violado por mas de 20 hombres
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marinerosado.
Titular en periódico nacional por suceso ocurrido en una cárcel de RD.
HOMBRE SE QUEREYA SOBRE VIOLACION EN CARCEL
Sentado frente a este computador batallando con la depresión causada por lo ocurrido, que pretendo comenzar a narrarles.
Hoy, a 2 semanas de iniciar terapia por la depresión que me ha causado la violación que sufrí en el fin de semana de mediados de junio, en una cárcel de mi país.
Les hago el relato a modo de desahogo, de causar un llamamiento o de simplemente mostrar de lo que es capaz el ser humano.
Estuve en la comunidad de La Victoria el viernes en la noche celebrando en un bar con unos amigos.
Pasada las 10 de la noche se armó un pleito entre 2 grupos y no se pueden imaginar el desastre que se realizó.
Trate de huir por una puerta de emergencia junto a mis amigos, pero me agarraron en medio de la disputa y pensando que era uno de los contrarios me golpearon por todas partes.
Caí al suelo semi inconsciente hasta que llego la policía.
Mis amigos lograron escabullirse, pero yo quede junto a todos los que armaron la pelea.
La policía comenzó a arrestar a todos los involucrados.
Yo golpeado fui uno de los detenidos.
Le explique al policía que yo no era de los que estaban en el pleito, pero al verme golpeado simplemente me dijo: explíqueselo al juez.
Nos llevaron esposados detrás de un pickup, aunque habían varias llenas.
Llegamos a la cárcel como detenidos preventivos.
No me valió explicar, me pusieron en la fila junto a todos los demás.
Llego la hora y nos encaminaron hacia un pasillo lleno de celdas y sobre todo lleno de presos.
Yo nunca había visitado siquiera un lugar así.
Un hacinamiento total, celdas de 4 x 4 metros máximo, y más de 20 personas por celda.
Nos iban entrando en orden de como estábamos en la fila.
Entraron en la segunda celda a 5 personas que iban delante de mí.
Cerraron nuevamente esa celda, vi que estaba repleta.
Seguimos a la próxima y pensé que me tocaba entrar.
Pero no fue así.
El policía mando a pasar a 3 que estaban detrás de mí.
Me dijo: tu no.
Espérate que la tuya es especial.
Pasamos 3 celdas más y solo quedábamos 3 sin entrar a las celdas.
Llegamos a la próxima y entraron los demás que quedaban.
Seguimos 3 celdas más y abren la puerta.
Era la que me llevaban.
Estaba llena de gente.
El guardia me dice: entra.
Unos de los presos le dice: esta es la carne nueva?.
El guardia le dice: si es la más tierna del grupo.
Yo no entendía de qué hablaban.
El guardia le dijo: mándame el pago por esta mercancía.
El preso le respondió: tú sabes que sí.
Y continuo diciendo: tráeme lo otro que falta.
La respuesta del guardia fue: ya te lo mando.
Entre, casi no cabía, me sentía agobiado, me faltaba el aire.
Me deslice hacia adentro como pude ante la mirada de esos delincuentes.
Llegue a una pared y me pegue a ella pensando estudiar la situación y ver como saldría de la mejor forma de ese fin de semana detenido.
Llego una persona, una mujer militar, y le paso una bolsa a preso que había hablado con el guardia.
La militar, le pregunto, cual es la presa hoy.
Y el preso, líder del grupo, respondió: ese, señalándome a mí.
El terror corrió por mi cuerpo, a que se refería?, que querían?.
Y el líder dijo: tráiganmelo para acá.
Y muchos brazos me halaron y empujaron hacia él.
Frente a frente, me dijo: si no quieres pasarla mal aquí dentro debes obedecerme.
Respondió mas fuerte: ¡!entendiste carajo!!.
Sin poder hacer nada asentí con la cabeza.
Pero no sabía, ni me imaginaba lo que comenzaría a pasarme ese fin de semana funesto.
Agarrado entre varios continuaba frente al que parecía ser líder del grupo.
Tanto era así que el sobornaba a los guardias para conseguir beneficios personales.
Luego supe que yo era uno de esos beneficios.
Me dijo: ¡!QUÍTATE LA ROPA!! Y respondí que no.
De inmediato me dio tremenda bofetada que no me tumbo porque estaba agarrado por los demás.
Dijo: ¡OBEDECE!.
Pero no reaccione a tiempo cuando ordeno: ¡QUITENSELA! Y como una manda de hienas me rompieron la camisa y me bajaron el pantalón y claro la ropa interior.
