Amandita p2
…lo que hice a continuación, me ha traído remordimiento desde ese día, ahora que estoy más adulto, me doy cuenta. Cuando la vi, tan indefensa, tirada sobre la cama, con sus piernas abiertas, y su culito lleno de semen; me fijé que algunas gotas caían por su rajita hasta su ano. Enloquecí ….
Luego de saber cuántos años tenía Amanda en realidad y tener que soportar el enojo de mi amigo, fue una noche bastante incómoda.
A la mañana siguiente, todo empezó mejor, desperté a Andrés con una mamada, logré que se le quitará el enojo; hablamos sobre el tema y Le expliqué que me gustaba Amanda; Le dije que no sabía que tenía 12, que siempre imaginé que tenía 16 o más, ya que las historias que el me contaba sobre Amanda, fueron hace más de 2 años.
En el desayuno, comprendí porque ella era demasiado independiente para su edad, a pesar de ser tan pequeña, ella salía hasta muy tarde con sus amigos; la mamá era una señora analfabeta, sentí que la trataban diferente, Amanda siempre le corregía lo que decía la señora, la retaba cómo si ella fuera la mamá y la verdad es que, no me gustó esa actitud.
Por la tarde de ese día domingo volví a mi casa, llame a Ivette, la invite a mi casa; ella se llevaba muy bien con mi familia, incluso, muchos de mis familiares la conocieron antes que yo; esa tarde ella se comportó muy distinta a lo habitual, me saludo con un beso muy apasionado y me abrazaba; ella siempre fue muy fría. Desde ahí seguí mi vida normal, y volví a sentir lo que siempre sentí por mi novia, mucho, mucho amor, ya que yo era chico cuando la conocí, me costó mucho hablarle, era la mujer que siempre quise y pasaron años antes de poder conquistarla; me olvide de Amanda por un tiempo, y aún que ella siempre le daba like a mis cosas, yo no le seguía el juego.
Un maldito abril se acabó todo con Ivette, yo estaba desconsolado, creo que era demasiado inmaduro, después de todo, ella era 6 años mayor que yo. Me puse a compartir letras de canciones en facebook, con toda la pena, así que todos supieron que había terminado; Amanda me escribió y me preguntó -¿que te paso con Ivette?; le conté todo y después de un rato hablando, volvimos a los juegos de antes, a coquetear, decirnos lo que pasaría cuando nos juntamos, pasamos unos meses así. Llegaron las vacaciones de invierno, yo había repetido el último año, así que, aún estaba en el colegio; un día, Amanda me dice que está en mi ciudad y si podía pasar a mi baño.
Amanda había cumplido 13. En esos días me había convertido en otra persona, después de terminar con Ivette no me importaba nada; le dije que viniera, que yo la esperaba ansioso, le dije por dónde vivía, llego hasta donde ella conocía, le indique como llegar, no quería que nadie supiera, estaba solo en mi casa, tenía la puerta abierta, le dije que cuando estuviera afuera, se fijara bien, que cuando no hubiera nadie viendo, se metiera rápido a la casa y así lo hizo..
Yo estaba sentado en un sillón justo en frente de la puerta, cuando la vi entrar; ella vestía los mismos pantalones blancos que tenía cuando la vi la primera vez, pude confirmar que le quedaban estupendos, eran ajustados, lo que me permitía ver lo formaditas que tenía sus piernas, sus muslos eran gruesos y duritos; la tela del pantalón era delgada, su calzón se marcaba bien en sus nalgas; traía una camiseta de la U de chile, un equipo de fútbol de aquí, la doblaba para mostrar su pancita, y así lucir el piercing que ahora llevaba en el ombligo; tenía una chaqueta corta, de mezclilla, se veía hermosa; su cabello negro, ondulado, tan largo que ya casi tocaba su culo; unos ojitos grandes, marrones, que expresaban muy bien lo que sentía, con su típica cara de vergüenza y nerviosismo, siempre apartando la vista; sus labios, pintados de rojo, haciendo que resalten más sobre su pálida piel.
