V de Venganza. S de Sexo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sirpepe.
Espero no aburrirlos con esta introducción.
Siempre me ha llamado la atención el arte, cualquier tipo de arte, pero en especial la literatura. El arte erótico es un punto esencial en la literatura, en donde el lector logra obtener imágenes muy fuertes y efectivas que no solo afectan la mente, sino el cuerpo instantáneamente. Es por eso que amo la literatura.
Espero disfruten de esta historia así como cuando yo disfrute al escribirla.
Con amor: Sir Pepe
Advertencia: Este relato cuenta con escenas de sexo fuertes y una escena de sexo heterosexual. Sino gustas, no lo leas por favor. Gracias.
Ya me tenía harta, Luis, ese hipster mediocre que no dejaba de lastimarme en cada momento de mi vida. Comenzamos como novios, todo fue muy lindo, amor, flores, besos y abrazos.
Pasaron las semanas y comenzó mi pesadilla. Primero me engañaba con otra mujer, no solo una, sino dos, o quizá dos. Hubo incluso una vez que beso a una de esas perras en la boca frente a mis narices.
-Cálmate amor, no seas mamona.- Me dijo, luego me beso.
Pasando días y noches, cada día era peor que el anterior. Un día, invito a sus amigos a casa y termino por tratarme como una especie de esclava… esclava sexual. Me obligo a mamarle el pene a cada uno de sus amigos y también a él, mordieron mis tetas, golpearon y lamieron mi cuerpo como cerdos asquerosos, todos se corrieron en mi cara. Fue grotesco. Esa noche intente llorar pero su mano me golpeaba la mejilla cada vez que intentaba hablar con él.
La pesadilla no terminaba ahí. Esa misma noche, mientras comenzaba a conciliar el sueño, intentando ser consolada en mi subconsciente, volvió a manosearme, esta vez el trasero. Sentí que se movió, yo estaba hecha roca, no sabía que hacer.
-Ahora vas a ver que rico se siente cuando te la mete un buen macho por atrás.- Sentí su aliento alcohólico en mi oído. Con delicadeza, comenzó a lamerme mi oído, luego inesperadamente me abrazo de forma brutal y comenzó a apretar mis tetas de forma feroz y salvaje. Rompió el short con el que dormía de modo que su pene pudiera tener una gran vista de mi ano virgen.
-Ya no te muevas putita, hoy te toca más palo que otros días.- Me dijo mientras jaloneaba mi cabeza hacia atrás.
Sentí su miembro erecto muy húmedo dando bofetadas en mi entrada trasera. De un golpe me penetro hasta el fondo, yo me sentía fatal. Sus embestidas eran brutales y dolorosas, no dudo que inclusive haya sagrado en algún momento.
Cuando estaba por acabar, Luis, me ordeno que abriera mi boca, de miedo lo obedecí. De pronto me metió todo su pene y en unos segundos me vi a mi misma tragando todo su asqueroso semen de adolescente pervertido.
Ya me tenía harta, Luis, ese hipster mediocre tenía que pagar por lo que me habia hecho sufrir, tenía que hacer sufrir a ese machito, tanto, como el me hizo sufrir a mí… V de Venganza, S de Sexo.
Parte 2
Mi nombre es Luis. Hace poco que cumplí los 18 y soy novio de Estefanía. Me considero un joven caucásico, cabello negro muy ondulado, piel clara y muy apegado a la moda hipster. Te voy a contar lo que mi novia me hizo una vez, “disque por venganza” de no tengo idea de qué, pero en fin. Creo que es algo que tengo que dejar ir si no quiero que me siga lastimando…
Era un día sábado por la mañana, ya sabes, de esos en los que te levantas con el alcohol hasta el cogote por la noche del viernes. Sentí los rayos del sol calentándome el rostro y parte de la espalda esa mañana (Eso porque normalmente duermo en boxers y camiseta interior), sin duda era tarde, se notaba bastante por la posición del sol. Como las diez u once de la mañana, pero que más da, era sábado de flojera y no habia que asistir al colegio. Era tiempo de levantarme y darme una buena ducha fría, puesto que varias partes de mi cuerpo olían a sudor viejo (Esto por lo que sucedió anoche, que no recuerdo bien que fue) así que me incorpore. -"Espera, ¿porque…. No me puedo mover?"- Al principio me asuste, pero luego note que estaba atado de pies y manos en la cama formando una especie de "X" gigante. Me asuste más.
