Vengandome de un patán.*
Una dulce venganza para un calenturiento. .
Antes de comenzar, me presento.
Mi nombre es Ana. Soy delgada, mido 1.68, piel blanca, cabello negro hasta la espalda, piernas bonitas, caderona y con trasero mediano.
Todo empieza al descubrir que mi novio me engañaba con una amiga de él mismo.
Tuve que soportar algunas cosas que me hacía, según yo por amor, pero esto cambiaría a partir que vertió la gota que derramó el vaso. Al menos el mío.
Andrés es guapo, con cuerpo bien formado por el ejercicio, lo que me encanta de él es su herramienta.
Él es muy cachondo y le gusta experimentar en varias cosas sexuales.
Yo me negaba en hacer un trío, pero esta vez la cosa cambiaría.
Tengo una amiga de nombre Darla.
Darla. Es una chica trans, muy hermosa, tanto que cualquiera que la vea, no creería que era un chico.
Piernas torneadas, pechos grandes, cadera y nalgas amplias, piel trigueña, su cara es muy finita y femenina; lo único que me atrevo a decir que lo delata su voz, pero su cuerpo a excepción de su gran falo, es de mujer, su piel blanca bien cuidada e hidratada. Sabía cuidarse y verse bien.
En uno de los tantos acostones que tuve con Andrés, le hice saber que estaba lista para el trío que tanto pedía. Pero que sería con quien yo quisiera.
Le mostré la foto de Darla y él quedó fascinado, tanto que me lo hizo muy rico. A de ver pensado en Darla.
No sabía la sorpresa que le tenía.
Todo mi plan estaba listo. Ya solo quedaba esperar el día.
Darla iba vestida con una mini falda negra, botas negras a la rodilla, blusa gris sin mangas y una gabardina de tela gris claro.
Por mi parte iba de vestido negro pegadito, zapatillas negras y una chamarra de cuero negra.
Al vernos Andrés, pronto fue muy atento con Darla, casi haciéndome a un lado.
Yo solo pensaba en lo mucho que disfrutaría ver mi revancha hecha realidad.
Para que no se diera cuenta, le hice saber que Darla estaba muy irritada, de la garganta, por eso hablaba ronca.
El cachondeo y el agasaje no se hicieron esperar ya una vez en el cuarto de hotel.
Andrés casi deboraba a Darla a punta de besos y caricias, cuidando ella que no tocara su entre pierna.
Tal cual. Darla se desnudó de la cintura hacia arriba para sentar a mi ya casi ex novio en la cama y acercar sus grandes pechos para que él lo disfrutará.
Lo acostó, quitando su pantalón, seguido de su boxer y así yo le diera una rica mamada.
Luego mi amiga le daba de chupetes a la verga de Andrés, en lo que yo me sentaba en su cara para que me chupara la vulva.
Andrés. Vuelto loco por tener dos bocas en el falo, gemia como pocas veces lo hacía.
Yo me sentía rara; pues a pesar de que sabía que Darla había sido hombre, me agradaba ver que estaba con otra chica.
– ¿Has probado la dominación?
Decía Darla.
Luego que mi novio o ex novio aceptará ser dominado por ella, saque los lazos para amarrarlo.
– Antes de comenzar, nos vas a penetrar a ambas. Ana por la vagina y a mi por el culo. ¿Si bebe?
Le decía mientras le daba un beso lleno de lujuria.
Andrés me penetro por poco tiempo para ir sobre Darla. Si supiera la verdad, me reía dentro de mi al pensarlo.
Él clavaba a mi amiga como ya no me lo hacía, cosa que me molesto.
– ¿Estas listo bebe? Te vas a portar bien ¿eh? Le dijo con voz llena de exitación.
– Si. Haré lo que quieras mamacita.
Andrés se coloco en cuatro patas.
Yo lo comencé a amarrar de cada lado.
Darla le hizo saber que le daría un beso negro, lo cual muchas veces me negué en darleselo.
Los gemidos de Andrés eran ya muy fuertes, señal perfecta para que Darla le diera con fuerza.
Me quede sorprendida al ver el pedazo de verga de mi amiga al desnudarse por completo.
Me pidió que le tapara la boca a mi novio con una de esas pelotas que usan en el dominatrix, creo.
Andrés casi llora al sentir dentro el trozo de carne de Darla.
Me acerque a él para decirle.
– Esto te pasa por ser un idiota conmigo.
Te aguante humillaciones y demás cosas. Hasta en el último instante me ignoraste. Bien. Disfruta a mi amiga, porque con esto terminamos.
Te voy a grabar por si se te ocurre hacerme algo y si es así el video se viralizará.
Ahora era Darla la que gemia de placer, tanto que dejó escapar su verdadera voz.
Estaba tan exitada por aquello que le pedí a mi amiga que me penetrara.
Era tanta la tensión, que Darla y yo nos besabamos, revolcandonos junto a Andrés, quien por un instante dejó de intentar safarse.
Sus pechos sobre los míos, sentir su piel tan femenina como la mía, hacia que me calentará de más, y más con sus penetradas. ¡¡Riquísimo!!
Tenía para mí, el lesbianismo y la bisexualidad en su máxima expresión y me gustaba.
Besamos cada parte de nuestro cuerpo, ella me puso en cuatro, para penetrar mi vagina y mi culo. Cosa que nunca deje que Andrés hiciera.
Luego de tomarnos el orgasmo, Darla me pidió hacerme un oral, para probar su propia leche, ya que, jamás la había probado.
Se me ocurrió que yo me pusiera bajo Andres para mamarselo y Darla me chupara.
Realmente no sabía lo bien que mi amiga mamara una vulva, pero sin duda lo hacía delicioso, tanto que tuve otro orgasmo.
Ya para terminar y de una estocada, volvió a clavar el culo de Andrés, quien se retorcía, yo creo de dolor.
– Eso y más te mereces. ¿Recuerdas la bofetada que me diste semanas atrás? Pues ese es tu pago. Disfrutalo.
Le dije.
En eso. Darla clavó sus uñas en el trasero de Andrés en señal que su orgasmo le llenaba las entrañas.
Él sollosaba. Era más que obvio por lo que le hicimos.
– ¡Mira nada más. También te vaciaste Andresito!
Le dijo mi amiga al notar mojada la cama.
Nos vestimos, nos arreglamos para salir y soltar una mano del ahora si, mi ex novio, para que pudiera soltarse.
Recordándole que si nos hacía algo teníamos el video de lo ocurrido y su reputación iría al demonio.
Darla y yo platicamos de lo bien que la pasamos, preguntando si no quería vengarme de alguien más.
Reímos y le propuse que tal vez ella y yo podríamos divertirnos juntas.
Pero eso ya sería para después.
Vladimir escritor.
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