullo luchaba aún con denodada fuerza para impedir tal catástrofe, pero mi gorda vecina también sabía hacer su trabajo, y la balanza…comenzó a inclinarse a su total favor hasta que aquella tarde, tarde de calor atróz y casi a punto yo de llorar y humillándome yo a extremos risibles ante mi vencedora que sin escrúpulos reía contemplándome en mi petición de solicitarle parlamento para mi entrega incondicional plantearle, así y ofreciéndome a ella como su esclavo y confesándole mi deseo de gozar juntos nuestra relación "dómina- esclavo", mi gorda vecina me respondió sonriente y socarrona:
"Esclavo, vamos ya mismo para el bosque, que allí quiero dar comienzo a tu esclavitud haciéndote las cosas que te harán explotar en calenturas de asno y haciéndote largar ríos de leche pija afuera hasta enloquecerte a orgasmos de una y "choricientas mil veces logrados"…ya lo verás…" Obedeciéndole, comencé a andar; ella, riéndose a mi lado, caminaba junto a mí. Medio sollozaba yo a la vez que sonreía y temblaba por la bestial calentura que sentía y esa mezcla loca de deseo y angustia por haber tan bajo caído y saber que ella me había por fin vencido y que el comienzo de mi esclavitud ya definitiva estaba a minutos muy breves ahí en el bosque que ya se veía ante nuestros ojos, y la gorda que burlona y procáz, con los brazos en alto y socarronamente bailando por momentos a mi lado así caminaba, para aumentar todavía más mis ardores por ella y ese masoquista deseo que ya en mí era una gigantesca hoguera que ella sabía aumentar todavía más.
Fue apenas ingresar por senderos de soledad evidente, y mi dominante gorda hermosa me impuso con determinación absoluta el desnudarme completamente, y de ahí en más… con ella sobre mis hombros montada comencé a caminar mientras sus plantas descalzas desde ese momento, comenzaban a masturbarme haciéndome gritar de placer mientras ella reía y reía marchando encima mío desnudo y caliente y a indicaciones de ella…rebuznando en onomatopéyica imitación del rebuznar de los asnos mientras ya los orgasmos me tomaban por asalto y las manaciones de semen por mi empinado y monstruoso pene iban resultando verdaderas chorretadas escandalosas que en parabólicas emisiones al aire y a lo alto me saltaban para gozosa risa de mi gorda hermosa que hasta aplauía en socarrona mofa de lujurioso festejo.
¡ Cuánta dominación y verguenza! Yo había ya perdido mi dignidad, y ahora , el camino de mi esclavitud total así a ella entregado, estaba todo entero por delante y ella había comenzado a andarlo. Me esperaban… tiempos de esclavitud a ella. Me esperaba, con mi hermosa vecina gorda…pues…"UNA COSA GORDA".
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