Inmediatamente me levanté del sillón, le pregunté -como estás, mientras la tomaba de la cintura, trate de darle un beso en la boca, pero no me dejó; la abrace, baje mis manos para darle una nalgada, para luego dejar mi mano en su culo y otra en su espalda; me dijo -Tu me quieras solo para eso; yo le dije -No, solo quiero un besito, te extrañe mucho, ¿tan rápido me dejaste de querer?, ¿ya no te gusto?; Ella me dijo -es que tú eres muy tonto, le cuentas todo a mi primo; le dije que solo le había contado que ella me gustaba, pero nada de lo que había pasado esa vez entre nosotros; ella me dijo que solo quería pasar al baño, yo le puse cara de pena, bromeando, y le dije que bueno, que pasará al baño; ella entro al baño, yo me puse a pensar en lo que podría pasar, en que por fin la tenía en mi casa y en su edad que a esa altura ya me estaba causando remordimiento. Pensé tanto en eso que en un momento tuve una erección, pero no quería tenerla, así que fui a la cocina, me moje refresque un poco y pensé en otra cosa para que se me bajara. Cuando aún ella estaba en el baño, le pregunté si era verdad que se iría y me dijo -viste?, eres tontito; ella salió del baño y me dijo – vine a verte a ti tontito, me abrazo y me agarró el culo; subimos al segundo piso, a mi pieza, a ver una película y le dije que traería algo para comer.
Eran más o menos las 11am de un día sábado, comimos y vimos la película en mi compu. Amanda en un momento bajo al baño, mientras yo buscaba otra película; se me ocurrió la idea de grabar lo que pasaría, abrí la cámara del Computador y puse multipantalla, para dejarla funcionando mientras se veía la película, lo puse apuntando bien hacia la cama, comencé a grabar, puse la película y me tendí en la cama para esperar a Amanda (los diálogos los adapto para que se entienda, ya que usamos muchos modismos).
Cuando Amanda llegó, se puso a mi lado, yo pasé mi brazo por debajo de su cabeza, para que ella la pusiera en mi pecho y yo poder abrazarla. Después de un rato viendo la película, con mi brazo izquierdo que la abrazaba la apegue más a mi, con mi mano derecha tome su mano que la tenia en mi pecho y la puse sobre mi pene por encima del shorts, ella tenía su mano abierta sobre mi paquete, la dejo un rato ahí sin moverla y luego la subió otra vez a mi pecho, se apego más a mi y se acomodo abrazándome, yo le pregunté – ya no te gusta? Ella dijo – ta chiquito; le dije -si lo quieres grande, tócalo; ella dijo -no, y me siguió abrazando, yo con la mano que tenía por debajo de su cuello, la fui metiendo por el cuello de su camiseta, tocando su pecho, me di cuenta que no tenía sostenes; yo estaba seguro que antes llevaba y así era, cuando fue al baño se los había quitado.
Comencé a apretarle uno de sus pechos y después acariciarlos, se nota que se cuidaba mucho la piel, tenía unos senos muy suavecitos; mientras seguíamos hablando, ella me decía – viste, si solo me quieres para eso jaja; yo le decía que por supuesto que no, pero con la expresión de mi cara le decía -si, te quiero comer enterita pendeja; tenía mi pene a su máximo, y me hice el chistoso sacándolo por una de las pierna del short, usaba mi pene como títere, decía -hola mi niña, ohh que linda eres, ahora estoy grande, que te parece si me das unos besitos a mi, mientras miras al amigo Axel; ella se reía, lo que hizo fue besarse los dedos y después ponerlos en mi glande; le dije – no decías que los besos se dan?, cuando yo te los enviaba, ella -mmm no sé; puso su cabeza en mi pecho otra vez, pero ahora ella empezó a jugar con mi pene, que aún estaba asomado por la pierna del short; cuando digo jugar es literal, estaba jugando con mi pene, lo golpeaba y me decía que estaba muy duro, me tiraba el prepucio hacia abajo lo que más podía, me pasaba la punta del dedo en círculos en el glande y yo estaba excitadísimo, muy caliente; comencé a decirle que lo besara, yo decía – el be so, el be so, el be so jajaja; se fue hacia abajo, le dio un besito y volvió dónde estaba; yo le decía,- pero uno más largo, con pasión, tu dijiste que seguro eras mejor que Ivette; me dijo -es que solo lo hice una vez y contigo me da vergüenza; le dije- mi niña, ya hace meses que nos conocemos, conmigo no tienes que tener vergüenza, yo te gusto? Ella – si; yo – tu también me encantas, me dejaste loco desde la primera vez, pero trataba de olvidarte, porque me estaba enamorando, pero ahora no tengo miedo; si no quieres hacerlo, solo déjame tenerte cerca, yo te quiero mucho, le di un beso en la frente y nos quedamos mirando un rato. Me dijo que le gustaban mis labios y me los mordido, no dejo que me quejara y me dio un beso, pero está vez, ella llevaba el control, creí en un momento que me iba a dejar toda la cara con saliva, mucha lengua, metió su mano por debajo de mi short y agarro mi pene; me dijo -te pajeo?, Y a mí me dieron ganas de reírme por la palabra que uso, pero me mantuve bien y le dije que si. Ella estaba siendo demasiado brusca, si seguía así me iba a doler más a mi que a ella cuando se lo metiera.
