Vivencias en el campo: casos de niños, niñas y adolescentes víctimas de violación (parte 4).
Un adolescente gay, pero con el culito sin uso, irrumpe en la cabaña del capataz de la familia en plena noche y empieza una discusión que termina muy, pero muy mal para el. (Relato extenso)..
Luego de una intensa discusión entre ambos, van frases del capataz, que dan pistas sobre el caso en sí;
– Mario, el capataz: Vamos na, seamos sinceros, te conozco desde que eras ese niño que a escondidas jugaba muñecas y soñaba amanecer con media, pero media pija adentro…¿Y con el culazo que tenés, todavía no te cogieron? Uff…
– ¿En serio pensás que voy a creer tu cuentito ese de putito que viene a regalarse a mi casa indignado por la cornuda de su amiga? A vos lo que te picha es que tu amiga es la que tiene la concha inflamada por mis embestidas, en vez de que te rompa yo a vos…
– ¿Te duele que tu «amiga» se fue o que vos ya no vas a poder más ver mi poronga en acción dentro de ella? ¿Te gusta mi cojo? Y eso que con ella no usé ni la mitad de la fuerza…pero no se puede con las pendejitas estrechas sin aguante por la concha y nunca dan el culo…
– Yo soy bien macho, pero legalmente vos tenés un flor de culazo, que a leguas se nota que quiere pija… Es más, te quiero dar la mía… ¿O me vas a dejar que no te gusta mi pija, Alan? Jaja eso sí, nada de besos ni esas mariconadas, acá sexo duro por el culo…
– Sos el único culo de gay al que me estira cogerle …vas a pasar de imaginar que sos tu amiga cuando yo le cogía, a ser una realidad… Yo digo que ésta te va a entrar todita en tu culito de zorra (Con las manos se marca el paquete en señal de ofrecimiento)…
– ¿Que será que va a decir tu amiga si se entera que vos querés comerte lo mismo que ella? ¿Será que te va a perdonar si le decís…por ejemplo…que viniste a casa, provocando que yo te violara? Porque eso quiero hacer…y tu silencio con cara de asustado me hace desearlo más …
– Ay, Alan… Que pena por vos… Con la puerta llaveada, te aseguro de que vas a arrepentirte de haber venido hasta acá… tu prepotencia te va a causar muuuucho dolor, ahora date la vuelta y preparate para una noche a pura pija…y ojo que yo no soy hombre que se contenta con una sola mujer ni con un solo tiro….
– ¡Pero qué culo más delicioso! JAJAJA pero que nena sos, todavía ni te saqué la ropa y ya estás llorando, pero no importa… te voy a romper el culo, te voy a violar y así vas a perder tu virginidad…llorando, gritando y sufriendo, como se merecen los trolos como vos…¿Querías pija? Te vas a tener que aguantarla toda, ahí vamos…
(Procede a bajarle el pantalón, el boxer y luego el capataz saca su pija afuera y empieza a pincelar las nalgas).
Antes de continuar con los detalles de este caso, describimos a la víctima: un trigueño de 16 años, ojos marrones y tupido cabello lacio del mismo color, con 1.61 metros de estatura y enormes nalgas, propiedad de Alan; un pibe al que no le gustaban las fiestas y menos las mujeres; su mayor experiencia sexual fue esa vez que, acorralado contra la pared de un pasillo y desnudo de la cintura para abajo, su primo Nicolás se bajó una furiosa paja que llenó su cola de leche y terminar con sus labios untados en esperma de primo, al negarse a abrir su boca y así probar de los dedos ajenos la misma sustancia que decoró sus nalgas.
