Una historia por un recuerdo.
Un título de una publicación me trajo un grato recuerdo..
En estos días, estaba leyendo los títulos de los relatos y no recuerdo en que categoría fue, ni el nombre exacto del relato, pero lo que si es que se trata de una situación semejante a la que viví.
El título trataba de un hombre que dió su culo para poder coger una chica.
Les cuento que cuando tenía unos 13 o 14 años, vivíamos en una comunidad rural de un estado venezolano de la región central. Éramos niños y nuestro despertar sexual se dió muy temprano, yo tenía muchos vecinos y todos convivíamos como uno solo.
La historia que les voy a contar está protagonizada por tres hermanos, dos hembras y el barón que era contemporaneo conmigo. Esteban, Sofia y Mirian eran esos hermanos, en ese tiempo las parejas tenían los hijos muy seguidos y los cumpleaños eran consecutivos.
Esta familia se muda de localidad y unos amigos de la misma edad de Esteban y yo, ayudamos a la mudanza, la casita donde se mudaron estaba apenas en construcción y carecía de muchos servicios, nustro padre desde pequeños nos enseñó a trabajar con electricidad y yo asumí la responsabilidad de poner la electricidad en esa casa, trabajabamos, después de cierta hora jugabamos, lógico yo siempre iba a esa casa solo. Mi amigo Esteban me ayudaba con el trabajo mientras las muchachas nos observaban y Sofía quien tenía un año menor a nosotros siempre me sacaba fiestas, como decimos por acá.
Una tarde después de trabajar, mi amigo salió con su mamá a hacer unas compras mientras yo me quedé con las niñas, como era de costumbre jugar cualquier cosa, ese día se nos ocurrió jugar al escondite, primero me tocó a mi contar y buscarlas donde se escondieran, primero encontré a Mirian dentro de un closet y yo entre al saber que ella estaba allí y la tocaba, abrazaba, besaba y manoseaba su cuerpo, esto con el consentimiento de ella. Luego busqué a Sofía y la encontré debajo de una cama, me metí debajo de la cama para tocarla según el juego, pero ya tenía una calentura provocada por mis ebcuentros con Mirian, como pude me pegué a Sofía por su espalda y como tenía mi mástil totalmente recto se lo hice sentir en sus nalgas, mientras hacía eso le tocaba sus tetas que para su edad ya eran muy grandes y duritas. Como tardamos mucho Mirian fue por nosotros, dejé salir primaero a Sofía para que Mirian no notara lo que era evidente, tenía el pene muy parado. Le tocó su turno a Sofía de contar y me escondí con Mirian debajo de un colchon y comencé a meter mano hasta que le pude tocar su vagina, que para mi solpresa estaba muy mojada, como si se huviese orinado, pero era muy babosa aquello que tenía entre sus lavios vaginales, deslicé un dedo sin meterlo dentro de ella y así estuvimos un buen rato hasta que Sofía nos encontro. Toco su turno de Mirian contar y me fui con Sofía al cuarto de su mamá, cerré la puerta y la acosté en la cama, hice lo que podía por la rapidéz del juego, besé sus labios, tetas, metía la mano entre sus piernas e igual que su hermana también estaba ful de líquido, aquello me puso a mil y saqué mi falo, aparté a un lado su pantis y puse en su entrada a mi amigo, ella temblaba de placer y excitación, metí poco a poco mi palo dentro de ella, hasta que me detubo su imen, volví a sacar mi pene y era tanto mi grado de excitación que eyacule en su vientre, piernas, ropa, cama en ese momento boté leche como nunca. Con toda la emosión no me percaté que Esteban nos estaba observando por encima de la puerta del cuarto. Nos limpiamos como pudimos y salimos a ganar el juego a Mirian. Terminamos de jugar las niñas se fueron a bañar y Esteban cuando nos quedamos solos me dijo, tienes que darme el culo para que sigas cogiendo a Sofía. Terminó la tarde y llegó la hora de dormir, cuando yo estaba de visita me tocaba dormir con Esteban en cuarto improvisado que habíamos construido donde otra era un gallinero, el cuarto tenía una cama individual pero de colchón grande, dormíamos cómodos uno para arriba y otro para abajo, como a la hora de estar acostados, me dice mi amigo, es hora de cerrar el trato, le dije, como lo hacemos, él se puso a mi nivel y comenzó con mucha delicadeza a sobar mis nalgas sobre mi pantalón, luego metió su mano por dentro de mi interior y comenzó a sobar mi raja, mientras metía un dedo para tocar mi ojete, me bajo el pantalón y dejó mis nalgas a su disposición, puso saliba en sus dedos y los pasaba por mi raja humedeciendo todo la gruta, luego puso saliba en su glande y lo puso en el centro de mi agujero, lo dejó allí como en espera, al sentirlo en la puerta me corrió un escalorfrio por todo el cuerpo y mi pene se paró de inmediato, él sobaba mi cintura y nalgas mientras lo tenía allí, al rozar mi pene y sentir que lo tenía parado, comenzó a empujar su palo dentro de mi ano, lo empujaba y sacaba, cuando lo sentía seco, volvía a poner saliba hasta que en un momento entró su cabeza, eso me produjo un fuerte dolor el cual me hizo gemir, pero no decía nada, él seguía empujando y sacando, mientras yo sentía ardor y dolor, pero comenzó a gustarme aquello y de un momento a otro ya yo arqueaba mi espalda para permitir que él entrara por completo, luego me puso boca abajo sin sacarmelo y comenzó a embestirme con tanta fuerza que lo sentía casi en la garganta, mi amigo tenía su falo, casi igual al mío en tamaño, espesor y color los dos somos morenos, Esteban se hizo con mi culo y daba golpes con cada embestida, así estubo mas de media hora hasta que estallo en una eyaculación que pude sentir en las tripas. Al llegar quedó tendido sobre mí con su rspada envainada en mi culo, cuando se le durmió se salió solo, me abrazo y dió las gracias por dejarme coger y me dijo, eres el hombre de mis hermanas, eso me hizo parar nuevamente mi pene, él metio la mano debajo de mi vientre y lo agarró y comenzó a sobar, me hizo voltearme y me lo mamó sin yo pedirselo. Eyaculé en su boca mucha leche a pesar que ya su hermana me había hecho llegar con abundancia. Nos dormimos y al día siguiente me regresé a mi casa.
Después de aquel día y noche, cuando sus padres no estaban, yo jugaba con las niñas y en las noches jugaba con Esteban.
En próximo relato les cuento como desvirgé a aquellas dos hermanas y a Esteban también.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!