Le dije que yo también quería tocar, ella se sacó la camiseta y quedo con sus pechos desnudos y me dijo que los tocará, yo quedé asombrado, pero le dije que era otra cosa lo que quería tocar; ella me dijo que no, que solo podía jugar con sus tetas, que no le gustaba que la tocaran ahí; obviamente le insistí una vez más, pero fue un rotundo no; Así que para no matar el momento me senté en el borde de la cama y ella se sentó en mis piernas mirando hacia mi, la abrace de la cintura mientras me comía sus tetas, le manoseada el culo, le daba nalgadas mientras succionaba sus pezones; luego empecé a meter mi mano a su pantalón, acariciando su culo, estaba durito, estaba buscando poner mi dedo en su rajita, ella empezó a respirar cada vez más agitada, ya que yo le chupaba cada vez más fuerte los pezones y se los mordía, mientras me movía como si la estuviera penetrando, abría sus nalgas cada vez que me movía; yo iba acercando mi dedo medio a su ano, seguimos así hasta que le iba a meter la punta de mi dedo y salto, me saco la mano y me siguió besando, me daba besos y me decía que no y que no insistiera; entonces paramos.
Había llegado mi mamá, eran como los 1 de la tarde; dijo que prepararía comida, nos calmamos un poco; se iba a vestir pero le dije que, porque no solo se ponia su chaqueta de mezclilla, sin nada abajo; Amanda no quería que mi mamá la viera, le daba vergüenza, típico, asique lleve el almuerzo a mi pieza y comimos. Ya había olvidado que tenía el compu grabando, espere que Amanda estuviera despistada y pare de grabar; me asegure que se había guardado y puse otra vez a grabar.
Ya eran las dos, habíamos terminado de almorzar y estuvimos un rato sin hacer nada; hasta que Amanda se levantó de la cama y fue a su mochila; antes de sacar lo que tenía, me preguntó – Fumas?; y yo le dije que si, ella saco un pito, así le decimos aquí al porro, bareto, canuto, carrujo, flauta, blont, peta, phillie, churro, petardo, troncho, etc., ya saben la María Juana; a mí me sorprendió, pero después no le di mucha importancia que anduviera con hierba, yo por supuesto le dije que si; mientras fumábamos le pregunté hace cuánto fumaba, si es que también tomaba y otras cosas.
Después de un rato me pare y le tome la mano, le dije que se pusiera de pie, le di un beso y le mordí el labio, sin dejar de morder, le saque la chaqueta de un tirón y le dije que quería darle un masaje y ella acepto enseguida.