Ordenó que me pusieran de espalda a él y con mi propia correa me pego unas 10 veces.
En cada una de ellas repetía: PARA QUE OBEDESCAS, PARA QUE OBEDESCAS …… hasta el último latigazo ….
HABER SI NO VAS A OBEDECER.
Desnudo y golpeado.
Me paso el bolso que había recibido y me ordeno: PONTE ESA ROPA.
Para mi sorpresa, cuando saco la ropa veo que es ropa femenina.
Una blusa pegada y straple, una falda corta y unos pantis bikinis pequeños.
Al ver mis dudas, volvió a amenazarme: PONTELOS PARA QUE NO TE JODAS.
No puedo negar que me aterroricé, procedí a ponerme primero los pantis, los cuales me quedaron bien ajustados en la parte delantera aunque me cubría bien.
En la parte trasera me cubría la mitad de las nalgas pues era bastante estrecho.
El exclamo: TE QUEDA BIEN PUTA.
Procedí rápidamente a ponerme la falda, para no estar desnudo, la cual me quedo muy pequeña de largo aunque algo holgado de cintura.
Luego la blusa, la cual era muy pegada, casi no la podía subir.
Me quedaron los hombros al descubierto.
Él dijo: MODELA PARA NOSOTROS.
Abrieron un pequeño espacio para que yo caminar descalzo.
Camine como pude y sentí como los que estaban cerca me daban nalgadas junto a expresiones más bien dedicadas a una prostituta.
Llegue al lateral de la celda y me detuve.
Pensé solo será esto.
Denigrarme como hombre y ya.
Pero no fue así.
El líder me hizo seña de que fuera hacia él.
Camine y me pare frente a él.
Me dijo: voy a decirte lo que haremos contigo, en un tono menos fuerte.
Tú serás nuestra puta este fin de semana.
Si te portas bien solo recibirás el placer de ser una buena puta.
Sino igual ejercerás a la fuerza tu sometimiento como puta y recibirás también un buen castigo.
Tú decides que te conviene.
Pero no te engaño todos los que estamos aquí te vamos a usar como nos dé la gana con tu consentimiento y sin él.
Ahora eres la puta del grupo.
No respondí, sabía que no tenía escapatoria, mi primera reacción fue gritar al guardia para que me ayudara, pero este estaba comprado para todo esto.
Por eso me llevo a la celda en que estuve.
Sin poder resistirme comencé a comprender que me esperaba.
El viendo mis dudas, dijo: VAMOS PUTA COMENCEMOS.
Me agarro de los hombros y con presión me hizo arrodillarme frente a él.
Dijo: ¡SACALO Y MAMALO!.
Imagínense un hombre que nunca había tenido interés en la homosexualidad.
Y estar frente a esta situación.
Volvió a hablar más enérgico: ¡PUTA DE MIERDA SACALO YA!.
Procedí a sacárselo con mis manos.
Abrí su correa, desabroche con dificultad su pantalón, baje la cremallera y procedí a sacárselo de los pantaloncillos.
Por primera vez siento el tejido de un pene, de otro hombre, semi erecto en mis manos.
Me causa repulsión, pero continúo.
Lo saco completamente y puedo verlo frente a mis ojos.
Con el toque de mis manos comienza a pararse.
Cada vez crece más frente a mí.
Lo sostengo en mis manos, el me las agarra y comienza a sobarlas de arriba abajo.
Se pone duro, esta circuncidado, veo la cabeza brillante, siento el olor fuerte entre orina y sudor.
El sigue sobándolo con mis manos.
Parece que disfruta.
Los demás solo miran.
Sigo hincado frente a él, mejor dicho frente a su pene.
Me quita las manos y lo toma el.
Lo baquetea varias veces más.
Lo agarra y comienza a golpearme con él mi cara.
Me da golpes en las mejillas.
Luego golpe mis labios.
Pregunta: te gusta puta?.
No respondo sigo con la boca cerrada recibiendo los toque de su cabeza en mis labios.
Dice: abre la boca.
Reculo un poco, pero me agarra la cabeza y empuja hacia delante.
Los primero intentos de entrarlo en la boca los esquivo.
Pero él se molesta y me da 2 cachetadas.
Me quedo quieto, veo cuando viene la embestida y abro la boca dejando entrar ese gigante miembro en mi boca.
Me empuja hacia el por la cabeza y siento sus pelos en mi cara.