-Amor.- Grite, esperando que Estefanía calmara mis dudas, pero nada. Ni siquiera me habia dado cuenta de su ausencia esa mañana en la cama. Agitaba mis muñecas con la intención de liberarme mientras gritaba más y más fuerte pidiendo ayuda.
-¿Seguro que es uno de esos juegos sexuales tuyos verdad amor?- Dije en voz alta, esperando respuesta. -Si es así, no tiene gracia, por favor suéltame chaparrita.
De pronto Estefanía entro
Parte 3
-Suéltame por favor amor.- Me dijo el imbécil. Al principio me dio lastima al verlo con su típica carita de perro triste, pero luego recordé. Lo de anoche.
-¿Me vas a soltar?- Yo no le respondí su pregunta.
-¡Pinchi hija de puta, que me sueltes con una verga!- "Que bueno que mencionaste verga en esa última frase" pensé.
-¿Oye guapo, recuerdas lo que me decías anoche, lo de la puta y eso?- Le dije mientras le retiraba algunos mechones de cabello de su cara de niño bueno.- Pues te escuchabas muy feliz, y que te la estabas pasando muy bien. ¿Sabes qué? A mi también me gustaría pasármela bien un rato mi amor.- Le dije, luego bese su mejilla. Él estaba colorado de coraje.
-¿Qué es lo que quieres pinchi zorra puta?
-Quiero que disfrutes tanto como yo mi amor, mi Luisito.- Le dije. Luego abrí la puerta de la habitación para dejar pasar a unos viejos amigos. Richi y Clove. Ambos eran gays pero muy masculinos.
Richi era mi instructor del gim, hacia pesas, karate, pilates y no que tantas otras cosas. Lo cual hacia que tuviera una musculatura impresionante, al igual que su fuerza, flexibilidad, en fin, todos sus atributos físicos. (A excepción de la vista, ya que siempre llevaba anteojos de fondo de botella)
Clove era moreno, alto, practicaba futbol americano y siempre se dejaba crecer una barba negra que lo hacía tener aspecto de leñador. Para su edad (23) era bastante velludo, y tenía un paquete inmenso.
Luis miro a mis amigos algo asustado.
-¿Quiénes son esos weyes, y que hacen en la casa?- Me pregunto como si fuera un susurro de cobardía.
-Son unos amigos, solo vienen a hacerte gozar tanto como yo anoche.- Mientras yo decía esto. Richi y Clove se encontraban junto a la cama, el primero a un lado, y el secundo a la altura de los pies de Luis.
-¿Co como que hacerme gozar?- Me pregunto Luis con su típico tartamudeo de cuando está nervioso. Pero no pude contestarle a tiempo, deje que su intuición y sentido común lo descubrieran. Pero para esto no tardo ya que solo unos segundos despues Clove hizo trizas el boxer de Luis, dejando sus nalgas paradas a la vista de todos los espectadores.
-¡¿MIERDA QUE PEDO QUE PASA?!- Se preguntó al pernoctarse de la situación.
-¡Cállate imbécil el hora de que me las pagues todas!- Le dije mientras que con una taba que compre en una sex shop le di un palazo a sus nalgotas dejándolas enrojecidas y soltándole un alarido muy sonoro.
-¿Te gusta esto putito, te gusta?- Le decía mientras le tableaba las nalgas de forma brutal y dolorosa. Llego cierto punto en que quise ceder al ver como escondía su rostro enrojecido en la almohada pidiendo perdón con un nudo en la garganta. Así que pare. Pero no del todo.
-¿A poco te dolió mucho chiquito?- Le pegunte con voz compasiva mientras él me miraba con recelo.
– Al pobre le duelen las nachas Clove, ¿podrías ayudarlo a mitigar el dolor?- Le dije a Clove con un tono muy suave mientras acariciaba la melena de Luis.
-Sera un placer.- Me contesto, luego note como el moreno comenzaba a relamer el trasero enrojecido de Luis.
-Mierda.- Lo escuche decir entre dientes mientras se enrojecía de vergüenza. Me acerque para apreciar mejor el espectáculo.
La larga lengua de Clove, reptaba como serpiente por toda la superficie de la piel de mi novio, subía y bajaba, de un lado a otro, en círculos por cada cachete, dejando tras de sí una ligera estela de saliva y piel de gallina.
-Ya, ya por favor, ¡Ah, ya!- Me decía Luis forcejeando sus ataduras.