Ahí estaba Amanda, tendida boca abajo en mi cama, poco a poco entregándose más a mi; le inventé que para que tuviera una mejor posición se pusiera una almohada abajo y levantará la cola; yo tome una crema y puse mis piernas una a cada lado de ella; mis huevos rosaban su culito, cuando la mire con atención, quizás porque estaba bajo el efecto de la hierba; me puse a pensar mucho en como sería tenerla desnuda, la deseaba mucho, comencé a esparcir la crema por toda su espalda, era tan suave, llevaba mis manos lo más cerca de su culo que podía y luego hasta el cuello y me incline hacia adelante arrimando mi pene a su culo para susurrarle al oído que se relajara, que no se preocupara por nada, que abriera sus brazos y me dejara hacer mi trabajo; cuando me levanté otra vez baje mis manos hasta su culo, cuando las pasaba por su cintura, la presionaba y jalaba hacia atrás, para sentir sus nalgas en mi entrepierna; seguía acariciando su espaldita, note que se estaba quedando dormida, yo otra vez me incline hacia adelante pero está vez para besarle la espalda, morder suavemente su cuello, a la vez que tenía una mano en su cintura y me movía como si estuviera penetrando lentamente su culito, estábamos teniendo sexo con ropa; después de un rato así, también me dio algo de sueño, ella ya casi se dormía, ambos habíamos fumado mucho; me corrí hacia un dado, ella se giró para quedar de frente y me abrazo, nos estábamos quedando dormidos acariciándonos; yo le dije al oído, – podemos dormir desnudos?, Te prometo que es lo único que quiero, poder sentirte, poder sentir cada centímetro de tu piel y te juro por lo que quieras, te prometo que no haré nada, no te tocará dónde tú no quieras, solo quiero que durmamos abrazados desnudos, para sentir tu calor, ella sonrió y me dijo, – ya, bueno, un poco desconfiada; ella comenzó a desabrochar su pantalón; yo recordé que estaba grabando; me fijé que no estuviera viendo hacia el computador, dejé de grabar y lo puse otra vez, me calentaba mucho el hecho de saber que después podría ver todo eso.
Cuando me gire, para ver a Amanda, ya estaba desnuda, estaba de lado y con sus manos se tapaba su vagina, se veía que tenía pelitos muy finitos, solo en el centro, arriba de su clítoris tenía la mayoría, le dije – mi amor, que linda eres, te quiero, le di un beso y me acosté a su lado, le dije que se volteara para quedar en posición de cucharita, entrelazamos nuestras piernas, y dándole besos en su espalda, nos quedamos dormidos.
Eran las 6 de la tarde, yo estaba boca abajo, abría mis ojos, me había despertado Amanda; ahí estaba, acariciando mi pelo, mientras me miraba fijamente y sonreía; le pregunte a qué hora se había despertado y le di un beso; dijo que se había despertado hace un rato y que se había quedado mirándome como dormía; ella me seguía acariciando, hubo un momento que no hablamos mucho, solo fueron caricias mirándonos a los ojos; ella se puso de espalda en la cama, yo apoye mi cabeza en su pecho mientras acariciaba su pancita y ella seguía acariciando mi pelo, así nos quedamos un rato, hasta que hizo un movimiento para que yo me levantará; cuando la mire me dijo -Quiero hacerlo.
Yo creo que me brillaban los ojos cuando me dijo eso, supuse que era como una recompensa o una forma de agradecerme que cumplí mi palabra, no la toque en todo ese tiempo; quizás ella necesitaba sentir que yo no la quería solo para eso, que también la quería de verdad y creo que se lo había demostrado.
Le pregunté -ahora? Ella me dijo, si pero me da miedo, dicen que duele y si no me entra?; Le dije que se quedara tranquila, que si lo hacía suave y con paciencia no le dolería; le oedi se pusiera en la cama, boca arriba, yo me puse a su lado; iba a tocarla un poco para que se lubricara, mientras le daba unos besos y me dijo nooo, porfa no me toques; yo le dije que era para que se fuera acostumbrando, para que no le doliera, porque si se lo metía así nomás le dolería, ella me dijo que no, que sin tocar, que así nomás, despacito, pero sin tocar, entonces yo le dije esta bien.
