Aventuras de una profe 2
Esta nueva historia de el colegio femenino la cuenta la profe Natalia .
Hola me llamo Natalia, tengo 36 años, soy licenciada en educación física y especialista en entrenamiento deportivo, también soy pedagoga infantil, lo cual me permite dar clases solo a niños de primaria. Soy una mujer morena, alta, cabello largo y liso, atlética debido a que también fuí deportista de alto rendimiento y sigo haciendo ejercicio, tengo brazos y piernas fuertes, abdomen plano y trasero tonificado y senos medianos, tal vez con mi sudadera y mi buso con que doy las clases no se nota mucho mi forma física. Mi historia sucede con una alumna de grado quinto de primaria, se llama Tamara, tiene 10 años, es una nena acuerpadita, es decir ni tan gorda pero tampoco tan flaca, piernas gruesas y senitos que no han empezado a salir, piel morena cabello liso, mirada muy inocente, era muy vivaz y sociable, en mi clase digamos que iba ahí pero no era la mejor, a mí me embobaba su cola, que era muy redondita y ni su sudadera la disimulaba.
Para ese momento, estaba evaluando a las niñas el como jugar baloncesto, ellas jugaban y les iba enseñando las reglas, pero Tamara parecía muy torpe a la hora de jugar, y pues, eso no le daba buena nota, aunque más bien a mí personalmente me excitaba el solo verla.
En las tardes, el gimnasio del colegio estaba solo y me dedicaba yo misma a hacer ejercicios, para mantener mi forma, una de esas tardes, Tamara pasaba con su uniforme de diario, le tocaba recuperar una materia, al verla dije:
N: Oye Tami, quieres entrar un momento?
T: Hola profe, lo siento voy ahora a presentar una recuperación, si quieres paso después de hacerla.
N: Claro que sí, aquí te espero.
Yo seguí en mi rutina de ejercicio durante una hora más, luego de repente, Tamara entraba al gimnasio.
T: Hola profe
N: Hola Tami, cómo estás? Ya terminaste?
T: Si profe, la verdad me fué muy bien y pasé la recuperación.
N: Me alegro Tami, te demoras un poco más o te toca irte?
T: Me demoro un poco más, mi mami se demora porque está en el trabajo y me dice que no debo salir del colegio.
N: Ahh bueno, si quieres me puedes acompañar, en mi locker que está abierto hay unos snacks y agua si quieres.
N: Gracias profe.
Luego de un buen rato haciendo mi rutina, al ver que no venia nadie al gimnasio, lo cerré para tener más intimidad con Tamara, por nada del mundo me iba a perder esa preciosura.
T: Profe, puedo preguntar algo.
N: Dime Tami.
T: Profe todos los días estás aquí entrenando?
N: Claro Tami, lo que pasa es que soy muy coherente y si voy a enseñarles a ustedes a que hacer ejercicio ayuda con la salud, yo debo hacerlo y demostrar que estoy saludable.
Con el calor que estaba haciendo, me quité el buso y me quedé en un top, mostrando mi ombligo, Tamara me miraba sorprendida.
T: Profe, pero que brazos tan fuertes y estás bonita.
N: Quieres tocar mis brazos?
T: Si profe.
Y sin pensarlo, sus manitas tocaban mi brazo, ella miraba con sorpresa, a pesar de yo estar sudada, Tamara no se asqueaba al tocarme, su curiosidad era más grande. Luego, la convencí de que hiciera un poco de ejercicio, ella iba en su uniforme de diario, así de que la convencí de quitarse su falda y su camisa, quedando en un top blanco y en un bicicletero rojo, estaba poniéndome a mil, me permitía en los ejercicios mientras le enseñaba, la manoseada, sus brazos, sus piernas, su vientre, es decir, estaba yo lista para hacerlo.
Después de unos minutos, logré mirar fijamente a Tamara, ella también me miró con su tierna e inocente mirada, luego me decidí y le dí un beso.
T: Profe, que haces?
N:ahh lo siento Tamara, sabes, me dejé llevar, eres una niña muy hermosa.