-¿Recuerdas anoche, cuando me obligaste a chuparle la verga a tus amigotes Luisito? Pues, yo vi que se la pasaron muy bien. ¿Podrías ser tan amable de hacerle ese favor a mi amigo?-
Le dije a Luis mientras que Richi se colocaba frente al rostro de Luis. Manoseándose su bulto por encima del pantalón.
-No, no voy a hacer mariconada…- Fue todo lo que mi Luisito dijo antes que el enorme pene de Richi se introdujera en su cavidad bucal cortándole el habla. Luis se lo saco de la boca rápidamente y giro la cabeza tosiendo de asco.
-Mira qué bonito el niño. Seguro que tienes un culito muy apretado ¿verdad?- Le decía a Luis mientras le pasaba mi dedo por toda su línea de las nalgas. -O se la mamas al wey como si fuera un boli, o te parto el culo en dos puto.- Amenace a Luis, este me obedeció y con lentitud y cara de asco comenzó a meterse el pene de Richi en la boca.
-Hay de ti si usas los dientes cabron.- Le dije mientras le sobaba una nalga con la tabla con la que lo nalgueé.
Parte 4
Me lo metí todo en la boca, sus vellos púbicos tocaban mis labios. Sabias asqueroso, pero, ¿qué más podía hacer que obedecer las exigencias de mi novia enferma? Prefiero esto a que uno de estos gorilas me la meta por el culo. Pasaron unos minutos, yo sentí que fueron horas, un tipo lamiendo mis nalgas, mi novia viendo en primera fila todo lo que sucedía, y yo chupándole la verga a un tipo que, al parecer, pensaba que mi cabeza era un juguete sexual por la manera en que sujetaba mi cabeza y me la estampada en su miembro humedecido.
-Creo que ya es hora de cambiar de nivel muchachos.- escuche decir a mi novia. Yo obviamente me preocupe más, estaba aterrado.- Suéltenlo.
Al escuchar esto último, escuche mi oportunidad. Ahora le partiría la madre a los tipos y también, porque no, a mi puta noviecita. Sentí como el wey que me lamia las nalgas me soltaba los grilletes de los tobillos, luego el tipo de ojos de vitrina me comenzó a desatar las muñecas. Excelente. Una vez que me soltó, me levante ágilmente de la cama y le lance un puñetazo directo a la nariz al tipo de los lentes.
Este ni siquiera se movió de su lugar, con una mano detuvo mi puño y comenzó a doblar mi muñeca. Yo grite de dolor. Luego me dio un golpe con la palma de la mano en mi frente, tan fuerte, que me deposito en la cama boca arriba y con ganas de chillar.
El otro tipo se lanzó sobre mí y me sujeto los brazos sobre mi cabeza con una fuerza animalesca.
El de los anteojos sujeto mis piernas. Yo pataleaba y luchaba pero por mucho que intentaba zafarme nada funcionaba, comencé a desesperarme.
El tipo de los anteojos empujo mis piernas hacia mi pecho de forma que mi culito quedo muy a la vista. Mi novia se acercó y le bajo la bragueta del pantalón al wey de los anteojos, ¡Dios, tenía el pinche pene enorme y bien parado! De pronto, sentí como apunto a mi entrada trasera, llenándome las nalgas de su pre leche.
-Por favor, no por favor mi amor, no dejes que me hagan esto, por favor…- En ese momento cerré los ojos y apreté fuertemente las mandíbulas al sentir como un monstro de carne comenzaba a entrar por mi culito virgen. -No, no, no por favor no… ¡Ah!- Comencé a gritar desesperadamente a la vez que empezaba a chillar, no sé si de dolor, desesperación, debilidad, o todas juntas.
-¡No chille wey, sea hombrecito!- Me grito mi novia mientras observaba en primer plano a mi agujerito ceder por cada centímetro que lo rompía.
Yo ya no fingí más. Comencé a gritar y dar rienda suelta al llanto de tal forma que se escuchaba en toda la casa. Mi culo me ardía, era un dolor insoportable. Miraba a mi novia buscando su ayuda, un consuelo, lo que fuera.
-Pobrecito Luisito, pobrecito.- Decía mi novia mientras acariciaba mi cabello y secaba con su manga mis lágrimas. -Oigan muchachos, creo ya fue bastante ¿no?.- Dijo mi novia, luego sentí como el tipo de los lentes saco su vergota de mi adolorido culo.