Me puse encima de ella, abrí un poco sus piernas y me acomode con mi pene en la entrada de su vagina, la cual no había podido ver muy bien, nos dimos varios besitos y le pregunté, estás segura?; Dijo -si, pero despacio; yo solo la abrace y muy despacio lo fui metiendo, cuando llevaba solo dos centímetros y la cabeza de mi pene apenas había entrado, me aprieta fuerte con sus brazos, con sus piernas también, ya que las tenía un poco levantadas; yo pare inmediatamente, le pregunté si le dolía; me dijo que si, que le había dolido mucho, pero se fue enseguida el dolor, yo le pregunté si seguía, y me dijo que si, mientras seguía metiendo otro poco, ella me dijo que sentía algo raro, como si se había roto algo, que ya no le dolía mucho, pero le ardía; le pregunté si la sacaba y me dijo – no, sigue así, me gusta, solo que me arde, me dio un beso; le dije que se la metería toda, que si le dolía no gritara porque mi mamá estaba en la pieza del lado; le dije abrázame fuerte y lo meti, igual con cuidado, pero lo metí hasta sentir que mis testículos chocaban con su culo, ella me abrazo fuerte, abrió su boca pero no grito, solo arrugó su frente y luego apretó sus labios; me quedé ahí, adentro, con mi pene hasta el fondo de su vagina, sin dejar de hacer presión; le pregunté si estaba bien, si le había dolido, me dijo que si y que le ardía mucho, pero ya se le estaba pasando; le pregunté – Me quieres?; me dijo -si, mucho; yo – ahora siento que te amo, le di muchos besos sin sacar mi pene, empecé a sentir que algo me quemaba en la espalda, sentía mucho ardor, me había arañado la espalda, yo me toque y con los dedos podía sentir como en algunos lugares se me había roto la piel, ella me dijo – disculpa y sonrió un poco; yo solo la mire, sonreí, se la saqué un poquito y se la volví a meter toda, a ella se le escapó un grito pero se callo de inmediato; me dijo -Auch, no hagas eso; yo -fue sin intención, y si mejor tu me lo sigues haciendo y yo te lo devuelvo de la misma forma? , y me dijo no, no, me dolió mucho; le dije bueno y la bese; luego empecé despacio a sacarla, no la sacaba completamente y se la volvía a meter, me dijo que ya no le dolía, que se sentía bien; yo le dije si podía hacerlo más rápido y moviendo su cabeza me dijo que si; yo empecé el mete y saca más rápido, ella respiraba muy agitada y gemía despacio, me decía al oído que quería gritar, yo le decía que no que tratara de no hacer ruido, cuando vi que ella lo estaba disfrutando, me levanté y levanté una de sus piernas, la afirmaba con mi antebrazo mientras me apoyaba en la cama, las embestidas eran más fuertes, más rápido, ella ya no se podía controlar y estaba gimiendo muy fuerte, así que pare.
Ella despeinada, su cara roja, algo sudada, pidiendo que no parará; me preguntó – ¿que pasó?; le dije que nos podían escuchar, ella me pedía que siguiera que trataría de no gritar, que le gustaba y que la estaba pasando bien conmigo; le pregunté, ¿te puedo tapar la boca mientras te lo meto? Ella me dijo riendo –tan gritona soy? Le dije un poco jaja; me dijo que bueno; le dije ahora lo haremos en una pose que lo sentirás más adentro; ella se volvió a tender y abrió los brazos para que la abrazara, yo sonreí y le moví la cabeza de un lado a otro diciéndole que ahora no sería así, tome sus piernas y las puse en mis hombros, las empuje hacia arriba con mis hombros le pregunté si le dolía porque tenía su espalda muy curvada, su culo ahora apuntaba al techo, y sus muslos tocaban sus tetas, era muy flexible, me dijo que no le dolía, sus pies tocaban el espaldar de la cama, no te duele? -no; yo – segura?; – si, entonces le tape la boca, cargue todo mi peso sobre ella, tenia mi pene tan duro que me dolía, se lo metí de una vez y muy fuerte, tanto que me dolieron los testículos al golpear contra sus nalgas, ella grito, y tuve que hacer más presión con mi mano, arrugó su frente, puso cara de que quería llorar, estaba muy roja, y yo le dije – y ahora? (Te duele); le quite la mano de la boca y me dijo -siii, ayyy; le dije entonces voy más despacio, se lo metí con un poco más de calma; ya no dijo nada, comenzó a gemir despacio, yo empecé a subir el ritmo, la penetraban cada vez con más fuerza, ambos estábamos muy sudados, yo la besaba, nos comíamos nuestras bocas, nuestras lenguas jugando, yo la lamía desde su pecho, su cuello, hasta su oreja hasta morderla, mientras la seguía penetrando con más fuerza, nuestros cuerpos sudados permitían que todo fuera más fácil, nuestros movimientos eran cada ves más fluidos y sincronizados, me di cuenta que ella buscaba que se lo hiciera más duro; yo iba cambiando de ritmo y de posición cada 3 o 4 minutos, no quería que se terminará, menos ahora que Amanda lo estaba disfrutando.