Después de esas palabras, Tamara sonrió, luego comencé a acariciar su mejilla y su mentón, ella miraba con curiosidad, después me acerqué lentamente, ella cerró los ojos y yo volví a besarla, esta vez la besé con ganas y con desespero, pasaba mis manos por sus nalgas, ella se dejaba llevar, luego la levanté como cuando un esposo lleva a su esposa en la luna de miel y así la llevé a mi oficina en el gimnasio, la recosté en el sofá y mientras la besaba la terminé de desnudar, quitándole su bicicletero y su top, viendo su vagina muy linda y estrechita, la seguí besando, fui pasando mi lengua y chupando sus tetitas bajando con mi lengua hasta su vientre, Tami comenzaba a gemir y al llegar a su vagina, comencé a pasar mi lengua, ya ella se movía de placer seguía gimiendo mientras mojaba su vagina, aproveché y pasé mi dedo y lo fui metiendo, ella gemía y hacía un pequeño quejido, se convirtió en un grito de dolor cuando metí de un tajo mi dedo, lo dejé quieto mientras ella bajaba su quejido, cuando lo hizo y volvió a gimotear, comencé a mover mi dedo despacio, cada vez que su gemido aumentaba, lo hacia la velocidad de mi dedo, estaba loca yo follando a Tamara, la nena la veía ya blanqueando los ojos y de un momento a otro sentí un liquido en mi dedo y tami contrayendose, la niña tenia su primer orgasmo.
Luego saqué mi dedo, me levanté del sofá, Tami quedó acostada, respirando fuerte y sus ojos entrecerrados, al yo levantarme me quité mi top, y mi sudadera, quedándome totalmente desnuda, mostrando mis senos empitonados y mi vagina con un buen vello, me quedé parada y Tamara al verme se sorprendió, al acariciarla logré que se sentara, dejando mi vientre a la altura de su cara, ella instintivamente comenzó a besar mi ombligo, mientras yo acaricio su cabello, mi piel estaba mojada por mi sudor y así ella besaba mi ombligo, luego me dí vuelta, dejando mis nalgas en su cara, Tamara besaba mis glúteos y acariciaba mis piernas fuertes, luego yo la sorprendí abriendo mis nalgas mostrándole mi ano.
T: Profe, ahí es donde se hace popó, no sé si sea….
N: Tranquila Tami, la primera puede ser desagradable, pero créame que te gustará.
Tamara, haciéndome caso, pasó su lengua, demoró un poquito más y siguió pasando su lengua en mi ano, comencé a gemir y sentía los brazos de Tamara agarrando mi cintura, la niña dejó de lamer y ya chupaba literalmente mi culo, yo seguía gimiendo:
N: ohh si ohhh ahh sigue chupándome el culo, ahh te gusta ohh ahhh.
Luego, frené cuando parecía que venía mi orgasmo, hice parar a Tamara del sofá y me senté yo, luego la hice arrodillar y fué gateando a mi vientre, seguía dandole besitos a mi ombligo, instintivamente con mi mano fuí bajando su cabeza hasta mi vagina, ella intentaba pasar su lengua por mi puta vagina, pero pegué tan rápido su cabeza que hasta se metió vellos míos en su boca, ella me miraba y esa mirada inocente y con vellos y mi vagina en su boca me encendió mas y subí mis piernas en sus hombros, comencé a mover mi pelvis estrellandosela en su cara, gemía y me volvía loca:
N: ohh Tami, sigue chupándome mi vagina, oogh si te encanta ohh ahh ahh ahh dame lengüita dame ahh ahh me vengo me vengo ahhh ahhhhh….
Y en mi contracción apreté mis piernas en sus mejillas y pegué con mis manos su cabeza a mi vagina, sentía que salía mi alma, movía mi pelvis para depositar mi orgasmo en la boquita virginal de Tamara.
Descansé, y al hacerlo, Tamara se quedó sentada observandome, yo en mi satisfacción veía su cabello desordenado, su mirada inocente, un vello en su labio y sus labios brillosos y con líquido blanco, había tenido un gran orgasmo y había pervertido a una nena.
Después de ayudarla a arreglarse se fue al encuentro con su madre con quien se fue a su casa.
A partir de ahí seguí viendo a Tamara hasta fin de año……
Uff k rico relatoooo