Azotes entre amigas
Unas amigas lo pasan genial azotándose entre ellas..
Azotes entre amigas
María es una joven de 20 años espectacular. Es morena, alta, delgada y tiene un culo impresionante. Tiene una afición peculiar, le gusta dar azotes en el culo, pero también recibirlos.
Suele practicarlo con su novio, Pablo, al que azota cada noche. Ella también acaba con el culo muy rojo. Además de golpear con la mano, emplean cinturones, látigos, fustas e incluso varas.
No había compartido nunca esa afición con sus amigas, pero aquella tarde del 6 de junio sería especial. Estaban reunidas en casa sus cuatro mejores amigas: Carmen, Ana, Lucía y Nuria. Todas estaban bien de cuerpo, pero nunca habían sido azotadas. Lucía y Nuria eran una pareja lesbiana, mientras que Ana tiene novio y Carmen está soltera.
Estaban conversando de sus cosas, cuando Carmen empezó a preguntar por las fantasías sexuales de cada una. También hablaron de aquello que nunca harían en el sexo. Algunas hablaban del sexo anal, otras de tragar semen, hasta que María confesó que a ella le pone mucho el tema de los azotes. Que le gusta por el morbo, que no es masoquista ni sádica, por eso los azotes son siempre dejando el culo rojo, pero sin marcas que duren.
Las cuatro amigas se quedaron sorprendidas, pero Ana reconoció que ella siempre había fantaseado con eso, y que incluso su novio le había dado algún azote casual y le había gustado, pero que no se lo reconoció.
María aprovechó la confesión y le propuso a Ana que se quitase la ropa para azotarla allí mismo delante de sus amigas. Ana, al principio, se negó por la vergüenza, pero tras insistirle María terminó por aceptar y se bajó ella mismo los pantalones. Dejó al descubierto su estupendo culo en tanga. Se inclinó y Ana no tardó en darle los dos primeros azotes: Plaf, plaaf. Le dio suave, ante el asombro de sus otras amigas, que veían alucinadas la escena.
Tras diez azotes más, María le quitó el tanga y dejo al desnudo ese precioso culo, que ya estaba empezando a ponerse rojo. Siguió azotándola con más fuerza: plaaaf, plaaaaf, plaaaaaf. Su amiga Ana comenzó a quejarse (aaayy), pero le estaba encantando. Su culo se estaba poniendo ya muy rojo.
María animó a sus amigas a que también azotasen a Ana. Carmen se negó, pero la pareja lesbiana se animó y le dieron las dos a la vez, una en cada nalga (plaaf, plaaf). Siguieron azotándola un poco más, e incluso Carmen se unió a la fiesta.
Después de diez minutos de azotaina, Ana quiso parar y propuso a sus amigas que se desnudasen también y fueran azotadas por ella y María. Todas lo hicieron y se pusieron en fila las tres, unas al lado de otras, con sus culos rozando. Todas esperando con ganas a que las azotasen para ver que se sentía.
María comenzó azotando a Carmen, un golpe en cada nalga (plaaf, plaaaf). Mientras que Ana fue azotando a la pareja, Lucía y Nuria, que estaban disfrutando juntas de esa situación de sumisas.
A Carmen no le gustó ser sumisa y pronto cambió de rol y se unió a Ana y María para azotar las tres a la pareja. Como vieron que disfrutaban les dieron varios azotes muy fuertes (plaaaaff, plaaaaaaff, plaaaaaaaafff). Ante el último de María, Lucía gritó de dolor (AAAYY). Tenían su culo mucho más rojo que el de Ana. Les ardía y picaba, pero les gustaba la sensación.
Tras más de diez minutos de azotes, todas decidieron desnudar a María, que era la única que seguía con ropa puesto que había hecho de dómina, y comenzaron a azotarla las cuatro, turnándose (plaaf, plaaaf, plaaaaff…). Como María era la que tenía más aguante de todas, estuvieron un buen rato azotándola.
Los últimos azotes se lo dieron la pareja, Lucía y Nuria. Se vengaron de los azotes anteriores y la golpearon a la vez, una en cada nalga, prácticamente con todas sus fuerzas (PLAAAAAAAAFF, PLAAAAAAAAAAAFFF). María gritó de dolor (AAAAAYY), pero estaba disfrutando mucho. Su culo acaba completamente rojo. Fue la que se llevó el castigo más fuerte de las cinco amigas, que desde entonces fueron más íntimas que nunca e incluso practicaban sexo oral entre ellas.
En la siguiente azotaina se atreverían con los siguientes objetos: cinturón de cuero, látigo, fusta, palas y la temida vara. Todo esto y más en el siguiente relato.
CONTINUARÁ…
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