Por otro lado, el violador; también trigueño pero de 34 años, de ojos negros y cabello ondulado corto, con un porte fornido, musculoso de 1.78 metros en vertical, de cuyas piernas colgaba una gruesa hombría que erecta le medía 21 centímetros en horizontal. Mario,el capataz de la hacienda, era un macho campestre solterón, pollerudo pero «responsable», ya que siempre usaba condón…»La pija al agujero y la leche al basurero» era la frase que repetía luego de cada cojida…
– Y aquí un apartado a Alan, que pasó de llegar a su casa e insultarle al capataz, a quedarse mudo luego de que su violador, como en pocos casos, de frente le dijera que le iba a ultrajar hasta romperle el culo y garganta vírgenes; la única comunicación que hizo en su estado de shock, fue el tremendo grito de dolor cuando apenas le entró la cabeza de esa pija que estaba por darle el dolor de su vida.
Tras el inicio aquel sexo no consentido, el «diálogo» (o mejor dicho, el monólogo de Mario) continuó: ¿Che, pero a vos la pija te sacó el habla o que? Desde que empecé a romperte tu ex culo virgen, aparte de gritar y llorar no decís nada vos… Decime ¿Vas a volver a desafiarme con esta adentro?… ¡Dale, respondé pues, que no la tenés en tu garganta!…
En fin, puta muda y llorona; por último, antes de que te siga abriendo el culo, te pido que me digas cuando sientas que ya te estoy haciendo muy fuerte… avisame nomás con gestos en ese espejo que, si te fijás, está ahora frente tuyo y me deja ver todo, desde el momento en que te entró mi glande y mordiste tus dientes, o tus lágrimas cuando mi huevo llegó hasta tus nalgas y también descubrí que tenés gestos de dolor diferentes para cada velocidad de mi bombeo…o pedime / gritame que te lo haga más despacio ¿Está bien?
Y con el repetido silencio del pasivo como respuesta, un desconsiderado capataz siguió taladrando el ano de Alan que, sufriendo con cada estocada, minutos después habló por primera vez y con la voz entrecortada por la penetración dijo «ya me duele muuuucho por favor haceme más lento»…¿Más lento querés? Uy mi bebé, ¿La tengo muy grande para tu culito verdad? ¿Te duele…decime, te duele mucho bebé? y con esa carita afirmando bañada en lágrimas, le hizo juego a ese hombre que, como todos, fue feliz al comprobar ser todo un macho pijudo rompe culos…y se sintió más hombre con penetraciones más duras dentro suyo y lograr hacer llorar y gritar más y más fuerte a su ya hembrita a la cual violaba, llegando al delirio total cuando el putito no logró aguantar 2 minutos con toda su pija en el fondo sin salir y desesperado empezó a sacudirse y a la vez golpear el sofá con los puños cerrados, buscando canalizar ese dolor causado por la orgullosa hombría masculina de su violador que le hizo ver estrellitas al pasivo cuando esa daga de carne se movió en círculos, agrandando ese culo de puto, que descubrió esa noche, de la forma más cruel, la naturaleza de los hombres como Mario que, estimulado por la situación, procedió a subir sus piernas al sofá y se sentó encima del culo de un Alan con sus rodillas sentadas al suelo…»Tu amiga nunca pudo aguantar la posición en la que ahora te voy a comer, veremos que tal vos»…y con el desafío hecho, lo montó salvajemente con esa poronga que en esa posición totalmente abierta, lograba reventar con bombeos mucho más fuertes y rápidos aquel culito que estaba por explotar en pijazos…se dirigió a aquel nene de 16 años, que desconsoladamente lloraba…»Deseo que hoy tu culito, el del futuro dueño de la hacienda, sea totalmente destruido por tu capataz»…»Mi pija te va a violar hasta que aprendas dónde realmente está colgado el verdadero poder»… «Vos podrás ser el dueño de todo, pero de tu culo el único dueño, el primero, voy a ser siempre yo». Y en ese momento, procedió a empotrarlo al pibe al máximo. «Sí, sufrilo, lloralo, que esta es verga de campo para tu cola de ciudad, tomá, tomaaaa» causando