Me levanté dejando libre sus piernas, se quejaba de que le dolían, que le pesaban para moverlas; ella quería duro y yo le di duro, así como estaba tome sus piernas y las puse a un lado, juntas, le dije que así de ladito le gustaría, se lo metí de una, Ya no costaba, pero aún así dio un pequeño grito; me dijo – mmm se siente diferente, no había llegado hasta ahí; le di un beso y le tome una teta, me levanté y le puse una mano en el cuello, así estaba, ahorcándola cada vez más fuerte, a la vez que las envestidas también eran cada vez más brutas, estaba demasiado caliente, me olvide de ella por un momento y me quedé concentrado, viendo fijamente como mi pene entraba y salía, pude ver su vagina, estaba rojísima, Amanda era muy pálida, tenía toda la zona rosada y sus labios vaginales estaban rojos, seguía mirando y ahora sacando mi pene completo, y metiéndolo una y otra vez, cuando sentí las manos de Amanda sobre la mía, que le tenia en su cuello; la mire y ella estaba muy roja, la estaba asfixiando, la solté de inmediato, dio un respiro desesperado, lágrimas caían por sus mejillas, tosía y tenía arcadas, yo le pedí disculpa y la abrace; después de un rato se le pasó; recuerdo que al estar hablando, me dijo que una amiga le había contado que, en cuatro patas era lo mejor; yo se lo propuse, y ella acepto; se puso en 4, desde que le di el masaje que la quería tener así, me acuerdo perfecto que antes de todo le dije – culona rica y le di una nalgada; su postura no era buena, estaba encorvada y le dije que le enseñaría, que debía curvar la espalda y sacar la cola, ella no me entendió, le di otra nalgada, se la puse en la entrada, la tome de sus caderas y con toda mi fuerza se lo metí, le dije, levanta la cola, la seguía penetrando le daba nalgadas, en eso le puse una mano en la cintura y la presionaba contra la cama, mientras tome su pelo y lo jale; le dije -así, quédate así; y en esa posición le seguí dando, ya estaba perdiendo el control, se lo hacia cada vez más fuerte y le dije; te gusta así como si fueras mi perrita?, sentí raro decirle asi; me dijo que si, yo le jale con más fuerza el pelo y grito, así que tuve que poner otra vez mi mano para tapar su boca, mientras con la otra aún la aplastaba contra la cama, todo esto paso mientras yo estaba en un estado raro algo que nunca había sentido, me había llenado de perversión.
Le estaba encantando hacerlo así, en un momento tome sus brazos y se los jalaba hacia atrás, con ellos me daba impulso para penetrarla, se veía tan rico, moría de ganas de metérsela de una por el culo, aprovechando que la tenía así, pero no; yo seguí dándole así un rato, luego dejé de tirar sus brazos, pero no los solté, dejé que ella callera sobre la cama, aún estaba como perrita, pero ahora con su sus pechos y cabeza apoyados en la cama, ya que no tenía como afirmarse porque yo en ese momento estaba cruzando sus brazos, aplastaba su cuerpo mientras doblaba sus brazos atrás de su espalda, tenía su culito a mi disposición, pero seguí dando envestidas a su vagina, que no se había secado en ningún momento, yo seguía y ya llevábamos mucho tiempo, cambiando posiciones, pensé en terminar, puse una almohada debajo de ella, y la aplastaba más y más mientras seguía el mete saca más y más rápido para acabar, yo no tenía condón, pensaba tirar mi leche afuera nomás, en sus nalgas, lo hice lo más rápido que pude hasta que sentí que ya venía saliendo mi semen, saque mi pene y lo tire en su culo, chorreaba por su rajita.
Lo que hice a continuación, me ha traído remordimiento desde ese día, ahora que estoy más adulto, me doy cuenta.
