Violado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, lo que voy a contar me pasó de verdad y espero que si alguien está en la misma situación se cuide. Soy un hombre joven, tengo 19 años y recién empecé la universidad. Resulta que como a mediados de año conocí una muchacha y nos liamos, salimos como una semana y ahí quedó, pero como al mes me llama y me dice que esta embarazada y que es mío pero que no lo quiere y que necesita dinero para que se practique un aborto. Se me cayó el mundo y me puse mal, al final accedí a que le conseguiría dinero y que en un mes trataría de darle lo que necesitaba. No soy de una familia de dinero, vivo solo con mi madre y las cosas son un tanto apretadas. Busque algo que vender, pero no tenía nada de valor, llamé algunos amigos para ver si me podían prestar algo de plata, pero nada, y así pensé en todo lo que podría hacer para conseguir el dinero antes de un mes.
Andaba deprimido y todo parecía que estaba mal. Ya había pasado una semana y yo no conseguía un mango; estaba con la noche dentro.
Al llegar el fin de semana tenía un partido de fútbol al que no podía fallar me había comprometido y pues con ganas o sin ellas tenía que ir. La cosa es que jugué mal y termine en el banquillo, como estaba con cara de pocos el entrenador me manda a las duchas y cuando estaba ahí me habla uno de los compañeros, que también enviaron a las duchas por pelear y que le sacaron la roja, y me pregunta que ondas y de por que llevaba la cara tan larga; tenía que desahogarme y se lo conté todo, me dijo que todo se iba arreglar y que no era el fin del mundo; lo típico. En fin, nos metimos a las regaderas y al final, ya listos, nos fuimos caminando. Íbamos en silencio, hasta que mi compañero se animó a hablar y me contó que hace un año el había estado en una situación muy similar y que en eso encontró una solución que le dio el dinero que necesitaba, lo mire esperanzado y le pedí que me contara… me hizo prometer que eso quedaba entre nosotros y me dijo que fuéramos al cuarto donde vivía. Mientras íbamos se me pasaron mil cosas por la cabeza y yo solo rogaba que no se tratara de drogas o cosas por el estilo. Cuando llegamos, me soltó el rollo, se trataba de una página en internet donde uno ponía anuncios de servicios sexuales, la cosa es que los anuncios eran para gays, me dijo que él lo había hecho y que consiguió el dinero que necesitaba en poco tiempo, yo lo mire con cara de "estas chalado man", me explicó que él solo lo había hecho de activo y en que consistía eso, luego me dijo que no era tan jodido excitarse y que uno se la hacia chupar o la metía y en menos de una hora ya tenías unos billetes más en el bolsillo. Yo dude y como que la cosa no me iba, el compañero me dijo que ahí me estaba dando una solución y que si quería le entraba o no pero que yo chitón y que confiaba que no se lo contara a nadie. Le di las gracias, pero la verdad no me animaba. Nos quedamos en su cuarto y me invito unas cerveza y luego pasamos al ron, ya bien chispeados él me dice que con la herramienta que tenía podía hacer buen dinero yo le digo que no joda y así reímos de que me andaba mirando el paquete; seguimos tomando un poco más y me entra la melancolía y al final le digo que ya, que como hago.
El me dice que sólo hay que entrar a la página esa, poner el anuncio de que servicio se ofrece, subir unas fotos y dejar un número de celular. El abrió su laptop, entró a la página y me mostró los tipos de anuncios, le dije que no tenía fotos de ese tipo y que me daba vergüenza ir a un café a subirlas en caso de que me las sacara. El se ofreció a sacarme las fotos y que las podíamos subir ahí mismo en su laptop, en lo borracho que estaba accedí y me saque la ropa y él me tomó las fotos con su celular, me dijo que la tenía que poner dura para sacar una y que pensará en algo que me excitara y me la frotara, al final se me paró sin mucha frotada y él me tomó otras fotos. Escogimos tres fotos, una de cuerpo entero, otra de costado y una de mi herramienta bien dura; en ninguna se me veía la cara. El llenó los datos y el tipo de servicio y antes de mandar la página me preguntó si estaba seguro y le dije que si.