que, segundos después, Alan se desmaye del dolor por unos minutos, ante un Mario que, indiferente, puso el cuerpo pegado al sofá y continuó dándole de comer lo suyo… Al recuperar la conciencia, el dolor regresó en el recién estrenado muchacho cuyo torso estaba pegado en la base del sofá, con sus rodillas en el suelo y su culo al aire siendo bestialmente sacudido. Alan, que en ese momento volvió a sus llantos y gritos desconsolados, no podía creer que una mazorca incrustada por atrás se convirtió en el terrible desenlace de una historia que comenzó con un reclamo al empleado de su papá….el muchacho, lleno de impotencia al ser ampliamente superado en tamaño y fuerza, no tenía chances de escapar de las garras de su capataz y actual violador quien, descontrolado y humillando seguía en su rol de someter a esas adolescentes nalguitas a la más dura pija…¿Ay, la nena ya no aguanta más? Pero sí de esto se trata ser puto, de que te pases la vida con el culo roto… Quizá no sea el debut soñado, pero es el que te lo buscaste…¿O acaso no querías que sea tu macho? Lo siento si esta no la forma en que soñabas…pero en la cara te dije que la violación es la mejor forma de comer culazos como el que tenés…
Alan, por segunda vez desde el inicio, rompió el silencio para gritar todo tipo de frases como «Ayudaaaa…auxilioooo» o «ya basta por favor Mario, teneme compasión me estás por matar»…»Ayyyyyy» todas ignoradas por el capataz hasta que esa aputarrada y quebrada voz en modo sincericida expresó «Mariooo, Marioooo…tu pija me está por matar, es demasiado grande, sabes que es mi primera vez, te juro que no vuelvo a atacarte nunca más pero te pido tirá tu leche ya, me duele demasiado, siento que me golpea el estómago, me está agrandando todo… cuanto más me tenés que dar por favooooorrrr»…
Lo que es respondido con un «Ufff… siiiiii…que putito de mierda sos… querés leche te la voy a dar» …»Aguantá un poco más puto de mierda que te voy a llenar el culo con mi leche»… y en una sorpresiva frase de un Mario que ya siente como empieza a salir la descarga de sus huevos, dice «Hubiera sido un delito haberme comido este culito con condón» y con un contundente….Oh, oh, ya voy a largar.. ufff… Ahí viene putito, ahí vieneeee….
Segundos después, en una secuencia, los ojos casi cerrados de Mario fueron testigo de los otros ojos abiertos desorbitados al, primeramente, sentir como ese pene ya enorme de por sí agrandarse mucho más y sentir, disparo tras disparo, calientes descargas de esperma que terminó dejando el culo de su víctima con el tanque lleno de su espesa leche, dejando su poronga adentro un par de minutos para asegurar que su leche quede toda sin desperdiciar, disfrutando de volver a depositar en un agujero, sin látex. Luego fue al baño a limpiarse, dejando en aquel sofá a un Alex que puesto en posición de cucharita, llevaba la mano para frotarse del dolor en aquel culo que el capataz le dejó roto y con un líquido rosado, mezcla de sangre y semen, que se escurría en sus ultrajadas nalgas que, un Mario desbordado en genuina hombría admiró la tajante prueba del grado de destrucción anal en un Alan que en ningún momento pudo dejar de llorar, en distintas intensidades, ni dejar de escuchar las obscenidades del violador «En la cancha se usa como metáfora, pero vos literalmente te quedaste con el culo bien roto»… «Así cogemos los hombres de verdad, bueno ahora ya sabés jaja»…