Me ahogaba pues me lo metió hasta atrás de mi garganta.
Nauseas, sensación de vomitar, pero igual no me lo sacaba.
Me decía: acostúmbrate que son muchos los que vas a mamar este fin de semana.
Lo saca, puedo respirar, trato de componerme.
Me ordena: lámelo con tu lengua.
Apenas lo hago, pero no puedo negarme porque será peor.
Lo recorro tímidamente, él me ordena chuparle la cabeza.
Succiono el disfruta.
Emite un gemido: así puta bien.
Vuelve a metérmelo, lo hace con velocidad, como si estuviera haciéndolo con la parte intima de una mujer.
Luego lo saca, y le pide a los secuaces que me pongan en 4 patas.
Me sube la falda, que no hacía falta por lo corta, me bajan los panti.
Me toca con el pene por las nalgas, como buscando la entrada.
Usa su dedo para orientarse.
No me penetra con él, sino solo saber dónde está para darme el zarpazo de romperme el culo virgen.
No quiere dilatarme ni ponerme siquiera saliva, quiere dolor, romperlo con su pene.
Disfrutar de la estrechez, de la resequedad, de la dificultad de penetrar para sentir que realmente me desvirgo y rompió mi culo.
Respingo en cada estocada tratando de que no me penetre o que por lo menos sea lo menos doloroso posible.
2, 3, 4 y a la quinta vez siento que su cabeza encontró mi orificio.
Se detiene solo con su punta en el lugar donde puede entrar.
Me quedo inmóvil asumiendo que permitiéndolo me dolerá menos.
El disfruta saber que no puedo moverme.
Su punta esta lista para penetrarme.
Aun no siento dolor.
Me agarra con sus dos manotas en la cintura.
Y dice: cuente hasta tres para desvirgar esta puta.
Comienzan a coro 1, 2 y 3.
Presiona sobre mí su gran pene comienza a romper mi culo, siento mucho dolor como si se estuviera rasgando el tejido.
Lo entra lento pero continuo para que el proceso sea largo.
Grito de dolor, pido por favor que no siga, pero esos son palabras de ángeles para un delincuente.
Me muevo para tratar de sacarlo y el solo responde: si muévete puta así me gusta más.
Trato de alojarme de evitar estar tenso para ver si disminuye el dolor.
Pero eso no hace nada.
Llega al fondo, y lo sé porque siento sus bolas en mis nalgas.
Meda dos tremendas nalgadas y aprieto como reacción al dolor de las nalgadas.
El disfruta tenerme así.
Le dice a los demás: es el mejor culo que hemos tenido.
Les dice: ya verán ustedes mismo lo que les digo.
Y comienza el movimiento de bombeo.
Lento al principio pero después me da una verdadera pela con su miembro.
Solo me queda llorar del dolor y de la desdicha.
Pasan 10 minutos que parecen horas el cogiéndome por detrás harta que realiza unas ultimas embestidas como si fuera un toro salvaje viniéndose dentro de mí.
Me lo deja adentro en lo que toma el aliento y se repone.
Luego me lo saca me voltea y me pone a limpiárselo.
Sabe desagradable sabor a sangre, a heces y aun así debo limpiarlo con mi boca.
Satisfecho de lo logrado, dice: es toda suya.
Hagan con ella lo que quieran.
Si haber sido violado por él fue terrible, imagínense lo que me esperaba.
Me agarraron entre varios, me colocaron en medio e hicieron un círculo a mí alrededor.
Todos sacaron sus miembros y me lo pusieron en frente para que yo tuviera que mamárselos.
Así inicio mi verdadero martirio, cada cual me ponía su pene en mi cara, en mi boca, en las orejas, eran como 8 hombres tratando de sacar ventaja de los demás.
Estaba hincado en el piso vestido de mujer recibiendo los embates de todos esos penes sobre mi cara y mi boca.
Uno lo metía en mi boca el otro me daba en las mejillas, por los ojos, lo sacaban y otro me lo metía en la boca.
Así pase uno 15 minutos entre sus miembros.
Uno de ellos no se cual me levanto para colocarme nuevamente en cuatro.
Escupió mi culo se colocó detrás de mi mientras los demás seguían metiéndomelo por la boca.
Sentí su cabeza empujando mi nalga.
Fallo varias veces en el intento de penetrarme pero lo logro.
Metió su cabeza y la entraba y la sacaba hasta afuera para abrirme cada vez que me la entraba.