Salí de su casa como a la ocho, seguía algo mareado y en eso suena mi celular y es alguien que ha visto el anuncio, me puse nervioso y respondí las preguntas como automáticamente. A los 20 minutos yo estaba en una esquina esperando a un auto Honda rojo, llegó el auto y se paro, bajó la ventanilla del pasajero y me preguntó si yo era Carlos, asentí con la cabeza, me dijo que entrara y que pusiera mi maletín atrás. Andamos por un rato, el tipo era mayor pero no era desagradable y me conversaba de todo y de nada y yo solo respondía sus preguntas. Parqueamos en un lugar oscuro y ahí me dijo que reclinara el asiento y luego fue directo a desabotonarme el pantalón, me asuste me dijo que me tranquilizara, me abrió el pantalón y me acaricio el paquete por sobre mis calzoncillos, poco a poco me fue excitando, hasta que ya bien dura me la sacó, la miro un rato me dijo que la tenía buena y se la metió a la boca, me la chupó increíblemente bien y buen rato hasta que acabe en su boca, le dije que lo sentía y me dijo que eso era lo que quería; luego me llevó hasta donde le dije, me pago y se fue.
Desperté medio mal y con la cosa que me daba vueltas en la cabeza y que como se me había ocurrido hacer eso y dispuesto a ir a un café internet a eliminar el anuncio ese. Me metí a la ducha, me puse un jean una polera y salí de casa. Mientras caminaba suena mi celular y es la muchacha, que quiere hablar que necesita que la vaya a ver, en fin, nos encontramos en una plaza cerca de su casa y me suelta un rollo tremendo y que de una vez consiga el dinero que todo eso es mi culpa. Ya de regreso a mi casa veo un café internet entro y como que no me animo a borrar el anuncio.
Ese domingo mi celular no paró de sonar, pero si veía un número que no conocía desviaba la llamada. El lunes casi igual, pero ya al final de la tarde como que digo que no era tan jodido que te la chupe otro tipo y que tenía que conseguir el dinero.
Estaba frente al televisor si ver nada y suena el celular y quedo con un tipo en treinta minutos a unas cuadras de mi casa. Me meto a la ducha y me alisto rápidamente y salgo. Llega una vagoneta y termino subiendo, pensé que iba ser otro con el que ir a un lugar oscuro y que me la iba chupar. Pero en vez de eso me dice que mejor vamos a su casa que ahí más cómodos y toda la cosa, al final ya estaba dentro del auto así que termine aceptando. Su casa estaba un tanto alejada y le pregunte si me volvería a traer y me dijo que si que no me preocupara. Llegamos, una casa grande y bonita, entramos y me dijo que me sentara en la sala, que no se tardaba, regresó al rato y me invitó un vaso con refresco y el tenía otro. Me hacia la conversación mientras tomábamos el refresco y de pronto me sentí mareado, no me di cuenta de lo que pasaba y le pregunte por el baño, me señalo en una dirección, intenté levantarme pero me venció el cuerpo y caí sobre el sillón. La habitación daba vueltas y yo estaba como borracho pero peor. Escuche unas voces, pero me sonaban distantes, me di cuenta que me estaban levantado, me perdía a ratos, luego sentí que me quitaban la ropa, yo trataba de moverme o decir algo pero no podía. No sabia que tiempo había pasado, cuando desperté estaba echado de pecho sobre un catre duro, cuando trate de levantarme me di cuenta que tenía las muñecas atadas con bandas de cuero a las patas del catre y que también estaban atados mis tobillos, me sacudí entero tratando de zafarme pero fue inútil, me puse a observar la habitación levanté la cabeza como pude y la giré para ver todo lo que alcanzaba a ver, no había nada, parecía que lo único era ese catre donde yo estaba atado al centro del cuarto. Luego escuche un puerta y me di cuenta que entraron dos tipos, uno de ellos dijo algo como que ya despertó el pajarito, les dije que me soltaran, les grite e incluso los insulté; solo se rieron, me dio miedo, les volví a gritar y solo sentí que alguien me pasaba algo por las piernas como acariciándolas. Me volví a sacudir tratando de soltarme pero nada, las correas seguían firmes sujetándome al catre. Cuando uno de ellos pasó por delante me di cuenta de que estaba desnudo, volví a gritar pero ya no los insultaba, les preguntaba que era lo que querían y que me soltaran. Sentí algo liquido y frío resbalar por mi trasero y luego algo duro tratando de introducirse, yo estaba atado con las piernas abiertas y por más que traté de apretar las nalgas sentí la cosa dura entrando, me metieron algo duro y lo hicieron con fuerza, un dolor agudo, como si me clavaran un cuchillo, grité fuerte y me salieron unas lagrimas, les pedí que pararan, pero me lo metieron hasta el fondo y luego me lo sacaron de golpe, volví a gritar.