Verle al hijo de su patrón ahí, luego de la cogida que le propinó frotarse el culo de dolor una y otra vez, hizo que su pija se ponga dura otra vez. Alan, al ver aquel garrote duro otra vez, entró en pánico y en una suerte de instinto de supervivencia, gateando en el suelo empezó a dirigirse hacia la puerta de salida, paso a paso avanzaba hacia una misión imposible, causando la risa y calentura del dorado Mario quien, instantes después se puso de cuclillas frente al violado que, en ese instante, aterrorizado miró entera esa descomunal poronga…la misma que siempre acomplejaba en los mingitorios, que fue bautizada «la super mandioca» por sus compañeros de la hacienda o que mataba de risas a los muchachos en los vestuarios cuando, demostrando lo grande que era, Mario lo reboleaba como hélices de helicóptero, una auténtica tercera pierna que todo hombre sueña con tenerla colgada… en ese momento bien parada estaba ubicada con intención frente a su cara; un resignado Alan quedó en el aire y, luego de imaginar lo que se vendría, recordó aquella sentencia del capataz previa a la violación «no me contento con un solo tiro»… pensamientos en trance que fueron interrumpidos con un «Ahora que tu culo por fin sintió la potencia y la producción lechera»…»¿Querés conocer el olor de una pija y probar su sabor?»…para que, una vez más, sin esperar respuesta, primero le pase una y otra vez su glande por la nariz, que así olió cabeza, tronco y los dos huevos. ¿Rico huele verdad… o te gusta solo adentro? Luego de largar huele feo, ya vas a probar; acto seguido guía su venosa para pasarla como colorete varias veces por sus labios y luego con un seco «abrí la boca» le tocara el turno a su lengua que con paciencia degustara pija por primera vez, rematando el momento con «este es el sabor de un hombre»…
Y cargandolo en sus brazos, Mario y Alan recibieron los primeros rayos del sol en la cama, luego de que el resto de la noche el señor capataz logró lucirse como el macho viril que es y así con tres tiros, largos en duración como en intensidad; terminando uno en la boca de Alan, otra en su garganta y una más en su colita. Y el fin llegó con un Mario, tras darle un «descanso», con pija a full por el culo de Alan, que se pasó casi una hora mordiendo la almohada y apretando su puño, luego de que un «date la vuelta para cogerte boca abajo» lo pusiera tanto a su columna aguantar el peso del treintañero como a su culo comerse incontables embestidas con bombeos en varias velocidades; esa verga entraba y salía, salía y entraba una y otra y otra vez…estaba el tipo moviendo solo la parte interior de su cuerpo, mientras que de su boca pegada al oído le hacia preguntas y/o comentarios como:
¿Está más rica la cojida ahora verdad? ¿O que decís bebé?…¿Tenés una idea de lo rico que me apretás, putito? ¡Que puta que rico que ya es darte de esta forma por el culooo! ¿Cómo te sigo haciendo, así o más fuerte…mmm…me parece que este culito pide que se lo haga más fuerte, verdad? Vamos a probar, abri un poquito más tus piernas…esoooo….
Hasta que minutos después, un «Ya viene la segunda leche todita en tu culito» en el oído de Alan, lograra que al fin Mario esté roncando, muerto de cansancio. Alan que tardó más tiempo en dormir, a causa del dolor, con la molestia de tener abundante lechita en el culo y todo el trauma vivido; recién pudo volver a caminar lo suficiente para regresar a su casa en la ciudad el lunes de tarde, compartiendo dos noches más la cama con su abusador, que por las noches del resto del finde se limitaba a darle de mamar su pija hasta deslecharse, luego de pasar el día charlando con el pibe sobre el futuro de la hacienda y el día a día… quien terminó agradecido con el «mandamás» por no volver a limar su feroz rifle con su culito, a pesar de la tentación causada cada vez que bajaba su pantalón y boxer para disfrutar de la vista que, boca abajo o en otras poses le daban esas nalgotas que, en su imaginación, volvían a ser reventadas por esa pija estimulada también con el sexo oral; no tardaba mucho en llenar de esperma esa boquita de dieciséis años que tragaba toda, todita hasta la última gota, aprendiendo así que tomarse la lechita era la segunda y mucho menos violenta manera en hacer felices a los hombres.
Espero que el relato les haya gustado y seguimos con una próxima entrega.
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