Cuando la vi, tan indefensa, tirada sobre la cama, con sus piernas abiertas, y su culito lleno de semen, apuntando hacia mi; me fijé que algunas gotas caían por su rajita y se perdían en su ano, a mi pene le quedaban unos segundos para estar parado después de acabar, pero estaba tan caliente que así se quedó, Me quedé mirando fijamente como esas gotitas de semen entraban en su ano y no pude aguantar más, me llene de maldad, Le dije – perdón, me tire sobre ella con todo mi peso para dejarla inmóvil, le tape la boca con una mano, con la otra puse mi pene en su ano lubricado con mi semen y sin esperar nada me cargue sobre su culo, cuando mi pene entro se escuchó un ruido muy fuerte, no lo había escuchado nunca, pero se camufló también un poco con el sonido de mi cadera chocando muy fuerte con sus nalgas, ella grito un nooo ahogado por mi mano, yo la saqué de una y lo volví a meter hasta el fondo, ella lloraba y decía no, no yaaa, para, para, yo la saqué entera y metí lo más fuerte que pude por última vez y la dejé ahí; le dije – shhh, no llores, tranquila; verla llorar, me dio tanta pena que lo saqué, la abrace y solo le decía perdón, perdón, ya no llore mi niña y acariciaba su espalda, discúlpame, es que me deje llevar, no se porque hice eso, discúlpame por favor, ella tenía sus manos en el ano, tratando de ver porque le dolía tanto, ella lloro sin parar unos 10 minutos y yo solo la abrazaba, pidiéndole disculpas; después se calmo, hablamos un rato, mientras ella aún sollozaba, no se si se enojo, si entendió que lo hice “sin intención ” pero no me dijo nada; al rato después me pidió que le viera el ano, decía que le ardía y que sentía pegajoso, ella estaba tendida boca arriba, le dije que levantara sus piernas para ver, pero ella me dijo que no podía que le dolían las piernas, y se notaba, sus piernas aún tiritaban después de todo esa sesión de sexo rico y descontrolado, yo se las levanté con una mano y con la otra abrí sus nalgas para ver, aún no había podido ver su conchita bien, así que aproveche; vi su ano, tenía dos fisuras cómo de 7mm o 1 cm de largo, no sangraba mucho hasta que le toque y se abrieron las heridas, se quejo y me preguntó que tenía, yo le dije que era un corte pero pequeñito, y le dije te voy a limpiar, pase mi lengua por su ano, se lo bese y le limpie la sangre, luego traje unas toallas húmedas y le limpie todo, le dejé bien limpio sus dos hoyitos.
Ya se había hecho tarde eran más de las 8pm y Amanda se tenía que ir, ya que a las 9 salía el último bus a su casa, nos arreglamos, ella me dijo que esperamos un rato, ella no podía caminar bien, no podía disimular el dolor de culo, así que esperamos y la fui a dejar al terminal, nos fuimos de la mano, de lo más bien, se despidió con un beso; yo no sabía que ese seria el último que le iba a dar, ya que esa misma noche yo saldría con Andrés y conocería a otra chica.
Cuando desperté al otro día, después de haber bebido bastante y haber tenido una discusión fuerte con Andrés, porque me comí a su cita de esa noche y más enojado estaba porque creyó que estaba jugando con Amanda. Me llegó un mensaje, era Amanda, me envió una foto de sus calzones, los que se había puesto esa noche para dormir y estaban manchados, aún sangraba, me dijo que era muy incómodo, que no se había podido sentar y la mamá le había preguntado que le pasaba, ella le dijo que se callo de culo y se pegó en la cola (Coxis), unos días después ella se enteraría que tuve algo con otra chica el mismo día que con ella, seguro Andrés le contó, no recuerdo si hablamos mucho después pero ella estaba súper fría conmigo, aún que nunca me reclamo nada, de apoco dejamos de hablar, lo último que supe de ella es que a los 16 quedó embarazada y la pareja tenía 32, Desapareció de Facebook y para ese tiempo ya no hablaba con su primo Andrés para buscarla, jamás la volví a ver.
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Espero algún día poder expresar con palabras todas esas sensaciones, estoy recién comenzando a escribir, les aseguro que fue una experiencia maravillosa, inolvidable, me marco para siempre.
Comenta, ayúdame a mejorar, hice lo mejor que pude.
Lo hiciste mucho mejor que la primera parte, sigue asi, continua contandonos de tu vida (:
Esta parte está excitante sin duda, y más cuando son experiencias que te marcan.
Pero fue mil veces mejor de lo que puedo relatar amigo, te lo aseguro. Estoy escribiendo mi historia con otra chica, pronto estará lista, espero que la evalúes, ponga las estrellas que crees que merezco.