Escuche que uno decía, algo como que está sangrando, sentí que el otro se subía al catre y se echaba encima mío, me la metió de uno solo, sentí nuevamente mucho dolor, le pedí que por favor parara, pero el tipo me la metía y la sacaba fuertemente, yo le pedía que no lo hiciera, se detuvo y pensé que ya no seguiría, pero fue el otro que se monto y me la metió y yo grité de dolor. El que había estado sobre mi se puso delante y me levantó la cabeza jalándome de los cabellos, me puso su verga a la altura de mi boca y me dijo que si la mordía cagaría, me abrió la boca y metió su verga, sentí el sabor de la sangre y algo más. Mis lagrimas se escurrían hacia abajo, mientras un tipo me daba por detrás y el otro por delante. El que tenía en la boca terminó primero y sacó su verga, yo escupí el semen y sentí un puñetazo en el costado, me dijo que no tenía que escupirlo, el tipo de atrás dijo que estaba a punto de acabar y luego sentí que la sacó. Los dos se marcharon y me dejaron ahí todavía atado y todo dolorido. No sabía donde estaba, tenía miedo y rabia entremezcladas y estaba impotente ante la situación. Pasó un largo rato y escuche nuevamente la puerta, les pedí que me dejaran ir, que no diría nada y que solo quería irme, esta vez no fue gritando sino en tono de súplica; la única respuesta que recibí fue un fuerte golpe en las piernas, me golpearon con algo como un chicote, eso me hizo gritar y ellos azotaron mi otra pierna y después otra vez más, luego me azotaron las nalgas y después sentí el latigazo en la espalda que me hizo sacudirme entero. Les dije que ya no que por favor me dejaran, solo me dijeron silencio, yo traté de decirles algo más y nuevamente otro latigazo en el espalda, me quede callado y sentí que uno abría mis nalgas con las manos y me dio miedo, sentí sus dedos hurgando y los fue metiendo dentro mío, y parecía que quería meter la mano yo grite, no por favor! Los retiro y se subió al catre y sentí lo que me la metió y hacia sonar su pelvis contra mis nalgas. El otro se me puso delante y me dijo que se la chupara, me apretó el maxilar con una mano yo abrí la boca y me la metió.
Esta vez tardaron más en terminar y cuando lo hicieron se retiraron. Volvió uno, el que manejaba el auto en que me llevó, me dijo que me iba a soltar, que luego me tenía que duchar y que luego podía irme. Esperó a que yo asintiera y soltó la correas de mis piernas primero y de mis brazos después, me ayudo a pararme y me condujo hasta un cuarto de baño, donde espero que yo me duchara indicándome que me jabonara bien incluso dentro, yo tenía miedo tocarme porque dolía horrores, pero al final hice todo lo que me dijo. Me pasó mis ropas luego de que me seque y me dijo que fuéramos al auto, yo andaba como un autómata, solo quería irme de ahí. Me subí al auto me di cuenta que el otro tipo estaba detrás, me asuste, pero el que manejaba me dijo que no pasaba nada que solo nos acompañaba. Me llevaron de vuelta a la ciudad y me dejaron en la esquina de donde me habían recogido. Antes de bajarme el que manejaba me dijo que sentía mucho si me habían lastimado pero esperaba que no hubiese rencores, me alcanzó unos billetes y yo me baje.
Ahí en la calle recién me percate que era de día, vi los billetes que tenía en la mano y vi que eran dólares, algo como 500. Me dolía todo el cuerpo y me sentía muy mal, aun así camine largo rato hasta la casa de la muchacha, llamé a la puerta y cuando me abrió le entregué los billetes que tenía en la mano, le dije que no quería que me volviera a llamar y me fui.
Solo se que hay gente endemoniada ahí afuera y que yo por andar en donde no debía me tope con dos de ellos.
Carlos.
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