De frente me turnaban 4 miembros más para que los mamara.
El de atrás seguía con su juego de meter y sacar.
Lo tenía muy duro.
Luego me lo metió hasta el fondo.
Sentí mis tripas llenarse nuevamente de carne.
Siguió dándome como salvaje y yo no podía ni gritar pues tenía 2 penes a la vez en mi boca.
El tipo de atrás era incansable, me estaba partiendo en dos.
Luego movimientos más rápidos hasta las últimas estocadas que pareciera que quería meterse entero.
Se vino y lo sé porque callo sobre mis espaldas.
Ya llevaba dos venidas dentro de mí de estas bestias.
Me coloco el panti en su lugar.
Pero no se para que pues de inmediato me lo saco vino otro a romperme nuevamente.
Lo entro sin misericordia.
Volvía a sentir el dolor con cada embestida.
Mi ano ya no podía más.
Me ardía.
Pero igual me seguía dando con fuerza.
Es como si tuvieran meses si hacerlo.
Ya sentía la leche de los anteriores correr por mis piernas.
En eso, el que me lo tenía en la boca comenzó movimientos bruscos y vino lo inevitable se vino en mi boca.
Tuve que aguantar toda su venida en mi boca hasta que me lo saco y pude escupir su leche.
Me dio una bofetada y me dijo: si lo haces otra vez te jodes.
Ahora lame el piso y trágatelo.
Me bajaron la cabeza hasta el piso aun en 4 patas y con uno dándome por el culo.
Lamí el piso sobre todo ese semen derramado, me daba mucha nauseas.
Me apretaron la cara contra el piso y me llene de ese semen.
El que estaba detrás parece que al verme en esa posición se éxito demasiado y también se vino dentro de mi culo.
Lamí el piso.
Me pusieron en 4 nuevamente, de nuevo nuevos penes, mamar de punta en punta.
Luego recibir por detrás más penes.
Así pase la noche más terrible de mi vida.
Ya amaneciendo apareció de nuevo el líder, con fuerzas renovadas.
Dijo: vamos a darle una culminación especial a esta sucia puta.
Y como no iba a estar sucia si había recibido leche por todo el cuerpo.
Él se acostó en el piso y dijo: quítenle los panti y súbanmela.
Me colocaron encima de él.
El me agarro por las nalgas y con su mano derecha coloco su pene en mi entrada.
Ya estaba distendida, sin fuerza para cerrar, y me empujó hacia abajo para que yo mismo me la entrara.
Y la verdad me había roto el culo pues entro sin resistencia y yo no podía ni apretar.
Entonces llego el caos.
Él le dice a un compañero.
Éntraselo tú también.
Yo estaba sentada encima de el y el me agarro por la espalda para pegarme a su pecho.
El compañero levando mi falda y se colocó detrás de mí.
Sentí su miembro erecto tocando mi nalga.
Mi corazón se aceleró del miedo.
El empujaba pero no entraba, hasta que logro empezar a meterlo.
Los dos me partían de nuevo el culito, empujaban e iban rompiendo mis tejidos.
Imagínense el ancho debió alcanzar mi ano para dejar pasar esos dos pedazos.
Otro me agarro por los cabellos y me lo metió en la boca.
Así termine mi amanecer relleno de carne y leche por todos mis orificios.
A las 6:00 am ya me habían violado 10 hombres varias veces durante la noche.
Sábado temprano, suena un timbre y comienza el proceso de levantarse, asearse en baños comunes e ir a desayunar.
Mi ropa esta toda rota pero prefería ponérmela como estuviera.
Pero el líder no dejo.
Me ordeno que siguiera con la ropa femenina que tenía.
Así salí al baño cansado, perturbado.
Pero tampoco me dejaron bañar.
Él quería que oliera a semen, que me dejara todo los restos con que bañaron mi piel en esa la noche infernal.
Llegamos al comedor todos me miraban pues era la única “mujer” según ellos.
Desayunamos y antes de partir, el líder me hizo subir a la mesa.
Y comenzó una subasta para recuperar su inversión.
Se inició una subasta por celda hasta que un grupo realizo la mayor puja.
Me bajaron de la mesa y me entregaron a ese nuevo grupo que me violaría de igual modo toda la noche del domingo.
Terrible y excitante. Para alguien que nunca dió el culo. Pero para mí que he pasado todo eso, excitado a más no poder porque imagino que después no podrá dejar de desear ser de nuevo la puta de todos. Ser usado es lo que más me excita.