Bondage con Andrea
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Amo_Estricto.
Este segundo encuentro lo planifiqué al revés, debía ser ella la que me esperase en la habitación del hotel. Debía hacerlo en semipenumbra (es algo innegociable en mi, simplemente no me gusta que me vean), debía estar en el centro de la habitación, en lencería, con los ojos vendados, de pie y sin hablar.
Cuando entré a la hora acordada la vi, en pie, podia ver su silueta desde su izquierda y se veia impresionante. Sujetador negro con un pequeño volante de encaje que dejaba escapar parte de sus pezones, tanga negro a juego, medias sin portaligas y zapatos de tacon también negros.
Me chocó que su cabeza no estuviese gacha como debería corresponder a su rol sumiso pero hasta que no me acerqué no le di demasiada importancia… Tenía la venda de los ojos ligeramente subida de un lado y levantando la cabeza intentaba mirarme con dismimulo…
le di un bofeton que giró su cara de izquierda a derecha, y le coloqué bien la venda negra..
Consciente de su error, bajó la cabeza y solo atinó a decir
-lo siento, no volvera a suceder…
me coloqué tras ella y con mis manos en sus hombros la acompañé mientras se arrodillaba, e instintivamente cruzó sus manos detras, a sabiendas de lo que le esperaba.
Sacando del bolsillo de mi traje unas correas, amarré sus muñecas entre ellas, sus tobillos uno al otro y luego ambas entre ellas, quedando sus manos detras, atadas a sus pies, sin poder moverse. Con dulzura la agarré por la espalda y fui acompañando su cuerpo hacia detras, quedando de espaldas al suelo, ligeramente ladeada.. una mano en cada rodilla fué la señal que esperaba para abrir sus piernas, mostrandome lo estrecho de su tanga, y el brillo que se adivinaba por los costados..entremetí dos dedos entre la tela y su piel y empece a acariciar..
primero arriba y abajo, dejando entrar las yemas de los dedos ligeramente.. su respiración se fué agitando, luego las caricias se tornaron mas rapidas, yendo de izquierda a derecha. sus gemidos ya eran mas que evidentes y ansiaba correrse, lo notaba, lo sentía.
Su orgasmo se acercaba cada vez mas, y cuando sentí que llegaba a un punto de no retorno le dije:
-quieres correrte?
-siii por favorrrr lo necesitooooo
Y dejando de acariciarla, retirándome un paso atrás le espeté:
-pués córrete, no te lo voy a impedir…
Gritó de rabia al dejar de sentir mis dedos, apretó las piernas con fuerza y vi como sus dedos se crispaban a sus espaldas, arañandose los tobillos y dejandose caer de lado sobre la moqueta gimiendo como una posesa, y aún entendí entre sus gemidos y gritos algún "cabronnn" suelto… esta vez se lo iba a perdonar, no estaba previsto que dejase de acariciarla pero quería verla asi, en ese estado de vulnerabilidad.
Cuando sus espasmos cesaron, se quedó relajada en el suelo, de lado, la venda medio caida y los ojos cerrados. Me acerqué nuevamente por detrás, liberé sus manos y pies, y dando media vuelta salí de la habitación, dejando el cartel de No Molestar colgado en la puerta, que se relajase tranquilamente.
Tuve que quitarme la americana y, doblandola sobre mi muñeca me dispuse a llevarla pegada a mi ya que mi erección
era demasiado evidente.
Pagué la cuenta en recepción del Hotel y volví a mi domicilio.
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