Aventuras de una profe 6
Es el último relato de la profe Amanda dónde cuenta la experiencia de fin de año con una amiga suya y dominando a Katherine .
Relata Amanda
Ha pasado tiempo desde aquella fiesta con la bella e inteligente Katherine, y el fin de año promete, aunque es difícil pasar tiempo con ella ya que sus padres la cuidan mucho y casi no está sola, pero en fin de curso tendría mi fiesta con ella.
Cierto día, recibí una llamada:
A: Aló.
M: Hola amandita cómo estás?
A: Martinaaaa, que milagraso de escucharla yo muy bien y tú?
M: Muy bien, aquí planeando mis vacaciones para ir a la ciudad, pero no sé a dónde llegar.
A: Martina, me encantaría tenerte, la otra semana termino clases y mi marido está de viaje, así que puedes venir.
M: Amiga claro que sí y, me tienes algo más?
A: Claro que sí, cuenta con ello, nos vemos entonces.
M: Claro que sí, chao.
Martina es una amiga de toda la vida, ella es abiertamente lesbiana y ha tenido una vida decididamente promiscua, ella vive en Europa, es negra, cabello rizado, relativamente alta, mas o menos 1.65 de estatura, delgada, de buen busto y piernas fuertes, ha tenido una cantidad considerable de parejas así que es de sonada experiencia.
Después de la llamada quería planear algo con Katherine y Martina, muchas ideas locas se me ocurrieron pero me ponía a pensar el como acceder a Katherine para pasar por lo menos un día o tres porqué no, pero eso lo estoy planeando para después hablar con los padres de ella.
Llegaba la semana final de clases, Katherine me creó el escenario perfecto, ella nuevamente terminó no solo pasando bien el año sino también en el cuadro de honor del colegio, luego me decidí a hablar con sus padres, bajo pretexto de su destacado rendimiento académico y comportamiento le iba a regalar un paseo de tres días, Katherine se puso contenta, hacía caritas tiernas con sus papás hasta que ellos finalmente le dieron el permiso para ir a ese «paseo».
Después de la clausura, sus padres me encomendaron a Katherine, me hicieron demasiadas recomendaciones, y finalmente la llevé conmigo a mi casa, aquí les voy a explicar lo que pasó en los tres días.
En el día uno, llegamos a casa, nos recibió Martina a lo que las presenté:
A: Kathe, te presento a Martina, una gran amiga mía, viene de europa por unos días y se va a quedar con nosotros. Martina, ella es Katherine, mi mejor alumna, la niña que te conté yo que es destacada en el colegio.
M: Mucho gusto, Katherine, estás hermosa, cuantos años tienes?.
K: hola…
M: dime Martina
K: Martina, tengo 12 años, y cuantos años tienes?
M: tengo 42 años.
K: estás bonita para tu edad
M: gracias.
Fuimos adentro, donde seguimos hablando del tema del colegio, del trabajo de ella, yo me sentía cansada así que decidí acostarme a dormir.
Estaba quedándome dormida cuando comencé a escuchar risitas y murmullos apenas audibles, me asomé a la habitación y Martina ya tenía semidesnuda a Katherine, las observaba a través de una rendija en la puerta de la habitación, vería un café con leche, una mujer negra aprovechando para tener sexo con una niña blanca, eso me prendió y me quedé para ver la escena, martina besaba apasionadamente a Katherine, quien ella sin el menor atisbo de timidez le siguió el juego, luego, martina le besaba su cuello con lujuria y desesperación, después bajaba a sus senitos, los chupaba y mordía, la niña empezaba a gemir y respirar pesado, martina la terminó de desnudar, su vaginita rosadita ya se le veia hinchada, mi amiga no perdió el tiempo y la hizo acostar en la cama, se abalanzó sobre su vagina y comenzó a pasarle la lengua, la niña se movia del placer que estaba recibiendo, luego martina la dió vuelta colocándola boca abajo, abrió sus nalgas y pasó su lengua por su ano, la niña estaba gimiendo desesperada hasta que martina le metió un dedo, el grito de la niña resonó pero ella aguantaba, Martina había perdido la cordura y comenzó a mover el dedo adentro con mucha velocidad, literalmente estaba violando el culo de Katherine, con la otra mano, Martina jaló el cabello de la niña, sometiendola a la fuerza, ya en un momento la niña dejó de gritar y empezó a gemir mientras era violada analmente por Martina.
M: ahh pero que niña tan puta, como le gusta ser sometida
K: ahh ohh si dame Martina dame que me gusta ahh ahh.
Martina no tenía consideración de que era una niña, era salvaje la follada que le estaba haciendo a Katherine, movía el dedo violenta y rápidamente dentro de su hoyo anal mientras la tenía agarrada del cabello sometiendola hasta que finalmente la niña tuvo su contracción y finalmente llegó a su orgasmo.
Katherine cayó respirando agitada mente boca abajo, y mientras ella descansaba, Martina se desnudaba, dejando ver su piel negra brillante por el sudor producto del calor, unos senos grandes, pezón café y empitonados, un piercing en el ombligo y una vagina velluda. Cuando Katherine se recompuso, Martina jaló del cabello a Katherine y la hizo poner en cuatro en la cama, a continuación Martina también se puso en cuatro, dejando su cola a la altura de la cara de la niña, ella, tímidamente le daba besos, luego martina con sus manos abrió sus nalgas y dejó a la vista su ano negro y velludo.
M: comienza a pasar tu lengua, ya se que te gusta porque eres una puta.
Katherine, sin chistar comenzó a pasar su lengua rosadita en ese ano negro, Martina comenzó a exhalar fuertemente, a Katherine le gustaba y lamía y hasta chupaba ese ano como si de su vida dependiera de ello, sus bracitos abrazaban esos glúteos con unas ganas, y el ano de Martina más se pegaba a la cara de Katherine.
M: ohh si niña puta, te gusta chupar culos, ahh ahh ohhh ahí está todo sudado y sin limpiar para que lo limpies con tu lengua puta ahh ahh ohhh.
Katherine seguía chupando y con más ganas, como si le gustara que la trataran de puta, luego, Martina se dió vuelta y de un empujón acostó boca arriba a Katherine, la niña se acomodó y Martina se fue corriendo para acomodar sus piernas y meter la cabeza de Katherine en medio, estaba colocando su vagina negra y peluda encima de la carita de Katherine.
M: Ahora a chupar puta, me tienes que hacer venir.
Katherine comenzó a chuparle la vagina con vellos y todo mientras Martina movía su pelvis, Martina veía hacia abajo a Katherine, era el epitome de la aberración, una mujer negra sometiendo a una niña blanca en la famosa pose del trono de la reina, martina cada vez movia más rápido su pelvis en la cara de la niña.
M: ohh si puta ohh ahh ahh que rica está tu lengua dame dame me vengo me vengo me vengo uhhhhh ahhhhhhhhhhhhh.
Martina se desgonzaba y en un movimiento epiléptico tendría su orgasmo en la cara de Katherine.
Luego se bajó Martina y se recostó en la cama, Katherine se levantó y logré verle una mancha blanca en sus labios y un vello en su mentón, su mirada era inocente pero se veía bien, se acostó al lado de Martina, apagaron la luz y yo también me dirigí a mi cuarto y después de una buena masturbada pensando en lo que ví me quedé dormida.
En el siguiente relato cuento el segundo día de «el paseo» de Katherine…
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