-Gracias amorcito, gracias.- Le dije intentando mostrar la mejor de mis sonrisas y tratando de tranquilizarme. Luego vi en su vista, que aún no terminaba.
-Ya fue bastante de esta posición, ahora es hora de cambiar.- Cuando dejo de decir esto, no sé cómo, pero el tipo de la barba larga me sujeto como si fuera un muñeco de trapo y pego su pecho a mi espalda. Me sujetaba por las piernas y los brazos, como una silla, pero con mis pies despegados del suelo.
-Quítenle la puta playera, quiero verlo todo desnudo.- Ordeno mi novia, luego, el de los anteojos arranco mi camisa de tirantes con un par de movimientos dejándome totalmente desnudo en una posición que me hacía parecer un vil debilucho. Luego el mismo tipo de anteojos coloco la verga del otro tipo en mi entrada trasera.
-No… No….
Fue lo único que decía mientras sentía el pene del barbón introducirse como si se estuviera metiendo una salchicha engrasada gigante a un agujero milimétrico. Antes de que comenzara a rebotar en la inmensa polla del tipo, mi novia se acercó a mí, y me coloco mis anteojos hipsters.-Sabia que te faltaba algo guapura.- Me dijo luego beso mi mejilla enrojecida de vergüenza y humedecida por las lágrimas. Luego el hombre barbón me obligo a cabalgar sobre su pene en esta incomoda posición. Yo rebotaba y rebotaba sobre su herramienta de carne de forma brutal, el dolor recorría mi cuerpo con cada envestida, y con cada envestida un nuevo grito emergía de mi garganta. El tipo de los lentes no se quedó sin hacer nada, comenzó a pellizcar mis pezones rosados con una mano, mientras que con la otra se masturbaba, al igual que mi novia que, mientras veía la escena, comenzó a masturbarse, como si estuviera viendo una película porno en 3-D o algo similar.
De pronto, de la polla del tipo de anteojos saltaron chorros y chorros de esperma que bañaron todo mi rostro, parte de mi cabello y ensuciaron mis anteojos. Luego una segunda explosión, esta vez logre sentirla dentro de mí. Sentí como el semen del tipo barbón se transformaba en un líquido caliente que relleno todas mis entrañas, tanto, que inclusive sentí como varios chorros de esperma recorrían mis nalgas luego que el tipo saco su polla de mi adolorido culito. Luego bruscamente el tipo de me preño, me lanzo a la cama, en donde continúe con mi llanto y mi dolor, tanto físico, como mental. Mi novia me destruyo aquel día.
Parte 5
Algo no estaba bien, me sentía muy mal al ver a Luis tendido boca abajo tragándose sus lágrimas, unas lágrimas que yo provoque. ¿Acaso habia merecido sufrir tanto? Pensé, luego, recordé. Tome una lámpara muy pesada de un mueble, y me acerque a mi vulnerable novio. Clove, se divertía mirando el futbol en la televisión de la habitación y Richi apreciaba el cuadro de Picasso que reposaba junto a la ventana. Cuando estaba por darle el golpe final a Luis, la puerta cedió de un golpe. Policías. Armados. Luis se incorporó y se lanzó a los pies de los uniformados chillándoles y pidiéndoles auxilio todo desnudo y bañado en semen.
Los hombres nos apresaron a Clove, Richi y a mí. Nos subieron a su patrulla mientras que nuestra anciana vecina nos miraba asustada desde su patio.
-Que bueno que llegaron, creí que estos jóvenes matarían al pobre muchacho. Se escuchaba que sufría demasiado.- Decía la anciana mientras acariciaba a su gatito.
Mire a Luis parado en la ventana de la casa, envuelto en una toalla desde la patrulla que me retenía. Me miro con ojos de malicia y leí en sus labios.
"Esto no se queda así"
Y la patrulla se marchó.
Fin
Muchas gracias por leer todo el relato, obviamente ficticio, y espero que haya sido de su agrado. Seguro, algunos de mis lectores esperaban algo como lo sucedido en Metamorfosis. Pero intente cambiar radicalmente, el tipo de historia que escribo, esto para experimentar con otros tipos de emociones e imágenes ligeramente más fuertes.
Pásate por mis otros relatos.
-Metamorfosis: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-18738.html
-Pedro, Mi escultura humana: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-18468.html
-Lo desvirgue a sus 10 años: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-18465.html
Trabajando en el relato:
-VENUS
Chao, los quiere. Sir Pepe
Art-Pepe
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